viernes, 28 de febrero de 2020

Pretexto para la ocupación de Veracruz, 1914


El pretexto para la ocupación de Veracruz

Isidro Fabela

La ocupación militar de Veracruz por la infantería de marina de los estados Unidos, el año de 1914, fue un delito internacional que constituyó, por parte de su autor principal, el Presidente Wodrow Wilson, no sólo un desconocimiento evidente de los principios del derecho de gentes, sino de un gravísimo error político que puso en claro su incomprensión absoluta de la Revolución mexicana y de la psicología de nuestro pueblo.
Para que se comprenda la injusticia de la invasión de nuestro territorio por las fuerzas norteamericanas, principiaremos por dar a conocer los antecedentes que determinaron las equivocadas órdenes del que fuera profesor de la Universidad de Princeton.
El 9 de abril de 1914, un oficial y siete marinos del barco norteamericano Dolphin desembarcaron en el puerto de Tampico para comprar gasolina, la cual transportaron, en parte, a la lancha en que viajaban. Como en su primer viaje dichos infantes no pudieron transportar toda la gasolina que habían comprado, regresaron al muelle para cargar el resto, que era de ocho latas. En esos momentos diez soldados federales, bien armados, al mando del coronel Hinojosa, detuvieron a los americanos y les ordenaron que los acompañaran en calidad de prisioneros.
En seguida, el expresado coronel intimó, a los marinos que habían permanecido en la lancha, que salieran de ella, pero como se negaron, algunos soldados mexicanos se acercaron con ademanes amenazadores, insistiendo en que saliesen. Viendo esto el oficial americano, Copp, les ordenó salir de la lancha, en la que flotaba la bandera norteamericana. Los soldados mexicanos hicieron marchar a los norteamericanos como cinco minutos por el muelle y la calle hasta cruzar la línea de ferrocarril. Allí un jefe militar de grado más alto se les acercó, hizo preguntas al coronel Hinojosa, y un poco enojado mandó que todos los americanos regresaran a la lancha, que terminaran de cargar; pero no pudieron salir. (Entonces), esperaron la llegada de otro oficial que dio la mano al oficial Copp, se disculpó profusamente y les permitió que partieran.
Al ser detenidos los americanos, el alemán que les vendió la gasolina fue al Dolphin a informar al almirante Mayo, quien envió inmediatamente al oficial Earle a pedir al general Zaragoza la libertad de los prisioneros y una explicación. Cuando el general Zaragoza se enteró de los hechos, ordenó que se pusiera en libertad a los norteamericanos, y dijo que lo sentía mucho y que le apenaba que el oficial no supiera los principios ni las leyes de guerra, y que solamente había querido cumplir con la orden que se le había dado de no permitir que desembarcasen barcos, ni lanchas en aquel lugar. Earle le dijo que a los americanos no se les había comunicado esta orden. Todavía antes de que saliesen los americanos, el general se disculpó de nuevo. Cuando Earle llegó al muelle, encontró que los norteamericanos ya estaban en libertad.
Al oír el informe de Earle, el almirante Mayo mandó una comunicación al general Zaragoza por medio del capitán Moffett, diciendo que había recibido su mensaje de disculpa pero que exigía de los oficiales a su mando una contestación antes de las 18:00 horas del 10 de abril dando 1)una disculpa oficial; 2) seguridades de que el oficial responsable sería castigado, y 3) que la bandera de los Estados Unidos sería izada y saludada.
Enterada la secretaría de Relaciones Exteriores de Huerta de las exigencias del gobierno de Washington, se dirigió a Nelson O'Shaughnessy en los siguientes términos:

México, 10 de abril de 1914. Señor encargado de negocios. La secretaría de Guerra y Marina acaba de comunicarme un incidente ocurrido entre unos marinos del barco americano Dolphin en el puerto de Tampico, y el coronel Ramón H. Hinojosa, que tenía bajo sus órdenes las fuerzas del estado de Tamaulipas en el puente Iturbide.
De esta comunicación resulta que el día de ayer, a las diez de la mañana, unos marinos norteamericanos, portando sus uniformes, llegaron en una lancha hasta un almacén situado cerca del puente Iturbide, para adquirir gasolina, según se supo después; y que el expresado coronel Ramón H. Hinojosa, encargado de la defensa de ese puente contra los revolucionarios, mandó llevar entre filas a los marinos, a su presencia.Inmediatamente que el general jefe de las armas en Tampico tuvo conocimiento del hecho, por el cónsul de los Estados Unidos de América en el puerto, y por el comandante del Dolphin, dio satisfacciones, explicó que el coronel Hinojosa mandaba fuerzas del estado, y ordenó el arresto del mismo coronel, enviándolo al cuartel de artillería. Hasta aquí, como se servirá ver Vuestra Señoría, el jefe de las armas de Tampico fue cortés, hasta el extremo de arrestar al comandante de la fuerza que detuvo a los marinos del Dolphin, no obstante que, como sabe muy bien Vuestra Señoría, y de ello hay precedentes durante la guerra civil de los estados Unidos de América, cuando un puerto se encuentra sujeto a las autoridades militares, amenazado por un ataque de rebeldes, no puede ser de libre acceso para nadie; y además, es perfectamente explicable que un jefe militar, que ve llegar individuos uniformados, al puerto que dicho militar resguarda, proceda a detenerlos mientras se esclarece si la presencia de esos individuos está o no justificada. Así pues, el general jefe de las armas de Tampico ha hecho más de lo que la cortesía internacional reclamaba; y en consecuencia, por deplorable que haya sido el incidente, debió considerarse terminado en la forma expresada. Por desgracia, no fue así, sino que el cónsul de los Estados Unidos de América, y un ayudante del almirante Mayo en la tarde del mismo día de ayer, presentaron al general jefe de las armas en Tampico una nota con cinco capítulos, en los que piden: satisfacción por una comisión de miembros del estado Mayor del mismo jefe de las armas; que la bandera de los Estados Unidos de América se ice en un lugar público y elevado; que se disparen veintiún cañonazos de saludo; y que se castigue severamente al coronel Hinojosa, para todo lo cual se fijaba un término de veinticuatro horas que expira esta tarde.

