IV
Nuevo impulso a la organización obrera mexicana
Un grupo de los que se consideraban a sí mismos como portaestandartes de la extrema izquierda en el movimiento obrero fundó el 20 de marzo de 1871 La Social. Dicho grupo lo constituyeron Rhodakanaty, Zalacosta, Velatti, Castro, Ordóñez y otros. Pero veamos en qué consistía su "izquierdismo". Las finalidades contenidas en el programa de La Social se expresaba así: "Reuniremos a todos aquellos elementos adictos a la clase socialista, que sean perseverantes que tengan un principio de moral y fines altruistas y elevados, que amen el sentimiento de caridad y siempre socorran al pobre y al oprimido como si se tratara de sí mismos".
En su manifiesto de abril 15 de 1871, decía: "no es posible poder presentar, desde luego, ante la cultura del pueblo nuestro programa último; pero ténganse entendido que nuestra misión es más de ideales que de posibilidades. Sin embargo, aunando nuestras miras, queremos la abolición de todo sistema de gobierno y la libertad de los obreros manuales e intelectuales del Universo".
¡Una mezcla informe de anarquismo filosófico, místico, cristiano!
Debemos hacer hacer notar que, de este grupo de La Social, también pertenecían al Gran Círculo, Valatti, Ordóñez y Castro.
Fue por este tiempo cuando llegaron a México las primeras noticias sobre la proclamación de la Comuna en París. Circulando entonces El Socialista; el 9 de julio de 1871, apareció en la ciudad de México el primer número de este periódico semanario destinado a defender los derechos e intereses de la clase trabajadora. Más adelante veremos cómo desempeño su cometido.
Eran director y redactores: Francisco de P. González, Mariano García, Luis G. Miranda, Francisco J. Acosta, Manuel Chibrás, Manuel Escudero, José López, Carlos G. Rodríguez, Felipe Acosta, Enrique Trear, Fidencio Lara y Luis Sánchez. El Socialista, como era natural, defendía el socialismo, La Internacional y la Comuna; las proclamas impresas de ésta circulaban profusamente en los círculos obreros.
La Comuna de París
El Monitor Republicano, periódico liberal de la época pidió, al saberse el fracaso de la Comuna de París, que se proporcionara asilo en el país a los comunistas que así lo desearan; lo que hizo expresar a la prensa norteamericana que la entrada de éstos a México constituía un grave peligro para el gobierno de Washington. The World (El mundo) de Nueva York, aseguraba en enero 21 de 1872 "que el famoso comunalista Clusuret estaba en México y que Juárez lo había nombrado general en jefe del ejército para combatir a los rebeldes porfiristas"...
A este grado alarmaba a la burguesía yanqui y a su prensa la repercusión de los acontecimientos en La inolvidable Comuna de París. ¡Primer intento del proletariado para establecer un gobierno propio!
la guerra franco-alemana provocada por la política francesa cuyo objetivo era impedir la unidad de Alemania y las enseñanzas y tradiciones de la revolución francesa (en la que había tenido tan importante papel el municipio de París), así como la influencia adquirida y progresos realizados por la Primera Internacional en París y en algunas de las grandes ciudades provinciales francesas, y el no menos importante factor de la situación paupérrima entre las masas populares y la pequeña burguesía arruinadas por la guerra; fueron elementos que determinaron la guerra con Prusia, lazo que Bismark tendió a Francia y en el que ésta cayó sin estar preparada para ello, con el resultado de la catastrófica derrota de Sedán. París se sublevó derrocando al imperio de Napoleón, El Pequeño, proclamó la República y constituyó un gobierno para la defensa nacional. Pero este gobierno, burgués, que odiaba tanto al enemigo exterior como el interior (o quizás más al interior) produjo una reacción inmediata en el pueblo que, prematuramente, guiado por el viejo revolucionario Blanqui, intentó apoderarse del poder sustituyendo al gobierno republicano-burgués por el socialista proletario. La intentona fracasó, en tanto que los ejércitos franceses organizados por Gambetta sufrían derrota tras derrota a manos de los prusianos hasta que se concertó un armisticio en enero de 1871.
