III
los campesinos y sus ansias de liberación, un precursor de Zapata.
Nuestros antiguos conocidos Rhodakanaty y Zalacosta habían seguido mientras tanto con su escuela de Chalco, de donde surgió un campesino, Julio Chávez López , quien se haría notar más adelante en las luchas de los campesinos.
Las prédicas "socialistas" de Rhodakanaty y Zalacosta prendieron en terreno fértil entre aquellos humildes y explotados labriegos. La Escuela Moderna y Libre se convirtió en la tribuna y centro de propaganda de la futura rebelión. Julio Chávez se llamaba a sí mismo "socialista-comunista" explicando su concepción así: "Soy socialista porque soy enemigo de todos los gobiernos, y comunista porque mis hermanos quiere trabajar las tierras en común".
Chávez era un discípulo aprovechado, su maestro Rhodakanaty había escrito en su libro Garantismo Social estas palabras: "¡Pueblo, no más gobiernos: abajo las tiranías! ¡Paso al garantismo social!".
Párrafo en el que explica el que explicaba la vida de un pueblo sin gobierno, forma que llamaba el falansterio o comunidad; todo su pensamiento, un tanto confuso, estaba saturado de fourierismo.
Chávez, ávido de ir adelante, reorganizó en Chalco el Club Socialista, donde se hacía una propaganda más amplia que en la escuela. En enero de 1869 escribía a Zalacosta una carta desde Puebla donde decía: "He llegado hasta acá. Hay mucho descontento entre los hermanos, porque todos los generales quieren apoderarse de sus tierras. ¿Qué le parecería usted que hiciéramos la revolución socialista?".
Por este tiempo, el 3 de febrero de 1869, encabezó el General Miguel Negrete un motín en Puebla contra Juárez; ahí había armas que fueron repartidas al pueblo, de esto se aprovechó seguramente Chávez. Tan grande era el descontento entre el campesinado, que un grupo de labradores había entrado entre el 30 de enero y el 2 de febrero al grito de "¡Abajo los hacendados!" en una hacienda cercana a Alfajayucan, desarmando al destacamento de soldados ahí estacionado.
Chávez regreso a Chalco para la preparación de su plan, pero sus actividades deben haber inspirado sospechas al gobierno porque escribió el 18 de abril a Zalacosta: "Estamos rodeados por un batallón, nada importa. "¡Viva la libertad!" Llevó a cabo su propósito y al rebelarse, escribió el manifiesto del cual tomamos el primero y último párrafos.
"Manifiesto a todos los oprimidos y pobres de México y del Universo. Ciudadanos mexicanos:
Ha llegado la hora de conocer a los hombres con el corazón bien puesto, ha llegado el día en que los esclavos se levanten como un solo hombre aclamando sus derechos pisoteados por los poderosos.
Hermanos: ha llegado el momento de despejar el campo, de pedir cuentas a los que siempre nos las han exigido; es el día de imponer deberes a quienes sólo han creído tener derechos. Vamos a una contienda de sangre. ¿Pero, qué importa si esta sangre será generosa, fertilizará nuestros campos, dará exuberancia a las plantas y dejara un rastro a la humanidad del futuro?".
El largo manifiesto llamando a las armas a los campesinos termina así:
"Queremos tierras, queremos trabajo, queremos libertad, necesitamos salvar el orden; en fin, lo que necesitamos es el establecimiento de un pacto social entre los hombres, a base de respeto mutuo. !Viva el socialismo! ¡Viva la libertad! Dado en Chalco en el día 20 del mes de abril del año de 1869.- Julio Chávez."
El levantamiento se realizó la noche del primero de mayo de 1869, al pretender un grupo de soldados la detención de Chávez en Chalco; después de un ligero tiroteo, éste abandonó la población dirigiéndose al monte donde pronto se reunieron campesinos en gran número. Seguido de éstos asaltó a San Martín Texmelucan, que tomó después de derrotar a las tropas quitándole las armas que era lo que necesitaba; quemó los archivos del municipio, recogió algún dinero y se dirigió rumbo a Apizaco donde hizo lo mismo.
Comprendiendo que el movimiento debía tener un carácter nacional para triunfar, envío a Anselmo Gómez con 50 hombres rumbo a Veracruz, mientras él se dirigía al Estado de Hidalgo; a su paso por las haciendas recogía dinero, armas y propagaba entre los campesinos la toma de la tierra. Anselmo Gómez llegó con gran rapidez a Chicontepec, Ver., que tomó el 11 de junio. El jefe político del lugar informaba poseído de terror al Ministerio de la Guerra que "el bandido Anselmo Gómez, al frente de 150 bandidos había capturado la villa, cometiendo toda clase de atentados contra la propiedad y proclamando que desconocía a todo el personal de los gobiernos de los estados".
Chávez, con 1,500 insurrectos quiso tomar por asalto a Actopan; pero sorprendido por las fuerzas del gobierno fue derrotado, hecho prisionero y conducido a Actopan, de donde fue remitido a Chalco y su y juzgado ahí militarmente. Fue fusilado en la madrugada del 1° de septiembre de 1869 en el interior de la casa que ocupó la Escuela Moderna y Libre.
Al ser inmolado por los soldados que lo fusilaron grito con voz estentórea: "¡Viva el socialismo!" Así terminó este noble paladín su corta pero brillante actitud en defensa de los oprimidos.
Constitución del gran círculo de obreros de México.
En los últimos días de 1869, circulaban en una hoja impresa los estatutos de la Asociación Internacional de los Trabajadores, aprobados en el Congreso de Ginebra en septiembre de 1866.
Esto despertó un gran entusiasmo y originó la invitación a todas las sociedades obreras para constituir un centro general de los trabajadores organizados, con objeto de que al estar reunidos todos formaran un consejo que "sea capaz de defender con más eficacia los intereses del trabajo"; la iniciativa fue lanzada el 10 de enero de 1870 y firmada por Villanueva, González Herrera , Mata Rivera, Meza y Pérez de León. No fue, sin embargo, sino hasta el 16 de septiembre de 1870 cuándo quedó constituido el Gran Círculo de Obreros de México.
Con motivo de la renuncia de Cano y del grupo de la Sociedad Artístico Industrial por un discurso de Zalacosta, Villanueva y su grupo socialista se apresuraron a tomar en sus manos la dirección.
Una opinión de Juárez sobre el papel de la organización obrera
Juan Cano, buscando el apoyo oficial, pidió su opinión a Juárez sobre el papel de la organización obrera. He aquí la contestación:
"Palacio Nacional, México, octubre 12 de 1870. señor Don Juan Cano. Muy estimado señor: contestó la muy apreciable de usted, fecha de ayer, manifestándole que, en mi concepto, los artesanos pueden arreglar su asociación a la manera que estimen conveniente para el perfeccionamiento en sus respectivos artes y oficios. Soy de usted affmo. y atto. y s. s.-q. b. s. m. Benito Juárez."
¡Menguada función le asignaba a la organización obrera el benemérito de las Américas!
En diciembre 20 de 1870 apareció un manifiesto agrario en San Luis Potosí, en el cual se pedía la distribución de la tierra mediante la expedición de leyes agrarias. No tuvo más resultado que la persecución de sus autores por el Gobierno.
La organización obrera entretanto, no obstante la labor escisionista comenzada por Cano, despechado ante la pérdida de la dirección en la Artístico Industrial, seguía adelante y se fortalecía.
(Tomado de: Díaz Ramírez, Manuel - Orígenes del Movimiento Obrero. Cuadernos Mexicanos, año II, número 75. Coedición SEP/Conasupo. México, D.F., s/f)
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