Creo que bastará a Vuestra Señoría conocer estos hechos para que se sirva telegrafiar desde luego al cónsul de los Estados Unidos de América en Tampico, y al almirante Mayo, a fin de que retiren sus peticiones, supuesto que, sin discutir si caben dentro de las atribuciones que dichos funcionarios desempeñan o si aquella nota ultimátum se ajusta o no al derecho internacional, carecen de justificación los capítulos de la misma, después de las satisfacciones dadas por el general jefe de las armas en Tampico, y del castigo impuesto al coronel Hinojosa. Reitero Reitero a Vuestra Señoría...
Con tales antecedentes podemos afirmar que fue en esos momentos cuando surgió el conflicto internacional, siendo pues los responsables de él: en primer lugar el almirante Mayo que exigió condiciones exageradas después de las cumplidas excusas del señor general Morelos Zaragoza, las cuales excusas eran suficientemente satisfactorias para un incidente que no tenía mayor importancia si Mayo lo hubiera juzgado con ecuanimidad y justicia. Pero como no fue así, porque dicho almirante, al parecer, lo que deseaba era buscar un pretexto para provocar una dificultad, ésta tomó cuerpo cuando el almirante Fletcher, el secretario de Estado Bryan y el propio Presidente Wilson consideraron justificadas las demandas de Mayo. En consecuencia, dichos señores deben tenerse por coautores del absurdo conflicto internacional que provocó en último análisis la delictuosa ocupación de nuestro primer puerto por tropas norteamericanas.

(Tomado de: Contreras, Mario, y Jesús Tamayo - Antología. México en el siglo XX, 1913-1920, textos y documentos. Tomo 2. Lecturas Universitarias #22. Dirección General de Publicaciones UNAM, 1983)

miércoles, 26 de febrero de 2020

Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos


Nació el 20 de marzo de 1816 en Zamora, Mich. Sus padres: Manuel Luciano de Labastida y doña María Luisa Dávalos y Ochoa.
Hijo intelectual del Seminario de Morelia, llegó a Canónigo de esa iglesia Catedral y el 8 de julio de 1855 a Obispo de Puebla.
El Presidente Comonfort lo expulsó del país el 12 de mayo de 1856 y radicó en Roma hasta el 11 de octubre de 1863, en que asumió el cargo de Regente del Imperio para el que había sido nombrado desde el 25 de junio de ese mismo año. En Roma había sido elevado a la archidiócesis de México el 16 de marzo del propio 1863.
Discrepó de la política de los franceses y de la de Maximiliano, que le llamaba "clerical" y se abstuvo de votar cuando en la Junta de Notables celebrada el 14 de enero de 1867 se puso al debate si Maximiliano debía abdicar o no.
Se expatrió en febrero de 1867, para no ver el fin del llamado Segundo Imperio. Regresó al país, ya expedida por el Quinto Congreso la Ley de Amnistía.
El Ilmo. señor Obispo de Michoacán, Dr. y Lic. Clemente de Jesús Munguía ejercía sobre Labastida gran influencia.
Murió el 4 de febrero de 1891 en Oacalco, Mor.


(Tomado de: Covarrubias, Ricardo - Los 67 gobernantes del México independiente. Publicaciones del Partido Revolucionario Institucional. Publicaciones mexicanas, S.C.L., México, 1968)

lunes, 24 de febrero de 2020

Leyenda de la calle de La Perpetua


La calle de la Perpetua

[Juan de Dios Peza, 1852-1910]

Una eterna soledad;
una ancha plaza desierta
y una casa que en verdad
revela que por su puerta
da entrada a la eternidad.

Casa terrible y sombría
que corona un esquilón
que en la noche y en el día
lanza el toque de agonía
de la Santa Inquisición.

A pobres encarcelados
ninguno asomar los ve,
pues tan sólo enmascarados
salen, para ser quemados
en algún auto de fe.

Los muros que azota el viento
no le permiten salir
ni al desgarrador lamento
del que en medio del tormento
miente para no sufrir.

En la noche más serena
un rumor que da sonrojo
parte el corazón de pena:
¡Siempre cruje una cadena!
!Siempre rechina un cerrojo!

Siempre está la pared muda;
y el antro en silencio eterno;
la puerta pesada y ruda
es negra como la duda
y horrible como el infierno.

Todo repugna y espanta;
todo da miedo y pavor
y se anuda la garganta
al llamarle casa santa
a la casa del dolor.

La calle está abandonada;
quien por ella cruza, reza,
y por triste y por odiada
es por el pueblo llamada
de la Perpetua Tristeza.

Hasta en nuestra alegre edad
como triste le da fama
su constante soledad,
y el pueblo en nuestra ciudad,
de la Perpetua le llama.

En ella surge y domina
la inolvidable mansión
que hoy el saber ilumina...
¡Se tornó la Inquisición
Escuela de Medicina!



(Tomado de: Peza, Juan de Dios – Leyendas históricas, tradicionales y fantásticas de las calles de la Ciudad de México. Prólogo de Isabel Quiñonez. Editorial Porrúa, S.A. Colección “Sepan cuantos…”, #557, México, D.F., 2006)

viernes, 21 de febrero de 2020

Efrén Hernández


(1904-1958), nació en León, Guanajuato, y murió en Tacubaya, Distrito Federal. Inició estudios de Derecho, los que abandonó más tarde para dedicarse a sus trabajos literarios. Fue animador entusiasta de la revista antológica América, en la que tuvo el cargo de subdirector. Se dio a conocer con su magnífico cuento Tachas (1928), y es, en este género, donde están sus mayores aciertos. Más tarde publicó El señor de palo (1932) y Cuentos (1941). Su prosa es una de las más delicadas en la literatura mexicana moderna. Su lúcida imaginación y aguda sensibilidad le permitieron aprovechar las conquistas de los maestros de la novela contemporánea. Escribió dos novelas: Cerrazón sobre Nicómaco (1946) y La paloma, el sótano y la torre (1949), y otros dos libros de poesía en que se revela la raíz clásica de su formación intelectual: Hora de horas (1936) y Entre apagados muros (1943). Su Obra completa (1965) ha sido publicada por el Fondo de Cultura Económica.


(Tomado de: González Peña, Carlos - Historia de la literatura mexicana. Desde los orígenes hasta nuestros días. Editorial Porrúa, Colección "Sepan cuantos..." #44, México, D.F., 1990)

miércoles, 19 de febrero de 2020

Decreto del Petróleo, 1922


Fue expedido ayer el decreto que legaliza el convenio entre el Gobierno y los petroleros

*Cuáles son las cuotas que causarán el aceite y sus derivados
*La Secretaría de Hacienda fija los precios par el cobro del impuesto 

(19 de mayo de 1922)

En las oficinas de la Secretaria de Hacienda nos fue proporcionada ayer una copia del decreto firmado por el señor Presidente de la República, en el que se legalizan los convenios celebrados entre la Secretaría de Hacienda y los petroleros en las últimas juntas, así con una copia de la circular que se pasó a todas las compañías petroleras, notificándoles los precios designados al petróleo y sus derivados para el cobro del impuesto durante el corriente mes de mayo.
Damos a conocer íntegro el texto del Decreto del Petróleo, así como las cuotas:

