Existe confusión acerca del nombre de este insurgente. Algunos autores lo llaman Pedro Alquisiras Ascencio y otros aseguran que su nombre fue Pedro de la Ascención Alquisiras, el que sus partidarios y la leyenda popular simplificaron a Pedro Ascencio. También hay duda sobre si nació en Acuitlapan o en Tlataya (aquélla de Guerrero y ésta del Estado de México), y sobre el año de su nacimiento, que algunos sitúan en 1778. Murió combatiendo en Las Milpillas, Morelos, en 1821. Era indio puro y además de su lengua, el tlahuica, hablaba el mazahua y el otomí.
Vivía del comercio con minerales y desde fines de 1810 se unió al movimiento de Independencia, formando una partida insurgente que atacó a la guarnición del Monte de las Cruces. José María López Rayón lo hizo capitán de caballería. Se convirtió en guerrillero famoso, por su bravura y su habilidad. Sirvió a Morelos y a la muerte de éste se fortificó en el cerro de la Goleta, desde donde incursionaba por las ciudades y comarcas cercanas. En el cerro de San Vicente derrotó a Iturbide y en los llanos vecinos al cerro de la Goleta destruyó una formación de tropas recién llegadas de España. Sus acciones llegaron a ser legendarias y mantuvieron viva la idea de la insurrección, al igual que las de Vicente Guerrero en el sur, cuando ya casi todos los jefes habían muerto o habían pedido el indulto.
El virrey mandó cercar el territorio dominado por Alquisiras y las tropas realistas destruían las siembras de los indios para que éstos dejaran de apoyar al jefe guerrillero, pero todos se mantuvieron firmes y en la batalla de Cerromel derrotaron decisivamente a las fuerzas que los atacaban. En 1819, Iturbide obtuvo la autorización del virrey para un plan de campaña que se proponía atacar a fondo y en forma simultánea a Guerrero y Pedro Ascencio, empleando todos los recursos necesarios. Ascencio copó a la retaguardia del ejército de Iturbide en la cañada de Tlatlaya y lo destruyó casi totalmente.
Algunos historiadores afirman que este fracaso convenció a Iturbide de que no era posible vencer militarmente al movimiento rebelde y lo indujo a buscar un entendimiento con Guerrero, al mismo tiempo que reforzaba la lucha contra Ascencio. Este, ignorante de las negociaciones, continuaba combatiendo y el 2 de junio de 1821 marchó sobre Tetecala, donde encontró fuerte resistencia. Al día siguiente, en una acción destinada a impedir la llegada de auxilios realistas, Alquisiras halló la muerte. Su cabeza fue cercenada y en la punta de una lanza fue llevada a Cuernavaca y expuesta públicamente, con un letrero que decía: “Cabeza de Pedro Ascencio”. En su memoria llevan su nombre Almoloya de Alquisiras y Sultepec de Alquisiras.
(Tomado de: Encilopedia de México)
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