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viernes, 9 de abril de 2021

Francisco Gómez Palacio

 


Liberal duranguense de gran prestigio que actuó como civil en la guerra de Reforma y frente a la Intervención. Durante el porfiriato tuvo ingerencia en el desenvolvimiento de la Región Lagunera como gobernador de Durango.

(Tomado de:  Tamayo, Jorge L. (Introducción, selección y notas) - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993).

lunes, 8 de marzo de 2021

José María Arteaga

 


Nació en Aguascalientes en 1833. Ingresó en el ejército en 1852. En 1855 se incorporó al partido liberal. Desempeñó el cargo de gobernador de Querétaro. Fue fusilado en Uruapan, el 13 de octubre de 1865, por las fuerzas imperiales, siendo gobernador y jefe de las fuerzas republicanas en Michoacán.

(Tomado de:  Tamayo, Jorge L. (Introducción, selección y notas) - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993).

jueves, 28 de enero de 2021

Ignacio L. Alatorre

 


Nació en Guaymas, Sonora, en 1833. Estudió en el Seminario de Guadalajara, Jalisco. En 1850 se incorporó a la Guardia Nacional. Afiliado al ejército liberal participó en la guerra de Reforma. Se distinguió luchando contra la Intervención Francesa y alcanzó el grado de general de división en 1870. Aplastó la rebelión de la Noria en el Sur (1871-1872). En 1876, fiel al presidente Lerdo, luchó contra el Plan de Tuxtepec y fue derrotado en Tecoac por Porfirio Díaz. En el porfiriato desempeñó comisiones técnicas y se le nombró ministro en Centroamérica. Murió en Tampico el 11 de febrero de 1899. Es una de las figuras militares más notables de la segunda mitad del siglo pasado.

(Tomado de:  Tamayo, Jorge L. (Introducción, selección y notas) - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993)


viernes, 30 de octubre de 2020

Manuel Ruiz

Nativo de Oaxaca, condiscípulo de Juárez en el Instituto. Formó parte del grupo liberal, fue secretario de gobierno de Juárez de 1847 a 1852 y al triunfo de la Revolución de Ayutla colaboró con él en la elaboración de la Ley de Administración de Justicia. Por presión del grupo liberal y especialmente de Juárez, en una de las crisis ministeriales se le nombró ministro de Justicia del gobierno de Comonfort en 1857. Ministro de Justicia en Veracruz fue uno de los redactores de las Leyes de Reforma. Durante la Intervención, actuó como gobernador de Tamaulipas. Flaqueó al final y, a pretexto de luchas políticas internas, abandonó el campo liberal y pasó a territorio dominado por los imperiales. Murió en 1871.

(Tomado de:  Tamayo, Jorge L. (Introducción, selección y notas) - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993)

             

viernes, 19 de junio de 2020

Benito Juárez, acta de bautismo 1806


ACTA DE BAUTISMO

Don Juan Francisco Filio y Loaiza, cura coadjutor de la parroquia de Santo Tomás de Ixtlán, certifica que en los libros de mi cargo se halla uno forrado en badana colorada, titulado Libro de Bautismo de Ixtlán, Santa María Yahuichi, San Pablo Guelatao y Santa María Xaltianguis, comenzado en el año de 1696, en el cual a fojas 165 se halla una partida que, a la letra, es del tenor siguiente:

"En la iglesia parroquial de Santo Tomás Ixtlán, en 22 días del mes de marzo de 1806: yo, don Ambrosio Puche, Vicario de está Doctrina bauticé solemnemente a un niño que nació un día antes a quien nombré Benito Pablo, hijo legítimo de Marcelino Juárez y de Brígida García, indios del pueblo de San Pablo Guelatao, cuyos abuelos son Pedro Juárez y Justa López, y los maternos Pablo García y María García; fue su madrina Apolonia García, india casada con Francisco García, a quien advertí su obligación y parentesco espiritual y para que conste lo firmo con el señor Cura.

