jueves, 29 de diciembre de 2022

Abel Salazar

 


La muchacha gritó, pero en la lejanía de la noche nadie escuchó su voz. Germán Robles dio vuelo a su capa y se dispuso a encajar los afilados colmillos en el cuello deseado, pero inopinadamente apareció Abel Salazar, quien, arriesgando la vida, impidió que su amada recibiera el beso de la eternidad. Salazar no sabía que él mismo llegaría a ser inmortal gracias a esa película, El vampiro, filmada en 1956.

Abel Salazar nació en 1917. En 1941 debutó en el cine con la película La casa del rencor, de Gilberto  Martínez Solares, y a lo largo de carrera participó en más de cien cintas. Entre ellas destacaban Los tres García y Vuelven los García, protagonizadas por Pedro Infante, Víctor Manuel Mendoza y Sara García. Trabajó también en El conde de Montecristo, libre adaptación de la novela de Alejandro Dumas padre.

En 1967 dejó la actuación y se dedicó a producir y dirigir películas, actividades que dejó en 1983 después de realizar Mentiras, protagonizada por una digna representante del canto popular: Lupita D'Alessio. En ese año se le diagnosticó el mal de Alzheimer. A pesar ello incursionó de nuevo en la actuación, sus últimas apariciones en televisión fueron en las series Mi segunda madre y Senda de gloria.

Salazar tuvo varias parejas. En 1944 se casó con Alicia Cárdenas, hija del general Lázaro Cárdenas, quien fuera presidente de la República. En 1962 se casó con Rosita Arenas, y a partir de 1990 vivía con María Teresa Aguilar. En sus diferentes matrimonios procreó varios hijos.

Último sobreviviente de los Tres García, Salazar estaba considerado uno de los pocos vestigios de la llamada "época de oro" del cine nacional. Como consecuencia de su padecimiento crónico, Salazar sufrió una crisis respiratoria que le costó la vida. Falleció el 21 de octubre de 1995 en Cuernavaca, Morelos.

(Tomado de: Todo México 1996. Resumen ilustrado de los acontecimientos más importantes registrados en México en 1995 para la actualización de la Enciclopedia de México. Kentucky, EUA, 1996)

lunes, 26 de diciembre de 2022

Un precursor de Zapata, 1869

 

III

los campesinos y sus ansias de liberación, un precursor de Zapata.


Nuestros antiguos conocidos Rhodakanaty y Zalacosta habían seguido mientras tanto con su escuela de Chalco, de donde surgió un campesino, Julio Chávez López , quien se haría notar más adelante en las luchas de los campesinos.

Las prédicas "socialistas" de Rhodakanaty y Zalacosta prendieron en terreno fértil entre aquellos humildes y explotados labriegos. La Escuela Moderna y Libre se convirtió en la tribuna y centro de propaganda de la futura rebelión. Julio Chávez se llamaba a sí mismo "socialista-comunista" explicando su concepción así: "Soy socialista porque soy enemigo de todos los gobiernos, y comunista porque mis hermanos quiere trabajar las tierras en común".

Chávez era un discípulo aprovechado, su maestro Rhodakanaty había escrito en su libro Garantismo Social estas palabras: "¡Pueblo, no más gobiernos: abajo las tiranías! ¡Paso al garantismo social!".

Párrafo en el que explica el que explicaba la vida de un pueblo sin gobierno, forma que llamaba el falansterio o comunidad; todo su pensamiento, un tanto confuso, estaba saturado de fourierismo.

Chávez, ávido de ir adelante, reorganizó en Chalco el Club Socialista, donde se hacía una propaganda más amplia que en la escuela. En enero de 1869 escribía a Zalacosta una carta desde Puebla donde decía: "He llegado hasta acá. Hay mucho descontento entre los hermanos, porque todos los generales quieren apoderarse de sus tierras. ¿Qué le parecería usted que hiciéramos la revolución socialista?".

Por este tiempo, el 3 de febrero de 1869, encabezó el General Miguel Negrete un motín en Puebla contra Juárez; ahí había armas que fueron repartidas al pueblo, de esto se aprovechó seguramente Chávez. Tan grande era el descontento entre el campesinado, que un grupo de labradores había entrado entre el 30 de enero y el 2 de febrero al grito de "¡Abajo los hacendados!" en una hacienda cercana a Alfajayucan, desarmando al destacamento de soldados ahí estacionado.

Chávez regreso a Chalco para la preparación de su plan, pero sus actividades deben haber inspirado sospechas al gobierno porque escribió el 18 de abril a Zalacosta: "Estamos rodeados por un batallón, nada importa. "¡Viva la libertad!" Llevó a cabo su propósito y al rebelarse, escribió el manifiesto del cual tomamos el primero y último párrafos.

"Manifiesto a todos los oprimidos y pobres de México y del Universo. Ciudadanos mexicanos:

Ha llegado la hora de conocer a los hombres con el corazón bien puesto, ha llegado el día en que los esclavos se levanten como un solo hombre aclamando sus derechos pisoteados por los poderosos.

Hermanos: ha llegado el momento de despejar el campo, de pedir cuentas a los que siempre nos las han exigido; es el día de imponer deberes a quienes sólo han creído tener derechos. Vamos a una contienda de sangre. ¿Pero, qué importa si esta sangre será generosa, fertilizará nuestros campos, dará exuberancia a las plantas y dejara un rastro a la humanidad del futuro?".

El largo manifiesto llamando a las armas a los campesinos termina así:

"Queremos tierras, queremos trabajo, queremos libertad, necesitamos salvar el orden; en fin, lo que necesitamos es el establecimiento de un pacto social entre los hombres, a base de respeto mutuo. !Viva el socialismo! ¡Viva la libertad! Dado en Chalco en el día 20 del mes de abril del año de 1869.- Julio Chávez."

El levantamiento se realizó la noche del primero de mayo de 1869, al pretender un grupo de soldados la detención de Chávez en Chalco; después de un ligero tiroteo, éste abandonó la población dirigiéndose al monte donde pronto se reunieron campesinos en gran número. Seguido de éstos asaltó a San Martín Texmelucan, que tomó después de derrotar a las tropas quitándole las armas que era lo que necesitaba; quemó los archivos del municipio, recogió algún dinero y se dirigió rumbo a Apizaco donde hizo lo mismo.

Comprendiendo que el movimiento debía tener un carácter nacional para triunfar, envío a Anselmo Gómez con 50 hombres rumbo a Veracruz, mientras él se dirigía al Estado de Hidalgo; a su paso por las haciendas recogía dinero, armas y propagaba entre los campesinos la toma de la tierra. Anselmo Gómez llegó con gran rapidez a Chicontepec, Ver., que tomó el 11 de junio. El jefe político del lugar informaba poseído de terror al Ministerio de la Guerra que "el bandido Anselmo Gómez, al frente de 150 bandidos había capturado la villa, cometiendo toda clase de atentados contra la propiedad y proclamando que desconocía a todo el personal de los gobiernos de los estados".

Chávez, con 1,500 insurrectos quiso tomar por asalto a Actopan; pero sorprendido por las fuerzas del gobierno fue derrotado, hecho prisionero y conducido a Actopan, de donde fue remitido a Chalco y su y juzgado ahí militarmente. Fue fusilado en la madrugada del 1° de septiembre de 1869 en el interior de la casa que ocupó la Escuela Moderna y Libre.

Al ser inmolado por los soldados que lo fusilaron grito con voz estentórea: "¡Viva el socialismo!" Así terminó este noble paladín su corta pero brillante actitud en defensa de los oprimidos.


