Mostrando las entradas con la etiqueta economía. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta economía. Mostrar todas las entradas

viernes, 12 de junio de 2020

Consecuencias de las reformas borbónicas

38
¿Cuáles fueron las consecuencias de las reformas borbónicas en la Nueva España?

Cómo las reformas atacaron muchos aspectos de la sociedad fueron también múltiples sus consecuencias, algunas de corta y otras de larga duración, y de impacto diferenciado de región a región. En general lograron lo que en principio se proponían: debilitar el poder de los sectores coloniales en beneficio de la Corona. Las nuevas autoridades españolas parecían garantizar eficiencia y lealtad al rey, en esa transformación muchos criollos fueron relegados a un segundo término, lo que produjo un constante y creciente malestar entre el sector colonial más educado y organizado. Las reformas también combatieron las formas tradicionales de pactar entre los distintos grupos sociales en el virreinato pues los funcionarios reales, con quienes se podía llegar a componendas, habían sido tradicionalmente intermediarios entre las corporaciones y la Corona, mientras que la nueva relación suponía un trato directo sin lugar a negociaciones.
En términos económicos las consecuencias fueron dispares también. En general la economía novohispana de la segunda mitad del siglo XVIII ofrecía una aparente bonanza, sin embargo, el hecho de que la Corona ejerciera un mayor control sobre la Iglesia, la mayor proveedora de crédito, puso en riesgo la disponibilidad de circulante. Por su parte, la apertura comercial terminó con el monopolio de los comerciantes de Sevilla y de sus socios de la Ciudad de México, con lo que se rompió el equilibrio de las cadenas de producción e intercambio dentro del virreinato y hacia el exterior; inmediatamente el poder económico y político de los miembros del consulado de comerciantes de la Ciudad de México se vio afectado, a lo que se sumó la creación de nuevos consulados independientes como los de Veracruz, Guadalajara y Mérida. El fomento de cultivos comerciales ya existentes, como la caña de azúcar, y la introducción de otros nuevos como el cacao, el tabaco o el café, impulsaron la creación de enclaves de economía de plantación, sobre todo en las regiones tropicales, vinculadas al mercado exterior lo que a la larga las haría dependientes de su producción especializada, además de crear una competencia por la tierra con las comunidades indígenas. La exploración del norte y el desarrollo de una minería que privilegiaba la extracción de plata pero también de nuevos minerales para la industria, favoreció el establecimiento de una forma novedosa de poblamiento con mano de obra libre y cotizada debido a su poca abundancia. Este último par de circunstancias terminó por definir los modelos de desarrollo de las distintas regiones del país hasta el presente.

(Tomado de: Silva, Carlos - 101 preguntas de historia de México. Todo lo que un mexicano debería saber. Random House Mondadori, S. A. de C. V., México, D. F., 2008)

