Nació en Oaxaca, Oax., en 1868; murió en el puerto de Veracruz en 1945. Hijo del militar del mismo nombre, se graduó de ingeniero en el Colegio Militar (1888). Fue diputado federal, cónsul general en Chile, jefe del Estado Mayor Presidencial, jefe de la policía del Distrito Federal, gobernador de su Estado (del 1° de mayo al 3 de junio de 1910) y senador de la República. Siendo ya general en 1912, se dio de baja en el Ejército y el 16 de octubre de ese año se levantó en armas en Veracruz. El gobierno movilizó una fuerza que recuperó el puerto y tomó prisionero a Díaz (día 23). Sometido a un consejo de guerra, se le condenó a muerte, pero el presidente Madero le conmutó esa pena por la reclusión perpetua ven la Penitenciaría de México. Sin embargo, el 9 de febrero de 1913, al inicio de la Decena Trágica, las fuerzas sublevadas de Mondragón y Ruiz lo pusieron en libertad y asumió la jefatura del movimiento. El día 18, una vez hechos prisioneros Madero y Pino Suárez, el embajador norteamericano Henry Lane Wilson lo reunió con el general Victoriano Huerta, comandante militar de la plaza, y ambos firmaron el Pacto de la embajada, por el cual se daban por concluidas las hostilidades, Huerta asumía el poder y Díaz lanzaría su candidatura a la Presidencia; sin embargo, en septiembre se le nombró embajador en el Japón, con lo cual quedó inhabilitado para las elecciones, ya convocadas para fines de octubre. A su regreso al país se sintió hostilizado por el usurpador y se exilió en La Habana y Nueva York. Reapareció el 15 de mayo de 1916 en Oaxaca, donde se puso al frente del Ejército Reorganizador Nacional; fue derrotado por los constitucionalistas en Yucucundo (junio) y Tlacolula (julio) y al fin se marchó a Chiapas y Veracruz; en el camino aprehendió y fusiló a Alfonso Santibáñez, el asesino de Jesús Carranza; y se mantuvo alzado hasta 1920. Desterrado, estuvo en el exilio hasta 1937, en que volvió para radicarse en Veracruz.
Mostrando las entradas con la etiqueta felix diaz. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta felix diaz. Mostrar todas las entradas
miércoles, 25 de marzo de 2020
Félix Díaz
martes, 17 de septiembre de 2019
Sucesos de la Semana, 13 de febrero de 1913
Sucesos de la Semana
El Abogado Cristiano, jueves 13 de febrero de 1913
Verdaderamente sensacionales fueron las declaraciones hechas por el ex-embajador Calero al decir, entre otras cosas, que durante diez meses había estado mintiendo al Gobierno americano acerca de la situación del país y la esperanza de un pronto arreglo de las dificultades. Toda la prensa se le fue encima al ex-diplomático, condenándolo de la manera más dura, por la indignidad que revela en sus declaraciones.
Lo peor del caso es que el mismo Calero resulta engañado, pues él creyó engañar a los americanos cuando éstos bien sabían que no lo conseguía la verdad, pues siempre están al tanto de la verdadera situación del país.
***
La discusión que se ha estado llevando a cabo en el Senado sobre el proyecto de ley para el empréstito de los cien millones de pesos, ha sido una de las más tremendas que se hayan sostenido en el seno de aquella alta cámara. La lucha fue encarnizada, resultando que la votación se empató: como resultado de esto, se tuvo que seguir discutiendo el asunto y sujetarse a una nueva votación. Después, el dictamen se aprobó en lo general para discutirse en lo particular, y aquí están ahora los senadores.
Los oposicionistas han hecho esfuerzos sobrehumanos por que no se autorice al Ejecutivo para que obtenga dinero, seguros de que con ello el Gobierno caerá indefectiblemente.
***
El zapatismo que enarbola la bandera del bandidaje, escribió otra negra página cerca de Atlautla, arriba de Amecameca, el domingo antepasado, cuando, enmedio de salvaje gritería, descarriló un tren de pasajeros, balaceó y aniquiló a la pequeña escolta que iba en el tren, y robó y mató al pasaje. La historia del asalto se condensó en un furgón con cadáveres y otro con heridos que llegaron a esta capital la tarde del lunes.
***
El Sr. Araujo, Presidente del Salvador, fue cobardemente asaltado durante una serenata en un parque, recibiendo heridas de bala y machete. Aunque al principio se dijo que podría sobrevivir a sus heridas, desgraciadamente sucumbió a ellas, causando esto una consternación general.
El Presidente salvadoreño fue víctima de una conspiración fraguada en Guatemala.
***
La nota de tremenda resonancia ha sido el cuartelazo llevado a cabo por algunos jefes militares que llamaron a Bernardo Reyes y a Félix Díaz para encabezar este levantamiento.
En la capital no habíamos sufrido nada: nosotros habíamos visto la revolución y los asaltos del bandidaje desde lejos. La fusilería no había dejado oír su terrible música, ni la ametralladora nos había dejado oír su canto; lo habíamos adivinado a distancia. Pero el domingo en la mañana nos tocó nuestro turno. El despertar de la ciudad fue enmedio de la conmoción producida por tropas que se rebelaban por jóvenes aspirantes que, sin conciencia alguna del papel que asumían, manchaban con una felonía su hoja de servicios.