Ambrosio Puche=Mariano Cortabarría=."

La cual va fielmente sacada, corregida y constatada con su original a qué me remito y para que conste la firmo a 5 días del mes de julio de 1821.
Juan Francisco Filio

 (Tomado de:  Tamayo, Jorge L. (Introducción, selección y notas) - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993)

miércoles, 17 de junio de 2020

Ezequiel Montes


Nació en Cadereyta, Querétaro, el 26 de noviembre de 1820. A pesar de haber iniciado sus estudios tardíamente, los hizo con brillantez y alcanzó el título de abogado en 1852. Desde 1848 fue profesor en el Colegio de San Ildefonso. Incorporado al partido liberal en noviembre de 1855, fue nombrado oficial mayor de Relaciones Exteriores. En diciembre de ese mismo año, al ocupar la presidencia el general Ignacio Comonfort, sustituye a Juárez en el Ministerio de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública. En abril de 1857 se le nombra Ministro Plenipotenciario ante la Santa Sede. A su regreso fue designado diputado por Zumpango, México. Se negó a servir al Imperio y por ello sufrió prisión y destierro. Al triunfo de la República fue elegido diputado varias veces y finalmente secretario de Justicia e Instrucción Pública por segunda vez. Falleció el 5 de enero de 1883.

(Tomado de:  Tamayo, Jorge L. (Introducción, selección y notas) - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993)

viernes, 13 de diciembre de 2019

Santos Degollado

Nació en la ciudad de Guanajuato en 1811. En 1828 llegó a Morelia, donde trabajó de escribiente en la Haceduría de la Catedral. Autodidacto ejemplar, llegó a formarse una vasta cultura. En 1835 se suma al movimiento liberal. Siendo gobernador de Michoacán don Melchor Ocampo (1846), fue designado secretario de la Dirección de Estudios del Estado; también había sido presidente de la Junta Directiva de Fomento de Artesanos; al reabrirse el Colegio de San Nicolás fue nombrado secretario del plantel, al que dio gran prestigio.  
Actuó en el Bajío, como uno de los principales sostenedores de la Revolución de Ayutla. Por riguroso escalafón pasó de soldado raso a general. Al triunfo del movimiento liberal, Comonfort le nombró gobernador y comandante general de Jalisco; participó en el Congreso Constituyente de 1856; en marzo de 1858 fue nombrado ministro de Guerra y Marina y general del Ejército Federal. Fue uno de los más esforzados paladines de la causa progresista; participó en múltiples batallas con espíritu denodado, aunque casi siempre con suerte desafortunada, por lo que se le llamó el Héroe de las derrotas y el Santo de la Reforma.
Destituido de su alto cargo, en 1860, y sometido a proceso, por entablar pláticas para pacificar el país, con el encargado de negocios de Inglaterra, George W. Mathew, en las que se planteó el reemplazo de Juárez como presidente y la reunión de un nuevo congreso.
Al ser fusilado Melchor Ocampo en Tepeji del Río, el 4 de junio de 1861, solicitó y obtuvo de la Cámara de Diputados que se le permitiera, a fin de salir al mando de una columna militar a batir a los conservadores y vengar la muerte de su hermano, el ilustre reformador. El 15 de junio de 1861, en el Monte de las Cruces, al trabar el primer combate con las fuerzas de Márquez, halló la muerte.

