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jueves, 8 de agosto de 2024

Cara e'foca y otros demonios

 


Cara e'foca y otros demonios 

Por Ana María Cortés


Si el compositor alemán Ludwig van Beethoven trascendió con su sinfonías número Cinco y Nueve, Dámaso Pérez Prado provocó escándalo y dio la vuelta al mundo con sus mambos número Cinco y Ocho. 


¡Aaaaaggghh! ¡Uuugg!... Era el sonido gutural que brotaba de la boca de Dámaso Pérez Prado "El Cara e'foca" -como lo apodó su paisano Benny Moré por su piel morena, largos bigotes y prominente cuello- para indicar a sus músicos irrumpir el ambiente de cualquier teatro, cabaret o salón de baile, con saxofones roncos, apagados, que explotaban en un sonido agudo sostenido por la trompeta de Cecilio "Chilo" Morán para dar la tonalidad del mambo "José", rúbrica de la Orquesta de Pérez Prado. 

Pablo Dámaso Jesús "Pipo" fue hijo de la directora de una escuela primaria, Sara Prado, y del periodista Pablo Pérez. Nació en Matanzas, Cuba, el 11 de diciembre de 1917 -según sus declaraciones ante las autoridades autoridades mexicanas de migración- y estudió música en su ciudad natal, especializándose en piano. 

En la capital cubana, La Habana, el músico matancero empezó "hueseando", es decir, trabajó como pianista en varias agrupaciones. Al pertenecer a la del cabaret Kursaal, conoce a Orlando Guerra "Cascarita", cantante de la orquesta más famosa de ese momento en Cuba: La Casino de la Playa, y comienza a hacer arreglo musicales para él. Con la agrupación de Paulina Álvarez conoce todo lo relacionado al danzón; después formó una orquesta propia, de las llamadas "charangas”.

Patadas y gritos 

Como su música no gustaba a los dueños de las disqueras cubanas, Prado decide viajar a nuestro país, animado por la actriz y bailarina Ninón Sevilla, aunque él aseguraba que lo invitó Kiko Mendive, cantante de la orquesta del también cubano Arturo Núñez, a quien Dámaso ya le había hecho algunos arreglos musicales. 

Durante los años 40, México estaba en pleno crecimiento industrial y las clases media y alta de la capital asistían a los espectáculos de los centros nocturnos, como el Ciro's del Hotel Reforma, el salón Candiles del hotel Del Prado o El Patio, donde la música norteamericana de las grandes bandas (Glenn Miller, Harry James, Tommy Dorsey, Benny Goodman, Louis Armstrong) era interpretada por Luis Alcaraz, Gonzalo Curiel, Ernesto Mesta Chaires, entre otros. 

Prado encuentra este panorama al llegar a nuestro país en octubre de 1948 y se dedica a elaborar arreglos para Kiko Mendive; luego graba con la compañía discográfica RCA Víctor. Sin éxito aparente, debuta el domingo de resurrección (2 de abril) de 1950 en el salón de baile Brasil, al cual asistió el presidente de la República Mexicana Miguel Alemán Velasco, y el actor Mario Moreno "Cantinflas", entre otros. Se improvisó entonces una nueva forma de bailar: la gente se juntaba por equipos y no por parejas, y como en los minuetos de antaño surgieron los movimientos coreográficos masivos. 

Tras el éxito del Brasil las ofertas pulularon. No sólo los salones de baile lo requerían, sino también los centros nocturnos y los teatros, como El Margo (hoy Blanquita), donde tuvo temporadas exitosas, incluso una de ellas duró un año y siete meses.

A partir de 1949, El Cara e'foca ingresa al cine como arreglista: ya consagrado, le piden que toque sus temas más conocidos en las cintas; las primeras donde participa como arreglista son Coqueta (Fernando A. Rivero, 1949) y Aventurera (Alberto Gout, 1949). En Perdida (Fernando A. Rivero, 1949), aparece una de sus canciones: "Maravillosa", la cual baila Ninón Sevilla. El mambo permitió el lucimiento de actores y actrices como auténticos bailarines, entre ellos Joaquín Pardavé, Adalberto Martínez "Resortes", Rafael Baledón, Niní Marshal, Famie Kaufman "Vitola", Germán Valdés "Tin Tán", que se movían de manera chusca. En cambio, las Dolly Sisters, Ninón Sevilla, Gloria Mestre, María Antonieta Pons, Amalia Aguilar o Rosa Carmina, mostraban sus exuberantes cuerpos y trajes rumberos, provocando suspiros de los espectadores y la ira de los representantes de la iglesia católica: en la ciudad mexicana de Culiacán, Sinaloa, prohibieron a los fieles cualquier contacto con el ritmo, mientras que en Colombia les negaban el perdón divino, y en Venezuela, tanto Pérez Prado como María Antonieta Pons eran considerados "la verdadera encarnación del diablo”.

Al Mambo le salen alas 

Desde su llegada a México y hasta su deportación (6-octubre-1953), el músico matancero participó en 30, cintas la última de este periodo fue Sindicato de telemirones (René Cardona, 1953). El maestro afirmaba que inventó el mambo sin saber el porqué; sacó el nombre de una expresión cubana "cuando no nos gustan las noticias de algún político". Sin embargo, algunos críticos aseguran que fue el músico Orestes López quien escribió el primer danzón-mambo, cuando trabajaba en la charanga de Antonio Arcaño en Cuba, el cual utilizaba la palabra "mambear" como sinónimo de "improvisar". El mambo conquistó al mundo con una orquesta formada por músicos mexicanos, dirigida por el Cara e'foca, quien afirmaba con orgullo: "A Japón he ido a trabajar más de 20 veces. En Alemania llevo más de 110 millones de discos vendidos”.

Además de deleitar el oído del emperador Hirohito, los reyes Hussein de Arabia Saudita y Juan Carlos de España también dieron patadas, movieron los hombros y la cadera frenéticamente, incluso cuando la agrupación de Dámaso fue a Marruecos, el rey Kassam "regaló mil dólares a cada uno de nosotros, los músicos de la orquesta", aseguró en una entrevista Filiberto Meléndez. Prado trabajó en la RCA Víctor hasta que lo expulsan del país. Armando Cárdenas, locutor y conocedor del mambo, aclaró: "se piensa que lo deportaron por tratar de ponerle ritmo al Himno Nacional. Sólo sucedió que se fue al Margo cuando tenía un contrato firmado con el teatro Cervantes y lo reportaron". Se refugió en Estados Unidos de 1953 a 1958 y ahí crea "La suite de las Américas", "El concierto para bongó" y "Vudú Mambo". Al regresar a México, en 1964, el maestro trae otros ritmos como el suby, la chunga, y el dengue, pero el público sigue fiel al mambo. Su última cinta como actor fue El dengue del amor (Roberto Rodríguez, 1965); además se presentó en televisión, centros nocturnos y teatros de revista. 

Prado tuvo muchas mujeres en su vida, pero se sabe que sólo con dos se casó. La primera fue Engracia Salinas (con la cual vivió durante los últimos días de su vida) y junto a ella procreó un hijo: Gerardo Dámaso. Su matrimonio se efectuó en 1951 y se divorció en 1976 para contraer nupcias en 1979 con María del Carmen Josefina Linares. También se sabe que con una italiana mantuvo una relación, de la cual nació su hija O'dalia. 

Durante una gira Japón en 1988 el Cara e'foca había decaído; su salud minaba a causa de la diabetes. Los músicos disidentes del Sindicato Único de Trabajadores de la Música (SUTM), dirigido por Venustiano Reyes "Venus Rey", rindieron homenaje en vida al maestro; además, actores y cantantes, como Blanca Guerra, Ofelia Medina, María Victoria, Yolanda Montes "Tongolele", Tania Libertad y Eugenia León, entre otros, montaron un espectáculo en el teatro Blanquita del 7 de septiembre al 4 de octubre de 1989, con el fin de recaudar fondos para el músico matancero. Sin embargo, luego de amputársele una pierna, sufrió una hemorragia cerebral y sin contar con el apoyo del SUTM, ni de la ANDA (Asociación Nacional de Actores) para ser atendido por especialistas, el Rey del Mambo falleció el 14 de septiembre de 1989 a los 72 años de edad; su cuerpo fue velado en la agencia funeraria de Gayosso Félix Cuevas, en la ciudad de México. Han pasado ya 10 años desde su muerte y todo parece indicar que el mambo nos acompañará en el próximo milenio. 


