miércoles, 7 de octubre de 2020

Francisco Liguori


Orizabeño de origen, abogado de profesión y humorista por destino manifiesto, Francisco Liguori [1917-2003] gusta de vivir con una sonrisa, un chiste, una anécdota o un epigrama a flor de labio.
Con su complexión atlética, su cara de niño atufado y su voz de trueno, Liguori desborda alegría y optimismo en una época en que el gesto ceñudo, la palabra airada y la agresión irracional parecen ser el signo de las nuevas generaciones, y esparce su inagotable ingenio en todos los lugares en donde se le conoce, se le estima y se le admira.
La obra humorística de Francisco Liguori, sin embargo, es difícil de espigar. Varias publicaciones del país y del extranjero han solicitado su colaboración literaria, pero aun que tales solicitudes han sido esporádicamente aceptadas, él prefiere escribir o improvisar -ésta es una costumbre suya desde sus buenos tiempos de estudiante- para los condiscípulos, para los amigos y frecuentemente para cualquier desconocido que se acerca a él en busca de un poco de regocijo.
Su producción, de eminente corte popular, es repetida y las más de las veces prohijada por el pueblo.
Algunos de los epigramas incluidos en esta selección nos fueron proporcionados por el mismo autor. Otros los hemos colectado en la calle, en la cantina, en la redacción de un periódico, en el corrillo universitario o en la antesala de una oficina pública, de boca de un bolero, de un mozo de barra, de un reportero guasón, de un estirado profesor de literatura o de un circunspecto personaje de la política.Por voluntad del propio autor, pues, ya que su calidad literaria está fuera de toda duda, la producción humorística de Liguori permanece inédita.
A instancias de sus amigos, sin embargo, piensa publicar en breve sus "Crónicas Rimadas", antología del risueño ejercicio a que se dedica el humorista, semana a semana, en el programa de la televisión "Sábados con Saldaña".

a) INMORALEJA
Comenta aquí Liguori lo sucedido a un viejo amigo suyo que trató de hacer realidad lo que aconseja el filósofo persa que escribió: "Si quieres ser feliz, siembra un árbol, escribe un libro y engendra un hijo."


Tuve un amigo canijo
que leyó en un libro viejo
aquel antiguo consejo
y lo siguió muy prolijo.

En su propósito fijo
pensó, como buen pendejo:
"Seré feliz porque dejo
un libro, un árbol y un hijo."

Pero le salió mal todo,
pues por irónico modo
logró al fin de su jornada,
un libro muy aburrido,
un árbol seco y torcido
y un hijo... de la chingada.

b) LOS DE ABAJO
Fue Francisco Liguori, durante sus años de la Facultad de Derecho, lo que se llama una verdadera amenaza estudiantil. Un día escribió en el pizarrón, con dedicatoria al maestro Mariano Azuela, hijo del ilustre autor de "Los de Abajo", esta chunga:


Ya se rumora en la escuela
en son de chunga y relajo,
que al caro maestro Azuela
pesan mucho "Los de Abajo".

Liguori nos permitió la publicación de este pecado suyo de juventud, solamente con la condición de agregar el siguiente recado al mismo maestro Azuela, escritos en rigurosos términos jurídicos:


Viejo maestro querido:
si mi epigrama se ejerce
como aguijón, y te ha herido,
repara en que debe verse
como un acto consentido
y por ello, en tal sentido,
debe de sobreseerse.

c) AUSCULTACIÓN
A la retórica oficialista debemos frases comparables, por su contenido enigmático, a cualquier imagen representativa de la pintura abstracta. Una vez le preguntaron a Liguori qué cosa significaba, a su juicio "efectuar una auscultación de la periferia al centro", a lo que contestó:


En el jarocho parlar
una parábola encuentro:
las nalgas acariciar
y luego empujar pa'dentro:
eso se llama auscultar
de la periferia al centro.

d) BARRA MEXICANA DE ABOGADOS
Al actual presidente de la Barra Mexicana de Abogados, licenciado Andrés Melo, el epigramista le dedicó esta semblanza:


Es un orador de garra
y abogado muy capaz;
presidente de esta Barra
y asistente a las demás.

e) EL POETA ALI CHUMACERO
Aladino Suárez, antiguo dueño del restaurante Bellinghausen contaba entre sus asiduos clientes al poeta Alí Chumacero, con el que solía parrandear. Liguori adjudica a ambos esta anécdota en verso:

Ayer tarde me habló Alí
desde un restorán tudesco,
y en epigrama arabesco
reproduzco lo que oí:
que estaba bebiendo Alí
en la casa de Aladino
e ingirieron tanto vino
-whisky, brandy, bacardí-,
que se perdieron ahí
la lámpara de Aladino
y las babuchas de Alí.

Y a propósito del ingreso del poeta a la Academia de la Lengua, el epigramista comentó:

Cayó en la Academia Alí
por su lenguaje pulido;
y tanto ha caído ahí,
que hoy se encuentra Alí-caído.

f) DELITO DE PELIGRO
Cuando la Procuraduría del Distrito anunció que todo automovilista con aliento alcohólico sería detenido y consignado por el delito de peligro, Liguori glosó así tal noticia:

Hay una circular nueva
que al manejador proteje:
"El que beba, no maneje
y el que maneje, no beba."

Con irónica expresión
me dijo un amigo viejo:
"Ante tal disposición,
no manejo, no manejo."

g) MÍSTICA PRIÍSTA
Con motivo de la preselección de candidatos a diputados federales, el presidente priísta Jesús Reyes Heroles vivió prácticamente asediado, durante varias semanas, por un enjambre de presuntos. Liguori aprovechó el tema, para comentar:

Preocupados, cejijuntos,
y a ratos fuera de sí,
rondando andan los presuntos
las antesalas del PRI.

¿Qué místicos arrebatos
sacuden su mente loca,
que andan los precandidatos
con el Jesús en la boca?

h) CAMBIO DE PIEL
La siguiente décima, que presuntamente constituye una autocrítica, nos revela el gracioso afán de Liguori de pitorrearse de todo, hasta de sí mismo:

Tenemos los mexicanos
escritores a montones:
unos que son maricones,
otros que son marihuanos;
y otros más que son tan sanos
y a veces son tan empíricos,
que sus arrebatos líricos
no conmueven ni al más lerdo.
Por ello, en común acuerdo,
se han convertido en satíricos.

i) POETAS NAHUALES
José [sic por Miguel] León Portilla, actual Cronista de la Ciudad de México y uno de los investigadores mas preocupados por nuestra cultura precortesiana, realizó el descubrimiento y la presentación de la obra de trece poetas del mundo azteca. Liguori escribió al respecto:

Según León Portilla hay
trece poetas nahuales,
nahuales entre los cuales
están él y Garibay.

(Tomado de: Elmer Homero (Rodolfo Coronado) – El despiporre intelectual (Antología de lo impublicable). Colección El Papalote, #6. Editores Asociados, S. A. México, D.F., 1974) 

2 comentarios:

  1. Este es de los míos, hay que darle a la bohemia y "robar" este material pa'las tertulias

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Sí, la verdad es que todo el libro de Elmer Homero" (o sea el poeta Rodolfo Coronado) es un despliegue de buenos poetas satíricos y humorísticos, desde Sor Juana y el Negrito Poeta hasta estos poetas y periodistas de finales del siglo XX. Te recomiendo las otras entradas ya publicadas de ese mismo libro, El despiporre intelectual.

      Borrar