Constitución del gran círculo de obreros de México.

En los últimos días de 1869, circulaban en una hoja impresa los estatutos de la Asociación Internacional de los Trabajadores, aprobados en el Congreso de Ginebra en septiembre de 1866.

Esto despertó un gran entusiasmo y originó la invitación a todas las sociedades obreras para constituir un centro general de los trabajadores organizados, con objeto de que al estar reunidos todos formaran un consejo que "sea capaz de defender con más eficacia los intereses del trabajo"; la iniciativa fue lanzada el 10 de enero de 1870 y firmada por Villanueva, González Herrera , Mata Rivera, Meza y Pérez de León. No fue, sin embargo, sino hasta el 16 de septiembre de 1870 cuándo quedó constituido el Gran Círculo de Obreros de México.

Con motivo de la renuncia de Cano y del grupo de la Sociedad Artístico Industrial por un discurso de Zalacosta, Villanueva y su grupo socialista se apresuraron a tomar en sus manos la dirección.


Una opinión de Juárez sobre el papel de la organización obrera

Juan Cano, buscando el apoyo oficial, pidió su opinión a Juárez sobre el papel de la organización obrera. He aquí la contestación:

"Palacio Nacional, México, octubre 12 de 1870. señor Don Juan Cano. Muy estimado señor: contestó la muy apreciable de usted, fecha de ayer, manifestándole que, en mi concepto, los artesanos pueden arreglar su asociación a la manera que estimen conveniente para el perfeccionamiento en sus respectivos artes y oficios. Soy de usted affmo. y atto. y s. s.-q. b. s. m. Benito Juárez."

¡Menguada función le asignaba a la organización obrera el benemérito de las Américas!

En diciembre 20 de 1870 apareció un manifiesto agrario en San Luis Potosí, en el cual se pedía la distribución de la tierra mediante la expedición de leyes agrarias. No tuvo más resultado que la persecución de sus autores por el Gobierno.

La organización obrera entretanto, no obstante la labor escisionista comenzada por Cano, despechado ante la pérdida de la dirección en la Artístico Industrial, seguía adelante y se fortalecía.


(Tomado de: Díaz Ramírez, Manuel - Orígenes del Movimiento Obrero. Cuadernos Mexicanos, año II, número 75. Coedición SEP/Conasupo. México, D.F., s/f)

jueves, 22 de diciembre de 2022

Francisco Avitia, el "Charro" Avitia

 


Pionero de la canción ranchera mexicana, el Charro Avitia hizo de su vida canciones; su biografía y la letra de sus composiciones más famosas formaron un todo inseparable en el que arte y vivencias personales eran indistinguibles.

Francisco Avitia Tapia, de origen humilde, nació en Pilar de Conchas, Chihuahua, en la segunda mitad de 1915. De pequeño, cuidaba borregos y con lo poco que ganaba ayudaba a mantener a su numerosa familia. Le gustaba pasear por el campo. A veces caía un chubasco y el niño Francisco se refugiaba junto al rebaño en una pequeña cueva. Se dormía y soñaba con las historias de la revolución. Cuando fue mayor se trasladó a Ciudad Juárez, donde desempeñó varios oficios, y años después fundó el sindicato de cancioneros de esa población, progresó en su arte y mudó de residencia a la ciudad de México, Distrito Federal.

En la capital, tuvo la suerte de conocer al insigne maestro José Eduardo Pierson, quien tenía una academia de música a la que acudieron Dolores del Río, Pedro Vargas, Jorge Negrete, José Mojica y el doctor Alfonso Ortiz Tirado. Su padrino artístico fue el actor y compositor Joaquín Pardavé, pero fue Pedro de Lille quien lo bautizó bautizó con su nombre artístico en un programa de radio.

Avitia llevó a su mejor expresión los corridos mexicanos, género iniciado en la época colonial y muy socorrido en la gesta revolucionaria de 1910. Las interpretaciones del Charro Avitia tuvieron gran éxito entre el público de los Estados Unidos por sus letras nostálgicas, que reflejaban las aventuras de los inmigrantes y la vida de sus pueblos. Al igual que muchos cantantes, de su generación, como Tito Guízar, Miguel Aceves Mejía, Pedro Infante y Jorge Negrete, también se dio a conocer popularmente por sus intervenciones en películas rancheras, pues participó en más de veinte. Su imagen era la de un hombre del pueblo que se expresaba mediante un lenguaje florido y espontáneo.

Sus canciones más conocidas fueron Traigo un sentimiento muy adentro, El aeroplano, Máquina 501, El corrido de Chihuahua, El gato negro y El penal de la loma, entre otras. Fue el primer cantante que visitó los centros de reclusión para interpretar sus canciones ante los presos. Actuó en más de 500 programas musicales de televisión y realizó giras constantes por todos los países de América. A lo largo de su carrera artística obtuvo muchos reconocimientos tanto nacionales como internacionales entre los que destacaban el Premio Hollywood recibido en la ciudad de Los Ángeles y su investidura como hijo honorario de Albuquerque, Nuevo México.

A pesar de su avanzada edad, el Charro siguió en activo durante los últimos años de su vida. Falleció el 29 de junio de 1995, a los 80 años de edad.


(Tomado de: Todo México 1996. Resumen ilustrado de los acontecimientos más importantes registrados en México en 1995 para la actualización de la Enciclopedia de México. Kentucky, EUA, 1996)

miércoles, 21 de diciembre de 2022

Grupo San Ángel

 


Conjunto de personalidades del universo político, artístico y empresarial convocados mutuamente para analizar la situación política del país. 

El grupo fue creado formalmente el 9 de julio de 1994 y sus integrantes alcanzaron 63 personalidades.

[Entre los integrantes se encontraban: Carlos Fuentes, Adolfo Aguilar Zínzer, Carlos Mosiváis, Manuel J. Clouthier, Paco Ignacio Taibo II, Jorge G. Castañeda, Santiago Creel, Demetrio Sodi, Vicente Fox, Lorenzo Meyer, Enrique González Pedrero, José Agustín Ortíz Pinchetti, Clara Jusidman, Ignacio Marván, Rogelio Ramírez de la O, Sergio Aguayo, Agustín Basave, Samuel Ruiz, Carlos Heredia y Luis Villoro, entre otros.

El 11 de mayo de ese año, Carlos Fuentes había escrito: “que la sociedad civil tenga imaginación para asegurar que el día de las elecciones, los trenes no choquen, las locomotoras se detengan y en la estación todos podamos abordar el convoy de la democracia”. Además, le solicitaba al presidente Carlos Salinas de Gortari “actuar como presidente de todos los mexicanos, no como jefe de un partido, una facción o una generación… para pasar a la historia como el presidente de la transición democrática”.]

Propuestas del Grupo:

En el documento 20 Compromisos por la Democracia suscrito por sus miembros, destacaron los siguientes puntos:

1.- Lograr plena autonomía e independencia del IFE.

2.- Establecer la igualdad como criterio para otorgar financiamiento público y equidad en los medios de comunicación.

3.- Fiscalizar los ingresos y gastos de los partidos y establecer topes de campaña y donaciones privadas, en especie y en efectivo.

4.- El IFE deberá calificar las elecciones federales, tanto la presidencial como la de diputados y senadores.

5.- Revisar el Código Penal debiéndose tipificar los delitos electorales, penalizando la desviación de fondos, bienes y servicios públicos a los partidos políticos y sus candidatos.

6.- Eliminar el uso de colores y símbolos patrios por cualquiera de los partidos.

