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viernes, 6 de noviembre de 2020

Muere cabecilla de Liga 23 de septiembre, 1976

Pereció el cabecilla visible de la Liga 23 de Septiembre en el intento de secuestro

*Jiménez Sarmiento dirigió el asalto a Margarita López Portillo

Por JOAQUÍN HERRERA

Acribillado por 20 tiros de metralleta, por lo menos, fue muerto ayer el cabecilla visible de la Liga Comunista 23 de Septiembre, David Jiménez Sarmiento, al intentar secuestrar a la señorita Margarita López Portillo, hermana del licenciado José López Portillo.

(David Jiménez Sarmiento. Fuente: web)

Agentes de seguridad que custodiaban a Margarita se enfrentaron a los activistas que tendieron la emboscada en la colonia Condesa.

Persiguieron al coche en que ella iba seguido de otro, durante casi un kilómetro en una trayectoria en forma de "L" a partir de Nuevo León y la avenida Alfonso Reyes, hasta Juan Escutia;

Al defenderla fueron ametrallados el chofer y tres guardias de seguridad, uno de estos últimos murió y los otros agonizan en el Hospital Central Militar.

El guardia muerto se llamó Salvador Vega Chávez. Los heridos, Salvador Camarena, Rigoberto Reynoso y José Guadalupe Ramírez; éste último, el chofer.

Después de perseguir varias cuadras a los dos coches en cuestión, en uno de los cuales iba Margarita, un vehículo en que estaba Jiménez Sarmiento interceptó a aquéllos cuando llegaban a Atlixco y Juan Escutia; David se paró a media calle y en posición de tirador disparó la metralleta de frente. Destrozó totalmente el parabrisas del coche Rambler Classic en que iba Margarita.

David y otros cómplices suyos trataron de impedir que siguieran aquéllos en su huida y sobrevino el tiroteo. Los hampones, en medio de la calle -narrarían después a EL UNIVERSAL los testigos-, dispararon a "boca de jarro".

Por lo menos con dos metralletas dispararon al parabrisas del Rambler y destrozaron el cristal; perforaron la carrocería. Varios proyectiles alcanzaron al chofer en la cabeza, el cuello y el tórax. Otros tiros hicieron blanco en los dos guardaespaldas que apenas pudieron sacar sus armas para repeler la agresión, en desventaja. Ellos portaban pistolas y sus atacantes fusiles ametralladoras y metralletas calibre 22 (EL UNIVERSAL localizó un proyectil en un establecimiento cercano). Rigoberto Reynoso, uno de los agentes que iban en el automóvil que seguía al Rambler, disparó contra uno de los armados con metralleta y lo derribó a tiros. Inmediatamente expiró; es el activista más tarde identificado como David Jiménez Sarmiento.

En respuesta, una de las mujeres disparó contra él, lesionándolo.

El chofer, herido, obligó a Margarita a esconderse bajo los asientos del coche; los dos agentes, también heridos, la protegieron con sus cuerpos.

El tiroteo -de escasos segundos- pareció a los comerciantes, amas de casa, niños y trabajadores que cruzaban, una "eternidad". 

En el crucero de Atlixco y Juan Escutia, donde fue la emboscada, quedaron tirados el activista y un agente, muertos.

Ante la agresión con ráfagas de metralleta, el chofer logró virar al vehículo que los emboscadores usaron, enfiló por Juan Escutia, ya casi sin poder ver, a unos metros trepó el coche y casi lo "untó" en el camellón central para cruzar hacia la calle de Amatlán, en un último intento por salvar a Margarita, pero al tomar la bocacalle, perdió el sentido y se estrelló en la esquina.

En ese momento uno de los atacantes bajó de su coche, corrió con una bomba en la mano y la arrojó al vehículo de Margarita. Ella estaba atrapada bajo los cuerpos de los heridos. Trató de salir incorporándose; logró abrir la puerta.

En ese momento, a unos 80 metros sobre esa acera, en donde vive su madre, los guardias que custodiaban la entrada se percataron de la agresión y corrieron desenfundando sus armas. Llegaron, sacaron a Margarita, gritándole que se agachara y avanzara a rastras. La gente, afuera, desesperada le gritaba que se refugiara en una casa para que evitara otra posible ráfaga. Uno de los guardias llegó hasta el automóvil, sacó la bomba y la lanzó a varios metros. El artefacto no estalló.