(Tomado de: Cortés, Ana María - Somos Uno, especial de colección, Las rumberas del cine mexicano. Cara e'foca y otros demonios. Año 10, núm. 189. Editorial Televisa, S.A. de C.V., México, D.F., 1999)

viernes, 12 de julio de 2024

Chamaquear

 


(Náh. chamahuac, grueso, para referirse a un niño que suele estar gordo). Acción y conducta política que consiste en tratar como menor de edad a una persona adulta, engañándola o impresionándola.

El día que el comandante Fidel Castro chamaqueó al presidente Vicente Fox:

El 2 de abril de 2002 la televisión cubana dio a conocer la grabación de una charla entre el comandante y Fox, que se dio previo a la Cumbre de Monterrey, el 19 de marzo, en la que se escuchó lo siguiente:

-Fox: Fidel, primero, antes que nada, quisiera pedirte que esta conversación sea entre tú y yo, ¿estás de acuerdo?

-Fidel: Sí, señor, dígame usted (nótese que mientras el comandante trata de usted al presidente Fox, éste lo tutea).

-Fox: Fidel, ¿puedo pedirte otro favor?

-Fidel: ¡Dígame!

-Fox: Que estando en casa me serviría muchísimo que no hubiera declaraciones sobre el tema de las relaciones México-Cuba o de ese evento que vivimos en días pasados. 

-Fidel: No tengo necesidad de hacer declaraciones allí.

-Fox: Qué bueno.

-Fidel: ¡Dígame en qué más puedo servirle! (Nótese que el presidente no descubre la fina ironía del comandante).

-Fox: Pues básicamente no agredir a Estados Unidos o al presidente Bush, sino suscribirnos al protocolo.

-Fidel: Sí señor, qué más.

-Fox: Te ofrezco y te invito a que estés en mi almuerzo, inclusive que te sientes a mi lado, y que terminado el evento y la participación ya te regresarás... y me dejarás libre el viernes para que no me compliques.

-Fidel: Y de ahí cumplo sus órdenes, me regreso.

-Fox: Fidel, te agradezco muchísimo.

-Fidel: Muy bien, Presidente.

-Fox: Nos van a salir bien las cosas así.


Una semana antes de que se diera a conocer la grabación, el canciller [Jorge] Castañeda promovió en Ginebra, en la Asamblea sobre Derechos Humanos, el voto en contra de Cuba.

El presidente Fox fue exhibido como mentiroso, tramposo y servil frente a los Estados Unidos. Ganó la astucia del viejo estadista Fidel Castro, que manejó la situación sacando ventaja sobre el asunto.


(Tomado de: Roldán Quiñones, Luis Fernando. Diccionario irreverente de Política mexicana. Con ilustraciones de Helguera. Grijalbo/Random House Mondadori, S.A. de C.V. México, D.F., 2006).

jueves, 13 de junio de 2024

Yucatán a mediados del siglo XIX


Antecedentes: Yucatán a mediados del siglo XIX

Una historia muy particular 

[...]

A la llegada de los españoles, la península no sólo no contaba con un poder centralizador como el resto de México, sino que estaba dividida en 16 cacicazgos en lucha unos con otros, lo cual constituyó durante décadas un reto memorable para conquistadores, colonizadores y misioneros. Durante la etapa colonial, Yucatán no constituyó realmente parte del virreinato de Nueva España, sino que su capitán general y gobernador dependía, en lo político, del virrey en lo militar, del rey, y de la Real Audiencia para las cuestiones judiciales. Dicho capitán general era nombrado directamente por la corona y en los casos de un interino por el virrey. Bajo su autoridad estaban los alcaldes mayores y los tenientes de rey, como el que administraba el puerto de Campeche. En el siglo XIX y a raíz de las reformas borbónicas, el capitán general fue sustituido por un intendente con poderes casi absolutos en los ámbitos político, administrativo, judicial y militar. En los inicios del XIX, Yucatán era una intendencia con capital en Mérida, que comprendía las Islas y la alcaldía mayor de Tabasco.

Como ya mencionamos, la península ni siquiera tenía una continuidad territorial con Nueva España. No existía tampoco una similitud cultural en cuanto al grupo indígena que habitaba la península y que era el maya. En general, tenía lazos económicos más fuertes con Cuba que con México y, por lo mismo, mayores y más fuertes lazos sociales y de comunicación. Desde 1814, Yucatán era la única provincia que podía comerciar libremente con otras naciones, incluyendo a otras colonias españolas. Tenía sus propias tropas y navíos de guerra, así como un arancel de aduanas muy favorable, o sea, menor del que pagaban las provincias de Nueva España (15% por mercancías extranjeras y 9% por mercancías cubanas). Es importante recordar todas estas particularidades de Yucatán en los albores del siglo XIX, por la relevancia que más tarde tendrán en sus tendencias políticas y en sus relaciones con el centro de México.

la independencia de México es el mejor ejemplo de un proceso histórico regional, ya que la lucha se concentró en el Bajío, el centro del país y la tierra caliente, y no tocó a Yucatán más que cuando ya había realmente terminado. El triunfo de los grupos de poder criollos realizas encontró un eco favorable en la sociedad yucateca, que se había mantenido conservadoramente al margen del conflicto, y ello se explica por las características tan particulares que tenía Yucatán A fines de la etapa colonial, y que ya mencionamos brevemente.

Resulta interesante conocer la opinión de Juan Suárez y Navarro quien, en 1861, realizó para el presidente Juárez una extensa investigación acerca del acontecer en Yucatán, del por qué de sus particularidades, de las rencillas entre Mérida y Campeche y del estado que guardaba el comercio de esclavos mayas a Cuba. Entre otras cosas, comenta lo siguiente:


Permaneciendo los habitantes de aquel suelo enteramente extraños a la gran lucha iniciada en 1810 hasta 1821, por un acto libre y espontáneo, también calculado como necesario, Yucatán se adhirió al gran todo de la nación, y en aquella época, y muchos años después, fue atendido y considerado por el gobierno nacional. La especie de independencia de que Yucatán disfrutó bajo el gobierno de los virreyes, favoreció el que desde muy temprano se aclimatasen allí las doctrinas y los principios liberales, y no por otro motivo cuando en 1823 fue derrocado el imperio fugaz de Iturbide, el gobierno de la península siguió el impulso de la nación, ratificando el pacto de unión a ella como el más seguro medio de su futuro bienestar.


El país emergió de largo proceso independentista en medio de una gran euforia que no correspondía a una realidad que hablaba a gritos de escasez de recursos, baja demografía, total desorganización social y política, estancamiento del comercio de ultramar, fuga de capitales y deuda externa. Los criollos triunfantes, con Iturbide a la cabeza, se propusieron de inmediato gobernar a México mediante una monarquía constitucional que al poco tiempo fracasó; y así, en 1821, se abre el debate nacional acerca de la naturaleza del gobierno que más le convenía al país, debate que llegó a convertirse en guerra civil y que determinaría el desarrollo de México en esa etapa.

A riesgo de simplificar pavorosamente el acontecer para abreviar en lo posible esta semblanza introductoria y ubicar a Yucatán en los inicios del siglo XIX, diremos que la gran escisión política a nivel nacional se dio entre el grupo de los liberales y el de los conservadores. Estos últimos en general continuaron durante varias décadas favoreciendo al régimen monárquico como el mejor para el país, mientras que los liberales, partidarios del republicanismo, se dividieron a su vez, en dos facciones: los federalistas y los centralistas. Los primeros partidos políticos del país emanados de las logias masónicas en pugna pronto se identificaron con estas tendencias: los yorkinos eran federalistas, mientras que los escoceses optaron por el centralismo.

A partir de 1812, los grupos políticos yucatecos reflejaron el acontecer político nacional con particularidades propias: los sanjuanistas, una curiosa mezcla de liberales católicos, apoyaron resueltamente los cambios propugnados por la constitución de Cádiz. Su lucha se centró en lograr una serie de reformas sociales desde el punto de vista cristiano, que incluían el rescate de la población maya. Paralelamente, el grupo de los liberales compuesto por criollos y mestizos anticlericales, sostenía que el modelo político y económico a seguir era el de Estados Unidos, y de acuerdo con estas ideas, los mayas les parecían un obstáculo en el progreso de la península. Un tercer grupo era el de los rutineros, al que pertenecían las autoridades políticas, el alto clero y numerosos hacendados, todos ellos monárquicos recalcitrantes interesados en mantener el statu quo y continuar dominando y utilizando a los mayas.

