viernes, 30 de abril de 2021

Efrén "Alacrán" Torres

 


"Alacrán" vs. Chionoi 

Tres veces se enfrentaron, tres veces combatieron por la misma corona, tres veces el cetro cambió de dueño. En la primera ocasión el campeonato era lo importante; las dos restantes, fue la nostalgia del mito.

Chartchai Chionoi, campeón mundial mosca -versión CMB-, viajó a la ciudad de México para exponer su corona ante el mexicano Efrén "Alacrán" Torres. Nuestro boxeador había tenido una oportunidad anterior para obtener el cetro mundial mosca ante el argentino Horacio Acavallo y la había dejado ir.

Poco después de un año, Efrén subía al cuadrilátero con las mismas aspiraciones: el trono mundial. El peso mosca no era, en principio, particularmente atractivo para ningún empresario.

Pero las expectativas crecieron conforme se acercaba el 28 de enero de 1968. En esos años, a Torres se le consideraba uno de los pocos valores aztecas con cualidades para disputar con éxito un título mundial.

El tailandés Chionoi y el tapatío Torres poseían suficiente dinamita como para que los pronósticos se inclinaran a que la pelea nunca arribaría a los 15 rounds.

El día esperado llegó. Fueron 13 los asaltos trepidantes de sangre, contusiones y emoción. En el segundo round, el "Alacrán" cayó a la lona con el párpado cortado. Un día antes, un periodista había escrito que eso podía suceder, y que Torres se levantaría a dar lo máximo.

Así sucedió. Después de la tercera campanada, según registraron las crónicas, la batalla se convirtió en algo "inenarrable". Torres golpeó con todo su poderío pero Chionoi parecía convertir los bazucazos del "Alacrán en caricias.

A Torres le pararon la pelea en el round 13, pero cualquiera de los dos pudo ganar. El rostro descompuesto de ambos era un fiel reflejo del combate.

Una vez que el réferi detuvo la pelea, Chionoi fue a donde su rival, se arrodilló ante él y abrazó sus piernas. El tailandés lloraba y con tal acto brindaba un reconocimiento a su rival por su impulso guerrero. El público eufórico había presenciado una de las peleas más emotivas, rabiosas y sangrientas de que se tenga memoria en la historia del boxeo en México.

Se volvieron a ver las caras 13 meses después. El padre de Efrén declaró, antes de la pelea, que si sus hijos no tenían valor para matar a un rival arriba del ring mejor ni se metieran al box. Esto le vino a dar un nuevo ingrediente a la función.

Pero la pelea no fue ni siquiera la caricatura de aquella de 1968. Torres ganó por nocaut en el octavo a un Chionoi convertido en fantasma. El "Alacrán" lograba el campeonato en su tercera oportunidad. Los 22 mil asistentes estaban frenéticos, pero todos coincidían en que la primera pelea sería irrepetible.

Torres fue a Bangkok el 20 de marzo de 1970, sólo para regresarle el cetro a Chionoi en una pelea que llegó hasta el límite.


(Tomado de: Maldonado, Marco A., y Zamora, Rubén A. - Cosecha de campeones. Historia del box mexicano II, 1961-1999. Editorial Clío Libros y Vídeos, S.A. de C.V., México, abril 2000).



lunes, 26 de abril de 2021

República de Fredonia, 1827

 