7.-Facilitar las condiciones para formar coaliciones, postular candidatos independientes y comunes y la participación de las asociaciones políticas en los procesos electorales.


(Tomado de: Roldán Quiñones, Luis Fernando. Diccionario irreverente de Política mexicana. Con ilustraciones de Helguera. Grijalbo/Random House Mondadori, S.A. de C.V. México, D.F., 2006).

viernes, 16 de diciembre de 2022

Fundación de Valladolid (Morelia)

 


Valladolid -como originalmente se llamaba Morelia- debió su fundación a una disputa sostenida entre el obispo Vasco de Quiroga y el virrey Antonio de Mendoza. "Tata" Vasco, defensor de los indios, quería instalar la capital de Michoacán en Pátzcuaro, donde se le facilitaría atender las necesidades de los múltiples indígenas avecindados en la comarca, pero los españoles no querían vivir junto a un obispo que condenaba sus atrocidades, y al cabo, con la protección del virrey, el 18 de mayo de 1541 fundaron su propia ciudad en el valle de Guayangareo. El rey aprobó que la nueva ciudad adoptara el nombre de Valladolid.

Todavía en 1580, según anotó un cronista, Valladolid "no era más que un ruin cortijo, con ocho o diez casas de españoles y los conventos de San Francisco y San Agustín", que estaban en proceso de construcción. El primero de ellos sólo fue terminado en el siglo XVII y modificado en el XVIII (hoy se haya convertido en un expendio de artesanías). El segundo data de las mismas fechas y en sus terrenos funciona ahora un gran mercado de antojitos.

La cantera de la ex Valladolid es de un color rosado que hermoseó sus espléndidos edificios, como la catedral, cuya construcción se inició en 1660 y se concluyó en 1744, el SeminarioTridentino, inaugurado en 1770, que ahora sirve de oficinas para el gobernador de Michoacán; el acueducto monumental, que tenía 253 arcos y alimentaba treinta fuentes públicas; el colegio de los jesuitas, terminado en 1660, que hoy se llama Palacio Clavijero y sirve como casa de la cultura; la calzada que desemboca en el santuario de Guadalupe, inaugurada en 1732, y un gran número de magníficas residencias particulares. En 1810 Valladolid contaba cerca de 14,500 habitantes y estaba clasificada como la quinta ciudad del país.

Pátzcuaro, Santa Clara del Cobre y otros pueblecitos michoacanos desarrollaron una arquitectura popular llena de encanto, que milagrosamente ha resistido el embate de las construcciones pseudo-modernistas añadidas a últimas fechas.


(Tomado de: Armando Ayala Anguiano - ¡Extra! Contenido. México de carne y Hueso III. Tercer tomo: La Nueva España (1). Editorial Contenido, S.A. de C.V., México, D.F., 1997)


lunes, 12 de diciembre de 2022

Francisco Toledo

 


Francisco Toledo.

Desde las entrañas de Oaxaca.

Oaxaca, mayo de 1997.

Enjuto de rostro, como El Quijote. Ojos con marcado brillo, cabello, bigote y barba dispersos, figura cubierta por una manta blanca, los pies ocultos en delgados huaraches y manos fuertes, dedos largos... Así vi por primera vez a Francisco Toledo. Me saludó de mano, rápidamente. Musitó dos o tres palabras, le pedí una entrevista, asintió y se esfumó.

Este grande de la pintura contemporánea, el Divino Maestro, como lo conocen algunos, ha dejado huella no sólo en el arte plástico sino en el quehacer social, como promotor de los valores culturales de su estado natal.

Al otro día, sentado y en paz, ante un té de yerbas y un refresco, en el café del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), Toledo -entre tímido y divertido- se dispuso a narrarme pinceladas de su vida y del mundo que lo rodea.

Casualidad, todo fue por casualidad. Nací en Juchitán, un pequeño pueblo. Sólo hablaba zapoteco, el español lo aprendí ya mayor. Somos siete hermanos, hijos de padres comerciantes, de esa gente que viajaba por el Istmo. Y yo soy el único artista. Mi padre quería que fuera abogado, pero a mí no me gusta estudiar. De hecho, estudié sólo hasta primero de secundaria. Pero eso sí leía mucho. Libros que traían vendedores que llegaban hasta el pueblo. El Quijote, La divina comedia

Tenía 13 años cuando fui a Oaxaca. Entonces descubrí una maravilla: las iglesias, los retablos y las plazas. En ese entonces andaba por aquí Rufino Tamayo, aunque no lo conocí en ese momento. Mi amor hacia la pintura nació cuando estuve en la Escuela de Bellas Artes. Vi el arte de Siqueiros, Orozco y Rivera. Así fue como todo empezó.

¿Cuándo llegó a la Ciudad de México?

A los 17 años. Entré a la secundaria, pero ya era grande para estar ahí y me salí. El único lugar donde podía estudiar lo que me gustaba (sobre todo, litografía) era la Escuela de Artes y Oficios, ubicada en la Ciudadela y dirigida por Chávez Morado. En ese tiempo ya hacía mis primeros lienzos. En Oaxaca iva al río a pintar paisajes. Entonces estaba de moda el paisajista oaxaqueño Arturo García Núñez, y su pintura me motivó. Yo también quise hacerlos, era romántico. En México subsistía con la ayuda que me mandaba mi padre. Mi primera exposición fue en la galería de Toño Souza, allá por 1960. Ahí conocí a un pintor que venía de Washington que me contó lo que había visto. Me abrió los ojos. Quise viajar, arreglé una exposición en Texas. De ahí me fui a París. Yo hablaba mucho con Toño. Me decía qué leer, qué ver y dónde viajar. Por esas fechas llegó Tamayo a la Ciudad Luz y conoció mi trabajo. Toño me dijo: "Se va a ir pronto". Yo le regalé un cuadrito, que siempre tuvo en el comedor de su casa de Cuernavaca. La primera exposición en la que vendí fue en una colectiva con artistas como Carrillo Gil, Paul Westheim, Mariana Frenk y Juan Soriano.

En París llevé cierta amistad con Tamayo y con Octavio Paz. Ellos vieron mis cuadros pero yo estaba todavía inmaduro. Los dos me invitaban, Tamayo me decía: "Venga de vez en cuando". Gracias a él pude quedarme. Vivía modestamente, en un cuarto de servicio, sin calefacción ni agua. Pero gracias a Octavio pude trasladarme a la Casa de México donde estuve durante tres o cuatro años. Cuando Tamayo regresó a México me presentó a un amigo que me ayudaba dándome comida y dinero, y yo le daba cuadros a cambio.

Mis influencias han sido a través de libros y los viajes, un viaje a Sicilia por tren... algunos los hice con mi padre: yo lo invité para demostrarle que ya podía hacerlo. Él estaba contento de que me bastara por mí mismo y que ya no necesitara dinero. Fuimos a España, Inglaterra, Francia e Italia. En esa época expuse en diversos sitios: la galería Finkler, en París; la Joan Prats, en Barcelona, donde también exponía el célebre pintor Tápies. Pero la soledad, lo aislado, la nostalgia, los inviernos, sobre todo eso, el frío, me hicieron regresar a México, a Juchitán, donde estuve algún tiempo aunque con algunos viajes por la región: vi otros pueblos no zapotecas, iba admirando la arqueología y buscando. Me interesaba la música, sobre todo la flauta y el tambor. Mandaba obras a París, y con el dinero patrociné un disco, y le pagué a un profesional de Bellas Artes para que lo dirigiera.