sábado, 5 de octubre de 2019

Daniel Cosío Villegas


Nació y murió en la Ciudad de México (1898-1976). Cursó el bachillerato en el Instituto Científico y Literario de Toluca y en la Escuela Nacional Preparatoria; un año de la carrera de ingeniería y dos de la maestría en filosofía en la Escuela de Altos Estudios. Abogado (1925) por la Universidad Nacional, con anterioridad se había iniciado en el periodismo (Excélsior, 1919), la cátedra (sociología y economía política en la Escuela de Jurisprudencia, 1920) y la creación literaria (Nuestro pobre amigo, novela, 1924). Colaboró con José Vasconcelos en La Antorcha y más tarde dirigió esta revista. Fue secretario general de la UNAM (1929); consejero de la Secretaría de la Hacienda y del Banco de México; director de la Escuela Nacional de Economía (1933-1934), de la revista El trimestre económico y de la editorial Fondo de Cultura Económica; secretario-tesorero (1940-1957) y presidente (1957-1963) de El Colegio de México; director de Historia mexicana (1951-1961) y fundador de Foro Internacional (1960). Aparte unos 250 artículos periodísticos, es autor de: Memorandum sobre tregua aduanera (s.t.), Miniaturas mexicanas. Viajes, estampas, teorías (1922), Sociología mexicana (apuntes, 1924-1925), La cuestión arancelaria en México (1932), Estudio sobre la creación de un organismo económico-financiero panamericano (1933), Aspectos concretos del problema de la moneda en Montevideo (1934), Extremos de América (1949), La historiografía política del México moderno (1953), Porfirio Díaz en la revuelta de La Noria (1953), La República restaurada. La vida política (1955), Estados Unidos contra Porfirio Díaz (1956), La Constitución de 1857 y sus críticos (1957), El porfiriato. Vida política exterior (2 ts., 1969 y 1963), Cuestiones internacionales de México, una bibliografía (1966), Ensayos y notas (1966), El porfiriato. La vida política interior (2 ts., 1970 y 1973), El sistema político mexicano (1972), El estilo personal de gobernar (1974) y La sucesión presidencial (1|975). De 1955 a 1974 dirigió la obra Historia moderna de México, en 10 tomos, de los cuales 5 fueron obra suya. En 1976, póstumamente, aparecieron sus Memorias.


(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen III, Colima - Familia)

viernes, 28 de junio de 2019

Moneda prehispánica

El comercio no se hacía solamente por vía de permuta, como lo han publicado varios historiadores, sino también por rigurosa compra y venta. Tenían cinco especies de moneda que servían de precio a sus mercaderías. La primera era una especie de cacao, distinto del que ordinariamente empleaban en sus bebidas, el cual circulaba incesantemente de mano en mano, como entre nosotros el dinero. Contaban el cacao por xiquipiles (cada xiquipilli era 8,000 almendras); para ahorrarse la molestia de contar cuando la mercadería era de mucho valor, contaban por cargas, regulando cada carga, que por lo común del peso de dos arrobas, por tres xiquipiles o 24,000 almendras.

La segunda especie de moneda eran ciertas pequeñas mantas de algodón que llamaban patolcuachtli, casi únicamente destinadas a adquirir las mercaderías que habían menester. La tercera especie era el oro en grano o polvo, encerrado en cañones de ánsares que por transparencia dejaban ver el precioso metal que contenían y subían o bajaban su valor según su grandeza y amplitud. La cuarta, que más se acercaba a la moneda acuñada, era de ciertas piezas de cobre en forma de T, que se empleaba en cosas de poco valor. La quinta, finalmente, de que hace mención Cortés en su última carta a Carlos V, era de ciertas piezas útiles de estaño. Esta moneda creo que era sellada por la razón que daré en mis Disertaciones.

Vendíase y permutábase las mercaderías por número y medida; pero no sabemos que se sirviesen del peso, o fuese porque lo creyeron expuesto a fraudes, como dijeron algunos autores, o porque no les pareció necesario, como escribieron otros, o  por ventura lo usaron y los españoles no alcanzaron a saberlo.

(Tomado de: Clavijero, Francisco Javier - Historia Antigua de México. Prólogo de Mariano Cuevas. Editorial Porrúa, S. A,, Colección “Sepan Cuántos…” #29, México, D. F., 1982)

jueves, 7 de marzo de 2019

Decreto de creación del Banco de Avío, 1830




Por iniciativa de Lucas Alamán, en forma directa, y de Esteban de Antuñano, se creó en 1830 el banco de Avío, con el cual se otorgarían créditos para el fomento de la industria. El texto siguiente es el decreto que establece dicho Banco.



Art. 1. Se establecerá un Banco de avío para fomento de la industria nacional, con el capital de un millón de pesos.

2. para la formación de este capital se prorroga por el tiempo necesario, y no más, el permiso para la entrada en los puertos de la República de los géneros de algodón, prohibidos por la ley de 22 de mayo del año anterior.

