miércoles, 16 de julio de 2025

Santuarios - El Santo Niño de Atocha

 



Santuarios - El Santo Niño de Atocha 


La historia del Niño Jesús de Santa María de Atocha tiene más vueltas que un tranvía, pero después de mucho andar llegamos al mismo sitio. El 8 de octubre de 1566, se descubren las minas de San Demetrio. Para 1621 se le denomina al sitio Plateros. Desde el siglo XVII se venera un bello crucifijo de tamaño casi natural llamado El Señor de los Plateros. Su fama milagrosa se acrecenta con la resurrección de un muerto, lo que hace crecer la actual iglesia iniciada en 1789. 

Para 1830 circulan por toda la República con gran profusión, folletitos o estampas llamadas "novenas" que contienen la imagen del Niño Azul diciendo que es el Santo Niño de Atocha que se venera en Plateros. La estampa representa a un niño de 8 a 10 años con sombrero ancho y remate de plumas. El Infante está sentado en una silla con brazos, calza huaraches y lleva sobre los hombros una esclavina con la concha del peregrino y un cuello de encaje. En la mano izquierda lleva el báculo y el guaje del viajero y en la derecha una canastita. Cuando el peregrino viene a su santuario esa imagen no existe. 

El pequeño que nunca está 

Este niño no está y en el altar mayor, al pie del Santo Cristo de los Plateros se encuentra desde 1829 el Santo Niño de Santa María de Atocha que fue regalado, según tradición, por el marqués de San Miguel de Aguayo, propietario de las minas de Plateros. 

Esa imagen es cierta réplica del de Santa María, venerada en Atocha, Madrid, pero se trata de un niño recién nacido al que también se le ha dado atuendo de peregrino y se le coloca sentado, aunque en más modesta silla. La otra es una pintura, ésta es una escultura. Aquí como observa López de Lara se pregunta uno ¿Por qué se le quita de los brazos de su madre la Virgen María? 

Para darle culto independiente se le hace sentar en una silla y se le viste como a un Niño mayor. ¿Qué relación tiene ese pequeño con el Niño Azul o con el Santo Niño de Praga? El pueblo no se lo cuestiona ni le importa, sabiendo que sólo rinde culto al único Niño Dios nacido de la Virgen María, pero sí explica sus efectos: es que el Niño de la estampa se fue de viaje para ayudar a sus devotos. Por eso viste de peregrino y usa sombrero, por eso sus sandalias han aparecido con lodo. 

El santuario tiene un gran anexo para guardar los exvotos. Como en todos estos sitios el espacio siempre es insuficiente. 

Datos que hay que tener al alcance de la mano 

Ubicación.- Cerca de Fresnillo, Zacatecas.

Cómo llegar.- El santuario del Santo Niño de Atocha se encuentra cerca de la localidad de Fresnillo, está después de un recorrido, desde la capital, de 51 km aproximadamente por las carreteras 45 y 49. A casi 5 km al norte de Fresnillo se localiza la población de Plateros.

Fecha de celebración.- 25 de diciembre 

Peregrinaciones.- Atrae a casi un millón de visitantes cada año y es uno de los lugares de peregrinación más populares en nuestro país.


(Tomado de: Quesada A, Emilio H. - Santuarios, Guía #21, México Desconocido, Edición Especial, Editorial Jilguero, S. A. de C. V., México, Distrito Federal, 1995)

lunes, 14 de julio de 2025

Diego, caníbal de salón

 


Diego, caníbal de salón 


En ciertos periodos de su vida, Diego Rivera ponderó las virtudes alimenticias de la carne humana y relató con fruición los detalles de la primera vez que se llevó a la boca tan delicado manjar 

Aunque solía hacer estos alardes de antropofagia, la verdad es que su canibalismo nació frente a un gran plato de fresas con azúcar, en su pequeño departamento de París, inspirado en una de las muchas anécdotas de la Revolución Mexicana que le contaba Siqueiros. Diego -cuándo no- llevaba los juegos de su imaginación más allá de su mundo fantasioso e inofensivo y los mezclaba con historias que la realidad había conformado con lujo de crueldad. 