(Tomado de:  Tamayo, Jorge L. (Introducción, selección y notas) - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993)


***


(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S.A. México, D.F. 1977, volumen III, Colima-Familia)

jueves, 3 de octubre de 2019

Matías Romero


Nació en Oaxaca el 24 de febrero de 1838. hizo sus estudios en esa ciudad, en el Seminario y en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado, donde concluye la carrera de Derecho. En 1854 se traslada a México y trabaja como funcionario judicial; el 12 de octubre de 1857 obtiene el título de abogado. Después del golpe de Estado de Comonfort, se unió a Juárez en Guanajuato, acompaña al presidente a Panamá y Veracruz, y actúa como secretario de Melchor Ocampo cuando es ministro de Relaciones. En diciembre de 1859 se le nombra secretario de la Legación en Washington y a partir del 14 de agosto del año siguiente queda como Encargado de Negocios; en 1863 se le designa ministro en Washington permaneciendo en Estados Unidos hasta 1867. Nombrado ministro de Hacienda en 1868, desempeñó el cargo hasta 1872, año en que se retiró para dedicarse a la agricultura en Chiapas. Después de ser elegido diputado y senador, vuelve a la Secretaría de Hacienda, de 1877 a 1879, cargo del que se separa por su quebrantada salud. Promueve el cultivo del café en Chiapas y Oaxaca. Nuevamente se le envía como ministro a Estados Unidos en 1882, donde permanece hasta 1892 en que atendió el Ministerio de Hacienda por un año, en 1893 regresa a Washington, donde murió el 30 de diciembre de 1898. Pocos días antes se había elevado nuestra representación a Embajada, pero Romero ya no pudo ostentar esa categoría.


(Tomado de: Tamayo, Jorge L. (Introducción, selección y notas) - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993)

martes, 25 de junio de 2019

Pedro Santacilia

Nació en Santiago de Cuba, el 24 de junio de 1826. Su primaria la realizó en Cuba y al ser trasladado su padre a España, hizo en la Península la segunda enseñanza, regresando a la Isla en 1845, donde completó su educación, dedicándose al profesorado y a las letras. Se interesó en el periodismo y se acreditó como historiador erudito y poeta inspirado. Radicado en Santiago, participó activamente en la vida cultural de su ciudad natal y a partir de 1851 se hizo notoria su participación en los grupos insurgentes; aprehendido, se le envió con un grupo de personas a La Habana, acusándolo de actos de infidencia; se le confinó a España; en 1853 se escapó por Gibraltar y se trasladó a Estados Unidos. Se radicó en Nueva York donde publicó la primera edición de su obra poética El arpa del proscrito. Fue muy activa su participación dentro de los grupos revolucionarios y bien conocido como poeta.


En Nueva Orleáns, se asoció con otro exiliado cubano, Domingo Goicuría en una negociación comercial; Benito Juárez llegó a Nueva Orleáns también desterrado y se estableció entre ellos una firme amistad, no obstante la diferencia de edades.


Al regresar Juárez a México para incorporarse a los sublevados de Guerrero, al amparo del Plan de Ayutla, Pedro Santacilia lo va a despedir al muelle y le pregunta: “¿Dónde nos volveremos a encontrar?” Juárez en rápida respuesta le dijo: “En México libre o en la eternidad”.


Al establecerse el gobierno en Veracruz durante la Guerra de Reforma, Juárez solicitó frecuentes servicios de la Casa “Goicuría y Santacilia”; la que fue su agente comprador de armas, parque, embarcaciones, etcétera, en muchas ocasiones a crédito.


Santacilia visitó México en 1861, casó con Manuela, hija mayor de Juárez; en 1863, acompañó a la familia en la peregrinación hacia el norte y el 12 de agosto de 1864, en Monterrey, recibió de Juárez el encargo de llevar a la familia a Nueva York para quedar a salvo de posibles contingencias.


En 1867, al volver, asumió la Secretaría Particular del presidente Juárez, hasta su muerte en julio de 1872.


Varias veces fue diputado federal y durante el régimen de Lerdo de Tejada tuvo esa representación. Al triunfar el Plan de Tuxtepec se retiró a la vida privada, dedicándose a su familia y a cultivar la memoria de Juárez.