Posteriormente fui a Teotitlán del Valle, un pueblo de tejedores. Yo hacía dibujos para los tapices. Eso me daba para comer. Me iba a México para venderlos y expuse en la galería de Juan Martín. En 1968 conocí a Elisa Ramírez: ella vino a Oaxaca, nos relacionamos y nos fuimos a París. Con ella tuve dos hijos, Laureana que es fotógrafa y Gerónimo que es pintor. Tengo otra hija Natalia, que es poeta.

¿Es cierto que el Instituto, donde estamos, fue su casa?

Sí. Después de que me separé, la casa se quedó sola, se veía vacía y había muchos recuerdos. De ahí que hace ocho años la di para que fuera el Instituto de Artes Gráficas: aquí se organizan exposiciones temporales y ciclos de conferencias. Lo que más me interesa es aumentar la biblioteca. Actualmente cuenta con 12 mil volúmenes, de temas como pintura, gráfica, dibujo, arquitectura, escultura, arqueología, diseño, arte popular, textiles, fotografía, arte contemporáneo y arte mexicano desde sus orígenes hasta nuestros días.

Mis viajes continuaron desordenados. Iba a Nueva York, siempre a preparar y organizar exposiciones. Luego volví a Juchitán y fundamos la Casa de la Cultura; la idea era darles a las nuevas generaciones, lo que a mí me faltó: biblioteca, sala de exposiciones, un centro cultural, lo que no había cuando yo era estudiante. Crear un Instituto para ayudar a los jóvenes. Oaxaca es un lugar privilegiado, es un centro de creación, tiene todo un pasado en arqueología prehispánica, colonial, arte popular y la ciudad misma. Aquí Tamayo hizo su museo, eso despertó interés. Él me pidió que fuera director de la Escuela de Artes y ayudó a artistas para que dieran clase. Los artistas han sido dadivosos, siempre preocupados por que se divulgue el arte.

Actualmente mi estilo de vida es diferente. Las cosas me han llegado sin pedir mucho. No soy ambicioso. Mi familia es lo central en mi vida. Me importa mi labor cultural, por lo que he dejado de pintar, sólo lo hago de repente. No encuentro más interés. Ojalá que sea momentáneo.

Todas mis esposas -he tenido cuatro- significaron mucho para mí. Pero nos separamos porque éramos mundos distintos. Trine (Marie-Catherine) mi actual compañera, la conocí por medio del dueño de un taller de litografía en París. Él es danés. Me invitó a Dinamarca y ahí la conocí; es una excelente tejedora de tapices; tenemos dos hijos: Sara y Benjamín.

Volviendo a sus actividades sociales, ¿Qué es PROAX?

Es un Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca. Está integrado por un arzobispo, un senador priísta, un senador del PRD, masones, arquitectos, pintores... Nos unió un solo fin: la preocupación por los problemas existentes en diferentes zonas del Estado. Por ejemplo el agua, la destrucción de los bosques, los asentamientos irregulares muy cerca de Monte Albán, la venta ilegal de terrenos.

A partir de que nos organizamos, hemos logrado que se respeten lo que fue el Convento de Santo Domingo. Había planes para adaptarlo como centro comercial, con todo y estacionamiento. Hemos conseguido que sea un gran centro cultural, con un jardín etno-botánico. Y en relación con Monte Albán, hemos propuesto que se indemniza la gente que vive en las áreas prohibidas (por decreto), y que se les traslade a otras zonas. Queremos que se construya un gran jardín botánico y viveros que sirvan como valla protectora de la zona arqueológica.

El maestro Toledo ha creado además dIversas bibliotecas infantiles en varias  comunidades indígenas; asimismo, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), el Centro Fotográfico Álvarez Bravo, la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges y la biblioteca Francisco de Burgoa, todos de entrada gratuita.


(Tomado de: Krauze, Hellen – Pláticas en el tiempo. Serie: Alios Ventos. Editorial Jus, S.A. de C.V. México, D.F., 2011)



jueves, 8 de diciembre de 2022

Paulette, abajo de la cama

 


"Me llamo Paulette, tengo cuatro años. Tengo una discapacidad motriz y del lenguaje, presento una cicatriz en la espalda del lado izquierdo. No puedo valerme por mí misma, necesito a mis papás..."

Así rezaban los panfletos que repartían los padres de la niña de cuatro años Paulette Gebara Farah, quien había desaparecido bajo circunstancias sospechosas la noche del 21 al 22 de marzo de 2010 en su propio departamento, ubicado en un exclusivo condominio de Huixquilucan, Estado de México. Cuando su niñera no la encontró en su cama por la mañana, los padres y vecinos se dieron a la tarea de buscarla por todo el edificio, cuya estricta vigilancia hacía extraño que aquello hubiese ocurrido.

Tras involucrar a la policía e iniciar una intensa campaña en medios para localizarla, la historia dio una de las vueltas de tuerca más insólitas, terribles e indignantes en la historia de la justicia mexicana: el 30 de marzo un repentino apagón dejó a oscuras el edificio, y al volver la energía, como si se tratara de un macabro acto de magia, se pudo encontrar el cadáver de la niña justo abajo de su propia cama. ¿Cómo fue que equipos especializados no pudieron hallarla en el lugar que parecía más obvio? ¿Por qué lo perros que habían peinado la zona más de una vez nunca la localizaron ahí? El procurador usó todo tipo de excusas para justificar que sus equipos no lograran encontrarla. La situación entonces tuvo tintes macabros, pues la madre de Paulette había concedido entrevistas televisivas sentada en aquella misma cama, mientras el cuerpo de su hija se encontraba entre el colchón y la base en pleno proceso de descomposición. La muerte fue calificada entonces como "accidental" debido a "asfixia mecánica por obstrucción de fosas nasales y compresión toracicoabdominal", y el caso fue cerrado abruptamente. Aunque la madre estuvo arraigada como sospechosa, a los pocos días fue exonerada. Nueve años han pasado sin que se sepa la verdad sobre esta tragedia.


(Tomado de: H. Jiménez, Pablo. Sensacional de crímenes. Abajo de la cama . Muy Interesante. Crimen. Casos en México. Vol. VI. Editorial Znet Televisa, S.A. de C. V. Ciudad de México, 2019)

lunes, 5 de diciembre de 2022

Grupo Atlacomulco



Edomex. Corriente hegemónica de la clase política fundada por el gobernador Isidro Fabela, que se caracteriza por su cohesión y militancia en el PRI, que impulsó el vigoroso crecimiento económico y que ha gobernado ininterrumpidamente hasta la fecha, salvo el periodo de 1987-88.

Líderes del Grupo Atlacomulco:

Isidro Fabela (1942-64)

Gustavo Baz Prada (1964-82)

Carlos Hank González (1982-01)


Tres generaciones del grupo Atlacomulco y sus distinguidos representantes:

Primera

*Isidro Fabela. Gobernador (1942-45).

*Alfredo del Mazo Vélez. Gobernador (1945-51). Secretario de Recursos Hidráulicos (1958-64).

*Salvador Sánchez Colín. Gobernador (1951-1957).

*Gustavo Baz Prada. Gobernador (1957-63).


Segunda

*Adolfo López Mateos. Senador (1946-52), Secretario del Trabajo (1952-58), presidente de la República (1958-64).

*Juan Fernández Albarrán. Secretario general del PRI (1958-62), gobernador (1963-69).

