El España y el Asturias
El Club España, que formaba parte del fútbol mexicano desde 1912, continuó como uno de sus máximos exponentes durante las décadas de los treinta y cuarenta. El Asturias, su acérrimo rival, vivió momentos estelares en los años treinta.
Los duelos entre estos equipos se iniciaban mucho antes de saltar a la cancha. Apenas anunciado el partido, los dirigentes empezaban a discutir acaloradamente sobre las condiciones en que debía jugarse: horario, árbitro, cancha... Los jugadores de cada conjunto intercambiaban desafíos y los simpatizantes de ambos bandos, como preludio de las trifulcas que el día del partido se organizaban en las gradas, debatían en las cantinas y los cafés, según corresponde a la rivalidad en torno a un verdadero clásico.
El España, que por lo general ocupaba las primeras posiciones del torneo, sufría para vencer al "cuadro de la Casona", como llamaban al Asturias, un equipo con mala fortuna que con frecuencia perdía juegos, y hasta campeonatos, en el último minuto.
Ambas oncenas llegaron a contar con jugadores excepcionales, algunos de ellos mexicanos, pero sobre todo extranjeros. Entre los nacionales hay que mencionar a Fernando Marcos, Luis "Pirata" Fuente, "Tití" García, Carlos Laviada y Carlos Septién. Entre los importados destacaron Isidro Lángara, "El Charro" Moreno, Luis Regueiro, Aballay, "Butch" y Fernando García.
La verdad es que estos clubes preferían a los extranjeros sobre los locales, a tal grado que alguna vez el España llegó a alinear a nueve españoles, un argentino y ¡un mexicano!
La década de los cuarenta fue difícil para las dos oncenas. La Guerra civil española había dividido las opiniones también en México. En 1939, el parque de los asturianos sufrió un incendio. Nadie pudo convencer a los españoles de que los motivos del atentado no eran políticos. Días más tarde, consumada la derrota de los republicanos, el Casino Español fue atacado por un grupo de personas que, dijeron, rechazaban la presencia de un club en cuyas instalaciones colgaba la fotografía de Franco. En 1949, el Asturias replanteó la posibilidad de retirarse de la liga, luego de que durante una reunión su directiva fue conminada a guardar silencio: "En el ámbito nacional no tienen por qué opinar los gachupines", se le dijo.
Por razones similares, en junio de 1950 el España confirmó su adiós al fútbol profesional. Dos meses después, el 27 de agosto, en una sesión a la que asistieron todos los socios del club, se acordó por mayoría la desaparición de las Asturias. Terminaba un trascendente capítulo en la historia del fútbol mexicano.
(Tomado de: Calderón Cardoso, Carlos - Por el amor a la camiseta. (1933-1950). Editorial Clío, Libros y Videos, S.A. de C.V., México, 1998)
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