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miércoles, 9 de septiembre de 2020

Antonio Díaz Soto y Gama

Nació en San Luis Potosí, S.L.P., en 1880; murió en la Ciudad de México en 1967. Hizo sus primeros estudios en el Instituto Científico y Literario de su ciudad. En compañía de Camilo Arriaga y otros, fundó en 1899 el Club Liberal Ponciano Arriaga, para oponerse al  porfirismo. En 1901 se tituló de abogado. Fue desterrado el año siguiente a Estados Unidos, donde permaneció hasta 1904. Junto con Juan Sarabia presentó un proyecto de Ley Agraria ante la XXVI Legislatura (1912). Dos años después se unió al movimiento zapatista. Fue delegado ante la Convención de Aguascalientes, donde su participación fue decisiva. En esa ocasión expuso con gran vigor el programa agrario contenido en el Plan de Ayala. Se mantuvo al lado de los revolucionarios del sur hasta el Plan de Agua Prieta (1920), que depuso a Carranza y llevó a Obregón al poder. Ese año fue electo diputado federal por el distrito de Atlixco, y después reelecto para otros tres periodos. En 1920 fundó, unido a Rodríguez Gómez, Octavio Paz, Felipe Santibáñez, Ángel Barrios y otros, el Partido Nacional Agrarista, del que fue su principal líder. En esa época derivó hacia un cristianismo de interpretación revolucionaria, que le servía de base para justificar la lucha agraria. El PNA fue por algunos años una expresión auténtica de las demandas campesinas. A partir de 1932 fue profesor de derecho agrario en la Facultad de Jurisprudencia y de historia de México en la Escuela Nacional Preparatoria, ambas de la UNAM. Escribió el libro La revolución agraria del sur y Emiliano Zapata su caudillo.

(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S.A. México, D.F. 1977, volumen III, Colima-Familia)

miércoles, 15 de abril de 2020

Villa y Zapata entraron a ciudad de México, 1914


El Monitor, diario de la mañana. Domingo 6 de diciembre de 1914.


Los generales Villa y Zapata entraron a la capital
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Los Ejércitos del Norte y del Sur se unirán en la calzada de la Verónica
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Ya juntos marcharán por la avenida principal hasta pasar por palacio, en donde el señor Presidente Provisional de la República presenciará el desfile
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En el público metropolitano hay una gran ansiedad porque llegue el día en que hagan su entrada a esta capital los veinticinco mil soldados que se encuentran en las afueras de la población pertenecientes al Cuerpo del Ejército del Norte.
En las avenidas principales de la urbe es donde se nota mayor animación, y gran número de familias, anticipadamente, ha estado alquilando balcones para presenciar de la manera más cómoda el desfile que se prepara.
Entrevistamos a varios jefes de la División del Norte, y todos ellos nos aseguraron que la entrada de sus tropas estaba dispuesto que fuera para el día de hoy, y que no habían recibido hasta esa hora orden en contrario. También nos dijeron que el general Francisco Villa haría su entrada al par que sus tropas.
Como decimos en otro lugar, en la ciudad de Cuernavaca se reunió la junta de generales surianos, presidida por el señor general Emiliano Zapata, el jueves y viernes de la semana pasada.
Varios señores generales surianos que entrevistamos, nos manifestaron que el general Emiliano Zapata, jefe de la División de Oriente, llegaría a esta capital el día de hoy, sin precisarse la hora, aunque se cree que la entrada del jefe del Ejército del Sur sea al mismo tiempo que la del general Villa.
Como una exhalación, pasó ante los ojos del reportero la vanguardia de esa extraña caravana, y cuál no sería su sorpresa, al ver que en el grupo que seguía después, rodeado de un gran número de generales y jefes surianos, iba el general Emiliano Zapata, jefe de la División de Oriente.
La recepción en el Palacio Municipal
El destacamento perteneciente a la División del Norte, que está de guarnición en ese pueblo, desde la entrada de la población hasta el Palacio Municipal, formó valla de honor, para hacer los honores de ordenanza al jefe suriano.
En el salón de Cabildos del Ayuntamiento, anexo al citado edificio municipal, fue donde tuvo lugar la recepción del general Zapata.
El jefe de la División de Oriente se presentó acompañado de los generales Montaño, Palafox, Pacheco y Navarro; de coronel Zabala, y los miembros de su Estado Mayor y otros muchos jefes, cuyos nombres se nos escapan de la memoria.
El general Emiliano Zapata, lucía el típico traje del "charro" mexicano, con una chaqueta de gamuza, color "beige", con bordados de oro viejo y una águila que abarcada toda la espalda; pantalón ajustado, negro, con botonadura de plata y sombrero galoneado, haciendo "pendant" con la chaquetilla.
Conferencian por teléfono los generales Villa y Zapata
Por personas bien enteradas, tenemos conocimiento de que el señor general Francisco Villa, acompañado de los miembros de su Estado Mayor, se dirigió en automóvil a la poblaciónpoblación de Mixcoac, desde donde sostuvo una interesante conversación telefónica con el general Emiliano Zapata, que fue en extremo cordial, y en ella se convino que el día de hoy ambos habían de hacer su entrada en la capital de la República, en señal de la unión que existe entre los soldados del norte y del sur.
                                        Desde Coyoacán a Xochimilco
La mancha oscura que se extendía en el camino hasta el horizonte, perdiéndose a través de los montes que vio el reportero, era una poderosa columna militar, según pudo después averiguar.
Eran dieciocho mil soldados surianos que han estado llegando procedentes del Estado de Morelos y otros puntos a Xochimilco, donde se organizaron y esperaron la llegada de su jefe, para proseguir su marcha con dirección a San Ángel.
Personas que acompañaron a la columna, nos dicen que era tan grande y tan numerosa, que cuando las avanzadas surianas hacían su entrada en el pueblo de Coyoacán, la retaguardia de la columna aún no se movilizaba en Xochimilco, y el camino entre ambas poblaciones era ocupado por el grueso de la fuerza.