Margarita casi se arrastró para llegar al portón abierto de la casa de Amatlán número 5.

Llena de pavor entró a la vivienda, trató de serenarse hasta que llegaran los agentes a protegerla.

Mientras tanto, los guardianes de la casa de la señora Refugio Pacheco de López Portillo, que había llegado al lugar, persiguieron a los hampones, que salieron en desbandada, usando reversa. Entraron en sentido contrario por Juan Escutia y enfilaron al Norte. Se sabe que luego se enfrentaron a los agentes que les siguieron, en el Parque España.

En unos 15 minutos la noticia se había extendido como reguero de pólvora. "El Universal Gráfico", que estaba saliendo de las rotativas, detuvo su tiro para dar la noticia, ganándola a todos los medios de difusión.

El Presidente Echeverría ordenó una movilización policiaca especial. El licenciado José López Portillo llegó, a unos 45 minutos de ocurrido esto, para atender a su hermana. Luego ambos acudieron a la casa de su mamá para decirle que todo estaba bien. La señora viuda de López Portillo, quien ha estado enferma en los últimos días, sufrió una impresión que de inmediato controló el médico de la familia con un sedante.

Durante la tarde, la señora y su hija ya se habían tranquilizado.

Al lugar acudieron las ambulancias 10 y 11 de la Cruz Roja, levantaron a los tres heridos, Salvador Camarena Benítez, Rigoberto Reynoso Valdés y José Guadalupe Ramírez Jáuregui (el chofer) para llevarlos al Hospital Central de la Cruz Roja; luego se ordenó que fueran trasladados al Hospital Central Militar.

Versiones no confirmadas por las autoridades, indican que hay varios detenidos que fueron remitidos al Campo Militar Número Uno, así como a la Dirección General de Policía y Tránsito.

ANTECEDENTES DE JIMÉNEZ SARMIENTO

En el año de 1972 era miembro del grupo delictivo que se hacía llamar "Patria o Muerte" y como tal participó en el robo a la joyería "Auriaga" y la armería "Armas y Deportes", S. A. En marzo de ese mismo año asaltó, junto con los miembros de dicho grupo, una camioneta de Banco del Atlántico, una estación del Metro y las oficinas de la Unidad Habitacional CTM.

En noviembre de 1972 atracaron la zapatería "Tres Hermanos".

En enero de 1973 participó en el asalto a la terminal de autobuses "Colonia del Valle" y dos días más tarde en el de la panificadora "Bimbo". Posteriormente militó entre los delincuentes que formaban la gavilla denominada "Lacandones".

En noviembre de ese año, ya ostentándose como jefe de la Brigada Roja "Liga Comunista 23 de Septiembre", asaltó una caseta de la Policía Auxiliar en la colonia Lindavista. En el mes de enero de 1974 participó en un atraco a "Industria Eléctrica de México" (IEM), asesinando a un policía.

El 14 de febrero de ese año tomó parte en la muerte de cuatro soldados de la escolta de un tren en Xalostoc, Méx. El 22 de junio de 1974 asaltó la caseta de la Policía Auxiliar de la colonia "7 de noviembre".

En junio de 1974 dirigió el atraco a la pagaduría del hospital de Pemex ubicado en la colonia Petrolera.

En octubre de 1974 robó a la compañía "Koblenz" y la sucursal Viveros de la Loma del Banco Nacional de México.

El 10 de diciembre de 1974 se realizó un asalto simultáneo por la"Brigada Roja" de la "Liga Comunista 23 de Septiembre" a los bancos de Comercio y Nacional de México, en la colonia Río Blanco. Obtuvieron dos millones y 400,000 pesos, respectivamente; mataron a cinco policías e hirieron a dos más. El 28 de enero de 1975 tomó parte en el asesinato de un policía industrial y del secretario general de la Sección 49 del SUTERM, en la  General Electric de Cerro Gordo, Estado de México, Domingo Salgado Valle.