Para 1818, los sanjuanistas habían dado lugar a la llamada Confederación Patriótica, a la cual se sumaron también varios liberales y rutineros. Esta agrupación, que no comulgaba con los ideales insurgentes de Independencia, apoyó nuevamente la Constitución de Cádiz y el establecimiento de una monarquía constitucional. Al mismo tiempo, el grupo liberal se empezó a identificar con la logia yorkina, a la cual se sumaron varios sanjuanistas y también rutineros. Los pocos rutineros que permanecieron como tales se convirtieron en un reducido grupo de conservadores monárquicos. Para 1823, este panorama de tendencias y alianzas políticas había evolucionado hasta incluir a tres grupos: la Liga, producto de la unión de la Confederación Patriótica y otros grupos menores, la Camarilla, emanada de la logia yorkina, y el partido liberal como tal. Tanto la Liga como la Camarilla se habían olvidado por completo de la reivindicación de los mayas y sus miembros eran todos republicanos federalistas y liberales; la única diferencia era que los partidarios de la Liga eran católicos y los de la Camarilla, anticlericales. Por su lado, el partido liberal yucateco imprimió un nuevo sello al panorama político de la península -que era el de un republicanismo federalista liberal- al irse polarizando entre Mérida y Campeche. Como bien dice Suárez y Navarro:


Los principios políticos jamás han estado en discusión en la Península; la clase inteligente nunca ha entrado en lucha por esas o las otras teorías de gobierno, porque evidentemente en ningún estado de la Confederación han existido tan de tan antiguo los principios liberales y republicanos como en aquel suelo privilegiado. Las leyes más importantes de reforma que la nación ha sostenido por medio de una lucha sangrienta, estaban ejecutoriadas en Yucatán desde el año de 1782, puesto que bajo el gobierno del obispo Piña se verificó la desamortización de bienes eclesiásticos... el origen de las vicisitudes políticas de aquel país no ha sido la mayor o menor resistencia que hayan podido hacer las clases menos ilustradas ni los intereses de las corporaciones que en el resto de la República han pugnado abiertamente contra las tendencias del siglo... la lucha política en Yucatán se circunscribe a intereses puramente personales…


De esta forma, la lucha política en Yucatán adquirió características muy particulares, pues dependió de los intereses económicos, básicamente comerciales, de estas dos entidades, las cuales eran federalistas separatistas o federalistas prounión con México, según les conviniera. En lo único en lo que siempre estuvieron de acuerdo fue una rotunda negativa al centralismo que implicaba una intervención directa del gobierno mexicano en los asuntos yucatecos. De los intentos centralistas por controlar y doblegar a la península emanan todos los problemas que se generaron entre Yucatán y México, como lo afirmaría cualquier yucateco que se precie de serlo. No obstante, también Yucatán jugó con fuego en momentos cruciales para el país, parapetándose detrás de una pretendida neutralidad y alimentando el fuego de la lucha política interna con funestas consecuencias.


(Tomado de: Careaga Viliesid, Lorena - De llaves y cerrojos: Yucatán, Texas y Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. México, Distrito Federal, 2000)

viernes, 3 de mayo de 2024

Telenovelas VI Caridad Bravo Adams: la novela rosa

 


Caridad Bravo Adams: la novela rosa


Cuando la televisión recurrió a Caridad Bravo Adams, a mediados de los años sesenta, se pudo declarar la primera madurez de la telenovela; doña Caridad era una veterana de las letras con una carrera notable. Tabasqueña criada en Puerto Rico, regresó a México en 1934 para actuar en obras de corte nacionalista, recitar sus poemas, llenos de nostalgia y desarraigo y aparecer brevemente en una película de amores chinacos, Corazón bandolero. Sin embargo, terminó radicando en La Habana, donde probaría sus armas radiofónicas con la serie La novela del aire, que en la W inspiró El teatro del aire. El éxito de su radionovelas y la publicación de sus primeras novelas, de cortes desmesuradamente rosa, se reflejó en la filmación de varias de ellas, como La mentira en 1952, La intrusa en 1953, Pecado mortal y Estafa de amor en 1954 y Corazón salvaje en 1955.

Su ingreso en la telenovela, con una adaptación de Corazón salvaje, fue un éxito que todavía se recuerda: era 1966 y tenía su primer estelar Enrique Álvarez Félix, recién egresado de la Escuela de Ciencias Políticas de la UNAM, que despertaba comentarios por doquier debido al parecido físico con su legendaria madre; Enrique Elizalde era "Juan del Diablo" (el primero de la serie), Julissa, hija de Rita Macedo y Luis de Llano era "Mónica" y Jacqueline Andere, "Aimée". Pese a la pobreza de la producción, el desempeño de esos jóvenes actores, apoyados por veteranos como Miguel Manzano y Fanny Schiller, dirigidos con gran pericia y malicia por Ernesto Alonso, hizo que esa enredada historia de amores cruzados de dos hermanas por un desgastado levantara pasiones sobre todo entre las adolescentes, que no habían oído la radionovela ni visto la película 10 años atrás.

La adaptación de esa obra bastaría para que Bravo Adams figurara en la historia del género, por las varias versiones que se hicieron después, al mostrar que su dominio de la estructura dramática y lo inquietante de sus personajes, que nunca se alinean ni en el Bien puro ni en el Mal declarado, resisten el paso del tiempo. Pero de inmediato se adaptó La mentira, que pasó a la posteridad como la primera telenovela en cuyo honor se compuso un tema musical ("Se te olvida", de Álvaro Carrillo, cantado por Pepe Jara). Doña Caridad vería adaptadas una y otra vez todas sus obras: Estafa de amor, Bodas de odio, Pecado mortal, Yo no creo en los hombres, con la constante del melodrama puro: amores imposibles por razones de origen, por malentendidos que sitúan a los amantes en polos opuestos o por la presencia de un tercero en discordia y al final… el amor que todo lo vence.


(Tomado de: Reyes de la Maza, Luis - Crónica de la Telenovela I. México sentimental. Editorial Clío, Libros y Videos, S.A. de C.V., México, 1999)

lunes, 9 de enero de 2023

Telenovelas I Su madre: el melodrama

 


Su madre: el melodrama 

La telenovela no sería lo que es sin dos siglos previos de melodrama: éste nació en el siglo XVIII haciendo honor a su nombre, es decir era un drama musical (melos drama). En el siglo siguiente perdió ese sentido, pero no el nombre; el melodrama se convirtió en teatro sólo hablado, "recitado", y al drama musical se le llamó ópera. El melodrama que conocemos desde entonces en nada ha variado: el amor obstaculizado pero al final victorioso, con sus eventuales mártires encabezadas por Marguerite Gautier, "La Dama de las Camelias".

En el siglo XX el melodrama tuvo una hija en blanco y negro, en medio de sufrimiento sin medida -como debe ser-, con la ventaja de que podían ser compartidos por millones de personas al mismo tiempo en todo el mundo. El melodrama cinematográfico inundó de llanto las salas, cuya oscuridad resultaba tan propicia para soltar la "furtiva lágrima" que provocaban Francesca Bertini, Tina Menichelli, Lillian Gish y Mimi Derba, con silencioso ademán, y después, con la llegada del sonido, Vivian Leigh, Joan Crawford y Marga López.

En los años cuarenta nació la nieta: fuerte, sonora, quejumbrosa y gimoteante, aunque sin más imagen que la provista por la imaginación del fiel auditorio adicto al nuevo y exitoso invento de la radio. Los mexicanos vivían las noches pegadas a la radio desde finales de los años treinta oyendo las aterradoras historias de El monje loco, las puntadas de Topillo y Planillas, las pequeñas anécdotas urbanas de Hogar, dulce hogar. México descubrió, sin aprovechar de inmediato, el impacto del melodrama radiofónico con las voces de Emma Telmo y Rita Rey, que dieron vida a Anita de Montemar desde 1941 hasta terminar la década. En cambio, el hallazgo no pasó inadvertido para la estación cubana CMCY.

De pronto, se empezó a notar la ausencia de transeúntes en la Habana; cafés y restaurantes se vaciaban al menos durante la media hora que duraba la radionovela del momento. Miles de oídos permanecían atentos al dolor ajeno, tan sencillo de compartir. Al final de los años cuarenta, todos, absolutamente todos estaban con la vida en un hilo por saber si "Mamá Dolores" diría o no a "Albertico Limonta" que el anciano al que acababa de salvar la vida era su despiadado abuelo, quien lo arrancó al nacer de los brazos de su amorosa y pecadora madre soltera, etcétera.