Por órdenes superiores -le contaba David a Rivera- fue creado un cuerpo especial de caballería para contrarrestar las acciones de los famosos Dorados de Francisco Villa. Esta unidad dependía de las fuerzas del general Manuel M. Diéguez y estaba formada sobre todo por individuos de dura entraña, de alma torva, hombres de sangre sucia, mandados por el general Abascal. Entre los oficiales de éste, el preferido era un capitán de apellido Isunza, sujeto bien parecido que había abandonado su pupitre en el salón de clases del quinto año de Leyes para incorporarse al ejército. Nacido en Tepic Isunza pasó su infancia y juventud en Guadalajara, hablaba como tapatío y nadie que lo viera o escuchara sospecharía qué clase de alma habitaba detrás de su rostro de estudiantes delicado, casi espiritual 

El capitán Isunza se hizo célebre por su valor temerario en los combates y por las bromas que prodigaba en sus ratos de buen humor, que eran temibles, pues no solían sorprenderlo sino en franco estado de embriaguez. 

En cierta ocasión hizo que los muchachos de las familias ricas de Guadalajara lo invitaran a un banquete en el lugar más caro de la ciudad, que le sirvieran vinos europeos, que pronunciaran discursos y luego, como fin de fiesta, que lo acompañaran hasta el cuartel "Colorado Chico", donde se alojaba la caballería de Abascal. Al llegar, pidió que lo esperaran "tantito" y se alejó solo. Ya no regresó. Pero aparecieron en su lugar quince o veinte soldados que con fiereza empezaron a golpear a "los malditos rotos", mientras él desde un balcón, se reía hasta ahogarse. 

Es la primera parte de la historia y la que menos importa. Lo que sigue ocurrió así: 

El pueblo se llama Santa Ana y pertenece al Estado de Jalisco. El día aquel era uno más entre muchos perdidos en el calendario. Hacía calor excesivo, en el cielo empezaban acumularse nubes negras. Los soldados, agobiados por la temperatura permanecían inactivos. Isunza, como era usual, bebía.

Dos prisioneros villistas fueron conducidos hasta él.

-¿Qué hacemos con éstos, jefe?- preguntó un sargento. Isunza, perdida la conciencia, contestó entre dengues:

-¡Fu...sílenlos!

Uno de los prisioneros, el de mayor edad, empezó a suplicar:

-Capitán, ordene que nos corten cualquier cosa, lo que usted disponga, pero que no nos maten, por favor, que no nos maten, capitán…

Isunza levantó la cabeza hacia el implorante. Una luz filosa como vidrio quebrado cruzó sus ojos verdes. 

-Está bien. ¡Córtenles las orejas! Y que me traigan tortillas y chile, mucho chile…

"La repugnancia me venció", decía Siqueiros. 


Diego lo observaba con los mismos ojos que el prisionero al capitán Isunza. No cabía en sí de asombro. Y días después en casa de una francesita de gran talento literario, pero con más ganas de vivir desordenadamente que de escribir, contaba la historia pero poniéndose en el lugar del capitán Isunza y diciendo que le dominó aquel extraño apetito debido a "un pulque especial de cierta región de México que nadie sabe por qué, produce anhelos antropofágicos”.

Naturalmente, Diego elaboró más tarde toda una teoría sobre el canibalismo y el error cometido por la humanidad al abandonar tan sana y saludable costumbre, pues, decía, en tal abandono está el origen de las caries de los dientes, de la calvicie, de las nubes de los ojos, la sordera, las afecciones cardíacas y prácticamente de todos los males de la arteriosclerosis. 

Sabedor que sería mal vista la reivindicación del antropofagia, Diego aseguraba haberse limitado a alimentarse con leche de mujer desde el día -ya remoto- en que los encargados de levantar el censo en la República Mexicana habían encontrado en Aporo, Michoacán, a un anciano de 130 años.

