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miércoles, 27 de marzo de 2024

Juan Gómez-Quiñones

 


Juan Gómez-Quiñones

[1940-2020]


Profesor de historia en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Originario de Parral, Chihuahua, creció y se educó en el Este de Los Ángeles. Con estudios de licenciatura en literatura, maestría en estudios latinoamericanos y doctorado en historia por la UCLA, se ha dedicado por 27 años a la docencia e investigación en historia política, laboral, intelectual y cultural. Entre sus publicaciones cabe mencionar: Chicano Politics: Reality and Promise, 1940-1990; Mexican American Labor, 1970-1990; The Roots of Chicano Politics 1600-1940 y Sembradores: Ricardo Flores Magón y El Partido Liberal Mexicano. Gómez Quiñones ha sido un incansable promotor de la cultura y de los estudios chicanos. Fue Director del Centro de Estudios Chicanos de la UCLA, fundador de la renombrada revista Aztlán: International Journal of Chicano Studies y co-editor del Plan de Santa Bárbara. Su labor académica ha estado siempre acompañada por reconocido liderazgo comunitario que se ha hecho patente en su activismo en movimientos de derechos civiles, política electoral, trabajo, migración y programas con jóvenes.


(Tomado de: Diaz de Cossío, Roger; et al. Los mexicanos en Estados Unidos. Sistemas Técnicos de Edición, S.A. de C. V. México, D. F., 1997)

jueves, 23 de marzo de 2023

Los mexicas

 


Los mexicas

Según sus propios relatos los mexicas provenían de un legendario lugar llamado Aztlán, "lugar de la blancura", presuntamente situado en el noroeste de Mesoamérica. De ahí habrían partido en 1111 d.C. -junto con otros grupos de los que posteriormente se separarían-, en la búsqueda de un sitio donde asentarse. Reconocerían este lugar porque, como se los había indicado Huitzilopochtli, su dios tutelar, allí encontrarían un águila posada sobre un nopal y devorando una serpiente. Casi dos siglos de peregrinación les tomó a los mexicas encontrar ese lugar. En un islote en el lago de Texcoco fundaron, en 1325 d.C., México-Tenochtitlan, ciudad que llegaría a ser en apenas un siglo la más importante de Mesoamérica. Como consecuencia de ese acelerado desarrollo y del crecimiento de la población, el pequeño islote pronto fue ocupado en su totalidad por templos y casas, lo que ocasionó que el área de tierra firme se aumentara artificialmente, y que áreas próximas del lago se rellenaran con grandes cantidades de piedra y lodo. Casi dos siglos después de su fundación, en la época de la conquista, Tenochtitlan era una gran ciudad organizada en cuatro grandes calpullis o barrios; se encontraba unida con los pueblos ribereños mediante extensas calzadas, tenía una población de 150,000 o 200,000 habitantes y ocupaba un área cercana a los 15 km cuadrados.

La Triple Alianza

A poco más de un siglo de la fundación de Tenochtitlan, los mexicas habían logrado prosperar a tal grado, que fueron capaces de enfrentar con éxito a la ciudad tepaneca de Azcapotzalco, entonces el asentamiento dominante de la Cuenca de México. En 1430, los mexicas crearon una entidad que sustituiría a la que lidereaban los tepanecas. La nueva estaba formada por Tenochtitlan, Tlacopan y Texcoco, y es conocida como la Triple Alianza. A partir de ese momento, los tlatoque mexicas comenzaron un ciclo de conquista sucesivas que, en poco menos de cien años, los llevaría a dominar diversas regiones mesoamericanas, cuyos pueblos estaban obligados a entregar periódicamente una amplia variedad de bienes y materias primas. Durante su máximo esplendor, la Alianza controlaba un territorio que comprendía más de 400 pueblos y señoríos subordinados.

La guerra

La supremacía mexica se fundaba en su extraordinaria capacidad militar y en una eficaz estrategia de demostración pública de su poderío, la que incluía ceremonias con sacrificios humanos a las que debían acudir los señores de los pueblos sojuzgados. Sin embargo, existían varios factores que impedían un control estable de las zonas conquistadas, como las grandes distancias que en ocasiones separaban a las provincias del corazón del imperio.

Los señoríos independientes

Pese al indudable poderío de la Triple Alianza, algunos señoríos lograron mantenerse independientes. Ello era debido a diversos factores, entre los que se cuenta que la capacidad militar era tal, que su sometimiento implicaba más gasto que beneficio, o simplemente que su independencia resultaba conveniente para asegurarse la disponibilidad permanente de prisionero de guerra para el sacrificio. Entre esos señoríos independientes se encuentran Metzitlan, Tlaxcala, Cholula, Teotitlán del Camino y Yopitzinco. Mencion aparte merecen los tarascos, tal vez los únicos enemigos imbatibles de los mexicas.

Las provincias tributarias 

Para la administración del vasto territorio que se encontraba bajo su control, la Triple Alianza estableció un sistema basado en la división en provincias tributarias, cada una de las cuales contenía varios pueblos que canalizaban el tributo por intermedio de una capital. Tan sólo en un año, los registros del imperio contabilizaban decenas de miles de mantas de algodón, miles de vestidos, cientos de trajes guerreros, grandes cantidades de fardos de plumas y aves vivas, pieles, colchas, cacao, piedras preciosas y miles de toneladas de alimentos. También se exigía la tributación de la fuerza de trabajo necesaria para la construcción de los numerosos edificios y templos de la capital del imperio.