Con El derecho de nacer, Félix B. Caignet se convirtió en el primer ídolo latinoamericano de la literatura electrónica. Grabadas en discos de baquelita que sólo resistían cinco pasadas, las radionovelas cubanas invadieron el continente, obligaron a las mexicanas a adoptar sus recursos melodramáticos y compartieron su público durante los años cincuenta y sesenta (cuando se reciclaron muchas radionovelas cubanas previas a la revolución), pese a la presencia expansiva e incontenible de la recién llegada: la televisión.


(Tomado de: Reyes de la Maza, Luis - Crónica de la Telenovela I. México sentimental. Editorial Clío, Libros y Videos, S.A. de C.V., México, 1999)


jueves, 24 de marzo de 2022

Semana del 18 al 24 de abril de 2002

 


Jueves 18

"Calumnias"; Legionarios de Cristo.

Los Legionarios de Cristo calificaron de "falsas" y "calumniosas" las recientes declaraciones de un grupo de ex religiosos de esa congregación, quienes insistieron que sufrieron abusos sexuales por parte del padre Marcial Maciel, fundador de la organización. En un documento, reiteran que el padre Maciel ha negado esas acusaciones y reprueba cualquier abuso de menores.


Viernes 19

Encontronazo Fox-banqueros.

La LXV Convención Bancaria se convirtió en el escenario de un encontronazo entre el presidente Vicente Fox y los banqueros. El jefe del Ejecutivo les exigió desempolvar sus estrategias de colocación de crédito. Antes, el presidente de la Asociación de Banqueros, Héctor Rangel, dijo: "Un estado de Derecho débil como el de México tiene enormes consecuencias negativas".


Sábado 20

Inminente consignación penal del caso Pemex.

A más tardar el próximo miércoles 23 de abril, la PGR consignará el caso Pemex ante un juzgado federal solicitando sendas órdenes de aprehensión en contra de Rogelio Montemayor, ex director general de Pemex; Carlos Juaristi, ex director corporativo de Administración; Juan José Domene, ex director corporativo de Finanzas, y Julio Pindter, actual subdirector corporativo de Relaciones Laborales.

De acuerdo con la averiguación previa PGR/UEDO/182/2001, se les acusa de uso indebido de atribuciones, peculado, delincuencia organizada y lavado de dinero.

Una vez consignado el caso, será el juez respectivo el que defina si existen los suficientes elementos para expedir las órdenes de aprehensión a los indiciados. Ni Carlos Romero Deschamps, actual diputado federal y líder del sindicato petrolero, ni ningún otro miembro de esa agrupación gremial son mencionados en el pliego de consignación.


Domingo 21

Marchan contra Mexico miles de cubanos.

Sesenta mil cubanos participaron en una marcha de protesta en el municipio de Santo Domingo, contra la resolución aprobada el viernes en Ginebra por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que pidió al gobierno de Fidel Castro avanzar en ese rubro. Particularmente criticaron el papel del gobierno de México, que apoyó la propuesta presentada por Uruguay. Los oradores de la manifestación encabezada por Raúl Castro, calificaron a los países que aprobaron la resolución como "títeres alquilados" de Estados Unidos. Se pronunciaron contra "la actitud servil y humillante" de algunos gobiernos latinoamericanos y afirmaron que el presidente Vicente Fox y el secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda, "no se cansan de hacer el ridículo".


Lunes 22

La noticia del toallagate, premio nacional.

La publicación en MILENIO Diario de los costos del menage en Los Pinos -conocido como toallagate-, y que culminó con la renuncia y la posterior inhabilitación del administrador de la Presidencia de la República, Carlos Rojas, fue reconocido ayer con el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de Noticia, por el nuevo Consejo Ciudadano que lo otorga. Bajo la firma de la reportera Anabel Hernández, el 19 de junio de 2001, la nota principal del rotativo: "Presidencia compra toallas de 4,025 pesos", fue seleccionada en la categoría de Noticia por 10 de las 13 personas que conformaron el Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo. Tal reconocimiento lo otorgó durante 26 años el gobierno federal, a través de la Secretaría de Gobernación.


Martes 23

Comes y te vas, exigió Fox a Fidel.

Ante más de un centenar de corresponsales extranjeros y enviados especiales de México, el presidente Fidel Castro demostró las "mentiras, engaños, intrigas, conspiraciones y sobornos" que han usado el presidente Fox y su canciller Jorge G. Castañeda contra Cuba, antes, durante y después de la Cumbre de Monterrey.

Castro presentó como testimonio la conversación telefónica que tuvo con el presidente Fox entre las 23:30 y 23:50 horas del pasado 19 de marzo, antes de viajar a Monterrey.

El presidente Fox pidió a Castro que permaneciera lo menos posible en la Cumbre de Monterrey y que como "amigo" no agrediera a "Estados Unidos o al presidente Bush".

Castro previó que, posiblemente, por decir "estas verdades, las relaciones diplomáticas se podrán romper, pero los vínculos fraternales e históricos entre los pueblos de México y Cuba serán eternos". Castro prometió renunciar si la plática que reveló fuera falsa. En respuesta, la Presidencia de la República dijo que el gobierno mexicano considera "inaceptable" que las autoridades de Cuba hayan violado la privacidad de la conversación.


(Tomado de: Milenio 5 años, 2000-2005. Milenio Diario S.A. de C.V., Monterrey Nuevo León, 2005) 



jueves, 14 de octubre de 2021

¿Quién protegió a Fidel Castro en México?

 


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¿Quién protegió a Fidel Castro en México?


Fidel Castro había peleado contra el dictador Batista en el cuartel Moncada en 1953, por lo que tiempo después se asiló en México, quizás bajo la protección tradicional que este país daba a los perseguidos políticos, aunque no está claro si existió un trámite formal para ello.

Una vez en México, donde permaneció entre 1955 y 1956, y donde conoció al Che Guevara, se dedicó a organizar la revolución cubana. Para disimular sus actividades subversivas trabajaba como fotógrafo ambulante, actividad de la que difícilmente podría haber obtenido dinero para mantenerse, adquirir las armas necesarias, los lugares de entrenamiento y el barco Granma que lo condujo hasta Cuba, junto con su cuerpo de expedicionarios.

Para entonces, tanto Batista como el dictador Trujillo, de la Repùblica Dominicana, tenían espías en México que se reunían con agentes de inteligencia del país en el café La Habana, situado en el centro de la ciudad, y en el restaurante Los Pinos, en la colonia Noche Buena, al sur de la metrópoli. Allí intercambiaban información. Parecería prácticamente imposible que, por lo tanto, los espías cubanos no supiesen de las intenciones de Fidel Castro. Vale la pena, por tanto, preguntarse quién o quiénes protegían o protegieron al revolucionario.

Los rumores dicen que a Castro lo protegía el capitán Fernando Gutiérrez Barrios, destacado miembro de la Federal de Seguridad, policía política del gobierno mexicano. De hecho, Fidel Castro y Gutiérrez Barrios mantuvieron una buena amistad hasta que el entonces senador por Veracruz murió, en el año 2000. Ese mismo año, el espía cubano Jorge Maseró señaló a Gutiérrez Barrios, "el sabueso del sistema", como el personaje que avaló las operaciones clandestinas que los guerrilleros llevaron a cabo en México. Y aseguró, además, que éste protegía y apoyaba a diversos cubanos desde la nómina del gobierno mexicano, amén de que se hizo de la vista gorda ante lo que los revolucionarios realizaron durante su estancia en el país.

Don Fernando también aparece en los documentos desclasificados de la CIA como el agente mexicano que apoyó a Castro y al Che, por lo que se puede suponer que trabajó coordinadamente con ellos. Hay quienes llegan a decir incluso que fue Gutiérrez Barrios quien consiguió las armas que fueron transportadas en el Granma.

Castro poco ha hablado de su etapa en México, apenas lo ha hecho de manera anecdótica. Lo que es un hecho es que, en la oficina de Gutiérrez Barrios, hasta el último día de su vida, podía verse, sobre el escritorio del veracruzano, un retrato del ex presidente cubano.

El rumor, señalemos por último, también asegura que las armas con que se hizo la Revolución se guardaban en el fondo de una alberca en una residencia del Pedregal, en la ciudad de México, y que el campo de entrenamiento de los guerrilleros estaba protegido por agentes de la Federal de Seguridad.


