Nació en Guadalajara, Jal., en 1820; murió en la Ciudad de México en 1887. Estudió en la Escuela Lancasteriana de su ciudad natal y en el Seminario Conciliar de la capital de la República, donde se recibió de abogado. En 1838 se alistó para combatir a los franceses y en 1841 empuñó las armas contra López de Santa Anna. En 1843 participó en la fundación del Ateneo Mexicano. En 1844 luchó al lado de José Joaquín Herrera contra los centralistas y en 1846 se opuso a las pretensiones monárquicas de Paredes y Arrillaga. En 1847 el presidente Gómez Farías lo nombró gobernador del Distrito Federal y puso en vigor la Ley de desamortización de bienes eclesiásticos.
Asistió a las batallas de Churubusco, Molino del Rey y Chapultepec. Después de la guerra fue diputado por Veracruz y regidor de la Ciudad de México. Destituido y desterrado por Santa Anna, vivió en Europa hasta el triunfo de la revolución de Ayutla.
A su regreso fue juez gobernador del Distrito Federal por segunda vez (1855-1857) y diputado al Congreso Constituyente. Distanciado del presidente Comonfort, se radicó en Morelia, donde en compañía de Gabino Ortiz fundó el periódico La Bandera Roja. En 1859 el general Degollado lo nombró asesor del Ejército Constitucional. En 1861 volvió al Congreso de la Unión y al gobierno del Distrito Federal, hasta 1863, en que habiendo caído la capital en manos de los franceses, abandonó el país por Acapulco y marchó a Nueva York, de donde regresó al triunfo de la República. En 1867 el presidente Juárez lo nombró jefe político y más tarde gobernador, por cuarta vez, del Distrito Federal. Fue posteriormente senador, ministro de Gobernación del presidente Lerdo de Tejada (del 21 de agosto al 20 de noviembre de 1876) y diputado federal por Hidalgo. Publicó: Manifiesto (Morelia, 1858), Defensa del C.. (Morelia, 1858), Ley que nacionalizó los bienes llamados eclesiásticos, Manifiesto del gobierno constitucional a la nación y circular del Ministerio de Justicia. Ley de cementerios. Circulares aclaratorias de la ley y diversos (Morelia, 1859), Artículos diversos de La Bandera Roja de Morelia, escritos en 1859 (1861) y Discursos pronunciados en el Congreso General... (1875). En 1856 tradujo y dio a las prensas la Disertación sobre los bienes eclesiásticos de M. Viennet.
(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen II, Bajos-Colima)
Juan José Baz 1820-1887
Impulsivo, tozudo, delirante de acción; lírico del jacobinismo, insolente y hasta obsceno cuando le ganaba la exaltación; gustaba de las exhibiciones de su valor, de su valor, siempre lleno de ardores y de penachos y se hacía llamar el inmaculado.
Enrique Fernández Ledesma
Juan José Baz y Palafox provenía de una familia distinguida y aristócrata. Participó en la Guerra de los Pasteles y combatió contra la invasión estadounidense de 1847 en Churubusco, Molino del Rey y Chapultepec. Fue diputado constituyente y defensor de la República desde el exterior.
Célebre por haber ocupado cuatro veces la gubernatura del Distrito Federal, se hizo famoso también por su postura liberal, jacobina y anticlerical. Era tal su ímpetu contra los símbolos del conservadurismo que se convirtió en una amenaza contra la arquitectura religiosa del país.
Baz destruyó importantes obras edificadas durante los siglos del México virreinal, como los conventos de San Francisco, Santo Domingo, San Agustín, San Fernando, La Merced, La Concepción, y Santa Isabel, y se quedó con ganas de convertir en polvo la catedral de la ciudad de México. Se dice que cuando pasaba frente a la majestuosa Catedral se imaginaba cuántas escuelas, edificios y centros de arte podrían construirse en aquel terreno y lo bien que se podría usar ese espacio para cosas de provecho.
Para derribar esas construcciones, concebidas en su mayoría como fortalezas, Baz utilizó un método que fue perfeccionando por insistencia: "Untar de brea grandes vigas para atorarlas entre piso y techo y posteriormente prenderles fuego para que el edificio se derribara". Si esto no funcionaba, siempre cabía la posibilidad de utilizar un buen cañón. Juan José Baz se convirtió así en el ejemplo más claro de "la piqueta de la Reforma" y en un villano de nuestra historia.
En 1867, luego de la caída del Imperio, el cadáver de Maximiliano fue trasladado a la ciudad de México y fue embalsamado por segunda vez en el templo de San Andrés. Para evitar que la iglesia se convirtiera en un bastión moral, en un símbolo para los imperialistas derrotados, en una sola noche, con sus propias manos y con la ayuda de una cuadrilla de trabajadores, Juan José Baz la demolió por completo para abrir la calle de Xicoténcatl.
(Tomado de: Sandra Molina – 101 villanos en la historia de México)