Afortunadamente recogió del Palacio Nacional el archivo del presidente, le cuidó celosamente y sus descendientes lo entregaron a la nación, depositándolo en la Biblioteca Nacional en el año de 1925. Tuvo una larga vida; alcanzó los 84 años de edad, muriendo en la ciudad de México el 1° de marzo de 1910 por trombosis.


(Tomado de: Tamayo, Jorge L. (Introducción, selección y notas) - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993)

martes, 8 de enero de 2019

El Plan de Ayutla y las Leyes de Reforma

El 1° de marzo de 1854 un oscuro militar, el coronel Florencio Villarreal, lanzó en Ayutla el Plan que lleva su nombre, invitando a la nación a derrocar a Antonio López de Santa Anna y, como algo novedoso –en contraste con los planes de cuartelada y motín-, propone que, en lugar de sustituirlo simplemente con otro Gobierno, el presidente interino designado por los triunfadores deberá convocar a un Congreso Extraordinario

…el cual se ocupará exclusivamente de constituir a la nación bajo la forma de una República representativa popular y de revisar los actos del poder provisional.

Invitado el general Juan Álvarez, junto con otros jefes militares, aceptó ponerse al frente de las fuerzas libertadoras y cuando se alcanzó el triunfo, encabezó al Gobierno provisional.

La fuerte personalidad de este patriota, de escasas letras pero de una gran sensibilidad y experiencia, le permitió en el momento oportuno convertirse en el centro en torno del cual las nuevas generaciones iniciaron la lucha a su sombra; Juan Álvarez, el insurgente y constante luchador por las causas del pueblo, jugó un papel definitivo y de especial importancia al encauzar la lucha a la sombra del Plan de Ayutla.

Este Plan, aparentemente intrascendente, tuvo la virtud de permitir que en torno a él se agruparan las más valiosas personalidades del mundo progresista del México de entonces, ya fueran los que sufrían el destierro, como Juárez, Ocampo y Mata, o los que para salvar su vida se habían refugiado en medio de las montañas; despertado el entusiasmo, también los escépticos y pasivos que en un principio no se habían decidido a actuar, pronto se dirigieron al puerto de Acapulco y más tarde a Cuernavaca, para ofrecer sus servicios.

A partir de esos días se inició uno de los más limpios movimientos de la historia mexicana, que culminó como primera etapa, en la preparación y, más tarde, promulgación de una Constitución moderada, la que todavía el Congreso Constituyente consideró conveniente iniciar en la forma siguiente: “En el nombre de Dios y con la autoridad del pueblo mexicano…”

Antes de reunirse en el Congreso, el grupo radical del que formaban parte destacadamente Juárez, Ocampo, Miguel Lerdo de Tejada, Ignacio Ramírez, Guillermo Prieto, etcétera, había logrado que, obedeciendo el clamor popular, el gobierno provisional interino expidiera una importantísima Ley sobre Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales de la Nación del Distrito y Territorios. Por haber sido redactada personalmente por Juárez, en funciones de ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos y presentada a la consideración del Consejo de Ministros, ha recibido el nombre, desde su expedición, el 23 de noviembre de 1855, de “Ley Juárez”.

Con esta ley se logró la abolición de los fueros, pues en el artículo 42, en forma categórica, se declara que se suprimen los numerosos tribunales especiales, con excepción de los eclesiásticos y militares, a los que se restringe su jurisdicción en la forma siguiente:

Los tribunales eclesiásticos cesarán de conocer en los negocios civiles y continuarán conociendo de los delitos comunes de individuos de su fuero, mientras se expide una ley que arregle ese punto. Los tribunales militares cesarán también de conocer de los negocios civiles y conocerán tan sólo de los delitos puramente militares o mixtos de los individuos sujetos al fuero de guerra. Las disposiciones que comprende este artículo son generales para toda la República y los Estados no podrán variarlos o modificarlos.

Esta ley trascendental colocó a todos los mexicanos en el mismo nivel ante la sociedad, eliminando categorías y prejuicios que se venían arrastrando desde la época colonial. Fue, no cabe duda, la primera de las Leyes de Reforma.