(Tomado de: Marcelo Yarza - 101 Rumores y secretos en la historia de México, Editorial Grijalbo, Random House Mondadori, S.A. de C.V., México, D.F., 2008)




martes, 22 de junio de 2021

Bernardo de Gálvez

 


49° virrey de la Nueva España (1785-1786), nació en Macharavialla, España, en 1746; murió en la ciudad de México, en 1786. Militar de carrera, conde de Gálvez e hijo de Matías de Gálvez -48° virrey-, llegó al país en 1765, con el cargo de capitán, destinado a las campañas de la frontera norte. En 1772 regresó a España en compañía de su tío José de Gálvez y en 1775 tomó parte en la expedición a Argel; en 1776 regresó a Nueva España con el puesto de coronel de regimiento de Luisiana, provincia que llegó a gobernar en 1777. Durante esta época practicó una política antibritánica, persiguió el contrabando inglés y favoreció el comercio con Francia, estableció el libre tráfico con Cuba y Yucatán, y fomentó la colonización de Nueva Iberia y Gálveston, llamada así en su honor. Se preparó secreta y activamente para la guerra con Gran Bretaña y obtuvo notables triunfos como los de Manchac, Baton Rouge y Panmure, en 1779; de Mobila, en 1780, y de Panzacola, en 1781, que le valieron los grados de mariscal de campo y teniente general de Luisiana y Florida -segregadas de Cuba-, el mando del ejército expedicionario en América y el título de conde de Gálvez (1783). En 1785 se le confió a Gálvez el gobierno de Cuba e inmediatamente el virreinato de México, por fallecimiento de su padre; entró a la capital de Nueva España el 17 de junio de ese mismo año. Su virreinato fue breve y llegó a despertar sospechas en la corte por su popularidad. Durante su gobierno ocurrieron dos grandes calamidades: la helada de 1785 -año del hambre- y su consecuencia, la epidemia de 1786 -año de la peste-.

(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen V, - Gabinetes - Guadalajara)

martes, 15 de junio de 2021

José Ángel 'Mantequilla' Nápoles

 


"Mantequilla" Nápoles: la paciente espera.


Los primeros años de la década del setenta se concentrarían en una división sin mucho éxito en nuestro país: el peso wélter. El dueño de este peso provenía de Cuba pero adoptó México como residencia y lugar de su consagración. Su nombre era José Ángel Nápoles, "Mantequilla", o "Mantecas" para abreviar. Llegó a México junto con un puñado de excelentes pugilistas isleños que hicieron época en nuestros escenarios. "Mantequilla", sin embargo, se quedó un poco a la zaga de las grandes peleas de sus connacionales. Esto no se atribuía a su boxeo-descomunal y soberbio- ni a su carácter -dicharachero y bromista-. Sencillamente, los campeones del mundo no querían darle la oportunidad.

Nápoles hizo lo debido: boxear, noquear y no ser presa de la desesperación. Durante cuatro años fue el eterno retador en los pesos ligero y wélter junior. Los poseedores de estos títulos siempre le dijeron "no". Entonces, se decidió a ir por el wélter.

En México debutó en 1962 y su primer encuentro de campeonato mundial se programó para el mes de abril de 1969. Había pasado siete largos años esperando esa oportunidad. El campeón wélter era el norteamericano Curtis Cokes, dueño de un temible y rotundo contragolpe, sin una técnica depurada pero capaz de decirle adiós al "Mantequilla" con un solo golpe.

Hacía años que en nuestro país no se levantaba tanto revuelo por una pelea. Pronosticar el resultado del combate Nápoles vs. Cokes era tema en todos los ámbitos sociales de la ciudad de México. El norteamericano era favorito. De Nápoles se decía que era un gran boxeador pero que había llegado tarde a su intento por conquistar una corona mundial. Tenía 29 años.

Durante la pelea, "Mantequilla" exhibió las razones por las cuales los campeones del mundo le habían rehuido: hizo polvo a Cokes. Fue un gran maestro en el ring, demostró cómo atacar, defenderse, esquivar, usar los pies. Manejó a su antojo la pelea. Con la cara tumefacta, casi sin poder ver, el campeón simplemente no salió de su esquina para el round 14. José Ángel, se dijo entonces, dejaba de ser el campeón sin corona.

"Quisiera pelear cada 15 días pues la juventud se va y hay que coger todo el dinero que venga", dijo Nápoles después de obtener el cetro. Las cosas son así, sólo el campeonato da billetes y "Mantequilla" conquistaba el cinturón con pocos años de ardua vida profesional por delante.

En su cuarta defensa del título, el 3 de diciembre de 1970, un error táctico permitió a su adversario, Billy Backus, quedarse con el cetro mundial. "Mantequilla" había sido noqueado en el cuarto. Pero fiel a su carácter, Nápoles sólo tomó esa derrota como un préstamo del título al boxeador neoyorquino. Así fue. Seis meses después lo recuperaba. Volvió a dar muestras de su admirable maestría en el cuadrilátero. Nápoles fue un "dechado de inteligencia, de dominio del boxeo como arte y fue también un alarde precioso de coraje", dirían las crónicas al día siguiente.

El "Mantecas" dio excelentes exhibiciones de su boxeo durante cinco años más. Diez veces defendió con éxito su corona. Y, como si lo hubiera planeado, vino a entregar el cinturón en su país adoptivo. El 6 de diciembre de 1975, al enfrentar a John Stracey en la Plaza de Toros México, el gran José Ángel "Mantequilla" Nápoles dejaba el campeonato por la misma vía que tantas veces les hizo recorrer a sus oponentes: el nocaut.


(Tomado de: Maldonado, Marco A., y Zamora, Rubén A. - Cosecha de campeones. Historia del box mexicano II, 1961-1999. Editorial Clío Libros y Vídeos, S.A. de C.V., México, abril 2000)

lunes, 21 de septiembre de 2020

Semana del 20 al 27 de octubre de 2000


Milenio Diario

Viernes 20 
Caso Colosio: 135 MDP en cinco años de investigación.
Hoy, la Procuraduría General de la República dará a conocer sus conclusiones sobre el homicidio de Luis Donaldo Colosio, en las que se mantiene la hipótesis del asesino solitario. Esto no significa que el caso esté cerrado, pues el expediente será entregado al gobierno foxista para que continúe con las investigaciones.

Sábado 21
Incendio en Lobohombo; 20 muertos.
Al menos 20 muertos y 40 heridos fue el saldo del incendio que sufrió la discoteca Lobohombo, la cual operaba mediante 11 amparos al no contar con los permisos correspondientes. Los primeros reportes indican que la conflagración se originó por un cortocircuito. La tragedia ocurrió a las 5:20 horas de la mañana y en el lugar había cerca de 200 personas.

Domingo 22
Espió Cuba en México, protegida por Gutiérrez Barrios.
Jorge Masetti, el hombre barbado y sumamente delgado que cuenta sus confidencias como agente del espionaje cubano, es ahora un disidente de la revolución. Resentido con el régimen castrista tras los fusilamientos en Cuba de su suegro, Antonio de la Guardia, y no su maestro, Arnoldo Ochoa, militares de alto rango acusados de mantener vínculos con el narcotráfico, regresa a México, el país en el cual desarrolló muchas de sus actividades conspirativas, y en entrevista con MILENIO Semanal cuenta una parte de esa historia clandestina que ha hecho de nuestro país uno de los centros de espionaje más importantes del mundo. 
De ese entonces, Masetti narra que Pedro Catela no era un agente cualquiera, ya que además de trabajar para el Centro de Inteligencia que mantiene la embajada de Cuba en el país, tenía un puesto en la Secretaría de Gobernación, de la que entonces era titular Fernando Gutiérrez Barrios. Masetti e Ileana de la Guardia, su esposa, sabían demasiado como para dejar dormir tranquilos a los funcionarios cubanos.

Lunes 23
Investiga la Procuraduría a Carlos Salinas de Gortari.
La Procuraduría General de la República investiga al ex presidente Carlos Salinas de Gortari, y reactivó averiguaciones previas que datan de 1996 sobre enriquecimiento inexplicable, narcotráfico y lavado de dinero iniciadas contra su hermano Raúl y que se han ampliado al resto de la familia. El trabajo del equipo especial inició hace una semana.

Martes 24
Suicidio, el de Ramos Tercero.
La Procuraduría General de la República concluyó que la nula resistencia del subsecretario de Comercio, Raúl Ramos Tercero, para aceptar frustraciones lo llevaron a tomar tal determinación, "sin inducción o auxilio alguno", porque consideraba que el proyecto del Registro Nacional de Vehículos no marchaba como estaba previsto.

