lunes, 19 de octubre de 2020

Ehécatl


Advocación de Quetzalcóatl como dios del viento. Su signo ideográfico en las pinturas es una cabeza fantástica. Los mexicanos le concedían voz y tenían muy en cuenta, para los agüeros, los sonidos que produce en las arboledas, los rugidos de la tempestad y las palabras que pronuncia metiéndose por los resquicios. A causa de que el viento forma remolinos de polvo en las llanuras y levanta los objetos livianos en los caminos, los antiguos mexicanos decían que Ehécatl se presentaba barriendo y limpiándoles el paso a los tlaloques. Para los nahuas primitivos Ehécatl era el viento nocturno. Con el advenimiento del culto a Quetzalcóatl se produjo un sincretismo y en la mitología aparece está divinidad moviendo al sol con su soplo. Este mito cosmogónico fue común en el altiplano y en la región maya.los templos circulares o de planta en espiral acaso hayan sido una evocación del dios del viento. En algunas representaciones gráficas Quetzalcóatl lleva en la mano derecha el xonecuilli, atributo del huracán, y en la izquierda una rodela cruciforme, símbolo de los cuatro vientos.
Ehécatl es el nombre del segundo día de las veintenas del calendario y el primer día de la decimosegunda trecena del Tonalámatl. Entre los mayas equivalía a Ok, y entre los zapotecas a Quij Laa.

(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen III, Colima - Familia)



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