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lunes, 10 de abril de 2023

Pedro de Urdimalas

 

Consumado excéntrico, creador de "Pepe el Toro" y con él de toda la leyenda de Pedro Infante, Pedro de Urdimalas solía mantener estacionado un viejo vehículo en las afueras de su casa. Dentro del automóvil le esperaba el maniquí de una mujer que luego se quedó sola. La escena hubiera fascinado al escritor uruguayo Felisberto Hernández.

Jesús Camacho Villaseñor nació el 22 de julio de 1911 en Guadalajara, Jalisco. Adoptó el seudónimo "Pedro de Urdimalas" -tomado de una obra de Miguel de Cervantes- después de ganar el concurso radiofónico de aficionados de "Don Leandro", que le hizo merecedor de una invitación para cantar en un club de Nueva York. Sin embargo, convenció a Emilio Azcárraga Vidaurreta -en aquel entonces presidente de la XEW- de que le cambiara el viaje por un espacio radiofónico para presentar su programa en vivo El espejo mágico, que luego cambió su nombre por el de Topillos y Planillas. Estos personajes lo hicieron famoso, pues luego los interpretó acompañado de su hermano en las cintas clásicas Nosotros los pobres y Ustedes los ricos, en las que figuraban como parejas de "la Guayaba" y "la Tostada", que serían las madres de muchas generaciones de mexicanos. Los guiones de esas cintas se deben a su pluma.

Escribió, asimismo, los libretos de Los tres García, A toda máquina, Qué te ha dado esa mujer, y También de dolor se canta. Se desempeñó como guionista de cintas que marcaron momentos clave: Ladronzuela, última película de Blanca Estela Pavón; Los olvidados, de Luis Buñuel, y otras películas de Clavillazo, Viruta y Capulina. Urdimalas ocupaba una posición aventajada en la industria del entretenimiento y dio sus primeras oportunidades a Eulalio González "Piporro", Lola Beltrán y los Polivoces. Compuso canciones que gozaron de mucha fama en su momento: Amorcito corazón, Dicen que soy mujeriego y Te quiero más que a mis ojos, que Pedro Infante interpretó en la última película de su vida, Tizoc.

A pesar de su edad avanzada en la década de los años noventa seguía activo y recibía homenajes espontáneos de estudiantes y críticos de cine. En 1993 sufrió un infarto del que se recuperó, pero hacia mediados de 1995 tuvo que abandonar su domicilio en la colonia Campestre-Churubusco de la ciudad de México y fue internado de emergencia en el Centro Médico Siglo XXI por una nueva crisis cardiaca. El martes 19 de diciembre entró en una fase crítica y fue necesario conseguir 18 unidades de sangre para que se le aplicaran transfusiones constantes.

El miércoles 20 su salud empeoró aún más, hasta que sobrevino la muerte a las 12:00 hrs. Fue velado en la Agencia Gayoso Félix Cuevas y al día siguiente se le dio sepultura. Le sobrevivieron su esposa, la actriz Ana María de Camacho, y quince hijos, nacidos de sus cuatro matrimonios.


(Tomado de: Todo México 1996. Resumen ilustrado de los acontecimientos más importantes registrados en México en 1995 para la actualización de la Enciclopedia de México. Kentucky, EUA, 1996)

lunes, 6 de febrero de 2023

Telenovelas II Los teleteatros

 


Los teleteatros

El 26 de julio de 1950, a las 6 de la tarde, menos de diez aparatos de televisión recibieron la señal del Canal 4 en la Ciudad de México, con lo que se declaró iniciada la existencia de un nuevo medio. Fue, en cierto modo, un final: el de quince años de experimentos que en sus inicios desarrolló el ingeniero Guillermo González Camarena en su casa, a mediados de la década de 1930. Ahora se exhibía el invento en los vestíbulos de los cines ante un público pasmado y desconcertado por ese mueble inmenso con una pantallita que reproducía lo que captaba una cámara a poca distancia.