Al preguntarle al longevo el misterio de su vida, respondió que desde los 75 años había empezado a tomar leche de sus sobrinas tiernas y de amables muchachitas que le ofrecían la dulce savia de sus pechos. 

Juraba Diego que en cuanto los ancianos de la ciudad de México supieron de tan maravillosa medicina para alcanzar la longevidad, empezaron a seguir a las jovencitas por las calles, sobre todo a las de bustos desarrollados y cuando éstas, sospechando intenciones indebidas protestaban por el acoso, los viejitos, disculpándose dulcemente, decían: 

"No, señora, yo no quiero lo que usted supone, yo sólo le suplico que me permita vivir un poquito, un poquito más..."


(Tomado de: Scherer García, Julio – Siqueiros, la piel y la entraña. Ediciones Era, S.A. México, D.F., 1974)

domingo, 13 de julio de 2025

Convenio privado entre Álvaro Obregón y la CROM, 1919


Pacto secreto o convenio privado 


Puntos que, con el carácter de convenio privado, se presentan al C. Álvaro Obregón, como candidato de la clase obrera para ocupar la presidencia de la república. 


I. Nuestro deseo es que exista un ministerio especialmente para resolver todo lo relacionado con los intereses de los trabajadores, que se titule Ministerio de Trabajo, y que éste esté a cargo de persona identificada con las necesidades morales y materiales de los mismos.

II. Que mientras se lleva a efecto la iniciativa del punto Primero, sea nombrada una persona que tenga la identificación que señala el mismo punto, para que ocupe la cartera de Industria, Comercio y Trabajo. 

III. Que en la Secretaría de Agricultura y Fomento se dé cabida a un elemento suficientemente apto en el ramo, y que ese elemento le sean atendidas todas las indicaciones razonadas que sobre tal respecto haga. 

IV. Que para el nombramiento de las personas que señalan los puntos I, II y III se tome en consideración la opinión de los representantes del Partido Político que se formó a iniciativa de los suscritos; siendo condición para aquellos que reúnan las facultades propias para el desempeño del empleo. 

V. Que tan luego como esté aprobada la Ley del Trabajo, su promulgación sea inmediata, poniendo el Poder Ejecutivo de la Unión todo lo que esté en su parte para el mejor cumplimiento de la misma.

VI. Que se reconozca la personalidad legal al Comité Central de la Confederación Regional Obrera Mexicana para tratar directamente con el Ministerio de Trabajo, o en su defecto con el Poder Ejecutivo de la Unión, todos los asuntos relacionados con las agrupaciones de la República. 

VII. Que designe por lo menos un día de cada semana para efecto del punto anterior, salvo casos excepcionales que de suyo indicarán aquella necesidad. 

VIII. Que se den la facilidades necesarias para que puedan llevarse a la práctica todos los acuerdos tendientes a labrar el bienestar y progreso cultural de los trabajadores, a que han llegado en los Congresos Obreros efectuados en las ciudades de Saltillo, Coah.,  y Zacatecas, Zac., así como para los que se tomen en Congresos futuros. 

IX. Que se tomen en consideración las opiniones de los representantes de la organización Obrera del país, cuando se trate de llevar a cabo, por parte del Ejecutivo, reformas o procedimientos de interés general. 

X. Que se den las facilidades necesarias para la propaganda y organización obreras en el país. 

XI. Que se dé las facilidades necesarias para la propaganda de unificación obrera en el exterior de la República, con objeto de estrechar las relaciones de pueblo a pueblo, y así poder conjugar cualquier peligro internacional que pueda surgir. 


México, agosto 6 de 1919 


Álvaro Obregón    José F Gutiérrez 

Samuel O. Yúdico Ezequiel Salcedo 

Salvador Álvarez      Celestino Gasca 

Luis N. Morones      Eduardo Moneda 

Juan B. Fonseca Reynaldo Cervantes Torres 

Adalberto Polo José López Cortés


(Tomado de Carr, Barry - El movimiento obrero y la política en México, 1910-1929, ll. Secretaría de Educación Pública, Colección SepSetentas, #257, México, Distrito Federal, 1976)

lunes, 7 de julio de 2025

Frente a Puebla 22 de abril de 1863


 

Frente a Puebla, 22 de abril de 1863. 