En febrero se efectuaban las elecciones para la constitución de la asamblea general. Sin embargo, la mayoría revolucionaria, novel en estos asuntos, fue derrotada al resultar un gobierno reaccionario. Thiers estableció su cuartel general en Versalles, desde dónde atacó al proletariado parisiense; el gobierno de Thiers después de tratar de apoderarse de la artillería de la Guardia Nacional en las alturas de Montmartre, fue desconocido por el pueblo de París que proclamó la Comuna el 18 de marzo de 1871.
Se ha dicho que la Comuna de París fue una dictadura, nada más falso y calumnioso. ¡Ojalá lo hubiera sido! La Comuna surgió legalmente de las elecciones de marzo, instituyendo un gobierno de coalición, en el que había miembros de la Primera Internacional, es cierto, como también los había blanquistas, proudhonianos, republicanos, burgueses y patriotas desesperados.
Carlos Marx al hacer el análisis de los hechos decía: "en vez de marchar contra los versalleses desamparados entonces, se permitió al Partido del Orden que mostrara sus fuerzas convocando el 26 a las elecciones de la Comuna. Aquel día, los hombres del Partido del Orden cambiaron palabras benévolas de reconciliación en los locales electorales con sus harto magnánimos vencedores; al mismo tiempo que en su fuero interno se enciende el juramento solemne de ejercer una venganza resonante tan pronto llegará el momento. La Comuna de París ingenuamente respetó el Banco de Francia, no confiscándolo, lo que constituyó un grave error y que destruye el argumento de que fue una dictadura."
Por todas estas graves equivocaciones tácticas y políticas cayó en mayo, derrotada por las fallas de sus directores (a las que se sumaba la traidora alianza de los políticos y de la burguesía francesa) después de ejercer el poder durante 62 días el proletariado de París.
El proletariado parisiense murió heroicamente bajo los pliegues y su amada bandera roja de la Comuna. Thiers, Gallifet "el Chacal" (que había estado en México) se hartaron de sangre obrera. Cayeron bajo sus balas asesinas 30,000 revolucionarios, hombres mujeres y niños; fueron sacrificados en el altar de la burguesía y su régimen un total de 100,000 luchadores franceses por la libertad.
Ese fue el epílogo sangriento del primer noble esfuerzo del proletariado de París para darse un gobierno propio; su sacrificio no fue estéril, sus enseñanzas no fueron olvidadas ni en Francia ni en el resto del mundo, como lo comprueba la existencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, producto de esa enorme experiencia aplicada por la gloriosa revolución rusa de 1917.
La organización obrera y sus relaciones con los patrones
El 15 de agosto de 1871 se organizaba la sociedad de Tipógrafos Mexicanos en la Ciudad de México. Simultáneamente quedaban establecidas las primeras sociedades obreras en el interior del país, al constituirse las de San Luis Potosí, donde comenzó a publicarse el vocero Las Clases Productoras, viendo la luz pública el primer número el 16 de septiembre de 1876, eran sus redactores Genaro Vergara y Silverio M. Vélez.
El Circulo de Obreros de México quedó formado finalmente, después de muchos esfuerzos de sus organizadores; tomando parte en su constitución con 3 delegados cada una de las sociedades siguientes:
"Unionistas de tejedores del distrito de Tlalpan"; mutualistas de las fábricas La Colmena y San Ildefonso; Unionistas de Canteros, Mutua del Ramo de Sombrerería, Unionista y de Resistencia de Carpinteros, Mutua del Ramo de Sastrería, Artístico Industrial de Tipógrafos Mexicanos, Cuerpo de Redacción de El Socialista y la Sociedad Unionista de Sombrereros que se adhirió por el momento al acto.