3. la quinta parte de la totalidad de los derechos devengados y que en lo sucesivo causaren en su introducción los efectos mencionados en el artículo anterior, se aplicará al fondo del Banco.

4. para proporcionar de pronto las sumas que fueren necesarias, se autoriza al gobierno para negociar sobre la parte de derechos asignada a la formación del capital de Banco, un préstamo hasta de doscientos mil pesos con el menor premio posible, que no pase de tres por ciento mensual, y por plazo que no pase de tres meses.

5. para la dirección del Banco y fomento de sus fondos, se establecerá una junta que presidirá el secretario de Estado y del Despacho de Relaciones, compuesta de un vicepresidente y dos vocales, con un secretario y dos escribientes, si fueren necesarios. Los individuos de esta junta no gozarán, por ahora, sueldo alguno, y se renovarán uno en cada año, comenzando por el menos antiguo, pudiendo el gobierno reelegir al que salga, si le pareciere conveniente; y para secretario y escribientes se emplearán cesantes útiles, que servirán estos destinos por el sueldo que les corresponde por el empleo de que son cesantes. El gobierno formará un reglamento a que deben sujetarse esta junta para el desempeño de sus funciones, y en adelante, cuando haya productos del fondo, se establecerá por el congreso el sueldo que han de disfrutar los individuos de la junta y demás empleados en el Banco…

7. la junta dispondrá la compra y distribución de las máquinas conducentes para el fomento de los distintos ramos de industria, y franqueará los capitales que necesitaren las diversas compañías que se formaren, o los particulares que se dedicaren a la industria en los estados, distrito y territorios, con las formalidades y seguridades que los afiancen. Las máquinas se entregarán por sus costos, y los capitales con un cinco por ciento de rédito anual, fijando un término regular para su reintegro, y que continuando en giro, sirva de un fomento continuo y permanente a la industria.

8. los productos de los réditos procedentes de las importaciones que expresa el artículo anterior, se destinarán a los sueldos de los individuos de la junta y demás empleados en el Banco y a los gastos de Este, y el remanente se aplicará al aumento del capital.

9. la junta menor presentará y publicará anualmente sus cuentas, acompañándolas con una memoria en que se demuestre el estado de la industria nacional y sus sucesivos progresos.

10. aunque los ramos que de preferencia serán atendidos sean los tejidos de algodón y lana, cría y elaboración de seda, la junta podrá igualmente aplicar fondos al fomento de otros ramos de la industria, y productos agrícolas de interés para la nación.

11. el gobierno podrá asignar de los fondos del Banco, hasta seis mil pesos anuales, para premios a los diversos ramos de industria, los cuales se concederán a propuesta y conforme de la junta.

12. Por ningún motivo ni pretexto se distraerán los fondos del Banco para otros objetos, ni se podrán hacer por la junta, donativos, funciones ni otra erogación alguna ajena de su objeto.



(Tomado de: Álvaro Matute – Antología. México en el siglo XIX. Lecturas Universitarias #12. Universidad Nacional Autónoma de México, Dirección General de Publicaciones, México, D.F., 1981)



sábado, 26 de enero de 2019

las Reformas Borbónicas

(Carlos III, por Francisco de Goya)
 
34

¿Qué eran las Reformas Borbónicas?

Las Reformas Borbónicas eran un conjunto de reformas políticas, administrativas y fiscales dictadas desde España a raíz de la sustitución de la dinastía de los Habsburgo por la de los Borbones en 1700 y durante la mayor parte del siglo XVIII, tras la Guerra de Sucesión española (1701-1710). Felipe V pertenecía a la dinastía de los Borbones; su autoridad dispuso una serie de cambios que no se planearon desde el principio, pero que estaban basados en las ideas de la Ilustración. Esto implica que el monarca utilizó herramientas racionalistas, como la especialización administrativa, la obediencia de reglas fijas, un mayor control sobre las provincias y un apego absoluto a la autoridad del rey.