“Su vigorosa resistencia hace el mayor honor a los mexicanos y prueba que una guerra de partidos puede volverse una guerra nacional. Los doce cientos de aliados del principio eran una intervención y bien hubieran podido llegar a México, pero nuestros veinte mil hombres son una invasión extranjera y todos los patriotas se levantan para rechazarla. Venceremos porque tenemos que hacerlo y porque así acabamos siempre, pero ¿a qué precio? Lo que no tiene par es la vanidad francesa. La primera vez, el 5 de mayo de 1862, nos preguntamos si ir a Puebla antes o después de tomar el café y subimos rifle al hombro a Guadalupe, un fuerte casi inexpugnable. La segunda vez, la nuestra pues, se sabe que habrá un sitio, se quiere el sitio para dar satisfacción a las tres armas y sabe a cuántas ambiciones y se llega con 50 piezas de artillería, de las cuales solamente doce son adecuadas para el sitio contra una plaza defendida por una docena de fuertes y doscientos cañones. ¿Se vio alguna vez un sitio paralizado por la falta de pólvora? Duramos varios días sin poder explotar ni una pobre mina. Nos quedaban apenas trescientos kilos de pólvora.”


Médico mayor Jules Aronssohn a su familia.


(Tomado de Meyer, Jean - Yo, el francés. Crónicas de la Intervención francesa en México, 1862-1867, Maxi Tusquets Editores S.A. de C.V., México, Distrito Federal, 2009)

viernes, 4 de julio de 2025

Emiliano Zapata en Italia

 


CAPÍTULO PRIMERO

Aventuras de los aztecas en el Más Allá.

[…]

Las leyendas de los caudillos prodigiosamente longevos que viven ocultos y pueden volver para salvar a su pueblo o vengar las afrentas padecidas, son de todos los pueblos y de todas las épocas.


EMILIANO ZAPATA EN ITALIA


Aquí, en México, se repite el mito de Quetzalcóatl en pleno siglo xx. El caudillo que se va “por donde el sol sale” y debe regresar para restablecer la justicia, es Emiliano Zapata. El hombre asesinado en Chinameca el 10 de abril de 1919 no era el jefe agrarista, sino otra persona que se le parecía. Por una multitud de pormenores se ha comprobado que el individuo muerto por el coronel Guajardo se diferenciaba bastante de don Emiliano; me especificó varios de estos detalles doña Inés Alfaro Aguilar, que fue esposa del caudillo agrarista y le dio cinco hijos.

Hace algunos años asistía, el 8 de septiembre, a la fiesta del Tepozteco, en la plaza de Tepoztlán. Tres campesinos ancianos, de calzón blanco, me preguntaron de dónde venía. Cuando les dije que de Italia, se iluminaron sus rostros. ¡Italia, donde está viviendo don Emiliano Zapata! Me vieron como a un amigo y me abrazaron; más aún, quisieron que me enterara de los hechos de armas en que acompañaron a “mi general*’, hacía once lustros y más.

La versión de que Zapata vivía en Italia me la confirmaron otras personas en Anenecuilco; estaba difundida, por cierto, entre decenas de millares de campesinos, no sólo de Morelos, sino de Puebla, Guerrero y Oaxaca. Sin embargo, supe en Tlaltizapán, por doña Inés Alfaro, que en realidad don Emiliano se fue mucho más al oriente, hasta Arabia. Ahí se ocupó de distribuir tierras a los pobres.

—¿Todavía vive?

Doña Inés bajó la voz.

—Voy a confiarle un secreto —me contestó—. Ya murió. Fue hace seis años, en 1957. Me dio el dato doña Inés con gran sigilo, porque mucha gente cree que uno de estos días el general Zapata debe volver a México, donde tiene tantas cuentas que saldar. ¿Con quién?

