Jesuita, nació en el puerto de Veracruz en 1729; murió en
Bolonia, Italia, en 1788. Estudió retórica y filosofía en la ciudad de Puebla,
en el Real Seminario de San Ignacio, y a los 17 años de edad entró en la
Compañía de Jesús haciendo su noviciado en Tepotztlán. Fue profesor de
gramática en México y Veracruz, de retórica en la Habana y de cánones en
Mérida. Más tarde fue llamado a México para que continuara la Historia de la Provincia, empezada por
el padre Francisco de Florencia (1620-1695). Al ocurrir la expulsión de los
jesuitas en 1767, partió desterrado a Italia. Consumado políglota, sabía
hebreo, griego, latín, francés, inglés e italiano. Era, además, erudito en
patrística, teología y filosofía escolástica y moderna, en matemáticas y en
temas de la antigüedad clásica. Dejó escritas Alexandrías (1775), Homeri
Ilias, latino carmine expressa (1776), institutionum
Theologicarum libri XVIII (1789) y otras obras que permanecen inéditas.
Poseedor de un estilo pleno de gallardía, facilidad y elegancia, sobresalió
como prosista latino. Rehizo totalmente la historia
de la Provincia de Jesús en Nueva España que había dejado Florencia, “dándonos la más hermosa crónica religiosa de
cuantas se escribieron en Nueva España”, según dijera de ella Gabriel
Méndez Plancarte. Obra de abundante documentación, excelente por el método y el
estilo, fue escrita de 1764 a 1767. Constituye la fuente más completa acerca de
la actividad misional y evangelizadora de los jesuitas en territorio mexicano.
(Tomado de: Enciclopedia de México, Tomo I)
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