Los altos dignatarios de la Iglesia Católica, en el fondo, no rechazaron la Ley en la parte de la supresión del fisco eclesiástico; varios de ellos solicitaron que se pidiera al Papa su conformidad, como requisito para ponerla en vigor. Juárez, como Ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos, en nombre del Gobierno se negó, por considerar que el Estado tenía facultades para legislar en cuestiones civiles.

Los documentos cruzados sobre este tema por el arzobispo de México y los obispos de Michoacán, San Luis Potosí y de Guadalajara, constituyen un diálogo epistolar de gran altura.
(Ignacio Comonfort)

Firme en su propósito de transformación, el gobierno interino, no obstante que se había retirado el general Juan Álvarez de la presidencia de la República y lo sustituyó Comonfort, expidió el 25 de junio de 1856, a iniciativa de Miguel Lerdo de Tejada, la Ley de desamortización de Bienes del Clero y de Corporaciones, instrumento que tenía fundamentalmente un propósito económico: poner en circulación los bienes de manos muertas, que no contribuían al progreso económico del país y, como segundo objetivo, eliminar la influencia económica de la Iglesia, que, por su naturaleza conservadora, frenaba el progreso del país y, a la vez, le permitía disponer de una gran fuerza política. Habrá que considerar este paso como otra de las Leyes de Reforma.

Ambas disposiciones fueron examinadas por el Congreso Constituyente y después de acaloradas discusiones, incorporadas a la Constitución del 5 de febrero de 1857.

Dominando en el Congreso Constituyente liberales moderados, no fue posible que se incluyeran en la Constitución reformas radicales, pero se incorporaron los derechos del hombre, pregonados por la Revolución Francesa setenta años antes y por ello se declaró la absoluta prohibición de la esclavitud; la desautorización a los votos religiosos; se estableció la libertad de pensamiento y de expresión de las ideas, el derecho de asociación y de viajar dentro y fuera del país, se abolieron los títulos de nobleza, etcétera. Sin embargo, no fue posible que se precisara la situación de la Iglesia frente al Estado, tampoco se logró que se legislara sobre la enseñanza y, menos aún, que se examinara el grave problema agrario.
Pero no se piense que por falta de conocimiento de los mismos; varios diputados presentaron iniciativas concretas sobre estos temas pero la mayoría los rechazó, prefiriendo dentro de un espíritu de conciliación abstenerse de incluirlos en la Constitución.


(Benito Juárez)

Juárez que, desde enero de 1856, desempeñaba el cargo de gobernador del Estado de Oaxaca, al principio con carácter interino y más tarde por elección popular, siguió paso a paso las deliberaciones del Congreso Constituyente. No estuvo satisfecho del rumbo que el Congreso tomó y menos del texto constitucional final, por lo que al instalar el Congreso local, el 21 de junio de 1857, dijo en la ciudad de Oaxaca, comentando los anhelos insatisfechos:

Verdad es que en esa Constitución aún no se han establecido de lleno y con franqueza, todos los principios que la causa de la libertad demanda para que México disfrute de una paz perdurable. Verdad es también que establecer esos principios por medio de adiciones y reformas, corresponde a los representantes de la Nación; pero entre tanto, vuestra sabiduría y patriotismo os ministrará medios a propósito para preparar los ánimos de vuestros comitentes, removiendo los obstáculos que los intereses bastardos, las preocupaciones y la ignorancia oponen al mejoramiento de nuestra sociedad.

En estas palabas, no sólo se ve al ideólogo insatisfecho, sino al político previsor, que está convencido que podrá, en el futuro, hacer avanzar el texto constitucional. En cierta medida, en las frases anteriores, se observa el anticipo de la acción que más tarde permitiría promulgar las Leyes de Reforma.