Me lo explicó en Cuernavaca un anciano zapatista del sur de Morelos, que acompañó a su jefe a la toma de la Ciudad de México.

—¿Con quién tiene cuentas que saldar mi general Zapata? ¡Con los traidores de la revolución! ¡No hay bastantes árboles para colgarlos a todos!

No es aquí el lugar para comentar la ingenua virulencia de la invectiva; lo importante es comprobar la existencia, actualmente, del mito de Zapata y su singular analogía con el de Quetzalcóatl.


(Tomado de: Tibón, Gutierre - Historia del nombre y de la Fundación de México. Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 1975)

lunes, 30 de junio de 2025

La intrigante Juxtlahuaca


 

La intrigante Juxtlahuaca 


Si a usted le interesa la pintura mural mexicana, desde sus raíces más remotas, en la Av. Guerrero Núm. 26 de Chilpancingo, Gro., le facilitarán el acceso a las grutas de Juxtlahuaca. Ahí, entre portentosas formaciones de piedra calcárea blanca, negra y rosada, verá en la "Sala de los Apaches" una de las pinturas más intrigantes por su arte y su simbolismo. Heine-Geldern afirma que abundan las evidencias de un intercambio de conceptos o de ideas entre estas pinturas y algunas orientales; la similitud de motivos y el tratamiento de los mismos para ese ir más allá de la casualidad. 

También Miguel Covarrubias se ha embelesado ante esa singular obra maestra rupestre y ha escrito de ella encendido elogios. Antonio Hernández S., una de las máximas autoridades en espeleología guerrerense, es el autor de un excelente folleto editado por el Departamento de Turismo de Guerrero. Se lo recomendamos. 

Una visita a estas grutas, quizá más espectaculares que las de Cacahuamilpa, constituye parte obligada del conocimiento de la belleza que nos rodea en un país de prodigios. 

La ruta: México-Petaquillas (11 km después de Chilpancingo), y por Tepechicotlán y Quechultenango hasta Colotlipa; si no ha llovido mucho hasta ahí llega el carro. Déjelo y use el servicio de caballos; son sólo ocho kilómetros maravillosos, a lo largo del Río Blanco y su tropical vegetación, hasta la boca de la gruta. Lleve lámpara eléctrica y pilas de repuesto, así como un swéater; hace frío y la emoción lo aumenta.


(Tomado de: Möller, Harry. México Desconocido. INJUVE, México, D. F., 1973)

viernes, 27 de junio de 2025

Anabel Gutiérrez



 Anabel Gutiérrez 

(actriz)

(1932-[2022], México, Distrito Federal). Después de debutar como extra en La liga de las muchachas (1949) protagonizada por Elsa Aguirre y Miroslava, Anabel Gutiérrez aparece como la muchachita relajienta y coquetona en cintas como Azahares para tu boda (1950) -era la hermana menor de Marga López-, Muchachas de uniforme (1950) -con la cual obtuvo una nominación al Ariel de Actuación Juvenil-, "Huracán" Ramírez (1952) como la hermana de Titina Romay y David Silva o Rostros olvidados (1952) donde recibe de nuevo otra nominación. No obstante, su mejor papel lo obtiene en la cinta Escuela de vagabundos (1954) en la cual alterna con Infante y Miroslava, con la que finalmente se lleva el Ariel. Con Tin Tan apareció en Las aventuras de Pito Pérez (1956), al lado del "Ratón" Macías hizo El Ratón (1956) y con los nacientes cómicos Viruta y Capulina, Angelitos del trapecio (1958). En 1998 regresó con otro papel secundario en La paloma de Marsella

Rafael Aviña


(Tomado de: Dueñas, Pablo, y Flores, Jesús. La época de oro del cine mexicano, de la A a la Z. Somos uno, 10 aniversario. Abril de 2000, año 11 núm. 194. Editorial Televisa, S. A. de C. V. México, D. F., 2000)

lunes, 23 de junio de 2025

Porfirio Díaz en Les Invalides, 1911




 1. Porfirio Díaz


Eran los primeros días de julio de 1911. El expresidente de México, exiliado en París, había cumplido el pasado 16 de septiembre 81 años. Ahora había recibido la visita de un general francés, Gustave Niox gobernador de Los Inválidos, quien lo había invitado a visitar la tumba de Napoleón. Porfirio Díaz se hospedaba en el Hotel Astoria en la suite 102, frente al Arco del Triunfo. 