*Carlos Hank González "Un político pobre es un pobre político". [Presidente municipal de Toluca (1955-1957), Diputado del Congreso de la Unión (1958-1961), Gobernador del Estado de México (1969-1975), Jefe del Departamento del Distrito Federal (1976-1982), Secretario de Turismo (1988-1990), Secretario de Recursos Hidráulicos (1990-1994)]

*Jorge Jiménez Cantú. Secretario de Salud (1970-75), gobernador (1975-81)


Tercera

*Ignacio Pichardo Pagaza. Secretario de SECODAM [Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo] (1974-76), gobernador sustituto (1988-93), presidente del PRI (1994).

*Alfredo del Mazo González. Gobernador (1981-86), secretario de SEMIP [Secretaria de Energía, Minas e Industria Paraestatal] (1986-88).

*Óscar Espinoza Villarreal. Regente [de la ciudad de México] (1994-97), secretario de Turismo (1997-00).

*Emilio Chuayfett Chemor. Director del IFE (1990-93), gobernador (1993-95), secretario de SEGOB [Secretaría de Gobernación] (1995-97).

*Arturo Montiel Rojas. Diputado federal en la LV Legislatura (1991-94), gobernador (1999-05).


[*Enrique Peña Nieto. Secretario de Finanzas del Estado de México (2000-02), diputado estatal (2003-05), gobernador (2005-11), Presidente de la República (2012-18).

*Alfredo del Mazo Maza. Presidente municipal de Huixquilucan (2009-12), Director general de BANOBRAS [Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos] (2012-15), diputado federal  (2015-17), gobernador (2017-)]


(Tomado de: Roldán Quiñones, Luis Fernando. Diccionario irreverente de Política mexicana. Con ilustraciones de Helguera. Grijalbo/Random House Mondadori, S.A. de C.V. México, D.F., 2006).




jueves, 1 de diciembre de 2022

Anabel Ferreira

 


Comediante popular a principios de los años noventa, parecía en sus inicios encaminarse por un rumbo alejado de la farándula. Estudió Administración de Empresas, Historia del Arte, Turismo e Idiomas, pero la atrajo la televisión.

Se inició como conductora del programa infantil Operación contacto, al lado de Rogelio Moreno, para más tarde hacerse cargo de la sección "La hora juvenil" de Siempre en domingo, maratónico programa de Raúl Velasco.

Como actriz participó en la telenovela Principessa, al lado de Irán Eory, y en el melodrama histórico Senda de gloria (1987). Sin embargo, su verdadera e innata vocación la encontró, sin embargo, en el programa de comedia Anabel, donde debutaron dos nuevos valores de la comicidad: Eugenio Derbez y Mario Bezares.

Entre sus personajes más populares están: Coralia que protagonizó el video-home Una boda y siete funerales (1996), Yadira, La lagartija karateka y la enfermera Chayo.

En septiembre de 2000 interpretó a Kena en la obra Todos quieren conmigo. Después de un receso obligado por motivos de salud, se reincorporó a la pantalla chica con el programa Esta noche Anabel, de Televisión Azteca.

(Tomado de: Cueva, Álvaro - Somos Uno, especial de colección, Las reinas de la risa. Alegría en pantalla chica. Año 12, núm. 216. Editorial Televisa, S.A. de C.V., México, D.F., 2002)

lunes, 28 de noviembre de 2022

Sahagún: Del agüero al ver una comadreja en su camino



 LIBRO QUINTO 

Que trata de los agüeros y pronósticos, que estos naturales tomaban de algunas aves, animales y sabandijas para adivinar las cosas futuras.


[...]

CAPITULO VI

DEL MAL AGUERO QUE TOMABAN CUANDO VEÍAN QUE LA COMADREJA  O MOSTOLILLA ATRAVESABA POR DELANTE DE ELLOS CUANDO IBAN POR EL CAMINO O POR LA CALLE.

De este animalejo que se llama comadreja, o mostolilla, se espantaban y tomaban mal agüero cuando la veían entrar en su casa, o traspasar por delante de si, cuando iban por el camino o por la calle; y concebían en su corazón mala sospecha de que les había de venir algún mal, o que si algún viaje tomasen no les había de suceder bien, que habían de caer en manos de ladrones o que les habían de matar, o les habían de levantar algún falso testimonio; 

y por esto ordinariamente los que (se) encontraban con este animalejo les temblaban las carnes de miedo, y se estremecían y se les espeluzaban los cabellos; algunos se ponían yertos o pasmados, por tener entendido que algún mal les había de acontecer. 

La forma de este animal, acá  en esta tierra, es que son como los de España, que tienen la barriga y pecho blanca y todo lo demás bermejo.


(Tomado de: Sahagún, fray Bernardino de - Historia General de cosas de Nueva España. Numeración, anotaciones y apéndices de Ángel María Garibay K. Editorial Porrúa, S. A. Colección “Sepan Cuantos…” #300. México, D.F. 1982)

jueves, 24 de noviembre de 2022

Códices mixtecos prehispánicos

 


Códices mixtecos prehispánicos 

Manuel A. Hermann Lejarazu


Los códices mixtecos prehispánicos conforman un importante grupo de documentos cuya temática principal es la narración histórica y genealógica de los diversos linajes que gobernaron en el Posclásico. Los que sobrevivieron a la conquista española son los códices Bodley, Nuttall, Vindobonensis, Selden y Colombino-Becker. En vez de hablar únicamente de seis códices, en realidad se trata de ocho relatos histórico-pictográficos, elaborados en distintas épocas y por diversos autores, pues muchos se componen de una parte anversa y otra reversa que no constituyen una unidad.


Códice Bodley (anverso)

Registro completo sobre la historia y genealogía de Tilantongo desde el siglo X hasta el XVI. Este documento fue terminado hacia 1519 o 1521 y muestra un estilo que perduró en diferentes regiones de la Mixteca hasta principios del siglo XVII.

Códice Bodley (reverso)

Relato sobre los orígenes míticos de los señores de Lugar de Bulto de Xipe hasta la biografía de 4 Viento. Reconstruye parte de las genealogías de Tlaxiaco y Achiutla y se vincula con Tilantongo en su parte final. Elaborado antes que la sección anversa.


Códice Nuttall (anverso lado 2)

Narración mítico-histórica sobre los orígenes del señorío de Suchixtlán hasta el advenimiento de la segunda dinastía de Teozacoalco, con varios datos sobre el origen de Tilantongo como centro de poder. Abarca desde el siglo X hasta el XIV y quizá fue concluido hacia esta época.

Códice Nuttall (reverso lado 1)

Biografía de 8 Venado realizada en una época anterior al lado anverso, pero posterior a la vida del personaje. Tal vez fue elaborado a principios del siglo XIV y quizá sea contemporáneo del Códice Colombino-Becker.


Códice Vindobonensis (anverso)

Conforma un relato sagrado sobre los orígenes míticos del universo mixteco y los rituales que llevaron a su ordenamiento por los dioses creadores. Se desconoce su época de elaboración, pero guarda similitudes estilísticas e iconográficas con el Códice Nuttall.

Códice Vindobonensis (reverso)

Relación sucinta sobre la genealogía de Tilantongo desde el siglo X hasta el siglo XIV. Manuscrito quizá realizado hacia el siglo XVI, pero con una tradición pictórica diferente a la del anverso.


Códice Colombino-Becker

Biografía de  8 Venado (1063-1115) y breve biografía de 4 Viento (1092-1164). Según los estudios de Nancy Troike (1974), ambos códices formaban un mismo documento que fue separado en los primeros años que siguieron a la Conquista. Pudo haber sido elaborado en el siglo XIV. 