República de Fredonia (probablemente del inglés freedom, libertad). El 16 de diciembre de 1827, en Nacogdoches, Texas, Benjamín Edwards, colono norteamericano, al frente de un grupo de hombres armados desfiló por las calles portando una bandera roja y blanca en la que había inscrito Independencia, Libertad y Justicia, se apoderó de la un"casa de piedra", como llamaban a la residencia de los poderes municipales y proclamó la República de Fredonia. Culminaban así, hechos cuyo origen era el contrato de colonización expedido por el gobierno de Coahuila y Texas el 15 de abril de 1825 en favor de Haden Edwards (Eugene C. Barker: The life of Stephen Austin, 1925, escribe Haden; Hubert H. Bancroft, en North Mexican States and Texas, 1889, lo llama Hayden). Edwards estuvo en la ciudad de México, como otros tantos solicitantes de tierras, hacia 1823. En Saltillo esperó la contrata en su favor, por la cual, una vez expedida, se comprometió a llevar, en el término de seis años, ochocientas familias a terrenos del departamento de Nacogdoches. El artículo 2° señalaba que los futuros colonos se comprometían a respetar los títulos de los antiguos residentes; sin embargo, al llegar Haden Edwards a Nacogdoches expidió una pragmática en la cual anunciaba lo siguiente: "A todos los que la presente vieren, sabed, que yo, Haden Edwards, empresario y jefe militar de la parte del Estado de Coahuila y Texas, que me ha sido concedido por las autoridades de dicho Estado, y en virtud de los poderes que me han sido delegados por dichas autoridades, he decretado y por la presente decreto y ordeno: Que cualquier familia o persona residentes en los límites del expresado territorio, y todos los que pretendan tener derecho a alguna parte o partes del terreno o terrenos de dicho territorio, se presente inmediatamente y me muestre sus títulos y documentos si es que los tiene, para que sean recibidos o desechados conforme a las leyes, y si no lo hicieren, dichas tierras serán vendidas, sin distinción, al primer postor, quedando obligados los que tengan sus títulos correspondientes a pagar los gastos hechos para su mejora. Y por la presente ordeno, que ninguna persona pueda, sin mi permiso, establecerse dentro de los límites de mi territorio".

Las pretensiones de Edwards no dejaban lugar a dudas: despojó de sus tierras, por falta de un pago a un mexicano y las vendió, inmediatamente, a otro colono norteamericano. La actitud de Edwards culminó en el procedimiento seguido por él durante las elecciones municipales de Nacogdoches. En diciembre de 1825 se presentaron, como candidatos a alcalde, Samuel Norris, mexicano, y Chichester Chaplin, norteamericano y yerno de Edwards. Por el primero votaron los antiguos residentes; por el segundo, los aventureros asentados a lo largo de la frontera. Nacogdoches tenía, en su territorio, cuatro municipios y cuatro pueblos. Su comercio representaba, en importación, 265,000 pesos anuales y el de exportación de artículos agrícolas, 205,000 pesos (Juan N. Almonte: Noticias estadísticas de Texas, México, 1835).

Ante la inconformidad de los colonos por el resultado de la elección: imponer como alcalde a Chaplin y las comunicaciones que al respecto le dirigiera a Edwards el jefe político, Juan Antonio Saucedo, aquel lo amenazó por carta. Ante los consejos de Stephen Austin, Edwards se dirigió al gobernador de Coahuila y Texas, seguramente en forma altanera, si bien H. Yoakum, en su History of Texas, 10856, afirma que esa carta "era digna de un hombre libre, y en un país libre hubiera sido aplaudida". El gobierno de México, por el creciente problema, ordenó el 3 de junio de 1826 la inmediata expulsión de Haden Edwards. El gobernador de Coahuila y Texas, el 23 de agosto, declaró nulo el contrato de colonización, saliendo de Nacogdoches Haden, mientras Benjamín Edwards empezaba la última fase de aquella rebelión: el 20 de noviembre de aquel año, 40 aventureros norteamericanos se apoderaron de Nacogdoches, apresaron a las autoridades y las sometieron a una "corte marcial". Saucedo y Mateo Ahumada, comandante militar, salieron de San Antonio (Béjar) a combatirlos. Se sabía, además, que entre los planes estaba el de la sublevación de los cherokees, avecindados en territorio mexicano. John Dunn "Hunter" y Richard Fields, representantes de aquellas tribus, los conminaron a rebelarse; sin embargo, Saucedo, por medio de sus agentes, logró convencer a los cherokees de que sus padecimientos se los causaban, precisamente, los norteamericanos. Los indios se volvieron contra "Hunter" y Fields, matándolos. La principal fuerza de la rebelión había sido restada a los Edwards. Los norteamericanos evacuaron Nacogdoches el 27 de enero de 1827, dirigiéndose a la frontera. Militarmente, la rebelión fue una escaramuza, pero políticamente mostró cuáles habían de ser, nueve años después, los procedimientos de los colonos para despojar a México de aquellos territorios. (Vito Alessio Robles: Coahuila y Texas, desde la consumación de la Independencia hasta el Tratado de paz de Guadalupe Hidalgo, México, 1945, I, CAP. XIII; Luis Orozco: Ensayos de crítica histórica, México, 1939).