A finales de 1857, Comonfort realiza el golpe de Estado; Juárez, en funciones de Presidente de la Suprema Corte, asume la Presidencia interina de la República e instala, después de varias peripecias, el gobierno legítimo en el puerto de Veracruz.

El golpe de Estado y la cruenta lucha posterior, en lugar de desanimar a los liberales, reforzó el grupo radical y pronto los hombres que estaban con las armas en la mano requirieron y exigieron al Gobierno que tomara medidas adecuadas para contrarrestar la acción de la Iglesia, pues ésta proporcionaba recursos económicos a los conservadores que, a la sombra del lema “Religión y Fueros”, se oponían a la vigencia de la Constitución.
Fue así como, a partir de julio de 1859, el Gabinete integrado por Manuel Ruiz, Melchor Ocampo y Miguel Lerdo de Tejada, bajo la presidencia de Benito Juárez, resolvió expedir las siguientes leyes que forman la segunda etapa de las que la historia ha denominado “Leyes de Reforma”:

Separación de la Iglesia y del Estado (12 de julio).

Nacionalización de los bienes del clero (12 de julio).

Matrimonio civil (23 de julio).

Secularización de cementerios (31 de julio).

Calendario de fiestas públicas laicas (11 de agosto).

La lucha se hizo aún más violenta, exacerbada por la expedición de las leyes anteriores. El segundo semestre de 1859 fue adverso para los liberales, pero al año siguiente cambió la situación, seguramente estimulados por su nueva bandera: las Leyes de Reforma. En diciembre de 1860 alcanzaban el triunfo militar definitivo en Calpulalpan, México, al mando del general Jesús González Ortega.

En diciembre de 1860, Juan Antonio de la Fuente elabora y presenta a la consideración del Gabinete –ahora formado por Ocampo, Emparan y De la Llave-, la Ley sobre la Libertad de cultos, que constituye la última de estas etapas de las reformas.

De regreso a la capital, Juárez no se limita a establecer la administración legítima, sino que auxiliado por un equipo fogueado, audaz y enérgico, pone en marcha la aplicación de las Leyes de Reforma, iniciando la exclaustración de monjas y frailes, tomando posesión de los bienes del clero y de los cementerios, instalando y reforzando el Registro Civil y manteniendo la más completa separación de funciones entre el Estado y el clero.

(Tomado de: Jorge L. Tamayo - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99)



jueves, 20 de diciembre de 2018

Ignacio Luis Vallarta


 
 
Originario de Jalisco. Político y jurista de gran prestigio. Sus inicios en el servicio público fueron tempranos. Al triunfo de la Revolución de Ayutla (1855) ya participaba en la política del país. Santos Degollado, gobernador de Jalisco lo nombró su secretario particular. Por entonces también impartió las cátedras de Derecho Natural de Gentes, de Historia y Economía Política, y desempeñó el cargo de fiscal del jurado de imprenta.

Diputado al Congreso Constituyente de 1856, se hizo famoso con un discurso sobre la abolición de la Compañía de Jesús. Durante la Guerra de Reforma, actuó en las filas liberales, en su estado natal, y al terminar ésta es nombrado coronel del Batallón Hidalgo. Iniciada la Intervención Francesa se preparó con un grupo de jóvenes para resistirla.

En diciembre de 1863, fue nombrado gobernador de Jalisco. Al aproximarse los imperiales a Guadalajara, se trasladó a Mazatlán, para cumplir con la ley que prohibía permanecer en territorio enemigo; marchó después a Baja California, emigró a Estados Unidos a principios de 1866. En mayo de ese año, ya de regreso acompañó a Juárez en Zacatecas. En enero de 1868 se le llama al ministerio de Gobernación y pocos meses después renuncia a causa de las frecuentes pugnas con el grupo lerdista.