Se admitió que podían ingresar individualmente al Gran Círculo todos los obreros y simpatizantes que lo desearen; la asociación debía extenderse por toda la nación, convocando tan pronto como las circunstancias lo permitieran a un congreso general, organizándose mientras tanto, sucursales en las poblaciones principales. Para ser miembro del Gran Círculo había que ser obrero manual o intelectual; ningún socio podía ser miembro de un partido político, pero sí se le dejaba en libertad de ejercer el derecho de ciudadanía. Se admitía que los patrones que hubiesen tenido buen comportamiento con sus trabajadores fuesen socios honorarios del Gran Círculo (subraya el autor). Se lucharía por la ampliación del espíritu de ayuda mutua, cajas de ahorros, seguros de vejez, casas de asilo, escuelas primarias y de oficios. Las sociedades adheridas al Gran Círculo serían de resistencia (con el objeto de proteger el trabajo) para lo cual se declaraba apoyo ilimitado a las huelgas; a la lucha por el mejoramiento inmediato de salarios y disminución de las horas de trabajo, protección a las mujeres y niños; castigo por medio de multas a los patrones que no accedieran a las justas peticiones de los obreros (subraya el autor). Se solicitaba del Gobierno una ley que garantizara el bienestar del proletariado y se asentaba como finalidad del Gran Círculo, lo siguiente: "se lucha por la total emancipación de los trabajadores, que ha de ser obra de los trabajadores mismos, usando como medio final la revolución social que abre el camino de esplendor, de justicia y de verdad al socialismo…"
La mesa directiva elegida fue la siguiente: presidente, Santiago Villanueva; vicepresidente, Epifanio Romero; primer secretario, Juan de Mata Rivera; segundo secretario, Benito Castro; tercer secretario, Alejandro Herrera; cuarto secretario, Rafael Pérez de León y tesorero, Francisco de P. González. Los dos primeros ya conocidos por nosotros en sus equilibrios obreristas, los demás, pronto los conoceremos mejor.
El 1° de octubre de 1871 se constituye en San Luis Potosí la Asociación Potosina de Obreros con tres sociedades diversas: el número 2 de Las Clases Productoras, incitaba a los obreros de la metrópoli para asistir a un congreso que debía celebrarse en León o Aguascalientes para enero de 1872. En Toluca se organizaba la Sociedad Progresista de Artesanos el 8 de noviembre, la que se adhiere al Gran Círculo. En este periodo de organización ascendente, con las imperfecciones ajenas a la incomprensión de su verdadero papel, sorprende al artesanado y al naciente proletariado la efervescencia política de las elecciones presidenciales, a la vez que el levantamiento de Porfirio Díaz con su Plan de La Noria contra Juárez en noviembre 8 de 1971.
Dos décadas del movimiento obrero: un resumen
En resumen, después de casi dos décadas de 1853 a 1871, nos encontramos con un desarrollo apenas iniciado del movimiento social, obrero y campesino en el sentido de organización; lleno de confusiones ya mutualistas, ya cooperativistas, pero que iba abriendo brecha más que por una percepción clasista del papel histórico del proletariado, por la necesidad económica y social de mejoramiento que reclamaba el paso del estado feudal al de la asaz lenta industrialización del país; pero que de todos modos, iba formando grupos obreros cada vez más numerosos.
Es necesario, sin embargo, hacer notar que ya desde entonces, se perfilaban inciertas, vagamente, dos tendencias: revolucionaria y reformista, de las que eran exponentes los grupos de La Social (con su anarquismo místico filosófico, filantrópico e intelectualizante) y el de el Gran Círculo y El Socialista (con su "socialismo" legal, apolítico que al mismo tiempo que planteaba las demandas obreras, admitía como socios honorarios a los patrones que hubiesen tenido buen comportamiento con sus obreros) en la primera en tanto que en la otra la reformista a todas luces, era representada por Cano y sus seguidores de los que no pocos -como Epifanio Romero- se habían colado y militaban en el Gran Círculo dando a este su mentalidad oportunista inveterada.
A partir del 1° de enero de 1872 apareció El Socialista como órgano oficial del Gran Círculo de Obreros de México.
