Incansable luchadora por el respeto a los derechos humanos, figura controvertida y carismática, Benita Galeana intentó redefinir el papel de la mujer en la historia moderna de México.
Benita Galeana nació el 10 de septiembre de 1907 en San Jerónimo de Juárez, Guerrero. Perteneció a una familia con graves carencias económicas y desde pequeña quedó huérfana. Camila, su hermana mayor, se encargó de educarla en una atmósfera de exagerada disciplina. Durante su infancia permaneció en Guerrero, donde se ganaba la vida como vendedora ambulante. En la adolescencia se trasladó a la ciudad de México, y tuvo diferentes trabajos: artista en el cabaret "Viejo Jalisco", empleada de Correos y del Instituto Mexicano del Seguro Social. Complementaba sus ingresos vendiendo diversos artículos en abonos, sobre todo zapatos, en las oficinas o de puerta en puerta. Poco después de cumplir veinte años ingresó al Partido Comunista Mexicano y sólo en 1936 aprendió a leer y escribir. Su activa participación en la organización política incluyó desde "pintas" en las calles hasta la distribución del periódico "El Machete". Tuvo a una sola hija, Lilia Solano, pero adoptó a seis expósitos.
Sus acciones políticas se apartaban de la ortodoxia, y realizó grandes esfuerzos por conseguir la libertad de presos políticos. A lo largo de su vida fue detenida 58 veces bajo cargos de escándalo en la vía pública y desobediencia civil. Firme opositora del gobierno, jamás negoció el carácter libre y apasionado de sus ideas. Rechazó una pensión ofrecida por José Francisco Ruiz Massieu cuando era gobernador del estado de Guerrero. Varias experiencias de su vida quedaron asentadas en los libros de memorias Benita, publicado en 1940, y El peso mocho, aparecido en 1979.
En su vejez Benita Galeana permaneció casi enclaustrada en la misma casa donde Mario Gil, su marido, había muerto veinte años antes; allí se dedicó a estudiar y organizar un extenso archivo que, según su última voluntad, habría de convertirse en el Centro de Estudios de la Mujer en el Movimiento Social Mexicano. Esperaba que junto a éste se creara un museo para preservar su legado biblio e iconográfico. En su último libro, Las luchas vivas, narraba experiencias recientes como su visita a Panamá, en 1989, para recibir una condecoración de manos del general Manuel Antonio Noriega; el volumen también incluía el texto de varias cartas enviadas al entonces presidente de los Estados Unidos, George Bush, en calidad de reclamo.
Benita Galeana murió el lunes 17 de abril de 1995 a las 21:00 hrs. a consecuencia de un accidente vascular cerebral. Aunque deseaba que sus cenizas se esparcieran en la sierra de Chiapas, sus deudos consideraron la posibilidad de conservarlos en el museo dedicado a ella.
(Tomado de: Todo México 1996. Resumen ilustrado de los acontecimientos más importantes registrados en México en 1995 para la actualización de la Enciclopedia de México. Kentucky, EUA, 1996)
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