La Escuela de Aspirantes formó el eje del cuartelazo, juntamente con algunos cuerpos de artillería. Libertaron a Bernardo Reyes y a Félix Díaz, y se dispusieron al ataque del Palacio Nacional. Reyes cayó muerto luego de un balazo que le abrió la frente, cerca del legendario copete. La balacería en el Zócalo fue terrible, y la mortandad fue sencillamente espantosa. Murieron muchos aspirantes y soldados del 1er. regimiento de caballería que se había rebelado. También gente del pueblo, tanta gente como a esa hora hay siempre en el Zócalo, tomando los trenes, vendedores, pueblo que salía y entraba a misa en la catedral. Murieron muchas mujeres y niños; muchos infelices papeleros estaban tirados todavía con sus periódicos debajo del brazo.
La confusión causada en la capital con el tiroteo, que se prolongó por unos veinticinco minutos o treinta, no es cosa para describirse. Se suspendió todo tráfico, ni tranvías, ni coches, ni automóviles; las pocas casas de comercio que se estaban abriendo se cerraron violentamente y otras reforzaron más sus cerraduras. Estamos prácticamente sin policía; pero afortunadamente no ha faltado ni la luz ni la fuerza, si no las noches hubieran sido horribles.
Estamos escribiendo estas líneas el martes en la mañana, cuando se preparan ya las fuerzas para un combate que será terrible. Ha estado llegando desde ayer lunes en la tarde mucha tropa y algunos de los más valientes jefes; en los momentos en que escribimos, las tropas están tomando todas las calles que desembocan en la Ciudadela donde se ha hecho fuerte Félix Díaz con su gente. Cuando este número se lea por nuestros suscriptores la faz de las cosas habrá cambiado completamente. No sabemos de parte de quién quedará la victoria, pero sí podemos anticipar que va a ser una lucha horrible en que la artillería va a jugar un gran papel.
Por un golpe de audacia, Díaz se juega por segunda vez la suerte. Pronto sabremos el resultado. Hace dos horas que se entabló el combate y se sigue luchando de un modo encarnizado.
Ha amanecido el martes y el fuego, suspendido ayer a las 6, se reanudó hoy a las 7 de la mañana.
(Tomado de: Labrandero Iñigo, Magdalena, et al, (coordinadores) - Nuestro México #4, La Decena Trágica, 1913. UNAM, México, D. F., 1983)
jueves, 23 de mayo de 2019
Bernardo Reyes sucumbe frente al Palacio Nacional
Brigadier Félix Díaz ha desaparecido
Otro complot fracasado en la ciudad de México
Se han dictado órdenes de aprehensión contra los directores intelectuales
El Correo de la Tarde. Mazatlán, Sin., lunes 10 de febrero de 1913
México, febrero 9. Esta madrugada un grupo de aspirantes y algunos soldados de artillería, encabezado por el general Mondragón, atacaron prisión militar Santiago, liberando al General Reyes. En seguida libertaron a Félix Díaz y fueron a Palacio Nacional. En momentos del ataque fue muerto General Reyes y la mayor parte de los que lo seguían. Félix Díaz huyó sin saberse para dónde. Tranquilidad restablecida.
Opinión pública se ha manifestado francamente en favor del Gobierno legítimo. Háganlo conocimiento público.
Mario Méndez
-
El señor Gobernador del Estado, transmitió anoche al señor prefecto de este Distrito, el siguiente telegrama que llegó de México.
“Esta madrugada un grupo de aspirantes y algunos soldados de artillería, encabezados por General Mondragón atacaron prisión militar Santiago, libertado General Reyes, en seguida libertaron a Félix Díaz y atacaron Palacio Nacional. En momento del ataque fue muerto General Reyes y la mayor parte de los que los seguían, y Félix Díaz huyó sin saberse paradero. Yo con los Ministros me encuentro en Palacio Nacional, mandando aprehender a los Directores intelectuales. La tranquilidad se ha restablecido por completo en la ciudad. Habiendo sido ligeramente herido Comandante Militar de la plaza, General Lauro Villar ha sido nombrado Comandante Militar el General Victoriano Huerta.
El Presidente Constitucional,
Francisco I. Madero”
-
Tanto en la Penitenciaría donde se encontraba el Gral. Félix Díaz, como en la prisión militar de Santiago Tlatelolco, donde estaba el Gral. Reyes, existen siempre fuertes guarniciones, y si éstas no estuvieron de acuerdo con los autores de un golpe de mano tan audaz , es de suponerse que los combates que se libraron en una y otra fortaleza deben haber sido terribles, y la carnicería espantosa.
También es de suponerse que inmediatamente después de haber pasado los sucesos, se estableció la más estricta censura en el telégrafo, y tan es así, que a la hora en que escribimos estas líneas, 10 de la mañana, no hemos recibido nuestro servicio telegráfico de noticias del país y extranjeras, correspondientes al día de ayer.
Tomado de: Labrandero Iñigo, Magdalena, et al, (coordinadores) - Nuestro México #4, La Decena Trágica, 1913. UNAM, México, D. F., 1983)
viernes, 6 de julio de 2018
Benjamín Argumedo
Benjamín Argumedo
Militar, nació en Durango; muerto fusilado en la misma
ciudad en 1916. En 1910 se unió a las fuerzas de Pascual Orozco, y en 1913 se
pasó a las de Victoriano Huerta y Félix Díaz. Distinguióse particularmente por
sus cargas de caballería en la región de Torreón, donde recibió el apodo de El
León de la Laguna.
(Tomado de: Enciclopedia de México)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)