La televisión nació sin idea clara de que público la acogería e intento todo con una pobreza de recursos impresionante. De hecho, heredaba de la radio muchos de sus recursos, como el de hacerse de capital. Ni el canal 4 de Rómulo O'farril ni, unos años después, el Canal 2 de Emilio Azcárraga producían sus programas sino, que vendían tiempo a las agencias publicitarias que, a su vez, armaban los programas. Éstas eran las que se llevaban la tajada financiera más grande, lo que explica la pobreza visual de la televisión en sus primeros quince años y que los programas llevarán en el título la marca patrocinadora (Estudio Raleigh, Noticiero H. Steele, Sonrisas Colgate).

La televisión probó todo tipo de programas y, siguiendo el ejemplo de la vieja radio, en vez de optar por la telenovela que exigía una producción de largo alcance para la que no estaba preparada, en sus primeros ocho años se refugió en el teleteatro, que le sirvió muchas para muchas cosas, principalmente para entender lo que no debía hacer.

La historia del teleteatro fue, sobre todo al principio, una cadena de horrores: al adaptar a un autor extranjero se partía de alguna traducción argentina, sin detenerse en localismos que lograban transformar la obra -a veces radicalmente- al pasar del inglés al porteño y de éste al mexicano. Había que reducir la obra a una hora dejando fuera, dadas las prisas del caso, muchos diálogos e incluso escenas centrales. No obstante así se hicieron de público el Teatro Selecto Packard, con adaptaciones de Julio Taboada y dirección de Luis Aragón, o el Teatro Fábregas, de Bonos del Ahorro Nacional, que en 1952 se dio el lujo de tener a Prudencia Griffel en Las medallas de Sara Downey, todo en el Canal 4. El Canal 2 quiso dar batalla con un desplante de audacia y lanzó un programa llamado Escenas inmortales, en el que María Félix y Jorge Negrete interpretaban a los personajes centrales de La dama de las camelias. Ante las cámaras, María salió sentada en un sillón confesando a la cámara que no se sabía los diálogos, y Negrete, vestido de charro, nerviosísimo, cantando una serenata con la partitura en la mano. Debut y despedida.

Sin embargo, a finales de los años cincuenta el teleteatro ya contaba con compañías bien afianzadas, sobre todo la de Ángel Garasa, que se presentaba los miércoles a las 8 de la noche en el Canal 2, el Teatro Bon Soir de Jesús Valero, el Teatro Colgate (viernes, Canal 2), el de Fernando Soler "y sus comediantes" (que dejó de transmitirse en 1956) y el de chocolates La Azteca, con Lorenzo de Rodas y Carmelita Molina, que sobrevivió hasta 1961. Parecía que el melodrama había encontrado su lugar y su público; para 1958 había aparecido la dueña definitiva de la casa.

(Tomado de: Reyes de la Maza, Luis - Crónica de la Telenovela I. México sentimental. Editorial Clío, Libros y Videos, S.A. de C.V., México, 1999)

martes, 12 de junio de 2018

Emilio Azcárraga Vidaurreta

Emilio Azcárraga Vidaurreta



Nació en Tampico, Tamaulipas, en 1895; murió en Houston, Texas, en Estados Unidos, en 1972. Hizo sus estudios primarios en Piedras Negras, Coahuila, y los secundarios en Estados Unidos. Fue dependiente, agente viajero y representante de empresas zapateras, distribuidor de automóviles, concesionario de la Compañía Víctor y, en 1927, fundador de una casa grabadora de discos que editó con gran éxito un catálogo de canciones mexicanas. En 1930 fundó la radiodifusora XEW –de 5 mil vatios de potencia inicialmente y después (1972) de 500 mil-; en 1938, la XEQ; en 1951 el canal 2 de televisión que junto con los canales 4 y 5 formaron Telesistema Mexicano en 1955. En todas estas estaciones se han dado a conocer y consagrado multitud de artistas. Además, promovió y regenteó la construcción de los estudios cinematográficos Churubusco (1944) y de los cines Bucareli, Bahía, Apolo, Popotla, Estadio y Arcadia. Fue miembro de la Comisión Consultiva de Radiodifusión y del primer Consejo Directivo del Instituto del Seguro Social. En 1950 y 1964 ocupó la presidencia de la Asociación Interamericana de Radiodifusión.

(Tomado de: Enciclopedia de México)