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domingo, 26 de mayo de 2024

Cabeza olmeca Colosal 3, San Lorenzo

 


Cabeza Colosal 3, San Lorenzo 

Esta cabeza, retrato de un gobernante de edad madura, tiene forma ovoide. El tocado está formado por un casquete hecho con un tejido y una banda horizontal compuesta por cuatro cuerdas torcidas y paralelas y los broches que las mantenían unidas, separadas entre sí por una franja rremetida, un espacio adecuado para recibir una incrustación. A cada lado de la cabeza cuelga una banda vertical hecha de cuatro cuerdas y broches, similar a la banda horizontal, que termina en una funda que evita el deshilachado de las fibras. Las cuerdas se relacionan con el nombre del jerarca y su linaje. Ambas orejas quedan cubiertas. Los ojos tienen forma almendrada y están hundidos, además de presentar estrabismo bilateral convergente. Tiene el ceño fruncido, la boca entreabierta y los pómulos altos. Esta cabeza se encuentra en un excelente estado de preservación salvo por la rotura del labio inferior y un golpe en la nariz, así como por los 27 barrenos practicados en el tocado. El dorso es plano y pulido.


Cabeza Colosal 3, San Lorenzo

(Monumento SL3)

1.78 m de alto, 1.63 m de ancho, 0.95 m de espesor.

Museo de Antropología de Xalapa, Veracruz.


(Tomado de: Cyphers, Ann. Cabeza Colosal 3, San Lorenzo. Arqueología Mexicana. Edición especial 94, Cabezas colosales olmecas. Editorial Raíces S. A. de C. V. Ciudad de México, 2020)

jueves, 11 de enero de 2024

Cabeza olmeca Colosal 2, San Lorenzo

 


Cabeza Colosal 2, San Lorenzo 


La escultura ha sido mutilada con numerosos barrenos los cuales se hicieron durante el proceso detallado en el que se recicló un gran trono con nicho frontal para crear esta cabeza. La huella del nicho, un arco hundido que se observa arriba de la oreja derecha, no se borró por completo porque la cabeza es una obra inconclusa. Las oquedades rectangulares y las afiladuras también puede ser vestigios de la escultura previa. El tocado está compuesto por un tejido abierto y una banda horizontal apretada que produce el ceño fruncido: sobre ella yacen tres cabezas de ave con pico curvo, las cuales hacen referencia al nombre del personaje y a su linaje. Las orejeras son redondas. Los ojos, sesgados hacia abajo, están hundidos y presentan el estrabismo bilateral convergente. Tiene los pómulos altos y las mejillas flácidas. La boca entreabierta muestra barrenos sobre los labios. Corren líneas de edad entre la nariz y la boca, las cuales indican la edad madura del gobernante. La superficie parece tener mucho deterioro, lo cual se ha explicado por su antigüedad; no obstante, solamente ésta y otra cabeza (SL7) muestran esta característica, ambas en proceso de reciclaje, por lo que el deterioro no fue causado por intemperización, más bien debió ser el resultado del uso de una sustancia para ablandar la superficie por parte de los escultores.


Cabeza colosal 2, San Lorenzo 

(Monumento SL2) 

1.81 m de alto 1.43 m de ancho y 0.92 m de espesor.

Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.



(Tomado de: Cyphers, Ann. Cabeza Colosal 2, San Lorenzo. Arqueología Mexicana. Edición especial 94, Cabezas colosales olmecas. Editorial Raíces S. A. de C. V. Ciudad de México, 2020)

jueves, 28 de diciembre de 2023

Cabeza olmeca Colosal 1, San Lorenzo

 


Cabeza Colosal 1, San Lorenzo 

fue llamada El Rey por ser la cabeza más alta de San Lorenzo. Las profundas líneas de expresión que corren entre la nariz y la boca, los ojos hundidos y las mejillas flácidas señalan que es el retrato de un gobernante longevo. Debajo de las orejas se observa un desnivel vertical, que pudiera indicar una cubierta o protección en la parte posterior de la cabeza o cabello largo. Porta un tocado compuesto por una banda horizontal, segmentada en tramos, y un casquete, separados entre sí por una franja arremetida. Sobre él descansa una insignia, un elemento alargado que tiene una orilla festoneada y un círculo. Porta orejeras rectangulares, posibles representaciones de las largas cuentas tubulares hechas de piedra verde. Los ojos están hundidos y tienen una forma muy distintiva, por estar sesgados hacia abajo. Además, muestra el estrabismo bilateral convergente, considerado una marca de belleza entre los olmecas. Tres barrenos la han mutilado, uno en cada lado de la nariz y otro debajo del ojo. Tiene la boca delineada entreabierta, el ceño fruncido y pómulos pronunciados. El dorso es plano y pulido.