Las Reformas Borbónicas buscaban ante todo restablecer como la autoridad suprema la fuerza del rey, pues en la Nueva España la autoridad estaba sumamente diluida, tanto desde el punto de vista territorial como entre los diversos grupos del poder. Con la excepción de Portugal, casi todos los territorios de la península se incorporaron a la Corona de Castilla, de donde surge la imperativa necesidad de revisar la administración.

Estas medidas pretendían modernizar el sistema fiscal, la producción de la minería y descentralizar el sistema administrativo del virreinato mediante la división del territorio en diversas intendencias. Este cambio surgió sobre todo en la segunda mitad del siglo XVIII con el reinado de Carlos III (1759-1788), un seguidor empedernido de las ideas de la Ilustración, entonces en boga en Europa.

Una de las primeras observaciones que hizo el monarca fue que los monopolios de los comerciantes y de los gremios de los puertos de Veracruz y Acapulco perjudicaban la competencia y sostenían muy elevados los precios, por lo que la economía estaba estancada. En la década de 1760 Carlos III solucionó el problema al abrir otros puertos en Campeche y Yucatán, y antes de que terminara el siglo se les concedió el mismo derecho a otros puertos. Entre 1764 y 1765 se logró terminar con el monopolio de Cádiz, cuando se permitió que otros puertos en España pudieran comerciar libremente con las colonias. En 1790 se abolió la Casa de Contratación de Sevilla, que fue la institución encargada de las exportaciones y del comercio durante 287 años. La Corona estimuló la economía con la disminución de impuestos, la revisión de las leyes aduanales, la dotación de azogue a los mineros, además de organizarles una asociación.

En la década de 1720 había gran optimismo, pues la producción de plata iba en aumento, en parte gracias a las medidas que la Corona implementó, pero también debido a una mejora en la tecnología, a la subida del precio de la plata y al descubrimiento de yacimientos nuevos en Guanajuato.
 
(Tomado de: Cecilia Pacheco - 101 preguntas sobre la independencia de México. Grijalbo Random House Mondadori, S.A. de C.V., México, D.F., 2009)

martes, 4 de diciembre de 2018

Narciso Bassols

 
 
Nació en Tenango del Valle, Estado de México, en 1897; murió en la Ciudad de México en 1959. En 1907 entró al Colegio de San José, en la capital de la república, cuando su padre era juez de Chalco; en 1911 a la Escuela Nacional de jurisprudencia. Antonio Caso expidió esta constancia: "En el año académico de 1916 Narciso Bassols fue el más distinguido de mis alumnos, por su clara inteligencia y su dedicación ejemplar". Dio clases de lógica y teoría del conocimiento en la Preparatoria y en 1919 se recibió de abogado. Ese año abrió un bufete junto con Joaquín Álvarez Icaza y fundó y se hizo cargo de la cátedra de Garantías y Amparos en Jurisprudencia. A partir de 1921 litigó ya solo y en 1925 se le nombró consultor del Departamento de Salubridad, primero, y luego secretario general del gobierno del Estado de México, al lado de Carlos Riva Palacio, por cuya causa dejó su despacho en manos de Ricardo J. Zevada, hasta junio de 1926 en que renunció a éste último cargo y volvió al ejercicio de su profesión y a sus clases. Por encargo del secretario de Agricultura y Fomento, redactó la Ley de Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas, reglamentaria del art. 27 constitucional (27 de abril de 1927) y publicó la Nueva Ley Agraria. En febrero de 1929 fue nombrado director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional, donde creó la clase de derecho agrario y la Sección de Economía (antecedente de la Escuela de esa especialidad) e implantó los exámenes trimestrales. Esta última disposición provocó la huelga estudiantil que habría de conducir a la autonomía universitaria. En 1930-1931 intervino en la redacción de la Ley sobre la Liquidación de los Antiguos Bancos de Emisión, sosteniendo la tesis de que los billetes de esas instituciones que no se canjearan por bonos de la deuda bancaria, prescribirían en favor de la Nación, y presidió el comité liquidador.

