Hacia 1923, el futbol en México era practicado comúnmente por equipos conformados en las colonias extranjeras residentes en nuestro país. Había, sin embargo, un club en la capital cuyos integrantes eran mexicanos: el América. Su juego dinámico y de estilo definido llamó la atención de Juan de Dios Bojórquez, embajador de México en Guatemala. Invitado a aquel país a finales de 1922, el América fue la primera representación del futbol mexicano en el extranjero.
En 1923 México decide devolver la invitación al país centroamericano para que conforme una selección que venga a disputar una serie de tres partidos en contra de un representativo nacional. Las fechas marcadas para tal encuentro fueron el 9, 12 y 16 de diciembre de ese mismo año.
Con gran entusiasmo, se decidió formar en México, por primera vez en la historia, un conjunto que sería llamado Selección Nacional. Se nombró como entrenador al siempre polifacético Rafael Garza Gutiérrez "Récord", hombre clave en aquel América de los años veinte, quien sería auxiliado en la banca por Adolfo Frías. Cabe hacer mención de que aunque al representativo se le llamaría nacional, en realidad lo que hoy conocemos como Primera División comprendía solamente el Distrito Federal, en donde actuaban el España, Asturias, Aurrerá, Germania, América México y el recién aparecido Necaxa. El llamado se hizo una semana antes de la competencia para que todos los jugadores pudieran tocar el balón y decidieran qué uniforme se utilizaría para la ocasión. Los 14 convocados en el Parque España de Paseo de la Reforma fueron: Nacho de la Garza; Rafael Garza Gutiérrez "Récord" y Pedro "Perico" Legorreta; Manuel "Güero" Yáñez; Enrique "La Matona" Esquivel, Agustín Ojeda y Roberto Jardón; Carlos Garcés, Horacio Ortiz, Adeodato López, Mauro Guadarrama, "La Venada" Alatorre, Cornelio Cuevas y Alfredo "Fofo" García Besné.
Guatemala viajó con 13 jugadores para encarar estos encuentros amistosos: Luis Cruz Bolaños y Horacio Magnall; Adán Boza, F. Meza y Victorio Granai; David Barrios, Roberto Figueredo y León Arango; Santos Carrera, Alfredo Zúñiga, Enrique Álvarez, Lisandro Bocaletti y Rafael Villacorta.
Los tres partidos fueron emocionantes y la asistencia a los mismos fue buena.
Nuestro seleccionado ganó el primer partido por dos a uno. El honor de anotar el primer gol como seleccionado correspondió a Mauro Guadarrama al minuto 42 del primer tiempo.
El árbitro para este encuentro fue el magnífico silbante Enrique Gavaldá, que realizó una atinada labor. El segundo partido también fue dominado con un 2-0 y el último encuentro, con un Guatemala más ofensivo, terminó con empate a tres goles. Por primera vez en las tribunas retumbó el grito de México, México. La Selección, por fin, había nacido.
(Tomado de: Calderón Cardoso, Carlos - Selección Nacional I. Con el orgullo a media cancha (1923-1970). Editorial Clío, Libros y Videos, S.A. de C.V., México, 2000)
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