(Tomado de: Labrandero Iñigo, Magdalena, et al, (coordinadores) - Nuestro México #5, La ocupación de la Ciudad de México, 1915. UNAM, México, D. F., 1983)

miércoles, 4 de marzo de 2020

Villa, Carranza y la Convención, 1914


Los convencionistas sabrán si escriben su nombre con letras de oro o lo rubrican con sangre de hermanos

El Demócrata, Diario Constitucionalista, viernes 6 de noviembre de 1914
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Es ya un hecho comprobado que la actitud asumida por el general Francisco Villa no obedece a otra causa que a su deseo insistente de que sea eliminado, a todo trance, el señor Carranza.
Entre otras de las argumentaciones en que abundaba su manifesto, pretendieron justificar su actitud al desconocer al señor Carranza como Primer Jefe del Ejército y Encargado del Poder Ejecutivo, exponía como razón poderosísima, que el país debía de salir ya del tutelaje militar, para ser gobernado solamente por elementos civiles.
Pero ahora nos preguntamos: ¿cómo es que el general Villa acata sumisamente el acuerdo de la Convención, por el cual se designa Presidente Provisional de la República a UN MILITAR, como lo es el general Eulalio Gutiérrez?
Y no se halla sino esta respuesta:
No importa el substituto; queda eliminado el señor Carranza, y el general Villa mira de esta manera colmado su deseo.
La página está en blanco todavía. Los convencionalistas sabrán si escriben su nombre con letras de oro o la rubrican con sangre.
La salvación o el hundimiento de la Patria están en sus manos.
Como soldados, deben saber que un minuto de vacilación, a la hora del combate, da el triunfo al enemigo.
Como políticos, es preciso que sepan que un instante de reflexión salva las situaciones más difíciles.
¿Puede evitarse el conflicto? Sí, si la Convención, percatada de que en nombre de su soberanía, legítima o ilegal, ha cometido una arbitrariedad, ha dado un cuartelazo disfrazado de golpe de Estado, que pudiéramos decir, al desconocer como Jefe Supremo del Ejército y Encargado del Poder Ejecutivo al señor don Venustiano Carranza, reparando su error, espera que presente su renuncia y, para aceptarla, llena las condiciones que en ella se estipulen.
Y si esas condiciones se inspiran, como sabemos, en los fines más altos y patrióticos, ¿por qué no acceder a ellas?
¿Son objeto de estudio?
Que se estudien. La Convención ha gastado hasta quince días, debatiendo cuestiones que nada han significado: debátase este asunto, de cuya resolución depende la perdurabilidad de la obra de la Revolución y el porvenir feliz de nuestra Patria.
La premura con que se tomó el acuerdo de retirar ambos cargos al señor Carranza, es la que nos ha creado estas dificultades y nos precipitará en un conflicto desastroso.
Pero un instante de reflexión, repetimos, salva las situaciones más difíciles.
Reflexionad.
De lo contrario, iremos al conflicto; la Revolución al fracaso, la Patria al hundimiento, todos a la pérdida de nuestro crédito como hombres sensatos y cultos políticos.
El señor Carranza no puede ni debe retirarse en semejantes condiciones. Si lo hiciera, sentaría el precedente más funesto, sancionaría la Comisión de arbitrariedades sin nombre, dejaría relajado, perdido para siempre, el principio de autoridad indispensable para el mantenimiento de las sociedades.
Persuádanse de todo esto los convencionalistas. La salvación o el hundimiento de la Patria están en sus manos.
La página está en blanco todavía. Ellos sabrán si escriben sus nombres con letras de oro, o la rubrican con sangre.

