lunes, 21 de julio de 2025

Telenovelas IX El laboratorio del infortunio, las argumentistas


 El laboratorio del infortunio: las argumentistas 


Caridad Bravo Adams y Yolanda Vargas Dulché incursionaron en la telenovela como un sello de fábrica, casi como una marca registrada del melodrama. Pero por prolíficas que fueran, no podían mantener sobre sus espaldas o desde sus mentes una industria que crecía sin mesura y que pasaba de la radio a la televisión reclamando tratamientos nuevos. Las obras de Estella Calderón (Gutierritos, Cadenas de amor), Fernanda Villeli (Senda prohibida, La actriz, San Martín de Porres, El precio del cielo Un rostro en mi pasado, Muchacha italiana viene a casarse, El maleficio), Mimi Bechelani (Teresa, Madres egoístas, El dolor de vivir) y Marisa Garrido (La leona, Vida robada, En busca del paraíso, Barata de primavera, Paloma) son formas muy especiales y poco valoradas de la literatura femenina mexicana. 

No es sólo el talento de los actores o la pericia del director lo que hace que el "Gutierritos" de Estella Calderón encarne al burócrata mexicano como no lo hizo ningún otro literato, y el brujo satánico "Enrique de Martino" de El maleficio, tiene complejidades psicológicas que denuncian una mente literaria de primera línea. 

¿De dónde salía tanto personaje, tanta desventura, tanta peripecia? Primero, de una vocación literaria a toda prueba: las guionistas de la primera década telenovelera no sólo se habían fogueado en la radionovela sino que venían de una infancia o adolescencia literaria, de escritura de poemas o cuentos no necesariamente inéditos, pero por lo general de poca difusión. Se diría que al ganarse fama y sustento en la radio y la telenovela traicionaron a la República de las Letras, pero también salvaron el pozo de la obra perdida, apta para arqueólogos de la cultura, a que esa misma República condenaba a la mayor parte de las literatas en los años treinta, cuarenta y cincuenta.

Después estaba el laboratorio, el trato directo, cotidiano, entre ellas, la amistad divertida de donde salían anécdotas, se intercambiaban personajes: -Tengo una villana terrible, pero no me funciona con mis héroes, que también tienen lo suyo. -¡Ay, préstamela! Mi villano nomás no me funciona, y mira que ya hasta situé la historia en la Edad Media y ni así. A cambio, te dejo usar mi sirvienta: si la haces amiga del muchacho, vas a ver cómo te levanta al personaje. 

De ese intercambio muy poco se reconocia oficialmente en los créditos en las telenovelas: hasta los años setenta, se admitieron varias firmas para la misma historia, como en Muchacha italiana viene a casarse (Fernanda Villeli, Marisa Garrido y Luis Reyes de la Maza), Ana del aire (Elsa Martínez, María Zarattini y Fernanda Villeli) y Mundos opuestos (Marisa Garrido y Fernanda Villeli).


(Tomado de: Reyes de la Maza, Luis - Crónica de la Telenovela I. México sentimental. Editorial Clío, Libros y Videos, S.A. de C.V., México, 1999)

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