El 25 de abril de ese año asaltó al Banco de Comercio en Villa Coapa, DF, con botín de $206,000.00 y mató a nueve policías y tres civiles.

El 6 de mayo de 1976 asesinaron a ocho elementos, entre los que figuraron miembros de la escolta de Mario Vázquez Raña, guardianes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como personas ajenas.

El 25 de mayo de 1976 secuestró a la hija del embajador de Bélgica, Nadine Chaval Carrase, por la que obtuvieron $5.1000,000.00.

El 4 de junio de 1976, en la comandancia de la Policía Auxiliar de Ciudad Azteca, asesinaron a seis policías auxiliares cuando pasaban lista, e hirieron a tres elementos más.

(Tomado de: Hemeroteca El Universal, tomo 7, 1976-1985. Editorial Cumbre, S.A. México, 1987) 

viernes, 22 de mayo de 2020

Liga Comunista 23 de septiembre

Grupo armado urbano constituido el 15 de marzo de 1973 en Guadalajara con la fusión de varias organizaciones radicales para derrocar al estado burgués y proimperialista e instaurar un sistema socialista. La Liga fue exterminada por la Brigada Blanca, quien ejecutó y desapareció a sus combatientes durante la guerra sucia.

¿Qué organizaciones crearon la Liga?
-Los Enfermos
-Los Guajiros
-Los Lacandones
-Movimiento de Acción Revolucionaria [MAR]
-Federación de Estudiantes Revolucionarios

Acciones relevantes de la Liga:
-El 17 de septiembre de 1973 secuestró en Monterrey al industrial Eugenio Garza Sada, quien murió a consecuencias de las heridas de bala que recibió.
-El 10 de octubre de 1973 secuestró al empresario Fernando Aranguren Castelo, quien apareció muerto diez días después con un balazo en el rostro.

(Tomado de: Roldán Quiñones, Luis Fernando. Diccionario irreverente de Política mexicana. Con ilustraciones de Helguera. Grijalbo/Random House Mondadori, S.A. de C.V. México, D.F., 2006)

jueves, 12 de diciembre de 2019

Breve historia de la guerrilla mexicana


La guerrilla mexicana surgió como consecuencia de la matanza de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968 y tuvo 2 focos principales: el primero apareció en la Universidad Patricio Lumumba, de Moscú, donde era becario el maestro de escuela Fabricio Gómez Souza, originario de Nanchital, Ver., quien al escuchar por radio lo ocurrido en Tlatelolco, llegó a la conclusión de que el régimen priista iba a derrumbarse y creyó ver la oportunidad de acelerar su caída. Con este fin reunió a una docena de estudiantes mexicanos y entre todos formaron el Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR), con Gómez Souza como jefe.

En busca de ayuda, los del MAR acudieron a la embajada cubana, pero Fidel Castro le tenía pavor a Gustavo Díaz Ordaz y nada consiguieron. En seguida presentaron su solicitud a las autoridades soviéticas, las cuales no podían arriesgar la suerte del gran aparato de espionaje contra Estados Unidos que mantenían en México y tampoco les dieron nada, aunque se les sugirió ponerse en contacto con la embajada de Corea del Norte. en este país imperaba el generalísimo Kim II Sung, un megalómano famoso por sus extravagancias y delirio de grandeza, que aspiraba a convertirse en líder de todo el Tercer Mundo y, por lo tanto, aprobó entusiastamente la petición de los mexicanos.


Peregrinación al lejano Oriente

Apenas un mes después del “Tlatelolcazo”, Gómez Souza viajó a Pyongyang, capital de Corea del Norte, donde se le pidió reunir por lo menos medio centenar de revolucionarios fanáticos que recibirían entrenamiento especial en Corea del Norte y volverían a México para encargarse de entrenar a otros revolucionarios. A fin de no llamar la atención, los futuros guerrilleros deberían llegar en 3 contingentes sucesivos. De vuelta en Moscú, Gómez Souza recibió de la embajada norcoreana 25,000 dólares para que él y 4 de sus compañeros fuesen a México a efectuar el reclutamiento inicial. Los 5 llegaron al país por rutas separadas en los primeros meses de 1969.