(Tomado de: Labrandero Iñigo, Magdalena, et al, (coordinadores) - Nuestro México #5, La ocupación de la Ciudad de México, 1915. UNAM, México, D. F., 1983)

lunes, 17 de febrero de 2020

Francisco Lagos Cházaro


Nació el 30 de septiembre de 1878 en Tlacotalpan, Veracruz. Hijo de Francisco R. Lagos Jiménez y de doña Francisca Cházaro de Lagos.
Antirreeleccionista desde 1909. Al triunfo de la Revolución fue Síndico del Ayuntamiento de Córdoba y Gobernador de Veracruz del 15 de febrero al 30 de noviembre de 1912.
El asesinato del Presidente Madero le hizo unirse al constitucionalismo y en Coahuila ocupó la Presidencia del Tribunal Superior. En la escisión Carranza-Villa opta por éste y siguió al Gobierno de la Convención. Fue Secretario Particular del Presidente General Roque González Garza y, a la renuncia de éste, fue tercero y último Presidente convencionista ya que, desalojado de Toluca, se refugió en la columna de Benjamín Argumedo, que fue despedazada y puesta en fuga en La Gruñidora, Zac., el 26 de noviembre de 1915.
Estuvo exiliado en Centroamérica cinco años, de donde volvió enfermo a la ciudad de México.
Con el deseo ferviente de no intervenir más en la vida política, se aisló en su casa habitación, de la calle de Juan Escutia número 115.
Murió el 13 de noviembre de 1932 en México, D.F.

(Tomado de: Covarrubias, Ricardo - Los 67 gobernantes del México independiente. Publicaciones del Partido Revolucionario Institucional. Publicaciones mexicanas, S.C.L., México, 1968)

martes, 19 de noviembre de 2019

Manuel Chao


Nació en Tuxpan, Veracruz, en 1883; murió fusilado en Ciudad Jiménez, Chihuahua, en 1924. Aunque dedicado a las faenas del campo, en 1900 pasó a Durango y se dedicó a trabajar como profesor de primeras letras. En 1903 se mudó a Chihuahua y dio clases en la escuela Núm. 138 de esa capital y en la región de Balleza. Afiliado al maderismo, en noviembre de 1910 se levantó en armas en Baqueteros y llegó a obtener el grado de teniente coronel. En 1912 combatió a Orozco y en 1913 al huertismo. Participó en las acciones de Santa Bárbara, Ciudad Camargo e Hidalgo del Parral. En esta población recibió a Venustiano Carranza, quien lo ascendió a general. Organizó una de las brigadas de la División del Norte. Gobernó el Estado de Chihuahua, con el carácter de jefe militar, del 8 de enero al 13 de mayo de 1914. A pesar de sus diferencias con Villa, quien estuvo a punto de fusilarlo, repudió al primer jefe del constitucionalismo y asistió, por derecho propio, a la Convención de Aguascalientes. Por resolución de esta asamblea gobernó el Distrito Federal del 3 de diciembre de 1914 al 2 de enero de 1915. Ascendido a divisionario, Villa lo designó, junto con el general Felipe Ángeles, delegado a las conferencias internacionales que se propusieron, sin éxito, organizar un gobierno que unificara a las distintas facciones. Derrotados los convencionistas, se exilió en España y luego radicó en Costa Rica. Amigo del presidente Carlos González Flores, encabezó el movimiento armado que derrocó al general Felipe Tinoco (1919), quien había depuesto a las autoridades constitucionales. Rehusó el ministerio de Guerra de aquel país para no perder su nacionalidad mexicana. en 1921 aceptó el mando de una columna costarricense en ocasión del conflicto con Panamá por la jurisdicción de Bocas del Toro. Vuelto a la vida privada, en 1923 regresó a México y en diciembre se unió a la rebelión delahuertista, como segundo jefe de ese movimiento en Chihuahua. El 24 de junio fue aprehendido en Estanzuela y fusilado el 26, en Ciudad Jiménez, tras el juicio sumario de un consejo de guerra.