Códice Selden

Historia y genealogía de todas las dinastías de Jaltepec desde el siglo X hasta el siglo XVI. Aunque en rigor el Códice Selden fue terminado a mediados del siglo XVI, hacia 1556, se considera de origen prehispánico debido a que no existe ninguna influencia española en su elaboración.


(Tomado de: Hermann Lejarazu, Manuel A. Códices mixtecos prehispánicos. Dossier. Tres mil años de cultura en Oaxaca, Puebla y Guerrero . Arqueología Mexicana, Vol.XV núm. 90. Editorial Raíces, México, 2008)


lunes, 21 de noviembre de 2022

Dios omnipotente, y don Porfirio presidente... (I)


Al cumplirse en 1910 el primer centenario de la iniciación del movimiento de Independencia de México, Porfirio Díaz se exhibía en la cúspide de su prepotencia política. Así, los festejos organizados para celebrar ese primer centenario expresan, con elocuencia, la tendencia, la sustancia, la modalidad imperante en materia de gobierno: Poca política y mucha administración, como el propio Díaz definió la fórmula de su personalísimo estilo de gobierno.

En verdad, pocas épocas, como entonces, contemplaron en la Ciudad de México un despliegue tan espectacular y rico de obras nuevas e inauguraciones. El calendario de festejos llevados a cabo entre septiembre y diciembre de 1910 es por demás expresivo para conocer la dosis de renovación urbana que Porfirio Díaz entregaba a la metrópoli a pocos meses de que dejase la presidencia, expulsado por una Revolución Social que aspiraba a mucha administración pero, también, a mucha política.


Maratón urbano.- La dinámica urbana y el embellecimiento de la Ciudad de México que alcanzaron dimensión de maratón durante 1910 (470,679 Habs.), llegaba precedida por antecedentes que expresaban el interés de Díaz en favor de la modernización y el enriquecimiento urbano de la ciudad: ya desde agosto de 1877, en el Paseo de la Reforma se había inaugurado el monumento a Cristóbal Colón, donado por Antonio Escandón; el monumento a la memoria de Cuauhtémoc en el propio Paseo de la Reforma; la estatua del Gral. Vicente Guerrero en el Jardín de San Fernando; el Monumento Hipsográfico, en la Plaza del Seminario, al norte de la Plaza de la Constitución; y la estatua de doña Josefa Ortiz de Domínguez en la Plaza de Santo Domingo; el edificio de la Aduana Nacional de Santiago, en Tlatelolco; dos estaciones de los FF.CC., el Hospital General, de ambiciosas dimensiones para la época: 32 pabellones, 67 recintos, 170,000 metros cuadrados; la Biblioteca Nacional de México, en la actual esquina de la Av. Isabel la Católica y República de Uruguay; el alumbrado público de la Ciudad; el Gran Canal del Desagüe del Valle de México, obra titánica para su tiempo (se dice metafóricamente que fue hecha a "lomo de indio" aludiendo a que careciéndose de maquinaria y de fuerza eléctrica, se construyó a base de mano de obra. Se le puede comparar con la realización de los 63 km del Canal de Panamá, construido con máximo despliegue de recursos tecnológicos y económicos. El de México -47 kms de canal abierto, 10 kms de túnel de Tequixquiác y 2.5 kms del Tajo de Nochistongo- se construyó cuando el presupuesto del país era de $60 millones); el Palacio de Correos aún hoy en funcionamiento; la Escuela de Jurisprudencia en la esquina de San Ildefonso y Av. República de Argentina, etc.


Así, en septiembre de 1910 se alcanzó la culminación con el gigante acorde sinfónico de obras públicas que a la Ciudad de México le imprimieron dimensión sin precedente:


*Inauguración del Manicomio General -2,600 pacientes - (en la que fue hacienda de La Castañeda, en Mixcoac, en sustitución del hospital de San Hipólito -derribado- y del Hospital de la Canoa -hoy casa Núm. 39 de la segunda de Donceles). Este edificio empezó a ser demolido en 1966 para construir, en ese mismo sitio, una gigantesca unidad habitacional: Lomas de Plateros. La demolición se iniciaba cuando Arturo Quintana -según el mismo narra- "consulté con el ingeniero encargado de la obra si me podría vender algunas piezas y me contestó: Si usted quiere le vendemos el edificio entero. Lo pensé unos momentos y acepté la proposición. Así, en vez de demolerlo, se pusieron a clasificar piedra por piedra que fueron trasladadas hasta mi pequeño paraíso, como yo le llamo a Coapexco (Edo. de México). Tiempo después y durante 2 largos años nos pusimos a armar el edificio, como si se tratara de un gigantesco rompecabezas..."

En los mismos terrenos de Coapexco, Quintana descubrió -y ha restaurado- las ruinas de la que fuese la primera cervecería de América Latina, la cual funcionaba ahí hasta la Primera Guerra Mundial (1918/1922).   


*Colocación de la primera piedra de la que sería cárcel de la ciudad (Lecumberri, hoy hogar del Archivo General de la Nación).


*Inauguración del Palacio de Relaciones Exteriores (en la hoy Av. Juárez, en el área que actualmente ocupa el nuevo edificio de la Lotería Nacional).


*Inauguración del edificio de la YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes) en la esquina de la actual calle de Balderas y avenida Morelos (hoy edificio del periódico "Novedades"), y que hasta entonces funcionaba en un modesto local ubicado en la calle Patoni hoy avenida Juárez, en el tramo comprendido entre las calles de Iturbide y Humboldt.


*Inauguración de la Escuela Correccional para Varones, en la entonces población de Tlalpan.


*Inauguración de la Escuela Normal para Maestros, en San Jacinto, sobre Czda. México-Tacuba en un terreno llamado Tabla del Rosario, edificio ocupado por el Colegio Militar.


*Inauguración de la Columna de la Independencia, en el Paseo de la Reforma, proyectada por el Arq. Antonio Rivas Mercado.


*Inauguración del Hemiciclo a Benito Juárez, en la hoy Av. Juárez.


*Colocación de la primera piedra del Palacio Legislativo, posteriormente transformado en Monumento a la Revolución.


*Inauguración de las obras del túnel de Tequixquiác.


*Inauguración de las obras de ampliación de la antigua Penitenciaría en las calles de Belén (hoy Centro Escolar Revolución).


*Inauguración del Monumento a George Washington, donado por el gobierno de los EE UU., en la Plaza de Dinamarca, en la Colonia Roma (actualmente en el bosque de Chapultepec).


*Inauguración del Monumento a Humboldt, donado por el gobierno de Alemania, en los jardines de la Biblioteca Nacional.


*Inauguración del Monumento a Luis Pasteur, donado por el gobierno de Francia, en el Paseo de la Reforma y Plaza de los Ferrocarriles.


*Inauguración de la estatua de San Jorge, reproducción de la esculpida por Donatello, donada por el rey de Italia, ubicada en una hornacina de la fachada de la Academia de San Carlos.


*Inauguración de la Universidad Nacional de México, en la actual esquina de las calles de Rep. de Guatemala y Lic. Verdad (hasta entonces la vida de la Universidad transcurrió salpicada de accidentes. Fundada en 1553 en la actual esquina de las calles de Seminario y Moneda, en 1554 se trasladó a los solares que, originalmente propiedad de Cortés, se encontraban situados en la Plaza del Volador (área hoy ocupada por la Suprema Corte de Justicia), dando origen a la denominada calle de la Universidad, hoy Erasmo Castellanos Quinto. En 1833 fue clausurada por Gómez Farías; en 1834 la restauró Santa Anna. En 1857 fue vuelta a cerrar por Comonfort. En 1858 nuevamente fue restablecida por Zuloaga y Juárez la clausuró en 1861. La Intervención Francesa la abrió y Maximiliano la clausuró en 1864. El 25 de septiembre de 1910 justo Sierra la reinstaló).