El 20 de julio una escolta pasó por él y lo llevó a Les Invalides. 

Vestía una levita negra cruzada que en el ojal de la solapa izquierda mostraba la única condecoración extranjera que don Porfirio usaba: el botón rojo de la Legión de Honor, concedido muchos años antes por la República Francesa a su glorioso adversario. Recibió con beneplácito las muestras de deferencia y afecto de los viejos oficiales franceses; el intercambio de frases cordiales, brevemente franco-mexicanas, no duró mucho porque el general Niox invitó a empezar la visita, primero de la tumba de Napoleón, luego de la sala México del Museo Histórico del Ejército. 

Un gesto de Niox cambió el aire majestuoso y prudente de Don Porfirio. El general francés evocó la guerra de intervención. Al hacer un homenaje a los soldados muertos en defensa de su patria, tuvo también palabras para quienes defendieron con sus vidas el pabellón que les había sido confiado. Lo rodeaban algunos soldados más de la guerra de México, entre ellos el general Charles Lanes, que había participado en el sitio de Oaxaca como subteniente de un regimiento de zuavos bajo las órdenes del Mariscal  Bazaine. Don Porfirio respondió a las palabras de Niox evocando algunas anécdotas de la guerra de Intervención. Recordó con admiración el brío del comandante Henri Testard, abatido el 3 de octubre de 1866 en Miahuatlán, y que por instrucciones suyas había sido sepultado con honores en la cañada de los Nogales. Su perro, dijo, no dejaba que nadie se acercara al cadáver de Testard; fue necesario apaciguarlo para recoger la espada, que se mandó después a su familia por conducto de Bazaine. Al terminar los discursos, todos pasaron a la capilla de Los Inválidos. Ahí, en el momento de bajar por uno de los lados, el custodio de la cripta, un inválido condecorado, entregó las llaves al general Díaz para que abriera con su propia mano la puerta de bronce de la tumba de Napoleón. Don Porfirio descendió los escalones hasta llegar a la tumba, frente a la cual inclinó la cabeza por unos instantes. Tal vez en ese momento recordó que durante la batalla de Puebla había vencido a los franceses con los mismos fusiles utilizados por ellos al ser derrotados junto con el Emperador en la batalla de Waterloo. Niox caminó en dirección al general tomando entre sus manos la espada que llevaba consigo Napoleón en Austerlitz. Pronunció algunas palabras en francés para dirigirse después a Díaz en un español arcaico. 

-Mi general -le dijo-, en nombre del ejército francés os ruego que toméis esta espada.

Don Porfirio titubeo antes de aceptar 

-No podría quedar en mejores manos. 

*

El divisionario Gustave Niox (1840-1921) quien organizó la visita de Don Porfirio a la tumba de Napoleón y los encuentros con los veteranos de la Intervención francesa era un capitán de Estado Mayor de 23 años cuando llegó a México en 1862. Sirvió en el Estado Mayor General y en el Servicio Topográfico. Estuvo en los sitios de Puebla y Oaxaca antes de regresar a Francia el otoño de 1965 por una razón muy precisa: una sordera acelerada que le imposibilitaba participar en la guerra. Lo designaron al Servicio Histórico; recibió en 1867 los archivos del Cuerpo Expedicionario y fue encargado de su clasificación, que se ha mantenido tal cual hasta la fecha. Eso le permitió escribir una notable Historia de la expedición de México que no ha sido superada. 