(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen III, Colima - Familia)

miércoles, 7 de agosto de 2019

Eulalio Gutiérrez



Nació el 2 de febrero de 1881 en la Hacienda de Santo Domingo, Municipio de Ramos Arizpe, Coahuila.

Antirreeleccionista de firmes convicciones. En contacto directo con don Francisco I. Madero, se levantó en armas en 1910 en Concepción del Oro, Zacatecas. En 1913 se alzó nuevamente contra los asesinos de Madero y Pino Suárez.

Militó entre San Luis Potosí y Saltillo; formó parte de la 2a. División del Centro y al triunfo del Constitucionalismo participó en 1914 en la Convención de México, del 1° al 5 de octubre, en la que fueron electos Presidente y Vicepresidente de ella los generales Francisco Murguía y Francisco de P. Mariel.

El 10 de octubre, los convencionistas se trasladaron a la ciudad de Aguascalientes, allí se le designó Presidente de la República, con cuya investidura entró a México el 6 de diciembre de 1914. Posteriormente se distanció del General Francisco Villa.

Decepcionado por la lucha fraticida, dejó la capital el 16 de enero de 1915 y se trasladó a Ciénega del Toro, Nuevo León.

Quienes le seguían optaron por reconocer al Primer Jefe, don Venustiano Carranza.

Después fue Senador de la República y en 1929 se unió a la rebelión escobarista.

Murió el 12 de agosto de 1939 en Saltillo, Coahuila.



(Tomado de: Covarrubias, Ricardo - Los 67 gobernantes del México independiente. Publicaciones mexicanas, S. C. L., México, D. F., 1968)

miércoles, 31 de julio de 2019

Roque González Garza


Nació el 23 de marzo de 1885 en Saltillo, Coahuila.


Hizo estudios en Saltillo y en México, D.F. Simpatizó con los Flores Magón y actuó con Madero. Entró a territorio nacional por Palomas, Chihuahua, el 14 de febrero de 1911, acompañando al señor Madero. Al triunfo de la Revolución, fue diputado a la famosa XXVI Legislatura por el 1er. Distrito de Coahuila.

Jefe de Cuerpo de voluntarios, se le designó el sector de Colombia, Nuevo León, para combatir a Huerta en 1913; se unió a la División del Norte, mandada por el general Francisco Villa, que lo nombró su representante en la Convención de Aguascalientes.

Trasladada esta asamblea a la ciudad de México, el Presidente, Gral. Eulalio Gutiérrez, regresó al norte, por lo que fue sustituido por el Gral. González Garza. Más tarde se incorporó a la columna del Gral. Rodolfo Fierro.

En 1920 regresó al país y fue diputado por un Distrito Electoral del Distrito Federal a la XXX Legislatura del Congreso de la Unión. Escribió "La batalla de Torreón" y fue en 1934 uno de los jefes de los "Dorados". Fue Coordinador de los trabajos en la Vega de Meztitlán, en la Huasteca Hidalguense.

Murió en México, D.F., el 12 de noviembre de 1962.



(Tomado de: Covarrubias, Ricardo - Los 67 gobernantes del México independiente. Publicaciones mexicanas, S. C. L., México, D. F., 1968)