*Inauguración del Monumento a Garibaldi, donado por el residente italiano Augusto Volpi, en la esquina de las actuales calles de Guaymas y Av. Chapultepec.


*Colocación de la primera piedra de un monumento -que nunca se construyó- dedicado a Isabel la Católica.


*Inauguración del Parque Popular Balbuena.


*Inauguración del monumento, rematado por un reloj, donado a la ciudad por la Colonia Turca, en la esquina de las actuales calles de Bolívar y Av. Venustiano Carranza.


*Inauguración de la Estación Sismológica Central en los terrenos del Observatorio Astronómico de Tacubaya.


*Inauguración del Instituto Tecnológico, en la Alameda de Santa María de la Ribera.


*Inauguración de la Escuela Corregidora Josefa Ortiz de Domínguez en la hoy Plaza Aquiles Serdán.


*Inauguración del Instituto Médico, en la esquina de las hoy calles de Balderas y Ayuntamiento.


*Inauguración de la gran tienda El Centro Mercantil. Su fundador fue don Nicolás de Teresa, visionario más metido a diplomático que a comerciante quien, inspirado en las Galerías Lafayette de París, quiso darle a México su símil.

Su cercano parentesco con Porfirio Díaz no impidió que sus competidores, particularmente españoles y franceses, lo pusieran en mil aprietos. Muerto en Austria cuando fungía como embajador de México, su viuda, María Luisa Romero Rubio, vendió El Centro Mercantil a dos habilidosos comerciantes de la casta empresarial mexicana de la época: Santiago Erechederra, español; y Santiago Roberts, francés.

Su bella cúpula de cristal, ordenada a Francia y construida por herreros y forjadores italianos, tuvo un costo de $1 millón. Hoy aloja al Gran Hotel de México y está valuada en $13 millones.


Una de las aportaciones más importantes de Díaz para el embellecimiento de la Ciudad de México, realizada como uno de los preliminares a las Fiestas del Centenario de 1910, fue la colocación en el Paseo de la Reforma, de las estatuas de próceres de la historia de México. Esta tarea se inició en 1889. Para ella, se obtuvo el concurso de los gobiernos de los estados. En 1896, ya estaban colocadas todas las estatuas.



(Tomado de: Romero, Héctor Manuel. - "Dios omnipotente, y Don Porfirio presidente..." -La Ciudad de México (Delegación Cuauhtémoc) en 1910/1911-. Ediciones de la Delegación Cuauhtémoc, México, D. F., 1982.)

jueves, 17 de noviembre de 2022

Carlota de México


Carlota de México

El 9 de julio de 1866, muy temprano, la emperatriz Carlota salió de la Ciudad de México rumbo a Veracruz, donde abordaría un barco con destino a Europa. No iba en viaje de placer, sino a cumplir una misión política: convencer al emperador francés Napoleón III y al papa Pío IX para que ayudaran al tambaleante imperio que 2 años antes una junta de 215 notables decidiera establecer en tierras mexicanas. Su esposo Maximiliano, el archiduque de Austria y emperador de México, la había acompañado hasta Ayotla, en las estribaciones de la Sierra Nevada, donde medio de fragantes naranjales el matrimonio se dio el que sería su último beso.

A partir de ese momento la mala suerte pareció ensañarse con la soberana, de sólo 26 años. Llovía torrencialmente, los caminos estaban casi intransitables y una rueda del carruaje que la transportaba se partió en 2, retrasándola varias horas.

Niña bonita

Nacida en 1840, María Carlota Amelia Victoria Clementina Leopoldina pasó su niñez en el castillo de Laecken. De tarde en tarde, su padre, el rey Leopoldo I de Bélgica, la sentaba sobre sus piernas y acariciándole los cabellos castaños la llamaba "mi pequeña sílfide". Su madre, la piadosa Luisa María de Orleans, hija de Luis Felipe (rey de Francia entre 1830 y 1848) había muerto cuando Carlota tenía 10 años, pero la niña encontró a diario en los mimos de su progenitor y sus hermanos mayores: Felipe, príncipe de Flandes, y Leopoldo, duque de Brabante, quien más tarde sería rey de Bélgica y del Congo Belga.

Precoz, dotada de fuerte temperamento y notable perseverancia, la chiquilla poseía una figura esbelta y sus ojos color castaño oscuro cambiaban al verde claro cuando les daba la luz del sol. De adolescente,  leía las obras de los santos Alfonso de Ligorio y Francisco de Sales, del historiador griego Plutarco y de Carlos Forbes, Conde de Montalembert y defensor del catolicismo liberal.

Por aquellos tiempos llego a la corte de Bruselas un personaje que marcaría su destino: el archiduque Maximiliano de Habsburgo, hermano de Francisco José, emperador de Austria y Hungría. Al recién llegado le gustaba la buena comida, la danza, la música, la poesía y la literatura (en su castillo de Miramar, a orillas del mar Adriático, guardaba alrededor de 6,000 libros). No tenía una gran fortuna personal, por lo que su familia buscaba cazarlo con alguna acaudalada princesa.

Días de vino y rosas

Carlota, de 17 años, se enamoró profundamente del apuesto noble de 1.85 de altura, ojos azules y larga barba rubia. Él tenía 25 años y no aparentaba quererla con tanta intensidad; de hecho, había negociado con Leopoldo I casarse con ella, a cambio de un millón de francos que requería para terminar de construir su Palacio en Miramar.

El matrimonio se celebró el 27 de julio de 1857 en la catedral de Santa Gúdula. Carlota uso una diadema de brillantes entreverados con flores de naranjo, un velo confeccionado por hilanderas de Bruselas y un manto real bordado en Brujas. Maximiliano, por su parte, lucía el vistoso uniforme del ejército austríaco. Después de la ceremonia viajaron por el río Rhin y, a su paso, los lugareños arrojaban floridas guirnaldas.

Los recién casados fueron comisionados para gobernar las provincias lombardo-venecianas, al norte de Italia. En Milán fueron bien recibidos, pero los conflictos regionales y las intrigas palaciegas los obligaron poco después a dejar los asuntos de Estado y retirarse al castillo de Miramar.

La aventura mexicana

A Maximiliano le faltaban bienes y le sobraban deudas; en cambio la fortuna de Carlota era cuantiosa (algunos historiadores afirman que al morir, en 1927, era la mujer más rica del mundo). Leopoldo I, previendo que al archiduque no lo movía el amor sino la ambición, había incluido en el contrato matrimonial una cláusula según la cual las posesiones de Carlota no podían ser usadas por su consorte. El rey no se equivocaba: cuando Maximiliano aceptó gobernar México se fijó a sí mismo un sueldo de un millón 600,000 al año. En contraste, el presidente Benito Juárez (a quien la lucha contra los conservadores había obligado a asentarse en Paso del Norte, actual Ciudad Juárez) sólo percibió 30,000 pesos  anuales durante su gestión.