Huérfano, becario, era hijo de un teniente coronel de caballería, y tan pronto regresó de México se casó con una prima de la isla de la Reunión. Con todo y sordera cayó preso en Metz con Bazaine y tuvo una muy brillante carrera. Ya jubilado siguió trabajando como comandante de Les Invalides y director del Museo Histórico del Ejército. Por eso pudo recibir a Don Porfirio. 


Porfirio Díaz: 

“Cuando ustedes empezaron de verdad la guerra, a finales de abril (1862), el general Zaragoza me ordenó tomar posesión de los territorios que ustedes debían desocupar, según lo pactado. Llegué cerca de Orizaba y mandé a mi hermano Félix a observar su retirada; los suyos lo atacaron a él y a sus cincuenta jinetes. Félix quedó preso -no tardó en evadirse- con los que no murieron. Así empezó la guerra. Cuando Lorencez marchó rápidamente sobre Puebla, me tocó atrincherar la tropa en las cumbres de Acultzingo para frenar su progresión; cumplimos y nos retiramos sobre Puebla donde los zuavos nos alcanzaron a los dos días. Me tocó defender la Ladrillera hasta que al final de la tarde los franceses exhaustos se retiraron en buen orden. No volví a pelear contra ustedes sino hasta marzo de 1863. Durante ese terrible sitio de Puebla, defendí la línea de San Agustín sin mayor problema. Nos acabó el hambre. Nos rendimos el 17, una rendición muy digna frente a un enemigo caballeroso. Dos días después tuve la oportunidad de escapar tranquilamente, saliendo por la puerta, confundido entre las visitas. Acompañé al gobierno de Juárez, cubriendo su retirada hacia el norte, hasta que me encargaron la defensa de la ciudad de Oaxaca. 

Recuerdo perfectamente el juego de las tres esquinas; los franceses construían un camino para llevar su artillería pesada a Teotitlán. Mi Ejército de Oriente adoptó entonces la guerra de guerrillas. Brincourt tenía toda la razón en lo que decía a Bazaine cuando le reclamaba libertad de maniobra.

El Ejército de Oriente en Oaxaca era la última gran fuerza organizada de la república, por eso Bazaine decidió hacer una campaña formal contra nosotros. Me preparé para un sitio, dejando fuera de la ciudad las dos brigadas de caballería. 

El 8 de febrero de 1865 hice personalmente la rendición de la ciudad; esa misma noche quedé en el cuartel de Bazaine en calidad de prisionero; habíamos negociado personalmente, cara a cara, la rendición. Ahí nos conocimos y seguimos siempre en muy buenas relaciones. ¿Cómo han podido ver en este hombre un traidor? Me consta que era un militar pundonoroso y un hombre de palabra.”


(Tomado de Meyer, Jean - Yo, el francés. Crónicas de la Intervención francesa en México, 1862-1867, Maxi Tusquets Editores S.A. de C.V., México, Distrito Federal, 2009)

viernes, 20 de junio de 2025

Santuarios - Nuestra Señora de Izamal


 Santuarios - Nuestra Señora de Izamal


Izamal es uno de los sitios que no se pueden omitir al ir a Yucatán. Es una ciudad sagrada desde sus orígenes, quizá milenarios. Es la tierra de Itzamná en donde según la tradición está enterrado el sumo sacerdote de los mayas. 

La antigua población tenía cuatro grandes pirámides, la principal sobresale en la planicie yucateca, como la mayor del estado. 

La ciudad en sí es la que conserva una mayor unidad estilística y un acentuado sabor de grandiosidad en la península. Sus casas son de elevados paramentos con amplias ventanas enrejadas y puertas verticales. Toda la población está pintada de amarillo, color que la favorece en las puestas de sol. Al llegar al centro se desplaza imperante un gran monumento: el conjunto conventual construido por fray Diego de Landa, franciscano, en el siglo XVI. Es uno de los monasterios más grandes de México, se alza sobre una gran plataforma, ya que fue construido sobre una gran pirámide demolida para aprovechar su sillería. El atrio se encuentra totalmente emportalado, uniendo esos ambulatorios sus cuatro capillas posas. Al frente tenemos la iglesia, la capilla abierta tapiada y el convento. 