Rhodakanaty sigue consagrado a La Social donde predica el socialismo, alejado del Gran Círculo y de El Socialista en el que no colabora. En el mes de junio publica su folleto Apuntes biográficos de los más célebres comunistas franceses (Imprenta El Socialista, México 1872).
El 14 de Julio se constituyó la Sociedad de Obreros del Porvenir del Ramo de Carrocería, el 29 del propio mes se organiza la del Ramo de Curtiduría, el 1° de agosto la Sociedad Fraternal de Costureras, el 24 de septiembre la Sociedad Filarmónica de Auxilios Mutuos y el 26 del mismo mes la Asociación Mutualista y de Resistencia del Ramo del Tabaco, la que fue disuelta violentamente por el patronaje sin que la naciente agrupación ni el Gran Círculo hubieran sido capaces de impedirlo.
Los obreros y la política, maniobras de sus dirigentes
Al fallecer el presidente Juárez el 18 de julio concurrieron a sus funerales todas las sociedades con sus respectivos estandartes, hablando ante sus restos a nombre del Gran Círculo, Francisco de P. González; quien hizo el elogio de las virtudes ciudadanas del patricio. Poco después ocurriría la muerte de Santiago Villanueva; con su desaparición se inauguró un cambio en la "política" del Gran Círculo; sus estatutos fueron reformados y se aceptó un subsidio de $200.00 mensuales del Poder Ejecutivo que ocupaba el licenciado Sebastián Lerdo de Tejada.
Los nuevos estatutos aprobados el 16 de septiembre dicen:
"1°. Mejorar por todos los medios legales la situación de la clase obrera, ya en su condición social, ya en la moral y ya en la económica. 2o. Protección a la misma clase contra los abusos del capitalismo y los maestros de taller. 3o. Relacionar entre sí a toda la familia obrera de la República. 4o. Aliviar sus necesidades a los obreros. 6o. Propagar entre la clase obrera la instrucción correspondiente en sus derechos y obligaciones sociales y en lo relativo a las artes y oficios. 7o. Establecer todos los círculos necesarios en la República a fin de estar en contacto los obreros de los estados con los obreros de la capital".
La sede quedó instalada en la primera calle del Reloj núm. 3, salón de actos de la Sociedad Unionista de Sombrereros; es decir, bajo los auspicios de Juan Cano y Epifanio Romero. El 1° de octubre se expidió una circular a todas las sociedades que decía: "haber quedado definitivamente instalado ese día, el Gran Círculo de Obreros de México".
el 1o. de agosto estallaba la huelga de los barreteros de Real del Monte, Pachuca, Hgo., originada por la violación del contrato de 1869 por parte de los patrones; el cual estipulaba que estos "pagarían $2.00 diarios por 36 horas de trabajo consecutivo y 12 de descanso", y ahora reducían a $1.00 este salario desde el 15 de julio. Los obreros no sólo pedían el cumplimiento del contrato sino la disminución de horas de trabajo a 16 por el mismo salario.
El conflicto se resolvió favorablemente para los mineros obteniendo una victoria completa; lo que levantó gran polvareda en la prensa diaria que pedía al gobierno "adoptase una actitud enérgica, antes de que se propagara este sistema de defensa obrera". El Socialista, el periódico defensor de los obreros se guardó su opinión prudentemente.
Los obreros de La Fama Montañesa habían declarado la huelga el 9 de septiembre y hubieron de volver derrotados al trabajo el 22, bajo la presión de la fuerza armada. El Socialista, bajo la dirección de Juan de Mata Rivera, uno de los más destacados líderes obreros, lo era sólo de nombre, pues más parecía un órgano político liberal ya que apoyaba veladamente a Lerdo de Tejada para presidente, y en forma abierta a Vicente Riva Palacio para presidente de la Suprema Corte de Justicia.
(Tomado de: Díaz Ramírez, Manuel - Orígenes del Movimiento Obrero. Cuadernos Mexicanos, año II, número 75. Coedición SEP/Conasupo. México, D.F., s/f)