El 14 de abril de 1864, a bordo de la fragata Novara, Maximiliano y Carlota enfilaron hacia México, convencidos por los conservadores mexicanos y por Napoleón III de que México entero anhelaba una monarquía y de que el emperador francés apoyaría el Imperio con tropas y recursos económicos. En junio llegaron a Veracruz; y cuando entraron a la Ciudad de México, con gran pompa y circunstancia, fueron seguidos por más de 200 carruajes en los que viajaba lo más lucido de la sociedad capitalina. Al anochecer fueron conducidos a las habitaciones del Palacio Nacional, pero la cama estaba tan llena de chinches que no pudieron dormir. El emperador pasó horas tendido sobre una mesa de billar y su esposa permaneció en un sillón, rascándose furiosamente. Por las ventanas se colaba el ruido ensordecedor de los cohetones y petardos que los partidarios de la monarquía lanzaban para festejar a sus regias majestades.

El principito

Radicados en el castillo de Chapultepec, Maximiliano y Carlota jamás volvieron a dormir juntos ni engendraron hijos. Un pasquín difundido por un por un tal Abate Alleau decía que Maximiliano era estéril debido a una enfermedad venérea que una mulata le contagio en un viaje por Brasil y otros murmuraban que era impotente. Al menos esta última versión era falsa: mientras Carlota se ocupaba de los quehaceres administrativos en México, el emperador solía escaparse a Morelos donde, en la Quinta Borda de Cuernavaca o en su quinta El Olvido, en Acapantzingo, recibía a mujeres como Guadalupe Martínez (la legendaria "India bonita") y Concha Sedano, hija del jardinero que cuidaba la quinta morelense.

Un biógrafo no muy confiable dijo que cuando Carlota partió hacia Europa a solicitar auxilio estaba embarazada del coronel Karl van der Smissen, jefe del cuerpo de voluntarios belgas que custodiaban a los emperadores. En todo caso, para asegurar la sucesión en el trono, Carlota y Maximiliano adoptaron a un nieto del ex gobernante Agustín de Iturbide; llamado igual que su abuelo, tenía 3 años de edad, era hijo de una estadounidense y hablaba con acento "pocho". Por la adopción, los familiares del pequeño fueron nombrados príncipes y princesas, indemnizados con 150,000 pesos cada uno y obligados a establecerse en Europa, con la promesa de no volver sin permiso de Maximiliano.

Momento de decisión

Durante los primeros meses del imperio, una parte del pueblo adoraba a los soberanos, en especial a Carlota, preocupada más por el bienestar de sus gobernados que por las banalidades del protocolo que su marido cumplía con fastidioso rigor. La emperatriz fundó la Casa de la Maternidad e Infancia e impulsó leyes que prohibían el castigo corporal y las jornadas excesivas de trabajo para los indígenas.

En febrero de 1866 Napoleón III a anuncio Maximiliano el retiro de las tropas francesas de México (porque su mantenimiento era muy costoso); sólo dejaría al servicio del mandatario a 10,000 integrantes de la Legión Extranjera. Desconsolado, el emperador decidió renunciar a su cargo y largarse del país, pero Carlota, en una elocuente carta, le hizo ver que abdicar era como extenderse un certificado de incapacidad. "Mientras en México haya un emperador, habrá un imperio", sentenció la archiduquesa.

Cinco meses después se embarca rumbo a Europa, donde la aguardaba un triste destino: la locura.

Diplomacia dudosa 

Respecto a la pérdida de sus facultades mentales se ha contado numerosas historias. Unos dicen que la archiduquesa fue víctima de hechizos del culto vudú; otros, que le dieron ciertas yerbas de origen prehispánico capaces de enloquecer a quien las ingiere, como el toloache o el ololiuque ("hongo de los ojos desorbitados" que causa "visiones o cosas espantables"). 

En todo caso, la emperatriz se trastornó a partir del desdeñoso recibimiento que tuvo en Europa. En Francia, Napoleón III y su consorte se negaron a verla y la hospedaron en un hotel y no en el Palacio de las Tullerías, como correspondería a su cargo imperial. Cuando por fin logró ver al monarca francés, lo acusó a gritos de traidor, advenedizo, desleal y carente de palabra. Como réplica, el aludido convocó a un consejo de ministros que decidió dejar a su suerte a Maximiliano frente a sus enemigos.

Tampoco tuvo éxito con el papa Pío IX. El 2 de octubre llegó al Vaticano pero el pontífice (que estaba desayunando cuando la exaltada emperatriz, vestida de negro, irrumpió en sus aposentos) le dijo de mal talante que nada podía hacer por ella ni por su marido. Colérica, Carlota metió los dedos en la taza de chocolate de Pío IX; decía no haber bebido o comido nada tras el intento de Luis Napoleón y su mujer de envenenarla y calificó el emperador de "Satanás disfrazado". Luego se negó a salir de la residencia papal, asegurando que espías de Napoleón III la esperaban afuera para matarla, y tanto lloró y gritó que el papá se resignó a dejarla dormir en la biblioteca del edificio.

Paranoia

Al día siguiente, para lograr sacarla del Vaticano, inventaron una visita al orfanatorio de San Vicente de Paul donde, sedienta, Carlota metió la mano en un puchero hirviente y se desmayó. Los guardias vaticanos aprovecharon esta circunstancia para ponerle una camisa de fuerza y depositarla en el Grand Hotel de Roma.

De allí se escapaba regularmente para tomar agua de las fuentes y exigía que antes de probar bocado una tal señora Kruchacsévic y su gato cataran los alimentos. La camarera particular de la emperatriz, Matilde Doblinger, puso en las habitaciones de su ama un brasero y unas gallinas, porque la hija del rey Leopoldo solo accedía a comer los huevos que las aves ponían ante sus ojos.

Su hermano Felipe fue por ella a Roma y se la llevó a Miramar, donde la mantuvo enclaustrada por espacio de varios meses. Algunos biógrafos sostienen que allí vino al mundo el hijo de Carlota e identifican a ese vástago con el general Máximo Wygand, quien, nacido en 1867, fue sucesivamente gobernador de Argelia, ministro de guerra francés y jefe militar en África del Norte.

La hora final

Maximiliano se enteró de la locura de su esposa desde octubre de 1866, al recibir un telegrama del Vaticano y otro de Miramar. La noticia lo desmoronó por completo. Acosado por los liberales, inició una descontrolada huída, hasta que fue apresado, encerrado en el convento queretano de Las Capuchinas y fusilado el 19 de junio de 1867 en el cerro de las Campanas, junto con sus aliados conservadores Tomás Mejía y Miguel Miramón.

Carlota no solo sobrevivió a su marido sino a casi todos sus contemporáneos. Conservaba como reliquia una caja de palo de rosa que, según ella, contenía un fragmento del corazón de Maximiliano, órgano que presuntamente le habían arrancado después de fusilarlo. Como jamás soltaba la caja, sus damas de compañía tenían que darle de comer en la boca.

Durante sus últimos años quedó casi calva, tullida y semiciega, además de padecer cáncer de mama. Comía hilos de colchas, alfombras y cortinas, insectos, el jabón con que la bañaban y hasta sus propios y escasos cabellos.

Finalmente, murió el 19 de enero de 1927, a los 86 años de edad. En sus manos cruzadas fue colocado un rosario, en su cabeza, un gorro de encaje blanco (cuyas cintas le sostenían la mandíbula) y sobre su cuerpo docenas de rosas. Una helada tarde prolífica y nieve y ventiscas fue enterrada en la capilla del castillo de Laecken, donde había transcurrido su infancia, junto al lugar en que yacía el cuerpo de su madre.


(Tomado de: Estrada, Elsa R. de - Carlota de México. Contenido ¡Extra! Mujeres que han dejado huella. Segunda serie, segundo tomo. Editorial Contenido, S. A. de C. V. México, D. F., 1999)