A principios de 1970, el medio centenar de guerrilleros ya había llegado a Pyongyang, en 3 contingentes. Por la vía de París viajaron a Berlín oriental y de allí tomaron el tren a Moscú. Luego, amparados por pasaportes norcoreanos con nombres supuestos, tomaron el Transiberiano hasta llegar a su destino. (Los soviéticos argumentaron que su implacable policía para nada sospechó de tantos norcoreanos que hablaban español; y el gobierno mexicano, entonces simpatizante del “socialismo” aceptó la explicación.)

Los guerrilleros fueron llevados a un campo de entrenamiento situado a 50 kilómetros al noroeste de Pyongyang, donde fueron sometidos a un régimen castrense-monacal, de largos y constantes ejercicios, sin ninguna diversión, hacinados en barracas de madera y bajo la prohibición de beber alcohol o tener relaciones sexuales. Se les enseño manejo de armas, karate, técnicas para dinamitar y de asalto a bancos e instalaciones militares, métodos para disfrazarse y organizarse, manejo de claves y aparatos de telecomunicación, etc. Sobre todo, se les impartió un fuerte adoctrinamiento para que perdieran el miedo a morir y matar.

El fracaso de los coreanos


En septiembre de 1970 todos estaban ya de regreso en México. No se les proporcionaron armas ni dinero en escala importante, pues las armas debían obtenerlas asesinando soldados y policías y el dinero lo conseguirían por medio de asaltos a bancos y secuestro de personajes acaudalados. Cada guerrillero debía reclutar y entrenar a 10 más y así sucesivamente, hasta disponer de varios millares y quedar en condiciones de tomar el poder. Con rapidez pasmosa instalaron centros de entrenamiento en México, D.F., Zamora, Mich., San Miguel Allende y Salamanca, Gto., Querétaro, Qro., Puebla, Pue., Chapala, Jal., y Acapulco, Gro.

En febrero de 1971, 4 guerrilleros alquilaron una casa en Jalapa, Ver., donde se establecería un centro de entrenamiento para manejo de explosivos. Por el aspecto estrafalario de los jóvenes, un vecino supuso que eran hippies marihuanos y los denunció a la policía local, que como medida precautoria dio aviso a la Dirección Federal de Seguridad.

El subdirector de la DFS, Miguel Nazar Haro, viajó a Jalapa para ver qué sucedía. Al entrar a la casa se llevó la primera sorpresa: se topó con un pizarrón tapizado de diagramas de torres de transmisión eléctrica, con indicaciones sobre los puntos donde se debe colocar los explosivos para derribarlas. Los hombres de Nazar no tuvieron más que permanecer en el domicilio para ir deteniendo uno por uno a los guerrilleros que fueron llegando. En los interrogatorios confesaron lo que planeaban hacer y dijeron que esperaban la llegada de otros “estudiantes”. El jefe del centro tenía instrucciones de reportarse a Gómez Souza cada cierto tiempo y, cuando faltaron los reportes, el propio cabecilla se trasladó a Jalapa para investigar. En total cayeron así 19 “coreanos” -entre ellos Gómez Souza- y 21 reclutas nuevos. Ese golpe y otros que vinieron en rápida sucesión determinaron la muerte del MAR. A fines de 1976 se supo que sólo quedaban en libertad 11 “coreanos”, pues los demás habían sido muertos o estaban en la cárcel. Pero la actividad subversiva no desapareció, sino que fue heredada por un segundo foco guerrillero.


Soldados dormidos

El 2 de octubre de 1968, el estudiante de filosofía y letras de la UNAM, David Jiménez Sarmiento, miembro de la Juventud Comunista, escapó sano y salvo de Tlatelolco y de inmediato se prometió luchar hasta el último aliento por vengar a sus compañeros caídos. Rápidamente reunió a varios camaradas para formar 3 comandos guerrilleros llamados “Lacandones”, “Arturo Gámiz” y “Patria o Muerte”, los cuales tomaron la vanguardia de la subversión cuando los “coreanos” fueron prácticamente liquidados.