Posteriormente fue gobernador de Jalisco (1871-1875), secretario de Relaciones Exteriores, (1876-1878), en el primer gabinete presidido por Porfirio Díaz, y presidente de la Suprema Corte de Justicia (1878-1882). Autoridad en Derecho Constitucional, publicó Votos de Vallarta, obra en la que trata de diversos temas jurídicos y que es, todavía, obra de consulta. Murió en la mañana del último día de 1893.

(Tomado de: Jorge L. Tamayo - Antología de Benito Juárez)






lunes, 12 de noviembre de 2018

Juan Prim y Prats




Nació en Reus, población de Cataluña (España) el 6 de diciembre de 1814. De origen humilde, sentó plaza como soldado el 21 de febrero de 1834. Para 1839 era ya coronel y había sido herido ocho veces. 

Liberal, inició su vida política parlamentaria con diputado en 1841, y ya como brigadier reprime una sedición conservadora en Barcelona en 1844, por lo que se le conceden los títulos de conde de Reus y vizconde de Bruch. Por su actividad política progresista, es procesado en 1845; designado más tarde capitán general de Puerto Rico, tuvo una actuación contradictoria a su filiación política y aún se le acusó de crueldad. Ascendido a teniente general en 1854; se destacó en Melilla; más tarde fue diputado constituyente. En diciembre de 1858, como senador, públicamente se opuso a cualquier intervención española en México.

Nuevamente interviene en la guerra de África (1859-1860) y por su decisiva participación se le hace marqués de Castillejos. Inexplicablemente se le designa alto comisionado y jefe de las fuerzas españolas enviadas a México, como consecuencia de la Convención de Londres.

Llegó a Veracruz en enero de 1862 y participó en los Preliminares de la Soledad; se opuso a las maniobras del comisionado francés y finalmente tomó la decisión de retirar la Expedición Española de México. En carta personal a Napoleón III, le hizo ver lo equivocado de su política y vaticinó el fracaso del proyectado Imperio.

Nombrado senador vitalicio en 1865, tomó la jefatura del Partido Progresista, adoptando una posición opuesta al régimen imperante, por lo que se exilió en Portugal. Lucha por derrocar la monarquía, actuando decisivamente en 1868, año en que se logra este objetivo; al año siguiente fue jefe de gobierno.

Inmediatamente envía, con su ayudante de campo, carta confidencial al presidente Juárez, proponiendo el restablecimiento de relaciones, interrumpidas desde 1862. Prohijó un régimen monárquico-democrático, y la designación de Amadeo I como rey de España. La noche del 27 de diciembre de 1870 cae víctima de un atentado, muriendo tres días después.

(Tomado de: Jorge L. Tamayo - Antología de Benito Juárez)

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Ignacio Zaragoza


Nació en 1829 en el poblado de Espíritu Santo, Texas, hoy Goliad. A la edad de 23 años se alistó en los Guardias Nacionales de Nuevo León y en 1853 ingresó al Ejército Permanente. Se adhirió al Plan de Ayutla y al Partido Liberal y combatió a Santa Anna. Al realizarse el golpe de Estado de Comonfort, peleó dentro de la ciudad de México en defensa de la Constitución; estuvo en la toma de Zacatecas y en la de San Luis Potosí. El 28 de febrero de 1859, el ministro de Guerra Santos Degollado, lo ascendió a general de brigada graduado; asumió el mando del sitio de Guadalajara, derrotando a las tropas de Leonardo Márquez. Fue el segundo de González Ortega en la batalla de Calpulalpan, México, que dio fin a la Guerra de Reforma.

Ministro de la Guerra en 1861, dejó el cargo para tomar el mando directo de tropas frente a la invasión francesa; en enero de 1862 se le nombró jefe del Ejército de Oriente que el 5 de mayo de 1862, en Puebla, se cubrió de gloria al derrotar a los invasores. Sobrevivió poco a su triunfo; atacado de tifo, murió en la ciudad que lleva su nombre, Puebla de Zaragoza, el 8 de septiembre de 1862, a la temprana edad de 33 años.