EL DECRETO DEL PETROLEO

ALVARO OBREGON, Presidente de los Estrados Unidos Mexicanos, a sus habitantes hago saber:
Que, en uso de las facultades extraordinarias de que se haya investido el Ejecutivo de la Unión en el ramo de Hacienda, y

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, en los términos del Decreto de 24 de mayo de 1921, el valor de los artículos gravados con el impuesto sobre el petróleo crudo y sus derivados, se calcula tomando por base el promedio de las cotizaciones alcanzadas por los productos similares en los Estados Unidos del Norte;
Segundo.- Que tales cotizaciones fluctúan constante y considerablemente, haciendo que las cuotas fiscales respectivas varíen en forma perjudicial para los intereses del erario y de los causantes; y
Tercero.- Que los inconvenientes apuntados exigen la substitución del sistema que estableció el Decreto ya citado, por otro que contribuya a estabilizar la cuota del impuesto; he resuelto expedir el siguiente:
DECRETO
Art. 1°.- El petróleo de producción nacional, sus derivados y el gas de los pozos, causarán un impuesto especial del Timbre en los términos de esta ley.
Art. 2.- Para los efectos del presente Decreto, se entiende por petróleo crudo, el producto natural tal como sale de los pozos o manantiales. Si el petróleo crudo contuviere más de uno por ciento de agua y sedimento, se deducirá del peso total, el correspondiente al tanto por ciento que excediere del uno por ciento mencionado, al hacer la liquidación del impuesto respectivo.
Bajo el nombre de refinados de petróleo, se comprenden todos los productos sólidos o líquidos que provengan del petróleo crudo, cualquiera que sea el tratamiento empleado, ya sea físico o químico, que dé por resultado la separación de una o varias de las sustancias que componen el producto original. Se exceptúa la operación de separar el agua que contenga un petróleo, siempre que se haga sin intervención del calor.
La gasolina y la kerosina crudas, son los destilados correspondientes a estos productos, a los que no se les ha dado ningún tratamiento de redestilación y purificación de ácidos y álcalis.
La gasolina y la kerosina refinadas son las que han recibido el tratamiento de redestilación y purificación.
Se consideran como petróleos combustibles los petróleos líquidos que provengan de un petróleo crudo al que se le/haya separado la gasolina y parte o la totalidad de la kerosina que contenga, con el fin de bajar su punto de inflamación.
El gas oil queda comprendido como petróleo combustible, para los efectos de esta ley.
Se entiende por gas natural, la mezcla de hidrocarburo en estado gaseoso, que se desprende de un yacimiento petrolífero.
Art. 3°.- El petróleo combustible de densidad de 0.95 por cada metro cúbico:
a) Cuando el precio del metro cúbico sea igual o menor que $15.72, oro nacional, $1.57 centavos.
b) Cuando el precio del metro cúbico exceda de $15.72, oro nacional, diez por ciento sobre su valor, más un quinto de uno por ciento de ese valor por cada sesenta centavos, moneda mexicana, o fracción, en que dicho precio exceda de $15.72, oro nacional.
II.- El petróleo crudo de densidad de 0.93 por cada metro cúbico:
Art. 4.- Los productos derivados del petróleo crudo no comprendidos en el artículo anterior, y el gasto de los pozos, causarán el impuesto conforme a la siguiente
TARIFA
Kerosina refinada, 3% sobre su valor.
Kerosina cruda, 6% sobre el valor de la kerosina refinada.
Gasolina refinada, 2% sobre su valor.
Gasolina cruda, 4% sobre el valor de la gasolina refinada.
Gas, $0.01 por cada veinte metros cúbicos.
Lubricantes, $2.50 por metro cúbico.
Parafina, $2.00 por tonelada.
Asfalto, $0.25 por tonelada.
Art. 5.- El valor de los productos a que se refieren los dos artículos anteriores, será fijado por la Secretaría de Hacienda, dentro de los diez primeros días del mes en que deba pagarse el impuesto tomado por base:
I.- Para los comprendidos en el Art. 3°., como precio del petróleo combustible, el promedio de las cotizaciones alcanzadas en New York por e llamado "bunker" durante el mes anterior.
II.- Para los enumerados en el Art. 4°., el promedio de las cotizaciones alcanzadas en New York para productos similares, durante el mes anterior.
Art. 6°.- La cuota del impuesto que corresponda a los productos comprendidos en los artículos 3°. y 4°., en su caso, será calculada tomando el metro cúbico a 20 grados centígrados.
Art. 7.- El petróleo crudo, sus derivados y el gas de los pozos que se desperdicien por descuido o falta de cumplimiento de las disposiciones legales, causarán el doble impuesto.
Art. 8.- Para la liquidación y cobro del impuesto, los interesados presentarán sus manifestaciones en los términos del reglamento respectivo.
Art. 9.- Los impuestos que establece el presente decreto deberán ser cubiertos precisamente en moneda de oro nacional, por meses vencidos dentro de los primeros veinticinco días del mes siguiente a aquel en que se haya causado el impuesto.
Art. 10.- Queda exceptuado de los impuestos establecidos por este decreto:
I.- El petróleo crudo de producción nacional que se aproveche en cualquier forma dentro de país.
II.- Los productos derivados del petróleo crudo de producción nacional, cualquiera que sea su denominación o estado físico que se aproveche en cualquier forma dentro del país, siempre que hayan sido elaborados en refinarías nacionales.
III.- El petróleo que tomen para su uso los barcos de matrícula nacional.
IV.- Las muestras de cualquier clase de petróleo crudo o combustible, gasolina, queroseno, gas oil, lubricantes, parafina o asfalto, siempre que su valor no exceda de $10.00, sirviendo para valorizar dichas muestras los precios que fije la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mensualmente.
Art. 11.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público aclarará todos los puntos dudosos de esta ley y reglamentará su aplicación.
TRANSITORIO
Art. 1°.- Se derogan todas las disposiciones anteriores que se opongan a este decreto.
Art. 2°.- Están en vigor, en lo que no se opongan al presente decreto, y mientras no sean derogadas en la forma seguida para su expedición, todas las disposiciones reglamentarias o aclaratorias del decreto de 24 de mayo de 1921.
Art. 3°.- Este decreto deberá considerarse en vigor desde el 1° de mayo del año en curso.
Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le de el debido cumplimiento. Dado en el Palacio del Poder Ejecutivo en México, a los diez y siete días del mes de mayo de mil novecientos veintidós. Firmado.- A. Obregón.
El secretario de Hacienda y Crédito Público.- Firmado.- Adolfo de la Huerta.

(Tomado de: Hemeroteca El Universal, tomo 1, 1916-1925. Editorial Cumbre, S.A. México, 1987)

martes, 18 de febrero de 2020

Achille Bazaine


Encargo a usted que haga saber a las tropas que están bajo sus órdenes, que no admito que se hagan prisioneros: todo individuo, cualquiera que sea, cogido con las armas en la mano, será fusilado. No habrá canje de prisioneros en lo sucesivo.

Aquiles Bazaine (1811-1888)

Aquiles Bazaine fue enviado a México en 1863 por el emperador Napoleón III, junto con el mariscal Forey, para relevar del mando de las tropas francesas al conde de Lorencez, luego de su humillante derrota en Puebla, el 5 de mayo de 1862. Los hombres al mando de Bazaine, más de 40 mil, iniciaron su marcha al interior del país en noviembre del mismo año.
Como jefe del cuerpo expedicionario, Bazaine llevaba órdenes de establecer un gobierno provisional una vez que las tropas francesas ocuparan la ciudad de México -lo cual ocurrió en junio de 1863- y de no devolver a la Iglesia, bajo ningún motivo, los bienes nacionalizados mediante las Leyes de Reforma.
Fue durante la Regencia cuando Bazaine comenzó a tener dificultades con los conservadores mexicanos; especialmente con Pelagio Antonio Labastida y Dávalos, arzobispo de la ciudad de México. Decidido a respetar las Leyes de Reforma, Bazaine no regresó los bienes a la Iglesia a pesar de que el arzobio insistió en que la decisión le correspondía al nuevo emperador. El clero cerró las puertas de los tremplos en señal de protesta, y Bazaine amenazó con abrirlas a cañonazos, pero prefirió ignorar al arzobispo y disolver el Tribunal de Justicia, institución que se negaba a hacer válidos los pagarés de los bienes de la Iglesia emitidos por el gobierno de Juárez.
 En vísperas de la llegada de Maximiliano a Mexico, en mayo de 1864, la lucha entre las tropas juaristas y los invasores franceses parecía no tener fin. Pese a una serie de importantes victorias, Bazaine nunca pudo dispersar por completo a las fuerzas republicanas por más que permitió excesos, autorizó la violencia desmedida contra las guerrillas mexicanas y ordenó fusilamientos. "Es menester que sepan bien nuestros soldados -escribió- que no deben rendir las armas a semejantes adversarios. Esta es una guerra a muerte; una lucha sin cuartel que se empeña hoy entre la barbarie y la civilización; es menester, por ambas partes, matar o hacerse matar."
Instalado ya el Segundo Imperio, Maximiliano siempre fue desinformado y manipulado por Aquiles Bazaine. Bajo su influencia, el emperador expidió la ley del 3 de octubre de 1865, que condenaba fuerte, sin juicio, a todo aquel que fuera sorprendido con armas en mano o que prestara cualquier apoyo a los republicanos. Bajo esta ley murió fusilado el general José María Arteaga.
Bazaine se opuso siempre a la organización de un ejército imperial mexicano y, par deshacerse de rivales que pusieran en peligro su cargo, manipuló a Maximiliano para que enviara a Miramón a Berlín, a estudiar ciencia militar, y a Márquez a Constantinopla, con ministro plenipotenciario.
Pero la precaria situación económica del Segundo Imperio provocó dificultades entre Bazaine y el emperador, quien lo responsabilizó por los excesivos gastos de un ejército incapaz de sofocar la resistencia de los republicanos; a su vez, Bazaine culpaba a Maximiliano de no ser capaz de organizar la Hacienda pública y de gastar en la construcción de teatros y palacios.
Finalmente, en 1866, Napoleón III suspendió el apoyo económico al imperio mexicano y ordenó a Bazaine el retiro de las tropas francesas. El súbdito acató las órdenes: el embarque de tropas francesas se realizó del 13 de febrero al 12 de marzo de 1867. El mariscal Bazaine fue el último en abandonar el suelo mexicano.

(Tomado de: Molina, Sandra – 101 villanos en la historia de México. Grijalbo, Random House Mondadori, S.A. de C.V., México, D.F. 2008)

lunes, 17 de febrero de 2020

Francisco Lagos Cházaro


Nació el 30 de septiembre de 1878 en Tlacotalpan, Veracruz. Hijo de Francisco R. Lagos Jiménez y de doña Francisca Cházaro de Lagos.
Antirreeleccionista desde 1909. Al triunfo de la Revolución fue Síndico del Ayuntamiento de Córdoba y Gobernador de Veracruz del 15 de febrero al 30 de noviembre de 1912.
El asesinato del Presidente Madero le hizo unirse al constitucionalismo y en Coahuila ocupó la Presidencia del Tribunal Superior. En la escisión Carranza-Villa opta por éste y siguió al Gobierno de la Convención. Fue Secretario Particular del Presidente General Roque González Garza y, a la renuncia de éste, fue tercero y último Presidente convencionista ya que, desalojado de Toluca, se refugió en la columna de Benjamín Argumedo, que fue despedazada y puesta en fuga en La Gruñidora, Zac., el 26 de noviembre de 1915.
Estuvo exiliado en Centroamérica cinco años, de donde volvió enfermo a la ciudad de México.
Con el deseo ferviente de no intervenir más en la vida política, se aisló en su casa habitación, de la calle de Juan Escutia número 115.
Murió el 13 de noviembre de 1932 en México, D.F.

(Tomado de: Covarrubias, Ricardo - Los 67 gobernantes del México independiente. Publicaciones del Partido Revolucionario Institucional. Publicaciones mexicanas, S.C.L., México, 1968)

viernes, 14 de febrero de 2020

Cultura olmeca

Se trata de una de las sociedades complejas más antiguas del área mesoamericana. De hecho, debido a su gran antigüedad -su desarrollo pleno tuvo lugar entre 1200 y 400 a.C.- se desconoce la identidad étnica de sus integrantes, el idioma específico que hablaban (aunque se ha propuesto que era uno de la familia mixe-zoque) y por lo tanto la manera en que se referían a sí mismos también se desconoce. 
El término olmeca fue acuñado por los arqueólogos en el siglo XX para referirse a los característicos vestigios de esta cultura. Si algo distingue a la sociedad olmeca es su gran complejidad, patente no sólo en sus extraordinarias creaciones culturales -como cabezas colosales, altares y objetos en jade- sino en su capacidad de trascender su ámbito originario y convertirse en la primera cultura propiamente mesoamericana.
Aunque es frecuente que -debido a las numerosas características de los olmecas que permanecieron entre los grupos mesoamericanos de épocas posteriores- se le considere la "cultura madre", lo cierto es que sus logros deben ser vistos como consecuencia de los desarrollos de sociedades previas.
Sea como fuere, los olmecas tienen un lugar especial en la historia mesoamericana, y su organización política y su cosmovisión alcanzaron una complejidad sin paralelo hasta entonces. De esa complejidad surgieron varias de las pautas culturales que en adelante y hasta la conquista española caracterizarían al conjunto de las sociedades prehispánicas, entre ellas: la construcción de edificios ceremoniales situados de acuerdo a planes bien definidos; una estructura social capaz de organizar la realización de esas y otras obras públicas; el desarrollo de un estilo artístico claramente reconocible, en su mayor parte asociado a monumentos y objetos cuyo fin era la legitimación del grupo dirigente; la realización de rituales complejos como el del juego de pelota, y el desarrollo de sistemas calendáricos y de escritura.



Cronología
1500-1200 a.C. Primeras fases de San Lorenzo. Se establece una aldea que cuenta con una población de entre 100 y 200 habitantes.

1200-900 a.C. Crecimiento poblacional en San Lorenzo, que llega a miles de habitantes. Se lleva a cabo una magna obra de remodelación de la loma en la que se encuentra el sitio, el cual se convierte en el más importante de la región.
En San Lorenzo se encuentran ya la mayoría de los elementos característicos de la cultura olmeca, como el establecimiento de un centro ceremonial, rituales complejos, cabezas colosales y altares.

900-850 a.C. Tal vez a consecuencia de conflictos sociales o de cambios ambientales, comienza el abandono de San Lorenzo y su entorno. Al final de este periodo se destruyen y entierran la mayoría de los monumentos de piedra.

900-500 a.C. El lugar de San Lorenzo como el principal centro de la región es ocupado por La Venta, cuyo apogeo es en muchos sentidos el de la cultura olmeca. En esta ciudad, además de cabezas colosales y altares, se levanta la estructura ceremonial más importante de su época y se realizan grandes ofrendas.
El estilo olmeca se difunde por varias regiones mesoamericanas. Esta amplia difusión puede verse como consecuencia de alianzas entre la elite olmeca y las de esas regiones, o debido al establecimiento de un sistema comercial interregional.

500-400 a.C. Decadencia de La Venta; varios de sus monumentos son destruidos. El centro de la cultura olmeca se traslada a Tres Zapotes. Aunque en este sitio se siguen fabricando esculturas, como las cabezas colosales, se aprecian cambios en el estilo. Tras un breve periodo la cultura olmeca desaparece.

(Tomado de: Vela, Enrique - Culturas prehispánicas de México. Arqueología Mexicana, Edición Especial #34. Editorial Raíces/Instituto Nacional de Antropología e Historia. México, D.F., 2010) 

miércoles, 12 de febrero de 2020

Lupe Rivas Cacho


Nacida en la ciudad de México en 1894, desde los 13 años de edad asistió al Teatro Apolo donde participó en zarzuelas y operetas. Meses después huyó de su casa para incorporarse a la compañía de Manuel Castro, padre del empresario y músico del mismo nombre.
Realizó giras por Guadalajara, Monterrey y Mérida, y el 19 de julio de 1916 debutó en el Principal de la ciudad de México, interpretando un personaje cómico en la pieza española El bueno de Guzmán.
El repentino éxito explica su ingreso al cine mudo, vía el "hermoso" cinedrama La muerte civil (1917), de Domingo de Mezzi, y su ascenso a primera figura en el Teatro Lírico (1920), donde, al frente de su propia compañía, fue iniciadora de la revista mexicana de la sátira política.
Recorrió varios países del continente, así como barrios bajos de la ciudad de México: La Candelaria, Tepito, la calle de Manzanares y La Merced, de donde se inspiró para crear personajes populares e, incluso, adquirir su vestimenta, la cual -previa desinfección-, empleaba en el escenario.
En La ciudad de los camiones, La República lírica, La tierra de los volcanes y La rifa galante encarnó a la borracha Petronila y a doña Grifa, quien alegremente cantaba la popular copla: 

"Por aquí pasó
por aquí pasaba
la mariguanita
y se las aventaba
con doña Juanita
que era su hermanita..."

En quiebra total
En 1922 Diego Rivera la tomó como modelo para representar a "la comedia", en un mural ubicado en el anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria. La actriz aparece caracterizada como una mujer de pueblo, con rebozo rojo, blusa deshilada y falda azul. Luce largas trenzas, enorme sonrisa y brillantes ojos.
A juicio de muralista, la Rivas Cacho resultaba en escena "el equivalente exacto, en belleza siniestra y en alta calidad estética, de los mejores dibujos de Orozco". De su actuación, dijo, "era decididamente genial".
De 1923 a 1926 realizó gira con su compañía por España, Brasil, Uruguay, Argentina y Colombia. En un teatro de Armería, ciudad colombiana, fue asesinado su esposo Juan Arozamena, hijo mayor de Eduardo "El Nanche" Arozamena y autor, entre otras canciones, de "Las chiapanecas", casi himno de aquel estado del sureste.
A su regreso a la ciudad de México -eclipsada por Celia Montalván, Lupe Vélez y la nueva estrella Delia Magaña-, se presentó en foros como el Principal (1928), y María Guerrero (1929). En este último escenificó Otro que se va a La...redo, Miss Mexico, Miss chilena, La peseta del Tepache, The Pingüica Follies, Se necesitan cueros, Tostón dejada, En la boca no, Nos viene Wilson, Chico, chicote; Al Tepache, manito; El fresco de Goya, Adiós Lupe y otras piezas ligeras.
Luego de una gira artística por América Latina, Europa y norte de África, quedó sin dinero en Londres, donde liquidó a su compañía y viajó a España.

Atrapada en la guerra
Sobre su estancia en Madrid, el franquista y libertino Álvaro Retana comenta en su Historia del arte frívolo (1964) que Lupe Ricas Cacho presentó un atrayente espectáculo de folclor mexicano, con atuendos típicos, "sin sofisticaciones". Después retornó, sufriendo la contrariedad de que la "sorprende en Madrid la subversión marxista".
Acompañada sólo por Conchita, su fiel ama de llaves, comenzó a sufrir los embates de la Guerra Civil Española.
El 2 de abril de 1937 se publicó una nota en el picante semanario Vea, donde se informó sobre el destino de la reina del teatro de revista y de su sobrina: "Al fin parece un hecho el regreso de Lupe Ricas Cacho. La célebre tiple cómica mexicana vivía hasta hace unos días en Madrid, en la casa que había comprado en una de sus calles céntricas, pero una bomba rebelde la destruyó, y [...] tuvo que cambiar de domicilio, teniéndose que refugiar en "La Casa de Villanueva" (,) a donde ha estado hasta últimas fechas en que se trasladó a Barcelona, para preparar su vuelta al patrio solar. Su sobrina estaba en Sevilla y también está haciendo gestiones para ir a Barcelona y regresarse a México con su tía".

Grandeza escénica
Antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial, regresó a México para reaparecer en diciembre de 1939 en el Lírico. Después se retiró de los escenarios pero, en una temporada del recuerdo -de julio a septiembre de 1948-, se presentó al lado de María Conesa en el Teatro Arbeu y luego en el Fábregas, donde meses más tarde escenificó Lupelele.
En octubre de ese mismo año irrumpió en el cine sonoro con Comisario en turno, donde, bajo la dirección de Raúl de Anda, interpretó a una teporocha chillona. En tan sólo unos minutos se advertía la grandeza escénica de la recordable "Pingüica".
También actuó en Mariachis, de Adolfo Fernández Bustamante; El charro y la dama (ambas de 1949), de Fernando Cortés; Qué bravas son las costeñas y La culpa es de los hombres (las dos de 1954), y dirigidas por Roberto Rodríguez; Club de señoritas, de Gilberto Martínez Solares; ¡Viva la juventud!, de Fernando Cortés, y Mi canción eres tú (las tres de 1955), de Roberto Rodríguez.
En agosto de 1957 actuó en el teatro Gante en la obra Se solicita amante con referencias, de Maurice Dekobra. Después de largo receso, reapareció en los sets en 1964 para intervenir en la película Los hermanos muerte, de Rafael Baledón.
La Asociación Nacional de Actores (ANDA), le otorgó la medalla "Eduardo Arozamena" en 1970, y cinco años después falleció. Sus restos fueron inhumados en el panteón civil de Dolores.

(Tomado de: Ceballos, Edgar - Somos Uno, especial de colección, Las reinas de la risa. Año 12, núm. 216. Editorial Eres, S.A. de C.V., México, D.F., 2002)

lunes, 10 de febrero de 2020

Caída del Sistema, 1988

Descomposición del sistema de cómputo de la institución electoral durante una elección, cuando los resultados favorecen a un candidato de la oposición. 
La noche de la Caída del sistema:

  1. El 6 de julio de 1988, al cierre de las casillas de las elecciones presidenciales, los representantes de los partidos políticos y periodistas se encontraban reunidos en el Centro de Cómputo del RNE.
Eran las 19:15 y los datos que fluían del D.F. y el Estado de México favorecían abrumadoramente al candidato del FDN [Frente Democrático Nacional], Cuauhtémoc Cárdenas. Entonces, inexplicablemente, las pantallas dejaron de registrar nuevos datos y unos minutos más tarde se apagaron.
El secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, de quien dependía el Registro, salió a tranquilizar a los presentes: La información empezará a fluir, no se impacienten. Y pidió un receso. Nos reuniremos nuevamente a las 10 de la noche. No hubo ninguna reunión.
Se suspendió la información del conteo de votos, y fue hasta el 13 de julio cuando el Registro dio a conocer los resultados oficiales de la elección: [Carlos] Salinas, 50.3 por ciento; [Cuauhtémoc] Cárdenas, 31.2 por ciento y [Manuel J.] Clouthier, 17.0 por ciento.

(Tomado de: Roldán Quiñones, Luis Fernando. Diccionario irreverente de Política mexicana. Con ilustraciones de Helguera. Grijalbo/Random House Mondadori, S.A. de C.V. México, D.F., 2006)

sábado, 8 de febrero de 2020

Luis Vega y Monroy

Luis Vega y Monroy, escritor político que colabora para varias destacadas publicaciones y autor de libros como “Atisbos en Punta del Este”, “Reflejos en el Asfalto” y “Viñetas Queretanas”, es al mismo tiempo un humorista en serio -y en serie- y el mejor en manejar actualmente, a nuestro juicio, el difícil género epigramático.
Su “Fenomenología y Metafísica del Verbo Chingar”, que incluimos en la presente compilación, constituye no solamente un ensayo humorístico lleno de aciertos, sino también una búsqueda sicolósicológicagica de las implicaciones que el uso de este necesarísimo vocablo tiene en la vida del mexicano.
Embozado durante largo tiempo en el seudónimo de “Don Luis”, es en el epigrama repetimos- en donde Vega y Monroy alcanza, para nuestro gusto, hallazgos cimeros.
Su manejo magistral del idioma, su malicia exenta de amarguras y su ya añoso oficio de hacer reír diariamente a los lectores de periódicos, lo sitúan en la primera fila de los epigramistas mexicanos de ayer y de hoy.
Y amén de que muchos de los juicios políticos de “Don Luis” no coinciden con los nuestros, creemos que el siguiente muestrario de su vasta producción inédita servirá a los lectores de este libro como regocijo comprobatorio de cuanto hemos dicho.

  1. RAMON BETETA

Se cuenta aquí lo que le aconteció a don Ramón Beteta, siendo Secretario de Hacienda, en casa de “La Bandida”:

Fue a conocido lugar
un fiscal de mucha cuenta,
a fin de calificar
lo que se había de pagar
de impuestos sobre la renta.
Y le dijo una beldad:
-Allí en sus datos concentre
que al fisco, por equidad,
le daremos la mitad
de todo lo que nos entre.

  1. SALVADOR NOVO Y KITTY DE HOYOS

Salvador Novo, inigualable escritor de per-versos, recibió, a su vez, puyazos en todo lo alto, como el que le recetó “Don Luis”, allá por 1958, a propósito de los rumores de matrimonio entre el dramaturgo y la entonces apetitosa actricita Kitty de Hoyos:

Si esta unión hace el demonio
que en todo se ha de meter,
¿qué es lo que va a suceder
en tan raro matrimonio?
Pues la cosa más sencilla:
compartirán por igual
no sólo el pan y la sal
sino el techo y la tortilla.


  1. INDUSTRIALES

“Don Luis” fue convidado a una comida de hombres de negocios, durante la cual se hablaron maravillas sobre los productos de la industria nacional. En una servilleta, el epigramista escribió su particular interpretación de todo lo que ahí se dijo:

Un chico oyó enternecido,
a su padre -un industrial
de satisfacción henchido-
Uhablar de progreso habido
en la industria nacional.
Y al saber que un hermanito
le llegaba de París,
preguntó a su papacito:
-¿Cuando yo sea grandecito
ya se harán en el país?


  1. POLÍTICOS

Cuando Alfonso Martínez Domínguez fue designado presidente del PRI, comenzó a recibir un verdadero alud de adhesiones. Este fue el comentario:

En el PRI -cosa probada-
no existe ya en esta fecha
ala izquierda o ala derecha:
solamente ala… cargada.

Era diputado al Congreso de la Unión, por el Partido Popular Socialista, Leopoldo Trejo Aguilar; y a punto de finalizar su período, anunció su determinación de pasarse a las huestes del PRI:

Ya para expirar el plazo
de su político sino,
un diputado “pepino”
se puso a dar el cambiazo.
Y al quererse acomodar
de otro sol bajo el reflejo,
demostró que no era ...TREJO
sino bastante AGUILAR.

En cierta ocasión Fidel Velázquez, líder de la CTM, hizo recuerdos de cuando era un humilde lechero. El epigrama no se hizo esperar:

No es que del líder sospeche,
pero malicio enseguida
que en el curso de su vida
ha tenido mucha “leche”.

Con motivo de que en una ceremonia cívica un orador calificó de “Heroica” a nuestra metrópoli y de que Uruchurtu iniciaba su tercer sexenio como regente de ella, “Don Luis” comentó:

A esta urbe de los baches 
nuestro popular ingenio
le ha adjudicado tres “haches”;
¡una por cada sexenio!

Y cuando un 14 de septiembre los capitalinos se encontraron con la noticia de que Uruchurtu había renunciado, el epigramista remató:

El 14 del actual,
según la maledicencia,
fue el Día de la Independencia
del Distrito Federal.

Un verdadero escándalo político se suscitó cuando los diarios publicaron que la esposa de un presidente municipal de Saltillo, miembro del PRI, había votado por el PAN:

Si la oposición con furia
brama, grita, patalea,
amenaza, brinca, injuria,
pega, pellizca y pelea,
opino yo que conviene
ver en Saltillo qué pasa:
¡Consideren al que tiene
la oposición en su casa!

Según informes hechos públicos por la ORIT, hay en México nueve millones, por lo menos de personas que no trabajan. El dato le pareció dudoso a “Don Luis”, y replicó:

Aunque veamos que frecuentemente
México pasa por momentos críticos,
no creemos, señores, francamente,
que haya nueve millones de políticos.


  1. SOTANAS

A propósito de los curas progresistas, enemigos del celibato, que han colgado hábitos y se han casado, el epigramista concluyó:

El progresismo se afana
en querernos demostrar
que un clérigo puede andar
con sotana y con Mengana.

Durante muchos años el canónigo Ramón de Ertze Garamendi escribió en “Excélsior” una columna con el título de “Suma y Resta”. En ella publicó don Ramón, cierta vez, algunos juicios acerca del celibato eclesiástico. “Don Luis” escribió:

De haberse aquí derogado
el celibato… ¡Qué gesta!
Hasta uno que “Suma y Resta”
ya hubiera multiplicado.

El teólogo Samuel Bernardo Lemus escribió en “El Universal” un artículo en el que sostenía que el Ángel de la Columna a la Independencia es del sexo masculino. Al respecto, “Don Luis” preguntó con malicia:

Es audaz y extravagante
su afirmación, a mi fe;
que me diga entonces qué
tiene “arriba y adelante”. 

  1. ENCUERATRICES

A mediados de la década de los 50 las carteleras cinematográficas anunciaban una serie de filmes nudistas. En ellos Amanda del Llano, Ana Luisa Peluffo y Aída Araceli aparecían “in puribus naturalibus” (lo que vulgarmente significa “completamente en cueros”). A la Peluffo, entonces en el esplendor de sus atributos físicos, el epigramista le suscribió estos renglones:

Cuando la Peluffo estaba
usando la regadera,
al notar que se bañaba 
le dijo una compañera:
-Anita, ¿te estás bañando?
Y esto se oyó contestar:
-Nada más estoy lavando
mi ropa de trabajar.

Por estos mismos días una de las desnudistas mencionadas cumplió 17 años y con este motivo organizó una gran fiesta en su departamento. En el intermedio de los brindis, la anfitriona mostró a los incrédulos su acta de nacimiento:

En la fiesta a todo dar
que hizo en su departamento,
ella se puso a mostrar
el acta de nacimiento.
Y a un periodista sonriente
se le escuchó comentar:
-Es lo único, ciertamente,
que le faltaba enseñar.

  1. DEPORTISTAS

Un miembro del equipo mexicano de ping-pong que fue a China, afirmó a su regreso que ese sí es un país maravilloso. Maliciosamente, “Don Luis” le replicó:

Saco yo la conclusión
por ideas tan peregrinas,
que no fue a jugar ping-pong
sino a jugar “damas chinas”.

Y a propósito de un campeonato de futbol femenil, alguien le preguntó su opinión. Él contestó al vuelo:

A mí, como a muchos seres
de otras regiones remotas,
me gustan más las mujeres
que juegan con dos pelotas.

  1. ONASSIS Y JACQUELINE

El estilo “Jacqueline” es una nueva manera de embriagarse que “Don Luis” recomienda a las “caza fortunas”:

No se bebe cognac ni aguardiente
ni se cata dulzón moscatel:
se comienza con un “Presidente
y se acaba con “Viejo Vergel”.

En 1968 Onassis y Jacqueline anunciaron su deseo de pasar unas largas vacaciones en Baja California. El epigrama, dado el lema de las Olimpiadas de que “todo es posible en la paz”, fue de lo más oportuno:

Onassis y Jacqueline
harán el viaje, quizás,
para comprobar si al fin
Todo es posible en La Paz.”

  1. NERUDA Y JARA

Cuando el “Pen Club” de los Estados Unidos rindió homenaje al gran poeta comunista Pablo Neruda:

Si allá le rinden también
a Neruda pleitesía,
ese “Pen Club” debería
denominarse “Club Pen”.

En relación con el Premio Stalin de la Paz, que la URSS otorgó al general Heriberto Jara:

Si ha causado desconcierto
saber que sin más ni más
dieron al rojo Heriberto
el Premio Stalin de Paz,
yo pienso que no está mal
que le den esa medalla:
¡Es que llegó a general
sin una sola batalla!

  1. ENTRE IGUALES

“Un policía de la 12a. Delegación -publicaron los periódicos- les robó el sueldo a los jueces calificadores, y para colmo, estafó la Caja de Ahorros de la Jefatura. “Don Luis”, con criterio salomónico, terció:

Usted, lector, ¿qué le haría,
sin penas y sin temores,
a ese señor policía
que hizo tamaños horrores?
¿De la horca lo colgaba?
¿Lo ponía en el paredón?
¡No sea injusto! Yo le daba
sus cien años de perdón!

  1. SUCULENCIAS

Recientemente el director de Industrial de Abastos, Rafael Gamboa Cano, ofreció una comida al “Club Primera Plana”, a cuyos miembros agasajó con carne de la mejor calidad. Al agradecer el ágape y jugando con los apellidos del anfitrión, “Don Luis” dijo:

Tan buena carne, a fe mía,
GAMBOA nos puso a la mano,
que más que de Ferrería,
parece de Fanny CANO.


i) FENOMENOLOGIA Y METAFISICA DEL VERBO “CHINGAR”

CHINGAR es el verbo más delicioso del léxico mexicano. Es una palabra tornasolada y proteica, con los más diversos sentidos según el tono con que se pronuncia, la hora en que sale retozona en medio de la charla, o las circunstancias que rodean su aparición, como chispa traviesa, entre el grupo de amigos. La palabra chingar salta de repente en la discusión que sostienen graves señorones de las finanzas y automáticamente el ambiente se torna cordial y se humaniza. Entre el murmullo de la cantina suena de pronto como un cañonazo. Adquiere tiernas y picarescas modulaciones en los dulces labios femeninos y hasta sugiere broncas promisiones viriles en la boca inocente del niño.
Chingar es un verbo que sirve para todo y que nos sirve a todos. Con él matizamos sabrosamente nuestro lenguaje. Tan pronto es vívida expresión de gozo, como estallido de ira y desesperación. A ratos es término juguetón y a ratos anuncio de tragedia. Chingar es el verbo que todos conjugamos en tiempos, modos, formas y personas. Es nuestra gramática parda que nos enseña a emplear el verbo en forma activa, pasiva, impersonal, recíproca y reflexiva. Es el verbo chingar nuestro verbo por excelencia.
Sin el verbo chingar no podría hablar el mexicano; es entraña en nuestra peculiar sicología. El verbo chingar es al mexicano lo que el calor a la llama, lo que la frescura a la brisa y lo que el perfume a la flor. Sin él no podríamos expresar nuestros sentimientos en su genuina hondura. Con el verbo chingar el mexicano ríe, llora, trabaja, vive, muere, se enfurece, se desahoga, se exalta y se calma. En México al que no chinga, lo chingan, porque en esta vida -¿quién no lo sabe?- hay que chingarse.
¿Qué decía en medio del combate el revolucionario a quien le había dado en la chapa del alma una bala enemiga?
-Ya me chingaron.
Aquí el verbo significa matar y morir. Pero de pronto obtiene otros matices y quiere decir sufrir, tolerar, soportar:
Llega una abnegada madre de familia, esposa de un mexicano habituado a los copetines y se queja amargamente con el señor cura de que ya no soporta la vida que le da su adorado maridito, porque además de gastarse la raya los sábados, le pega cuando no le tiene la comida caliente. El señor cura consuela a la mujer y le dice:
-Calma, hijita, ten paciencia. Dios habla por los que callan.
-Ay, padrecito -replica la mujer-. Pero mientras Dios habla por los que callan, ¿quién es la que se chinga?
El universitario que enseña a sus compañeros su boleta de reprobado, dice tristemente:
-Me chingaron en Derecho Administrativo.
Lo cual prueba que el verbo chingar también significa reprobar.
Llega el mocoso a su casa con un ojo morado y se escurre para que no lo vean sus padres:
-¿Qué te pasó? -le pregunta su hermanito.
-Me dieron un chingadazo.
Así pues, el verbo chingar también tiene la acepción de golpear de fea manera.
-¿Te acuerdas, compadre, de que en la misma vecindad donde yo vivía el año pasado había una muchacha muy bonita, de ojos verdes, buenísima, que se llamaba Rosita? Pues ya se la chingaron.
Y el compadre mientras lamenta lo sucedido, sabe que lo que le pasó a la pobre Rosita, no fue que la reprobaron ni que le pegaran, sino simplemente que le hicieron trizas la doncellez.
El verbo chingar sirve también para connotar las cosas buenas. Está platicando por teléfono la señorita secretaria con una de sus íntimas amigas:
-No dejes de ver, mana, la película que dan en el Ariel. Está chingonsísima.
Lo cual quiere decir que es una película extraordinaria, magnífica, morrocotuda. Del mismo modo, cuando alguien es un genio y sobresale por sus cualidades, no es cualquier cosa: es un chingón.
En cambio, cuando algo es insignificante, sin importancia de ninguna especie ¿cómo se le califica?
-Esto es una chingadera.
En otras palabras, no sirve para maldita la cosa.
Hay ocasiones en que el verbo chingar significa trabajar en forma intensa y eficaz:
-Ahora sí, muchachos -dice el jefe del taller-, a chingarle muy duro.
Y los "muchachos" a los que les gusta que les hablen "derecho", pues le chingan con fe y terminan pronto el trabajo.
El tono con que se pronuncia el verbo chingar en sus diferentes compuestos y formas, tiene capital importancia.
Llaman enérgicamente a la puerta y el que está saboreando su jaibolito lo deja y se apresura a abrir diciendo:
-¿Quién, chingao?
-¡Yo, chingao!
-¡Ah, chingao!
¿Cómo le dice un amigo a otro que viene a importunarlo cuando está más ocupado?
-No me estés chingando.
Pero a veces el verbo chingar tiene otro significado distinto. Es defraudar, madrugarle a uno, abusar de su confianza:
-Iba muy bien mi empresa; pero mi socio me chingó. Se fue con el producto de nuestro mejor pedido.
Con lo cual, y en son de queja, agrega:
-¿No te parece, hermano, que esas son chingaderas?
En otras ocasiones, chingar es hurtar:
-Chíngate esa botella de cognac -le dice el chofer al mozo-. Al cabo que el patrón no se da cuenta.
Ahora que cuando un mexicano quiere injuriar a otro en la peor de las formas -y este es el antecedente de muchos homicidios-, simplemente le dice:
-Anda y chinga a tu madre.
A continuación se escuchan balazos o el zumbar de los machetes.
Cuando una máquina se descompone, ¿qué es lo primero que uno dice con enfado?
-Esto ya se chingó.
Si una cosa es bonita pero inservible, se le designa cariñosamente con el nombre de chingaderita.
Si una cosa sale mal, todos dicen:
-Estuvo de la chingada.
Y para finalizar, el verbo chingar también significa concluir, terminar, acabar. A la hora en que se cierra el periódico, cuando ya todos están cansados y con ganas de irse a dormir, nada hay más grato que escuchar al subdirector cuando dice:
-Ahora sí, como dijo mi general Madrigal, esto ya chingó a su madre.


Don Luis.

(Tomado de: Elmer Homero (Rodolfo Coronado) – El despiporre intelectual (Antología de lo impublicable). Colección El Papalote, #6. Editores Asociados, S. A. México, D.F., 1974)