Los de este segundo foco se inspiraban en el ejemplo de Arturo Gámiz, un maestro de escuela comunista radicado en el DF que, tratando de emular las hazañas de Fidel Castro, el 23 de septiembre del ya lejano 1963 y en compañía de una docena de compañeros atacó por sorpresa el pequeño cuartel militar de Madera, Chih., con la idea de establecer un foco guerrillero en la Sierra Madre. Varios soldados que dormían fueron muertos, pero otros tomaron las armas y en un santiamén mataron a Gámiz y 10 de sus acompañantes. Los fugitivos fueron ultimados por elementos del ejército el 11 de septiembre de 1968.

Los viejos comunistas tachaban de infantilismo la aventura de Gámiz, pero muchos jóvenes vieron en él a un héroe de epopeya, el revolucionario suicida que alcanza en el martirio la gloria suprema. Los distintos comandos actuaban con independencia unos de los otros y se ha dicho, aunque sin confirmarlo, que desde Moscú o La Habana les llegaron órdenes de formar un solo grupo, al que llamaron Liga 23 de Septiembre, en recuerdo de la fecha en que Gámiz llevó a cabo el ataque al cuartel de Madera. (Sólo los famosos Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, así como algunos grupos menores, se mantuvieron ajenos a la Liga).

Los hijos de la decadencia

Entre los independientes destacaron 4 hermanos apellidados Campaña López y originarios de Cosalá, Sin., Dos de los hermanos, Carlos y Alfredo, estudiantes de la Universidad de Guadalajara y miembros de la Juventud Comunista, asaltaron varios bancos y empresas a fines de 1972 y principios de 1973. Poco después fueron aprehendidos y, para liberarlos, un tercer hermano, llamado Juventino y apodado “Ho Chi Minh”, fundó las FRAP (Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo). Los Campaña López llevaron a cabo varios secuestros muy sonados, como el del cónsul norteamericano de Guadalajara, Terrance Leonhardy, el del industrial Pedro Sarquis y el de José Guadalupe Zuno, suegro del presidente Echeverría; como pago por las liberaciones obtuvieron varios millones de pesos y la libertad de 30 guerrilleros, entre ellos los hermanos Carlos y Alfredo, quienes fueron enviados en avión especial a Cuba.

Las FRAP perdieron terreno poco a poco y el principal dolor de cabeza del gobierno pasó a ser la Liga 23 de Septiembre, que hasta en el título de su periódico clandestino -Madera- proclamaba su carácter suicida y, en sus páginas, remachaba las tesis de que no tiene nada de malo matar policías o soldados, ya que éstos son instrumentos de la burguesía, y llamaban “expropiaciones” a los secuestros y asaltos bancarios.

El primer golpe de la Liga tuvo lugar el 17 de septiembre de 1973, cuando asesinaron al industrial regiomontano Eugenio Garza Sada en un fallido intento por secuestrarlo. El gobierno anunció que no negociaría con delincuentes y después de 2 o 3 fracasos la Liga dejó de promover secuestros, para concentrarse en los asaltos bancarios. Todavía en 1976 trataron infructuosamente de secuestrar a Margarita López Portillo, hermana del presidente electo, y en este fallido intento murió el fundador, Jiménez Sarmiento.

Los de la 23 de Septiembre asesinaron -frecuentemente a sangre fría- a por lo menos 76 policías antiterroristas. Un día se metieron al Hospital Naval del DF y dieron muerte sorpresiva a 4 marineros de guardia para quitarles las armas. Además del odio que sentían ante los elementos policiacos, actuaban motivados por la esperanza de crear pánico entre los familiares, para que los instaran a buscar un trabajo menos peligroso. Inevitablemente, los policías respondían con el mismo odio y extraoficialmente se sabe que dieron muerte a centenar y medio de guerrilleros, además de que lograron encarcelar a cerca de 300.

Hasta 1976, fecha del último balance publicado, quedaban en libertad cerca de 200 guerrilleros cuyos descendientes o émulos -el más notable es el Subcomandante Marcos- siguen atizando la subversión en escala menor, aunque sus probabilidades de éxito se han reducido desde que a últimas fechas la sociedad mexicana dio pruebas de rechazar cada vez más firmemente las soluciones violentas.

(Tomado de: Acosta, Jaime - II Breve historia de la guerrilla mexicana. Contenido, #462, diciembre de 2001. México, D.F.)