El comercio

El destino de los productos obtenidos por medio del tributo era diverso. Se les utilizaba para las fiestas religiosas; para el pago de la administración del imperio; para sostener a las poblaciones urbanas, y para cubrir los gastos de la guerra. Otra parte regresaba a la circulación por medio del comercio. El ámbito en el que los mexicas desarrollaban sus actividades comerciales rebasaba los límites del imperio. Algunos productos se obtenían por intercambio con regiones distantes.


(Tomado de: Dossier: La religión mexica. Los mexicas. Arqueología Mexicana, Vol.XVI núm. 91. Editorial Raíces, México, 2008)

lunes, 17 de junio de 2019

Aztlán


Lugar mítico donde los mexicas comenzaron su expedición con rumbo a lo que llegaría a ser México-Tenochtitlán.

Existe una fábula que explica por qué los aztecas abandonaron Aztlán.

Se dice que un pájaro que cantaba, emitía un chillido que decía tihui que quiere decir "ya vámonos". Como esta repetición fue durante muchos días uno de los sabios de linaje y familia llamado Huitziton reparó en ello, y considerando el caso quiso aprovecharse de esto para fundar su ciudad, diciendo que aquella ave era una deidad y ese era su mensaje. Se hizo de un compañero y ayudante en sus intenciones llamado Tecpatzin diciéndole: "¿No advertiste aquí lo que el ave nos dice?" Convenciéndolo del mensaje sagrado, los dos juntos dieron a entender  al pueblo, dejando así Aztlán.

Su situación geográfica ha sido diversa, para algunos estuvo en el Valle de México, otros en el Bajío, se llegó a ubicar en el lago de Chapala, en Baja California debido a que se encontraba rodeada de agua por tres lados, además de que en algunas cuevas se hallaron pinturas rupestres, representando origen y conceptos religiosos; sin embargo no se han podido precisar las fechas, por lo cual no se puede confirmar la teoría; otros lugares hipotéticos han sido: en Alta California, en Nuevo México; Humboldt y Prescott lo señalaron en los estados de Oregon y Wyoming; Wickersham cerca de lo que hoy es Seattle en Washington, el mismo padre Antonio Tello mencionó que fue en Anián, en Asia. Algunos historiadores afirmaron que Aztlán nunca existió.



Diversos estudiosos mencionan una relación estrecha con Mezcaltitlán (ubicado en la costa de Nayarit), ficen que fue ahí donde se posó por primera vez el águila sobre el nopal. Tal fue la especulación desde 1960, que se terminó por aceptar a dicha población como la patria de los aztecas. Otro dato significativo, es que hace poco más de una década se modificó el escudo del estado, en el cual se retomaron pasajes del Códice Boturini, describiendo la partida de los aztecas, aunque dicha suposición Aztlán-Mezcaltitlán, jamás fue confirmada.

Otra teoría habla de un Aztlán que junto a Jalisco, Colima y Tonalá, formaba parte de la Confederación Chimalhuacana.

(Tomado de: Toledo Vega, Rafael. Enigmas de México, la otra historia. Grupo Editorial Tomo, S. A. de C. V. México, D. F., 2006)

lunes, 24 de septiembre de 2018

Códice Aubin


Códice Aubin

(Códice de 1576)

Códice Aubin, folio 42. Narra la llegad de los españoles, y la Conquista de México.


Perteneció a Lorenzo Boturini Benaducci, de cuya colección la obtuvo Joseph Marius Alexis Aubin, coleccionista francés que vivió en México en la primera mitad del siglo XIX. Pasó después a la colección Aubin-Goupil de París, de la cual fue robado, yendo a parar por último a la biblioteca del British Museum de Londres. (Ms. Add. N° 312219), donde se conserva. Hay copias parciales de él en las bibliotecas nacionales de París y Berlín, lo mismo que en la Nacional de Antropología de México.

Es un códice mexica posthispánico, de carácter histórico, que conserva la técnica indígena; con textos en náhuatl, escritos con caracteres latinos. Se trata de anales tomados de pinturas jeroglíficas y de anales aztecas, todos posteriores a 1540. Describe la peregrinación de los mexicanos desde Aztlán hasta Tenochtitlan. Continúa con unos anales en los que aparecen los señores de Tenochtitlan y los acontecimientos más importantes, como son: dedicación de templos, plagas, nevadas, terremotos, eclipses, pestes, guerras, tributos. Otra parte está destinada a narrar los acontecimientos desde la Conquista hasta 1607. Hasta 1596 es de una misma mano; de 1597 a 1607, es de otras. Hay varias ediciones de este códice, siendo la mejor y más moderna la de Charles Dibble, de 1963: Códice de 1576 (Códice Aubin). Historia de la Nación Mexicana. Reproducción a todo color del Códice 1576 (Códice Aubin). Trae introducción, notas, índices versión paleográfica y traducción directa del náhuatl por el editor. El impropio nombre de Códice 1576 proviene de que la copia de Berlín lleva esa fecha.
                                                                           
(Tomado de: Enciclopedia de México)