Miércoles 25
Contra Carlos Salinas, tres líneas a investigar.
La Procuraduría General de la República abrió tres líneas de investigación sobre el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, con lo que se sienta un precedente en la historia de México, pues nunca se realizaban pesquisas sobre la actuación de ex jefes del Ejecutivo.
La investigación se encuentra contenida dentro de averiguaciones previas sobre su hermano Raúl en 1996 y 1998, relacionadas con enriquecimiento inexplicable, narcotráfico y lavado de dinero, reactivadas la semana pasada después de una conversación telefónica entre Raúl y Adriana Salinas que fue hecha pública.
Las averiguaciones sobre las cuales investigan a Carlos Salinas son la SCGD/CGI/014/98-09 y la SCGD/CGI/041/96. Son tres las líneas a seguir sobre el ex mandatario y una de ellas es por presunto enriquecimiento inexplicable, por lo cual van a investigar sus cuentas bancarias.
Diez personas fueron citadas a declarar la semana pasada, y desde ayer se preparaban nuevas declaraciones. Una de ellas fue la del gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones.

Jueves 26
Rebelión en Los Pinos: abuchean a Zedillo.
Allí, en plena residencia oficial de Los Pinos, los burócratas se rebelaron, confrontaron al Presidente, le gritaron y lo amenazaron a voz en cuello con un paro nacional. ¡Bono! ¡Queremos bono! ¡De palabras no vivimos! Los gritos estallaban en el salón Adolfo López Mateos, atiborrado por los trabajadores sindicalizados al servicio del Estado.

Viernes 27
Destapan el monopolio de Coca-Cola en México.
La Comisión Federal de Competencia determinó ayer iniciar un proceso legal contra la trasnacional Coca-Cola por "prácticas monopólicas" en el mercado mexicano, tras las acusaciones de Pepsico y de Consorcio Aga y Sidral Mundet, de que el refresco con mayor consumo en México exige a los vendedores nacionales la exclusividad en la venta de sus productos.

(Tomado de: Milenio 5 años, 2000-2005. Milenio Diario S.A. de C.V., Monterrey Nuevo León, 2005)

lunes, 6 de enero de 2020

Famie Kauffman, Vitola


Nació en Toronto, Canadá, aunque creció y se formó artísticamente en Cuba. A los 12 años de edad debutó en la estación de radio CMQ y en el teatro José Martí de La Habana. Fue el 11 de mayo de 1942 cuando adoptó el sobrenombre de "Vitola". 
A fines de 1943 llegó a la ciudad de México para presentarse en el Teatro Arbeu, donde impresionó a los espectadores con su desacralizante humor al interpretar el bel canto, su extrema delgadez y, sobre todo, su enorme estatura (1.78 metros).
Fue tal su éxito al ser promocionada como la única "soprano cómica" del mundo que la contrataron para actuar en el cine mexicano con Se acabaron las mujeres (1946), dirigida por el cubano Ramón Peón. Con el tiempo, su extraordinaria vis cómica fue aprovechada en las primeras películas de Germán Valdés "Tin-Tán". A la fecha ha actuado en 62 producciones. Su más reciente incursión en sets tuvo lugar en Lola, la trailera (1983), de Raúl Fernández. [Murió el 21 de febrero del año 2009]

(Tomado de: Ceballos, Edgar - Somos Uno, especial de colección, Las reinas de la risa. Año 12, núm. 216. Editorial Eres, S.A. de C.V., México, D.F., 2002)






jueves, 12 de diciembre de 2019

Breve historia de la guerrilla mexicana


La guerrilla mexicana surgió como consecuencia de la matanza de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968 y tuvo 2 focos principales: el primero apareció en la Universidad Patricio Lumumba, de Moscú, donde era becario el maestro de escuela Fabricio Gómez Souza, originario de Nanchital, Ver., quien al escuchar por radio lo ocurrido en Tlatelolco, llegó a la conclusión de que el régimen priista iba a derrumbarse y creyó ver la oportunidad de acelerar su caída. Con este fin reunió a una docena de estudiantes mexicanos y entre todos formaron el Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR), con Gómez Souza como jefe.

En busca de ayuda, los del MAR acudieron a la embajada cubana, pero Fidel Castro le tenía pavor a Gustavo Díaz Ordaz y nada consiguieron. En seguida presentaron su solicitud a las autoridades soviéticas, las cuales no podían arriesgar la suerte del gran aparato de espionaje contra Estados Unidos que mantenían en México y tampoco les dieron nada, aunque se les sugirió ponerse en contacto con la embajada de Corea del Norte. en este país imperaba el generalísimo Kim II Sung, un megalómano famoso por sus extravagancias y delirio de grandeza, que aspiraba a convertirse en líder de todo el Tercer Mundo y, por lo tanto, aprobó entusiastamente la petición de los mexicanos.


Peregrinación al lejano Oriente

Apenas un mes después del “Tlatelolcazo”, Gómez Souza viajó a Pyongyang, capital de Corea del Norte, donde se le pidió reunir por lo menos medio centenar de revolucionarios fanáticos que recibirían entrenamiento especial en Corea del Norte y volverían a México para encargarse de entrenar a otros revolucionarios. A fin de no llamar la atención, los futuros guerrilleros deberían llegar en 3 contingentes sucesivos. De vuelta en Moscú, Gómez Souza recibió de la embajada norcoreana 25,000 dólares para que él y 4 de sus compañeros fuesen a México a efectuar el reclutamiento inicial. Los 5 llegaron al país por rutas separadas en los primeros meses de 1969.

A principios de 1970, el medio centenar de guerrilleros ya había llegado a Pyongyang, en 3 contingentes. Por la vía de París viajaron a Berlín oriental y de allí tomaron el tren a Moscú. Luego, amparados por pasaportes norcoreanos con nombres supuestos, tomaron el Transiberiano hasta llegar a su destino. (Los soviéticos argumentaron que su implacable policía para nada sospechó de tantos norcoreanos que hablaban español; y el gobierno mexicano, entonces simpatizante del “socialismo” aceptó la explicación.)

Los guerrilleros fueron llevados a un campo de entrenamiento situado a 50 kilómetros al noroeste de Pyongyang, donde fueron sometidos a un régimen castrense-monacal, de largos y constantes ejercicios, sin ninguna diversión, hacinados en barracas de madera y bajo la prohibición de beber alcohol o tener relaciones sexuales. Se les enseño manejo de armas, karate, técnicas para dinamitar y de asalto a bancos e instalaciones militares, métodos para disfrazarse y organizarse, manejo de claves y aparatos de telecomunicación, etc. Sobre todo, se les impartió un fuerte adoctrinamiento para que perdieran el miedo a morir y matar.

El fracaso de los coreanos


En septiembre de 1970 todos estaban ya de regreso en México. No se les proporcionaron armas ni dinero en escala importante, pues las armas debían obtenerlas asesinando soldados y policías y el dinero lo conseguirían por medio de asaltos a bancos y secuestro de personajes acaudalados. Cada guerrillero debía reclutar y entrenar a 10 más y así sucesivamente, hasta disponer de varios millares y quedar en condiciones de tomar el poder. Con rapidez pasmosa instalaron centros de entrenamiento en México, D.F., Zamora, Mich., San Miguel Allende y Salamanca, Gto., Querétaro, Qro., Puebla, Pue., Chapala, Jal., y Acapulco, Gro.

En febrero de 1971, 4 guerrilleros alquilaron una casa en Jalapa, Ver., donde se establecería un centro de entrenamiento para manejo de explosivos. Por el aspecto estrafalario de los jóvenes, un vecino supuso que eran hippies marihuanos y los denunció a la policía local, que como medida precautoria dio aviso a la Dirección Federal de Seguridad.

El subdirector de la DFS, Miguel Nazar Haro, viajó a Jalapa para ver qué sucedía. Al entrar a la casa se llevó la primera sorpresa: se topó con un pizarrón tapizado de diagramas de torres de transmisión eléctrica, con indicaciones sobre los puntos donde se debe colocar los explosivos para derribarlas. Los hombres de Nazar no tuvieron más que permanecer en el domicilio para ir deteniendo uno por uno a los guerrilleros que fueron llegando. En los interrogatorios confesaron lo que planeaban hacer y dijeron que esperaban la llegada de otros “estudiantes”. El jefe del centro tenía instrucciones de reportarse a Gómez Souza cada cierto tiempo y, cuando faltaron los reportes, el propio cabecilla se trasladó a Jalapa para investigar. En total cayeron así 19 “coreanos” -entre ellos Gómez Souza- y 21 reclutas nuevos. Ese golpe y otros que vinieron en rápida sucesión determinaron la muerte del MAR. A fines de 1976 se supo que sólo quedaban en libertad 11 “coreanos”, pues los demás habían sido muertos o estaban en la cárcel. Pero la actividad subversiva no desapareció, sino que fue heredada por un segundo foco guerrillero.