El gobierno, por decretos de 11 de septiembre, lo ascendió a general de división con antigüedad al 5 de mayo, lo declaró Benemérito de la Patria en grado heroico, ordenando se escribiese su nombre con letras de oro en el salón de sesiones del Congreso de la Unión, y declaró también 9 días de luto.

(Tomado de: Jorge L. Tamayo - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del Estudiante Universitario #99)

sábado, 28 de julio de 2018

Ponciano Arriaga

Ponciano Arriaga



Una de las más destacadas personalidades del liberalismo mexicano. Nació en la ciudad de San Luis Potosí en 1811. Abogado a los veinte años, se le habilitó la edad al titularse. Diputado al Congreso de la Unión en 1843 y 1848; ministro de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública en el gobierno del presidente Arista (1852).

Desterrado por Santa Anna, en Nueva Orleáns, estuvo en contacto con Juárez, Ocampo y otros mexicanos también desterrados. Regresó al triunfar el Plan de Ayutla. Gozó de gran popularidad y prestigio; siete distritos electorales le nombraron su representante al Congreso Constituyente de 1856; presidió la Comisión de Constitución.


Discrepando con la Comisión, produjo su Voto particular sobre la Propiedad, en el que plasmó sus ideas sociales y agrarias. Se pronunció contra la ignorancia y miseria del pueblo, contra "las ventajas y privilegios que gozan los extranjeros en la industria" y contra el sistema feudal establecido en la "propiedad territorial-monopolizada por pocos y grandes señores".


Gobernador interino de Aguascalientes en 1862 y gobernador del Distrito Federal en 1863; murió en San Luis Potosí el 1° de marzo de 1865.


(Tomado de: Jorge L. Tamayo - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del estudiante universitario #99)



lunes, 23 de julio de 2018

Margarita Maza de Juárez

Margarita Maza de Juárez



Nació en Oaxaca el 29 de marzo de 1826, habiendo sido adoptada por Antonio Maza y Petra Parada. Recibió la educación común a las jóvenes de su época y casó el 31 de julio de 1843 con Benito Juárez, ya abogado de prestigio y definida posición liberal. Su unión fue muy prolífera, habiendo tenido doce hijos a los que sobrevivieron siete. Con gran entereza sorteó los problemas derivados de las persecuciones a su esposo en 1853 y 1854; más tarde cruzó la Sierra Madre de Oaxaca para unirse a su esposo en 1859 durante la Guerra de Reforma. Radicada en la ciudad de México de 1861 a 1863, a fines de este año siguió a su esposo a San Luis Potosí y Monterrey, donde nació su último hijo llamado Antonio.

Habiendo fracasado un intento de plagio de la familia entre Saltillo y Monterrey, Juárez decidió enviar a su esposa  e hijos a Nueva York a fines de 1864, al cuidado de su yerno Pedro Santacilia donde hicieron vida modesta con grandes estrecheces económicas en una humilde casa de 210 East 13th st. Murió en 1864 su hijo José y al año siguiente Antonio. El presidente Lincoln la ignoró y lo mismo ocurrió con su sucesor Johnson, quien hasta 1866 en que, con motivo de un viaje de Margarita a Washington, le ofreció una recepción y el gobierno en general, diversas atenciones.

Volvió al país en agosto de 1867, haciendo una vida sencilla, discreta, acompañando a su esposo en su vida oficial. Víctima del cáncer, los dos años finales de su vida fueron muy dolorosos, muriendo el 2 de enero de 1871. Está enterrada en el mismo mausoleo de Juárez en el Panteón de San Fernando. Su nombre se ha inscrito en el Congreso de la Unión, como homenaje nacional, por resolución del Poder Legislativo de diciembre de 1966.


(Tomado de: Jorge L. Tamayo - Antología de Benito Juárez. Biblioteca del estudiante universitario #99. Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, D. F. 1993)