El 21 de octubre de ese año el presidente Ortiz Rubio lo nombró secretario de Educación Pública, y el 4 de septiembre de 1932 lo ratificó en su puesto el presidente Rodríguez. Durante su gestión, se trató de introducir en los planes de estudios ciertas nociones sexuales para orientación de la juventud, se clausuraron las escuelas primarias que violaban el presentó de la enseñanza laica y se presentó al Congreso la iniciativa del nuevo art. 3° de la Constitución, todo lo cual le acarreó la animosidad de los organismos confesionales y de buena parte de la prensa. Aun siendo ministro, siguió auxiliando al Ejecutivo en materias de legislación, pues redactó en esa época la ley que creó Petromex. En un clima de grave agitación, renunció el 9 de mayo de 1934, pero ese mismo día fue designado secretario de Gobernación, cargo del que separó el 30 de septiembre siguiente (un día después de las elecciones generales) para no firmar el decreto que autorizaba el funcionamiento de garitos en los límites del Distrito Federal. Tras un viaje a Estados Unidos, el presidente Cárdenas lo nombró secretario de Hacienda el 1° de diciembre de 1934. En el curso de 7 meses hizo la reforma monetaria, modificó las leyes de impuestos y de crédito y las relativas al Banco de México, Pipsa, Seguros de México, Crédito Popular y Ferromex; preparó las leyes de seguros que después se promulgaron, obligó a la Compañía de Petróleo El Águila a cumplir con sus obligaciones fiscales, e impidió que los generales y políticos influyentes siguieran haciendo negocios. El 15 de junio de 1935, sin embargo, renunció "por lealtad al general Calles". En noviembre siguiente, el presidente Cárdenas lo nombró ministro en Londres y representante ante la Sociedad de Naciones, desde cuya tribuna defendió con tenacidad a Etiopía y a España, víctimas de la agresión fascista. A su regreso (principios de 1937), fundó la Editorial Revolucionaria, que publicó Bajo el hacha del fascismo de G. Salvemini, El dinero de Emile Burns, Geografía del capitalismo de W. G. Moore, ¿Puede durar el capitalismo? De Frederick Allen y otros títulos. Vinculado a Lombardo Toledano en la Universidad Obrera, marchó a España representando a la CTM ante la UGT y la CNT, para estar más cerca de las fuerzas republicanas durante la guerra civil; y luego a Oslo, en 1938, en compañía del propio Lombardo Toledano, para solicitar la solidaridad de la Federación Sindical Mundial en ocasión de la expropiación petrolera. En el otoño de ese año fue nombrado ministro de México en Francia, en cuyo carácter organizó el rescate de poco más de 10 mil republicanos españoles, detenidos en campos de concentración, y su envío a México en calidad de asilados. Vuelto al país a fines de 1940, el presidente Ávila Camacho le propuso ser Ministro de la Suprema Corte de Justicia. "Mutilaría mi pensamiento -le contestó Bassols- si no le dijera que pesa en mi ánimo la convicción de que no debo aparentar una identificación política, que no siento, con las directrices que ha marcado usted a su gobierno... Más que una obra administrativa o judicial, creo estar obligado a desplegar enérgica acción de combate". Y en efecto, pronto fundó la Liga de Acción Política y su órgano Combate, semanario que hizo la crítica del revisionismo hasta agosto de 1941, en que las condiciones creadas por la Segunda Guerra Mundial lo obligaron a suspenderlo. La Liga, sin embargo, se mantuvo activa, y en 1943 lanzó como candidatos a diputados por el Distrito Federal al propio Bassols, a Víctor Manuel Villaseñor y a José E. Iturriaga, cuya elección popular fue escamoteada. A principios de 1944 hizo un viaje particular a Suramérica y en noviembre siguiente fue nombrado embajador en Moscú, hasta el 10 de mayo de 1946, en que regresó a México. En 1947 ayudó a crear el Partido Popular, del que fue vicepresidente, pero del cual se separó el 11 de octubre de 1949 al advertir que ese organismo estaría representado en el Congreso sin que hubiera mediado una verdadera reforma electoral. El propio año de 1949 concurrió en París, representando al general Lázaro Cárdenas, a la reunión que creó el Consejo Mundial de la Paz. En 1950 tradujo Keynes, economista vulgar. Cinco ensayos de autores extranjeros. Fue consejero del presidente Ruiz Cortines, pero dimitió al ocurrir la devaluación monetaria de 1954. En los años siguientes y hasta su muerte promovió la participación de distinguidos mexicanos en reuniones tales como el Congreso por el Desarme y la Cooperación Internacional, o bien en organismos como el Comité Mexicano Impulsor de la Lucha por la Paz, antecedente del Movimiento de Liberación Nacional. Murió en un accidente el 24 de julio de 1959. A lo largo de su vida escribió discursos, dictámenes, fundamentaciones, iniciativas, alegatos, ensayos y artículos que fueron recogidos en 1964 en Narciso Bassols: Obras, con introducción de Jesús Silva Herzog y preámbulo de Alonso Aguilar y Manuel Mesa.