Soldados dormidos

El 2 de octubre de 1968, el estudiante de filosofía y letras de la UNAM, David Jiménez Sarmiento, miembro de la Juventud Comunista, escapó sano y salvo de Tlatelolco y de inmediato se prometió luchar hasta el último aliento por vengar a sus compañeros caídos. Rápidamente reunió a varios camaradas para formar 3 comandos guerrilleros llamados “Lacandones”, “Arturo Gámiz” y “Patria o Muerte”, los cuales tomaron la vanguardia de la subversión cuando los “coreanos” fueron prácticamente liquidados.

Los de este segundo foco se inspiraban en el ejemplo de Arturo Gámiz, un maestro de escuela comunista radicado en el DF que, tratando de emular las hazañas de Fidel Castro, el 23 de septiembre del ya lejano 1963 y en compañía de una docena de compañeros atacó por sorpresa el pequeño cuartel militar de Madera, Chih., con la idea de establecer un foco guerrillero en la Sierra Madre. Varios soldados que dormían fueron muertos, pero otros tomaron las armas y en un santiamén mataron a Gámiz y 10 de sus acompañantes. Los fugitivos fueron ultimados por elementos del ejército el 11 de septiembre de 1968.

Los viejos comunistas tachaban de infantilismo la aventura de Gámiz, pero muchos jóvenes vieron en él a un héroe de epopeya, el revolucionario suicida que alcanza en el martirio la gloria suprema. Los distintos comandos actuaban con independencia unos de los otros y se ha dicho, aunque sin confirmarlo, que desde Moscú o La Habana les llegaron órdenes de formar un solo grupo, al que llamaron Liga 23 de Septiembre, en recuerdo de la fecha en que Gámiz llevó a cabo el ataque al cuartel de Madera. (Sólo los famosos Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, así como algunos grupos menores, se mantuvieron ajenos a la Liga).

Los hijos de la decadencia

Entre los independientes destacaron 4 hermanos apellidados Campaña López y originarios de Cosalá, Sin., Dos de los hermanos, Carlos y Alfredo, estudiantes de la Universidad de Guadalajara y miembros de la Juventud Comunista, asaltaron varios bancos y empresas a fines de 1972 y principios de 1973. Poco después fueron aprehendidos y, para liberarlos, un tercer hermano, llamado Juventino y apodado “Ho Chi Minh”, fundó las FRAP (Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo). Los Campaña López llevaron a cabo varios secuestros muy sonados, como el del cónsul norteamericano de Guadalajara, Terrance Leonhardy, el del industrial Pedro Sarquis y el de José Guadalupe Zuno, suegro del presidente Echeverría; como pago por las liberaciones obtuvieron varios millones de pesos y la libertad de 30 guerrilleros, entre ellos los hermanos Carlos y Alfredo, quienes fueron enviados en avión especial a Cuba.

Las FRAP perdieron terreno poco a poco y el principal dolor de cabeza del gobierno pasó a ser la Liga 23 de Septiembre, que hasta en el título de su periódico clandestino -Madera- proclamaba su carácter suicida y, en sus páginas, remachaba las tesis de que no tiene nada de malo matar policías o soldados, ya que éstos son instrumentos de la burguesía, y llamaban “expropiaciones” a los secuestros y asaltos bancarios.

El primer golpe de la Liga tuvo lugar el 17 de septiembre de 1973, cuando asesinaron al industrial regiomontano Eugenio Garza Sada en un fallido intento por secuestrarlo. El gobierno anunció que no negociaría con delincuentes y después de 2 o 3 fracasos la Liga dejó de promover secuestros, para concentrarse en los asaltos bancarios. Todavía en 1976 trataron infructuosamente de secuestrar a Margarita López Portillo, hermana del presidente electo, y en este fallido intento murió el fundador, Jiménez Sarmiento.

Los de la 23 de Septiembre asesinaron -frecuentemente a sangre fría- a por lo menos 76 policías antiterroristas. Un día se metieron al Hospital Naval del DF y dieron muerte sorpresiva a 4 marineros de guardia para quitarles las armas. Además del odio que sentían ante los elementos policiacos, actuaban motivados por la esperanza de crear pánico entre los familiares, para que los instaran a buscar un trabajo menos peligroso. Inevitablemente, los policías respondían con el mismo odio y extraoficialmente se sabe que dieron muerte a centenar y medio de guerrilleros, además de que lograron encarcelar a cerca de 300.

Hasta 1976, fecha del último balance publicado, quedaban en libertad cerca de 200 guerrilleros cuyos descendientes o émulos -el más notable es el Subcomandante Marcos- siguen atizando la subversión en escala menor, aunque sus probabilidades de éxito se han reducido desde que a últimas fechas la sociedad mexicana dio pruebas de rechazar cada vez más firmemente las soluciones violentas.

(Tomado de: Acosta, Jaime - II Breve historia de la guerrilla mexicana. Contenido, #462, diciembre de 2001. México, D.F.)