(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen IV, - Familia - Futbol)

jueves, 22 de abril de 2021

Tláloc

 


(Tláloc. Cultura Centro de Veracruz. Postclásico. Tehuacán, Puebla. MNA)

Tláloc era la deidad relacionada con la lluvia, las nubes, el rayo y la fertilidad. Su imagen la observamos en las distintas culturas mesoamericanas, que dependían en buena medida de la agricultura para su subsistencia. Un dato inequívoco para su identificación son los dos aros que rodean sus ojos y que representan serpientes enroscadas, que en ocasiones culminan en la nariz del dios. Como muchas deidades mesoamericanas, Tláloc tenía un lado positivo y otro negativo. En el primero predominaba su bondad para llevar el agua a la tierra y, de esta manera, fecundarla para obtener una buena cosecha. Por el otro, podía negar la lluvia al hombre, lo que acarrearía momentos de aridez con consecuencias terribles para el pueblo. De ahí que las festividades en su honor y de sus ayudantes, los tlaloque, se realizaran en distintas ceremonias a lo largo del año. En algunas de ellas se sacrificaban niños para garantizar una buena cosecha. Su pareja era Chalchiuhtlicue, deidad femenina relacionada con el agua y que también era invocada para obtener el vital líquido.

El culto a estos dioses viene de épocas muy antiguas; en Teotihuacan lo vemos presente tanto en la pintura mural como en la cerámica y en la escultura en piedra.

(Tomado de: Matos Moctezuma, Eduardo - "Voces de barro" - Los ejes de vida y muerte en el Templo Mayor y en el recinto ceremonial de Tenochtitlan. Arqueología Mexicana, edición especial #81. Agosto de 2018. Editorial Raíces/Instituto Nacional de Antropología e Historia. Ciudad de México)

martes, 20 de abril de 2021

Floreo charro

 


En charrería, florear es ejecutar con la reata, a pie o a caballo, un ejercicio consistente en hacer girar el lazo, ya lanzado, en torno del lanzador, describiendo figuras más o menos circulares. Son muchos los lazos floreados que los charros han inventado, y su ejecución requiere una prolongada práctica.

Las tres primeras manganas floreadas fueron inventadas por los charros Manuel y Lamberto González Aragón, célebres en la Ciudad de México entre los años de 1885 y 1890. Los nombres que pusieron a esos lazos de su invención fueron: la crinolina, la contracrinolina y la caricia. Posteriormente Manuel creó otros lazos floreados. Se le reconoce como maestro por excelencia en el difícil arte de lazar floreado.

(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen IV, - Familia - Futbol)



jueves, 15 de abril de 2021

Maria Elena Velasco, La India María

 


Nació y creció en el estado de Puebla, pero al morir su padre se trasladó a la ciudad de México. Allí intentó estudiar la carrera de Medicina pero, ante la imposibilidad de hacerlo, ingresó como corista a los Teatros Tívoli, Marco e Iris y a los cabarets El Burro, Las Mil y Una Noches y El Satélite, propiedad de Germán Valdés "Tin-Tán".

A fines de 1968 interpretó por primera vez a "La India María", personaje inspirado en los indígenas mazahuas que emigran a la ciudad de México; sin embargo, su nombre y mote artístico aparecieron en los créditos de la cinta El bastardo (1965), de Arturo Martínez.

Obtuvo gran popularidad con sus actuaciones en el programa de televisión Domingos espectaculares (1969) que, conducido por Raúl Velasco, primero se transmitió por Canal 8 y después por el 2, donde alcanzó la fama.