(Tomado de: Enciclopedia de: Enciclopedia de México, tomo 2)

jueves, 15 de marzo de 2018

Lucas Alamán



Nació en Guanajuato, Gto., en 1792; murió en la Ciudad de México en 1853. Estudió química y mineralogía en el Real Seminario de Minería y luego pasó a Europa, en donde continuó aprendiendo minería en Freyberg y Gotinga, Alemania. En París cursó química y ciencias naturales. 

Fue electo diputado a las Cortes de Cádiz y durante su permanencia en España redactó el Ensayo sobre las causas de la decadencia de la minería en la Nueva España y un Dictamen sobre el importante ramo de la minería. Dicho dictamen sirvió de base a un decreto emitido por la Junta Provisional Gubernativa de México (1821), que se proponía impulsar las actividades mineras. Constituyó en Inglaterra la Compañía Unida de Minas, con la cual inició la explotación del Cerro del Mercado, Dgo. Alamán dedicó muchos esfuerzos al progreso económico del país, entre los cuales figuran la organización del Banco de Avío, la creación de industrias textiles en Orizaba y Celaya, el mejoramiento de la ganadería y la fundación de escuelas de artes y de agricultura. Fue apoderado y administrador de los intereses del antiguo Marquesado del Valle. sin embargo, su actividad más relevante la desarrolló como ministro de Relaciones Exteriores. Desde ese cargo se opuso a la colonización de Texas y se empeñó en fijar los límites entre México y Estados Unidos conforme al Tratado Adams-Onís; fomentó una política de acercamiento con las naciones hispanoamericanas, como defensa frente a Estados Unidos y estableció una relación pacífica con Guatemala. Aprovechó también el cargo para fundar el Archivo General de la Nación y el Museo de Antigüedades y de Historia Natural.

En lo político, Alamán aparece como campeón de las ideas conservadoras y monárquicas. Además de muchos artículos, informes oficiales y estudios particulares, dejó dos obras fundamentales: Disertaciones sobre la historia de la República Mexicana  desde la época de la conquista que los españoles hicieron a fines del siglo XVI de las islas y continente americano hasta la Independencia  e Historia de México desde los primeros movimientos que prepararon su Independencia en el año de 1808 hasta la época presente. La vida y obra de Alamán han sido muy controvertidas y han merecido numerosos estudios, entre otros los siguientes: Luis Chávez Orozco: “Lucas Alamán”, en Cuadernos Americanos (julio-agosto de 1943); Moisés González Navarro: El pensamiento político de Lucas Alamán (1952); Alfonso López Aparicio: Alamán, primer economista de México (1956); y José C. Valdés: Alamán, estadista e historiador (1938).

(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen I, A - Bajío)