viernes, 9 de octubre de 2020

El Real Seminario de Minería


En el mes de febrero de 1774, los señores Joaquín Velázquez Cárdenas y León y Juan Lucas de Lassaga, en nombre de la minería de la Nueva España, solicitaron del rey Carlos III, se fundara un Tribunal que administrara y fomentara los negocios del ramo.
En 1777 fue creado el "Tribunal de Minería" asignándole como contribución, ocho gramos de plata por cada marco que era introducido a la Casa de Moneda y con lo que producía al año, se destinaba una parte para gastos del Tribunal y otra para el sostenimiento de un colegio de minas.
El primer edificio que ocupó el Colegio Nacional de Minería fue en el número 19 de la calle del Hospicio de San Nicolás (hoy 3a. calle República de Guatemala).
En 1786 fue nombrado Director General el señor Fausto Elhuyar, que había hecho su carrera en las universidades de Alemania y Francia. 
Por carecer de lugares adecuados para los hornos de ensaye de minerales, de clases para estudio y sitio para el Tribunal de Minería, el señor Elhuyar obtuvo del virrey Conde de Revillagigedo levantar el edificio en las calles de San Andrés (hoy calle de Tacuba).
En 1791 había llegado a México el escultor Manuel Tolsá, a quien se le encomendó la formación de los planos del Colegio, y después de haber sido aprobados inició las obras el 6 de mayo de 1799 sin interrupción hasta dejarla totalmente concluida el 3 de abril de 1813. 



El Palacio de Minería tiene en la entrada principal un pórtico con columnas dóricas, con tres grandes arcos; el bellísimo patio principal se compone de veinte arcos almohadillados, con columnas dóricas empotradas; los altos también tienen veinte arcos y en lugar de machones hay dos columnas pareadas con balaustrada; la escalera es verdaderamente monumental así como la capilla son obras de arte.
El Colegio de Minería como muchos edificios de la capital, han estado amenazados por el desigual hundimiento. En 1824 estuvo a punto de derrumbarse y en 1830 le fue encomendado al arquitecto francés don Antoine Villas la cimentación logrando ser salvado.
Los primeros alumnos que ingresaron al Real Colegio de Minería fueron veinticinco entre españoles y mestizos, dándoles preferencia a los hijos de mineros; se les instruyó en todo lo relativo en los trabajos de minas, en el beneficio de los metales, a construir y manejar maquinarias y después a la práctica en los reales minerales.
Tanto la dirección como los maestros eran personas útiles y conocedoras del ramo.
Posteriormente a don Fausto Elhuyar, continuaron en la dirección del Colegio Nacional de Minería, don Andrés del Río, que había adquirido en Europa grandes conocimientos, los que impartió a sus alumnos, haciendo de ellos hombres que han dado gloria al colegio y a sus maestros.

Tomado de: Casasola, Gustavo – 6 Siglos de Historia Gráfica de México 1325-1976. Vol. 2. Editorial Gustavo Casasola, S.A. México, 1978)

2 comentarios:

  1. Muy bello el edificio, tenía que ser de Tolsá que acá en Guadalajara también hizo cosas muy bellas

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    1. Así es, y creo fue un acierto que en el siglo pasado se haya movido El Caballito para acá, y así poder apreciar ambas obras de tan insigne artista.

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