martes, 5 de noviembre de 2019

Hernán Cortés



Nació en Medellín, Extremadura, y murió en Castilleja de la Cuesta, ambas en España (1485-1547). Fue hijo del capitán Martín Cortés y de Catalina Pizarro Altamirano, ambos de ascendencia noble, aunque de escasa fortuna. A los 14 años de edad pasó a Salamanca, para estudiar latinidad y jurisprudencia, pero en dos años que allí estuvo apenas aprendió la primera y tuvo cierta práctica jurídica al lado de un escribano. Vagó después un año por el camino de Valencia y regresó pobre y urgido a Medellín, ya con la resolución de probar fortuna en América. Sus padres le dieron la licencia y el dinero para el viaje. En 1504 se embarcó en San Lucar de Barrameda, en una nave de Alonso Quintero, con destino a La Española (Santo Domingo), donde gobernaba Nicolás de Ovando, un pariente suyo. Participó en las campañas contra los indios de Amihuayahua y Guacayarima, y luego obtuvo una encomienda y la escribanía del ayuntamiento de Azúa, villa recién fundada. Vivió en paz y con holgura 6 años, hasta que en 1511 acompañó al capitán Diego Velázquez a la conquista de Cuba. En premio de sus servicios recibió en encomienda los indios de Manicarao, se estableció en Santiago de Baracoa y fue el primer español que tuvo hato y cabaña en el oriente de la isla. 
Por ese tiempo un compañero suyo, Juan Juárez, llevó desde Santo Domingo a Cuba a su madre y a tres hermanas, a una de las cuales, Catalina, la Marcaida, galanteó Cortés, resistiéndose después al matrimonio. Este incumplimiento y su carácter pendenciero le concitaron la animosidad de Velázquez, que amaba a otra hermana de Juárez y quien acabó por ponerlo preso. Tras una fuga y otras aventuras, al fin contrajo nupcias con Catalina y obtuvo de Velázquez el nombramiento de alcalde de Santiago, puesto que desempeñaba en 1518. 
En ese y en el año anterior los viajes de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva revelaron la existencia de nuevas tierras al oeste, pobladas por indígenas de una cultura superior y ricas en oro y plata. Deseoso de extender los dominios del rey, el gobernador Velázquez organizó una tercera expedición y puso al frente de ella a Cortés, con quien arregló el negocio por escritura del 23 de octubre de 1518, otorgada ante Alonso de Escalante. Las instrucciones se reducían a buscar a Grijalva, explorar el país descubierto, tomar posesión de él, obtener oro, imponer la fe y rescatar a unos cautivos cristianos de que se hablaba. Tras rápidos preparativos, Cortés zarpó de Santiago el 18 de noviembre e hizo escalas en Trinidad y La Habana para proveerse de bastimentos, pertrechos y hombres. Velázquez sospechó una posible defección de Cortés y trató de detenerlo, revocándole la licencia, pero éste abandonó la isla, ya en actitud de franca rebeldía, el 18 de febrero de 1819. Unos días más tarde tocó Cozumel e inició así su mayor hazaña, que culminaría el 13 de agosto de 1521 con la toma de México-Tenochtitlan.
La capital del imperio azteca quedó arrasada y Cortés fijó su residencia en Coyoacán. Allí fueron a sometérsele muchos señores indígenas, entre ellos el monarca de los tarascos. El monto del botín, que a muchos de los de su hueste pareció irrisorio, hizo que permitiera el tormento que Julián de Alderete aplicó a los señores de México y de Tacuba, a quienes por ese medio se trató de obligar a que revelaran el paradero de los tesoros perdidos. Para atraerse el favor de Carlos V, le envió el conquistador la quinta parte de lo conseguido, primero con Antonio de Quiñones, que murió en ruta, y luego con Alonso de Ávila, que cayó prisionero de los franceses; pero que pronto repuso con el tesoro que al fin puso Diego de Soto en manos del rey de España. Mientras tanto, Velázquez, contando con el apoyo del Obispo de Burgos, consiguió que se enviase al gobernador Cristóbal de Tapia, con orden de quitar el mando a Cortés y conducirlo preso a la corte; pero como tales instrucciones no eran directas del emperador, los comisionados de Cortés lo convencieron de que se reembarcara, contentándolo con comprarle los caballos y negros que había traído (diciembre de 1521). Al fin triunfaron las gestiones del duque de Béjar y otros amigos del conquistador, y el 15 de octubre de 1522 se nombró a Cortés, desde Valladolid, gobernador y capitán general de la Nueva España, se prohibió a Velázquez intervenir en los asuntos de ésta y se levantó el embargo sobre el oro y otros bienes remitidos a Martín Cortés. Por entonces se decidió reconstruir la capital en el mismo sitio en que había estado, muy a pesar de los inconvenientes de su situación lacustre, aunque referida ahora a una traza española. En noviembre de 1522 murió Catalina Juárez, quien poco antes había llegado a Nueva España.
Apenas consumada la caída de México-Tenochtitlan, quiso Cortés que se emprendiera la exploración de territorios más remotos: entre otros, Juan Álvarez Chico, Alonso de Ávalos y Gonzalo de Sandoval penetraron al occidente; Francisco de Orozco y Pedro de Alvarado viajaron al país de los zapotecos: el propio Alvarado fue enviado después a la conquista de Guatemala (1523) y Cristóbal de Olid, por mar, a la de Honduras (principios de 1524). Éste último, seducido por Velázquez, gobernador de Cuba, traicionó a Cortés, quien primero envió contra él a Francisco de las Casas y luego fue personalmente en su busca. Salió de México en octubre de 1524 con un lucido y fuerte acompañamiento y llevándose por precaución a Cuauhtémoc y otros señores vencidos. Dejó en la capital, encargados del gobierno, al tesorero Alonso de Estrada, al contador Rodrigo de Albornoz y al licenciado Alonso de Zuazo. Alcanzó sin mayores dificultades la desembocadura del río Coatzacoalcos, pero de allí en adelante los expedicionarios tuvieron que atravesar ríos caudalosos, abrirse paso en la selva, transitar por áspero pedregales, salvar pantanos, tender puentes y sufrir el ataque de las plagas tropicales. En Izancanac o Xicalango, temiendo una conspiración de los jefes cautivos, hizo colgar de una ceiba a Cuauhtémoc y a Cohuanacoxtzin, señor de Texcoco; y de un bastidor de madera, al fraile franciscano Juan de Tecto. Estas muertes ocurrieron el martes de carnaval 26 de febrero de 1526. Cuando llegó a Naco encontró que ya el desertor había muerto a manos de las Casas; auxilió a los colonos de Trujillo y aun quiso explorar un estrecho en Nicaragua, pero las noticias que recibió de México (el alzamiento de Gonzalo de Salazar y Peralmíndez Chirinos contra los oficiales reales) lo movieron a emprender el regreso. Viajó por mar a La Habana (donde ya había fallecido Velázquez) y de ahí a Veracruz (24 de mayo de 1526). En México una insurrección popular depuso a los usurpadores y él entró a la ciudad en julio.
Durante su expedición a las Hibueras (Honduras), su secretario Juan de Rivera consiguió que se otorgara a Cortés el tratamiento de don, se le nombrara adelantado de la Mar del Sur y se le dieran el hábito y las armas de Santiago, comprometiéndose por él a entregar a la corona 200 mil pesos en año y medio; pero a la vez que se le conferían esos privilegios, las acusaciones de sus enemigos aumentaban, de modo que se dispuso abrirle juicio de residencia. El 2 de julio de 1526 llegó a México el juez Luis Ponce de León, asumió el gobierno el día 4 y murió el 20, sospechándose que Cortés mandó envenenarlo. Antes de fallecer, dejó al mando al licenciado Marcos de Aguilar, inquisidor del Santo Oficio, quien a su vez murió 7 meses después, siendo sustituido por el tesorero Alonso de Estrada. Este desterró de la capital a Cortés, quien primero se mudó a Coyoacán y luego a Texcoco, para finalmente pasar a España y exponer sus quejas. Carlos V lo recibió con honores, le concedió el título de marqués y le cedió vasallos y posesiones. y le confirmó el cargo de capitán general (6 de julio de 1529), pero no le devolvió el gobierno político, pues desde 1528 se había instalado la primera Audiencia, presidida por Nuño de Guzmán e integrada por enemigos suyos. Cortés consiguió en Roma, por conducto de su enviado Juan de Rada, el patronato perpetuo del Hospital de la Purísima Concepción, después llamado de Jesús. Por esos días contrajo nupcias con Juana de Zúñiga, hija del conde de Aguilar y sobrina del conde de Béjar. Entre las joyas que regaló a su esposa estaban 5 esmeraldas valuadas en 100 mil ducados. La Audiencia, mientras tanto, le siguió el juicio: se le acusó de intentar alzarse con la tierra, de haber defraudado a la corona menguando el quinto real, de haber desobedecido las instrucciones que trajeron Narváez y Tapia, y de haber asesinado a Catalina Juárez, Ponce de León y Garay.
Sin embargo, el proceso no tuvo mucho efecto en España, donde pesaban más sus relevantes servicios, y regresó a Veracruz el 15 de julio de 1530, en compañía de su madre, su esposa y una numerosa comitiva. Pasó a Tlaxcala y Texcoco, pero no entró a México por habérselo prohibido la emperatriz para evitar fricciones con la Audiencia. Al cambio de los miembros de Ésta y mientras se precisaban los límites territoriales del marquesado, se retiró a Cuernavaca para administrar sus vastas haciendas y planear, en su carácter de adelantado de la Mar del Sur, nuevas exploraciones y conquistas en el Océano Pacífico. La primera la envió a las Molucas, confiada a Álvaro de Saavedra; la segunda, en 1532, zarpó de Zacatula, al mando de Diego Hurtado de Mendoza, que pereció; la tercera, en 1533, terminó con la muerte de Diego Becerra, a manos del piloto Ortún Jiménez, descubridor casual de California; la cuarta, en 1535, la dirigió él mismo hasta La Paz y el golfo que lleva su nombre, después de haber rescatado en Chametla un navío que fue tomado por Nuño de Guzmán; y la quinta, en 1539, a cuyo término Francisco de Ulloa descubrió el litoral occidental de la península. 
en 1540 tuvo serias diferencias con el virrey Antonio de Mendoza, pues creyó que la expedición terrestre al norte de Sonora, en busca de las míticas ciudades de Quivira y Cíbola, invadía sus derechos sobre la Mar del Sur. Viajó a España para quejarse ante Carlos V, pero esta vez no fue atendido, a pesar de que se unió a las fuerzas del emperador en la desafortunada campaña contra Argel (1541). En Sevilla tuvo otro grave disgusto al ver frustrado el matrimonio de su hija María con Álvaro Pérez Osorio, hijo del marqués de Astorga. Decepcionado y enfermo, testó el 12 de octubre de 1547, en Sevilla, ante el escribano público Melchor de Portes; se retiró a Castilleja de la Cuesta y murió el 2 de diciembre de ese año, a los 63 de edad.
De su matrimonio con Juana de Zúñiga, dejó Cortés un hijo (Martín) y 3 hijas (María, Catalina y Juana). Tuvo además 5 bastardos: Catalina Pizarro, de una india cubana; Martín, de Marina; Luis, de Elvira de Hermosillo; Leonor, de Tecuichpochtzin o Isabel Moctezuma; y María, de otra india noble. Su cadáver se depositó en el sepulcro de los duques de Medina Sidonia, extramuros de Sevilla, y después se trajeron sus huesos a la Nueva España. Estuvieron en la iglesia de San francisco de Texcoco hasta 1629, en que por disposición del virrey marqués de Cerralvo se trasladaron a la capilla mayor de San Francisco de México. De ahí pasaron, en tiempos del virrey Revillagigedo, a un sepulcro que se construyó en la iglesia del Hospital de Jesús, pero en 1823, ante el temor de que la plebe lo profanara, se ocultó en secreto la urna que contenía los restos. Estos fueron hallados, en un muro del propio templo, en 1946. El conquistador fue cronista de sus propias acciones, pues escribió 4 Cartas de Relación a Carlos V (1520, 1522, 1524 y 1526). 






(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen III, Colima - Familia)