Gracias a la popularidad de su personaje -inédito y marginal pero gracioso-, le ofrecieron su primer película: Tonta, tonta, pero no tanto (1971), dirigida por Fernando Cortés. A ésta le siguieron Pobre pero honrada (1972), La madrecita (1973), El miedo no anda en burro (1973), Algo es algo dijo el diablo, La presidenta municipal, Duro pero seguro (las tres de 1974), y La comadrita (1975), todas realizadas por Fernando Cortés; Sor Tequila (1977), de Rogelio A. González; Okey Míster Pancho (1979), y El que no corre, vuela... (1980), ambas de Gilberto Martínez Solares, entre otras.

Actriz de enorme popularidad en teatro y televisión, ha pasado a la historia del cine mexicano por ser la primera y única cineasta del siglo XX de origen cómico al dirigir sus películas El coyote emplumado (1983), Ni Chana ni Juana (1984), Ni de aquí ni de allá (1987), y Se equivocó la cigüeña (1992).

Casada con el coreógrafo ruso-argentino-mexicano Vladimir Lipkies, conocido como Julién de Meriche, procreó a María Goreti y a Alejandro Lipkies, quienes en la década de los noventa se convirtieron, respectivamente, en productora y director de su cinta, Las delicias del poder (1998).

Tomado de: Ceballos, Edgar - Somos Uno, especial de colección, Las reinas de la risa. Año 12, núm. 216. Editorial Televisa, S.A. de C.V., México, D.F., 2002).

lunes, 12 de abril de 2021

Batallón Olimpia, 1968

 


Grupo de élite del EMP que intervino activamente en la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968.

De acuerdo a numerosos testimonios, los elementos del Batallón Olimpia intervinieron en el operativo vestidos de civil, portando un guante blanco en la mano izquierda, y cuando un helicóptero lanzó bengalas, comenzaron a disparar en contra de las tropas del Ejército acantonadas en la plaza; después participación en la detención y tortura de los dirigentes estudiantiles. El Batallón estuvo al mando del general Crisóforo Mazón Pineda.

(Tomado de: Roldán Quiñones, Luis Fernando. Diccionario irreverente de Política mexicana. Con ilustraciones de Helguera. Grijalbo/Random House Mondadori, S.A. de C.V. México, D.F., 2006).

viernes, 9 de abril de 2021

Francisco Gómez Palacio

 


Liberal duranguense de gran prestigio que actuó como civil en la guerra de Reforma y frente a la Intervención. Durante el porfiriato tuvo ingerencia en el desenvolvimiento de la Región Lagunera como gobernador de Durango.

(Tomado de:  Tamayo, Jorge L. (Introducción, selección y notas) - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993).

lunes, 5 de abril de 2021

Un golpe de estado musical, 1880


Alrededor de 1880 Ricardo Castro y Gustavo E. Campa -junto con Juan Hernández Acevedo, Felipe Villanueva, Carlos J. Meneses e Ignacio Quezadas- formaron el grupo de "Los seis" para oponerse al italianismo imperante en el terreno musical, del que era gran propugnador el ilustre Melesio Morales. Se entabló una enconada polémica y en ella el triunfo de los seis jóvenes músicos fue tan definitivo que prácticamente pasaron a sus manos el destino de la música fina mexicana y el Conservatorio Nacional, del que Ricardo Castro se convirtió en director, en tanto que Carlos J. Meneses pasó a ocupar la cátedra de piano y Campa se hizo cargo de la cátedra de composición. Fue una especie de "golpe de estado" musical con el que perdió fuerza la corriente italiana, aunque, por otra parte, se impuso la romántica, de moda entonces en Europa. El nacionalismo tendría que seguir esperando.

Los seis camaradas se destacaron grandemente en el campo de la enseñanza, pero sólo Ricardo Castro y Felipe Villanueva alcanzaron renombre como compositores. Curiosamente, ambos tuvieron una iniciación musical muy temprana y ambos murieron jóvenes.

(Tomado de: Morales, Salvador y los redactores de CONTENIDO - Auge y ocaso de la música mexicana. Editorial Contenido, S.A. México, 1975)