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miércoles, 8 de abril de 2020

José Yves Limantour


Sostengo que con el prestigio inconmensurable del general Díaz, el crédito del país no lo funda Limantour, pues lo único que ha  hecho es explotarlo.

Teodoro Dehesa

José Yves Limantour [1854-1935], amigo y compadre de Porfirio Díaz, ocupó durante dieciocho años ininterrumpidos la secretaría de Hacienda; dirigía a Los Científicos; fue enemigo político de Bernardo Reyes y Teodoro Dehesa y, tras las negociaciones de paz que efectuó con los revolucionarios en Ciudad Juárez, fue acusado de traición a Díaz y de precipitar su caída.
Estaba de moda entonces la filosofía positivista, la cual apoyaba, pero su empeño por una administración práctica y planificada tuvo como costo la falta de una cultura política y de desarrollo social. Secundó la política represiva del dictador pero, al mismo tiempo, fue el gran artífice de la estabilidad y del crecimiento económico que vivió el país durante el porfiriato, y el responsable del primer superávit alcanzado por las finanzas públicas en la historia de nuestro país, que contó entonces con altas dosis de inversión extranjera.
Aunque era un hombre de finanzas, en lo político dio apoyo total a Díaz en todas sus reelecciones; se encargó de remover a quienes le estorbaban, como Reyes y Dehesa, y en 1904 logró impulsar a uno de sus incondicionales, Ramón Corral, como vicepresidente de la República. Pero seis años más tarde su relación con el presidente estaba desgastada, a tal punto que prefirió estar en París que en las fiestas del Centenario de la Independencia. Díaz tomó su ausencia como un desaire personal.
Limantour recibió en la capital francesa noticias del inicio de la revolución y regresó a México con la intención de mediar entre el gobierno y los revolucionarios. Incluso sugirió al presidente, en 1911, adoptar reformas políticas que satisficieran las demandas revolucionarias. El dictador aceptó y, como primera medida, pidió la renuncia a todo su gabinete. Los Científicos, que controlaban importantes capitales nacionales y extranjeros, se vieron de pronto sin en apoyo de Limantour.
El ministro de Hacienda se reunió en varias ocasiones con Madero y sus colaboradores para negociar la paz, que sólo llegó en mayo de 1911 con el triunfo de la revolución maderista y la firma de los tratados de Ciudad Juárez, en los cuales se establecía, como condición para la paz, la renuncia de Porfirio Díaz. A Limantour estas negociaciones le costaron que le llamaran traidor, aunque nunca aceptó ninguno de los cargos que le ofrecieron tanto Madero como Francisco León de la Barra. Su vida política terminó con la caída de la dictadura. Sólo le quedó el exilio.

(Tomado de: Molina, Sandra – 101 villanos en la historia de México. Grijalbo, Random House Mondadori, S.A. de C.V., México, D.F. 2008)

viernes, 19 de abril de 2019

Ramón Corral



Nació en la hacienda de Las Mendes, Álamos, Sonora, en 1854; murió en París, Francia, en 1912. No cumplía 10 años de edad cuando en 1863 firmó en Chinipas, al lado de su padre, una protesta contra el establecimiento de la monarquía en México. De 1868 a 1873 trabajó en la hacienda de beneficio de Justina. Pasó a Álamos y dirigió los periódicos El Fantasma y La Voz de Álamos, de oposición a la reelección del gobernador Pesqueira. Al triunfo de éste, tomó las armas, huyó a Chihuahua y volvió a Justina, hasta 1876, en que cambió el régimen.


Fue empleado judicial, inició la organización de las sociedades mutualistas de artesanos, ocupó una curul en la Legislatura local por ausencia del titular (1877) y se vinculó al grupo político del coronel Luis E. Torres que privó en la política de Sonora hasta la caída del presidente Díaz. Desempeñó la secretaría de gobierno en 1879, y tras un paréntesis en que fue diputado federal, volvió a ella de 1883 a 1887, en que fue electo vicegobernador. El 19 de diciembre de ese año se hizo cargo del Ejecutivo [estatal]: construyó 300 kilómetros de líneas telegráficas, fundó el Colegio Sonora, contrató a los primeros profesores normalistas, defendió la enseñanza laica, creó el periódico oficial La Constitución y aportó al Paseo de la Reforma de la Ciudad de México las estatuas de Ignacio Pesqueira y Jesús García Morales.


De 1891 a 1895 fue nuevamente secretario de gobierno; participó en negocios mineros, instaló un molino de harina y se hizo accionista del Banco de Sonora. Fue electo gobernador constitucional para el período 1895-1899; durante su gestión, se introdujo el agua a Hermosillo, se otorgó concesión para el alumbrado público, se pavimentó la capital y se establecieron la Cervecería de Sonora y la fundición de metales de Nacozari.


Fue después gobernador del Distrito Federal, del 17 de diciembre de 1900 al 16 de enero de 1903, en que pasó a la Secretaría de Gobernación. El 26 de septiembre de 1904 el Congreso, erigido en Colegio Electoral, lo nombró vicepresidente de la República para un período de 6 años. Mientras fue ministro, concluyó el Hospital General y el Manicomio de La Castañeda, estableció las estaciones de desinfección en los puertos, expidió las leyes de Beneficencia Pública y Privada, reorganizó los Cuerpos Rurales y amplió la Penitenciaría; se opuso a la ejecución de los líderes de la huelga de Cananea e impulsó la construcción del Ferrocarril Sud Pacífico. En 1910 figuró nuevamente como candidato a la vicepresidencia al lado del general Porfirio Díaz; triunfante la fórmula oficial, rindió su protesta el 1° de diciembre y continuó en la Secretaría de Gobernación hasta el 28 de marzo de 1911, en que el presidente cambió su gabinete. El 4 de mayo, desde París, renunció a la vicepresidencia.



(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. de C. V. D. F., 1977 tomo III, Colima - Familia)