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sábado, 7 de septiembre de 2019

Los Dorados


Demián Gálvez: 28 años, guitarra eléctrica
Carlos Maldonado: 27 años, bajo
Daniel Zlotnik: 29 años, saxofones
Rodrigo Barbosa: 32 años, batería
Israel Baron: 30 años, tornamesa





Inicio: 2003
Idioma: Musical, extrasensorial
Discografía: Vientos del norte, 2004 y Turbulencia, 2006, con el sello Intolerancia





Influencias: Billy Frisell, Cuong Vu, Lee Konitz, Led Zeppelin, Herbie Hancock, Jimi Hendrix, Ramones, Pink Floyd, Chris Potter, Charles Mingus, John Coltrane, Miles Davis, Astor Piazzola, The Cure, Radiohead, Björk y Mars Volta.


Sonido: Jazz pero con punk, noise, música contemporánea, de concierto, rock. A los jazzistas les suena a rock y a los roquedos les suena a jazz.


El DF, ¿qué les inspira?: El DF es como el ying y el yang, en el sentido de que puede ser muy hermoso cuando vas a Coyoacán o a Tlalpan. La gente, el movimiento de música que se genera es único a nivel nacional pero te cobra con el tráfico y la contaminación. Es como ciudad gótica al estilo Batman.


En la ciudad: la Roma, la Condesa, Coyoacán y también somos de los invitados al nuevo centro.


En 5 años…: Con cinco discos más y tocando en cualquier parte de mundo, ya sea en Xochimilco o Japón.




Tomado de: Sonidos Urbanos. 150 bandas 2000-2005 MX/DF. Sonidos Urbanos Producciones S. A. de C. V. 2007)



www.myspace.com/sonidos_urbanos_df


contactos@sonidosurbanos.com



ciudad de mexico, los dorados, musica mexicana, rock, jazz, punk, siglo xxi, sonidos urbanos, sonidos urbanos producciones

sábado, 2 de junio de 2018

Dámaso Pérez Prado

Dámaso Pérez Prado


Nació en La Habana, Cuba, en el año 1921. Desde muy joven, a los trece años de edad, tocó en danzoneras y charangas de su ciudad natal, Matanzas. Finalmente llegó a ser pianista y arreglista de una de las orquestas más famosas de La Habana: la orquesta Casino de la Playa. Trabajó en esa orquesta hasta 1948, año en que vino a México. Aquí se buscó buenos músicos, formó su propia orquesta y a finales de 1949 dio a conocer el nuevo ritmo que enloquecería a la juventud: el mambo. Entre sus composiciones se destacaron Patricia, Qué rico Mambo,


El ruletero,


Mambo No. 8,


y muchísimas otras.

Su éxito fue tan avasallante que suscitó las opiniones más controvertidas. Hubo voces respetables y autorizadas que pronosticaron que el mambo moriría de muerte natural en un plazo de tres meses. Pérez Prado fue expulsado de México en dos ocasiones: la primera por instigación de los “miembros de las ligas de la decencia” y la segunda por un asunto migratorio. Partió entonces a los Estados Unidos donde pronto se convirtió en uno de los preferidos del público norteamericano. Allí continuó la demanda enorme de sus discos. El “Rey del Mambo” recibió en 1978 una merecida condecoración de parte del gobierno de Venezuela. Su música y su ritmo marcaron sin duda una época memorable.

(Tomado de: Moreno Rivas, Yolanda - Historia de la Música Popular Mexicana. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes/Alianza Editorial Mexicana. México, D.F., 1989)