Lo que verdaderamente impresiona es el entorno: los muros laterales almenados y el muro testero con el camarín apoyados por toda una sucesión de contrafuertes y arcos botareles. Esto le da una impresión medieval como quizá no tengamos otro ejemplo fuera de Yuriria. 

La iglesia en su interior es comparativamente irrelevante, sobre todo por lo que se espera al conocer el exterior. Su gran arquitecto fue fray Juan de Mérida por los años de 1553-1561. Ahí se venera a Nuestra Señora de izamal, que es la patrona de Yucatán. 


La milagrosa hermana 


Sabemos que para 1558, siendo guardián fray Diego de Landa, el famoso y triste autor del Auto de Fe de Maní -en donde se quemaron los códices mayas-, mandó hacer en Guatemala dos Inmaculadas, una para Izamal y otra para Mérida, por lo que les llamaron "Las dos hermanas”.

la imagen de Izamal se hizo famosa por sus milagros, como el hacerse pesada cuando se la quisieron llevar a Valladolid, pero sobre todo por los viajes que realizó a Mérida, librándola de epidemias y plagas de langosta. Pero el 16 de abril de 1829 un devastador incendio acabó con la imagen, por lo que la sociedad entera pidió a doña María Narcisa de la Cámara que donara a su "Hermana" la Virgen gemela que tenía en su poder. Esta, que fue coronada por los reyes de España, fue llevada en procesión solemne y a pie desde Mérida. Desgraciadamente los piadosos retoques que en cada solemnidad solemnidad se le han hecho, ha perdido esta calidad tan bien ganada por la estatuaria guatemalteca. 


Datos que hay que tener al alcance de la mano 

Ubicación.- Municipio de Izamal en el estado de Yucatán.

Cómo llegar.- Se encuentra a 75 km de Mérida por la carretera que va a Chichén Itzá, desviándose en Hoctun.

En la ciudad de Izamal hay otros sitios de interés, además de que cuenta con todos los servicios (gasolinería, hoteles y restaurantes).

Fecha de celebración.- Se conmemora su fiesta con gran solemnidad y gran pompa el 8 de Diciembre. Además, el 31 de Mayo, 22 de Agosto -que festeja la coronación pontificia de la imagen- y el 29 de noviembre.


(Tomado de: Quesada A., Emilio H. - Santuarios, Guía #21, México Desconocido, Edición Especial, Editorial Jilguero, S. A. de C. V., México, Distrito Federal, 1995)

lunes, 16 de junio de 2025

Judy Baca

 


Judy Baca


Reconocida pintora chicana y pionera del movimiento mural en Los Ángeles, fue fundadora, en 1974, del primer programa mural en esta ciudad y co-fundadora del Centro de Recursos Sociales y Artes Públicas en Venice, California, en el que fungió como directora de 1970 a 1980. Originaria de Los Ángeles, de abuelos mexicanos, nació en 1946. Estudió artes en la Universidad Estatal de California de Northridge. Después de realizar su maestría en arte, vino a México a estudiar el muralismo de “los tres grandes”. A finales de los sesenta, cuando el movimiento chicano estaba en pleno auge, comenzó a llevar su arte a la calle. Judy encontró en el mural la manera de poner su trabajo al servicio de su gente. Siempre se ha caracterizado por su trabajo interracial. Su obra más conocida “La gran muralla de Los Ángeles”, mural de media milla de longitud, sobre la historia de los grupos étnicos de California. Trabaja en un programa mural sobre la guerra, la paz, la cooperación, la interdependencia y el crecimiento espiritual conocida como “World Wall: A vision of the Future without Fear”, mural itinerante consistente en siete paneles de 10 por 30 pies.


(Tomado de: Diaz de Cossío, Roger; et al. Los mexicanos en Estados Unidos. Sistemas Técnicos de Edición, S.A. de C. V. México, D. F., 1997)