(1921-1999)
Actor, empresario y luchador profesional originario de Letonia. Dejó su país
natal desde temprana edad y llegó a vivir a la Argentina, donde desarrolló su
gusto por la lucha grecorromana, aunque debido a su precaria situación
económica se vio obligado a pedir limosna. Buscando alcanzar Estados Unidos,
llegó a México en 1946. Durante algún tiempo realizó pequeños trabajos, pero
fue en la lucha libre donde comenzó a ganar reputación, llegando a pelear
contra personajes de la talla de El Santo o Blue Demon. Hacia 1948 debutó como
actor de teatro bajo la dirección de Seki Sano, en Un tranvía llamado Deseo y un año después logró hacer su primera
incursión en cine al lado de Germán Valdés, “Tin Tán”. A partir de ahí se
convierte en una figura socorrida en la pantalla grande alternando escena con
los más grandes actores y luchadores.
(Tomado de:
Muy Interesante, septiembre de 2018, no. 09. 100 Extranjeros que amaron México)
Un atleta
llamado Deseo
Llegó a
México a mediados de los años 40, proveniente de Argentina, a donde había
arribado de Lituania, un pequeño país al norte de Europa. Aquí se ganaba la
vida como luchador y entró a la academia de actuación del renombrado maestro
japonés, Seki Sano. Con el tiempo, se ganó a pulso el personaje de Stanley
Kowalsky, en la primera puesta escénica de Un
tranvía llamado Deseo, de Tennesse Williams; su actuación es ya una leyenda
en el teatro mexicano. Su presencia exhala sexualidad de la cabeza a los pies y
su voz rasposa lo identifica plenamente. En cine, su personificación del héroe
de cómic “Neutrón”, que apareció en cinco películas, lo hizo inmensamente
popular. Estuvo espléndido también en La
bestia magnífica, Ladrón de cadáveres (la obra maestra de Fernando Méndez)
y La última lucha. Es el atleta con
más credibilidad de nuestro cine. (Luis Terán)
Partes
memorables de su cuerpo:
Los ojos,
labios, tórax, piernas y derrière.
Su papel más
sexy:
Bobby
Galeana, en Pepe, el toro.
Su escena más
provocadora:
Cuando se
deja seducir por Miroslava en La bestia
magnífica.
(Tomado de:
Somos, especial de colección núm. 6, Los símbolos sexuales + ardientes del
mundo, Editorial Eres, S.A. de C.V. México, D.F., 1997)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario