En charrería, florear es ejecutar con la reata, a pie o a caballo, un ejercicio consistente en hacer girar el lazo, ya lanzado, en torno del lanzador, describiendo figuras más o menos circulares. Son muchos los lazos floreados que los charros han inventado, y su ejecución requiere una prolongada práctica.
Las tres primeras manganas floreadas fueron inventadas por los charros Manuel y Lamberto González Aragón, célebres en la Ciudad de México entre los años de 1885 y 1890. Los nombres que pusieron a esos lazos de su invención fueron: la crinolina, la contracrinolina y la caricia. Posteriormente Manuel creó otros lazos floreados. Se le reconoce como maestro por excelencia en el difícil arte de lazar floreado.
(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen IV, - Familia - Futbol)
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