Cabeza Colosal 1, San Lorenzo (Monumento SL1)

2.85 m de alto, 2.11 m de ancho y 0.87 m de espesor.

Museo de Antropología de Xalapa, Veracruz.


(Tomado de: Cyphers, Ann. Cabeza Colosal 1, San Lorenzo. Arqueología Mexicana. Edición especial 94, Cabezas colosales olmecas. Editorial Raíces S. A. de C. V. Ciudad de México, 2020)

viernes, 14 de febrero de 2020

Cultura olmeca

Se trata de una de las sociedades complejas más antiguas del área mesoamericana. De hecho, debido a su gran antigüedad -su desarrollo pleno tuvo lugar entre 1200 y 400 a.C.- se desconoce la identidad étnica de sus integrantes, el idioma específico que hablaban (aunque se ha propuesto que era uno de la familia mixe-zoque) y por lo tanto la manera en que se referían a sí mismos también se desconoce. 
El término olmeca fue acuñado por los arqueólogos en el siglo XX para referirse a los característicos vestigios de esta cultura. Si algo distingue a la sociedad olmeca es su gran complejidad, patente no sólo en sus extraordinarias creaciones culturales -como cabezas colosales, altares y objetos en jade- sino en su capacidad de trascender su ámbito originario y convertirse en la primera cultura propiamente mesoamericana.
Aunque es frecuente que -debido a las numerosas características de los olmecas que permanecieron entre los grupos mesoamericanos de épocas posteriores- se le considere la "cultura madre", lo cierto es que sus logros deben ser vistos como consecuencia de los desarrollos de sociedades previas.
Sea como fuere, los olmecas tienen un lugar especial en la historia mesoamericana, y su organización política y su cosmovisión alcanzaron una complejidad sin paralelo hasta entonces. De esa complejidad surgieron varias de las pautas culturales que en adelante y hasta la conquista española caracterizarían al conjunto de las sociedades prehispánicas, entre ellas: la construcción de edificios ceremoniales situados de acuerdo a planes bien definidos; una estructura social capaz de organizar la realización de esas y otras obras públicas; el desarrollo de un estilo artístico claramente reconocible, en su mayor parte asociado a monumentos y objetos cuyo fin era la legitimación del grupo dirigente; la realización de rituales complejos como el del juego de pelota, y el desarrollo de sistemas calendáricos y de escritura.



Cronología
1500-1200 a.C. Primeras fases de San Lorenzo. Se establece una aldea que cuenta con una población de entre 100 y 200 habitantes.

1200-900 a.C. Crecimiento poblacional en San Lorenzo, que llega a miles de habitantes. Se lleva a cabo una magna obra de remodelación de la loma en la que se encuentra el sitio, el cual se convierte en el más importante de la región.
En San Lorenzo se encuentran ya la mayoría de los elementos característicos de la cultura olmeca, como el establecimiento de un centro ceremonial, rituales complejos, cabezas colosales y altares.

900-850 a.C. Tal vez a consecuencia de conflictos sociales o de cambios ambientales, comienza el abandono de San Lorenzo y su entorno. Al final de este periodo se destruyen y entierran la mayoría de los monumentos de piedra.

900-500 a.C. El lugar de San Lorenzo como el principal centro de la región es ocupado por La Venta, cuyo apogeo es en muchos sentidos el de la cultura olmeca. En esta ciudad, además de cabezas colosales y altares, se levanta la estructura ceremonial más importante de su época y se realizan grandes ofrendas.
El estilo olmeca se difunde por varias regiones mesoamericanas. Esta amplia difusión puede verse como consecuencia de alianzas entre la elite olmeca y las de esas regiones, o debido al establecimiento de un sistema comercial interregional.

500-400 a.C. Decadencia de La Venta; varios de sus monumentos son destruidos. El centro de la cultura olmeca se traslada a Tres Zapotes. Aunque en este sitio se siguen fabricando esculturas, como las cabezas colosales, se aprecian cambios en el estilo. Tras un breve periodo la cultura olmeca desaparece.

(Tomado de: Vela, Enrique - Culturas prehispánicas de México. Arqueología Mexicana, Edición Especial #34. Editorial Raíces/Instituto Nacional de Antropología e Historia. México, D.F., 2010)