lunes, 10 de marzo de 2025

El origen de la lengua mexicana actual


 
El origen de la lengua mexicana 

En el ombligo de la luna, a la tierra del colibrí azul; Mexitl Tenochtitlan un día llegaron los intrépidos y osados, los exploradores, suavemente mecidos por las olas, traídos por las mareas. 

Sus lejanos navíos traían consigo el presagio secreto, sus palos mayores, sus grandes velas elevadas casi hasta el cielo anunciaban un nuevo mundo. 

Desde el otro lado del mundo llegaron, con sus observadores trepados en el carajo, con sus carabelas y bergantines anunciando la nueva era. 

Llegaron e hicieron suya la Tierra y esta tierra tuvo hijos; hijos de la verga, también de la chingada, del Sancho, pero hijos al fin y al cabo. 

Los siguientes diálogos, los actos que prosiguieron fueron violentos y crudos, hijos de la confrontación, hijos de la vida, del destino. 

Nadie se culió todos fueron cabrones.

Los conquistadores conquistaron, los conquistados sobrevivieron, sobrevivieron a todo. 

Y por el momento valió madre, harta corneta, así parecía, pero no hay mal que por bien no venga (refrán chingón de mi abuelita) y esto lo único que trajo fue un pueblo chingón: 

el pueblo mexicano descendiente de los más valientes y los más nobles Y ¿qué fue lo que hicieron los sobrevivientes los nuevos mexicanos? 
es quizá aquí donde comienza la historia de nuestro lenguaje. 

Quizá...

El lenguaje secreto comenzó con los vocablos aztecas, prohibidos en su momento, los corazones de los vencidos jamás fueron vencidos y las siguientes generaciones no pudieron acallar estas voces. 

Estos sincretismos no premeditados, lograron que también en las palabras comenzaran a ocultarse significados que las nuevas autoridades no comprendían. 

Así nació la lengua mexicana en el crisol de todas las razas del mundo; el crisol de nuestra Raza Cósmica. 

Es aquí en este momento cuando el lenguaje comenzó a volverse mexicano dejando de ser sólo español y aún menos castellano. 

Establecido el nuevo reino siendo ya formalmente una colonia, las nuevas normas sociales establecieron así también sus leyes y jerarquías. 

El lenguaje naciente se nutrió de indigenismos y europeísmos, así como la raza; voces aztecas, mayas, olmecas, totonacas, zapotecas, ñañus, rarámuris, chichimecas, apaches y toltecas se mezclaron con sus hermanas hispanas, anglosajonas, árabes, gitanas, griegas, judías, italianas, africanas y asiáticas. 



El mexicano: valiente, avezado, osado; el sobreviviente a toda prueba, humilde a veces, pero siempre digno y firme, descendiente de reyes y princesas, de guerreros y poetas, de piratas y de sabios se ha mantenido así,

 siempre de pie, de frente. 

La intensidad de sus expresiones refleja su fuerza y el largo camino que tuvo que andar para llegar a ser lo que somos: un pueblo chingón, bien verga. 

Pero por qué habla el mexicano así? 

Porque tiene pasión, porque tiene tantos huevos que el lenguaje le queda pequeño y necesita moldearlo, modelarlo, reformarlo, incluso transfigurarlo para ver si así puede expresar aunque sea un poco lo que le inunda el alma, lo que le desborda el corazón. 

Para defenderse, 

para identificarse,

y por sus huevos, así nomás.




Las lenguas nativas:

¿Qué se habla en México?

Hace mucho se dejó de hablar sólo español y casi nunca se habló castellano. 

Se habla español mexicano, pero no sólo eso también se habla: 

Slang 
albur 
albur fino 
calambur 
piropo 
chiste 
refrán 
dicho 
leperada 
doble sentido 
cantadito 
caló 
frases 
ñierismos 
fresismos 
chiflidito 
acá 



Y no solo eso, además se habla en jarocho, yucaterco, chilango, norteño, tapatío, chiapaneco, defeño, toluco, poblano pipope, tuso, regio, oaxacacaliforniano, tabajqueño, campechano, mochi, costeño, sonorita y muchos más. 

En México se habla español mexicano, casi nunca, casi nadie habla español formal. Aquí en el Ombligo de la Luna a nivel de piso a ras de lona; la neta se habla al chile. 

Y ya hablando al chile; nadie habla formal; ni el gobernante ni el sabio, ni siquiera la dama y mucho menos el pelado. 

Todos y cada uno de nosotros hablamos en código, cada sector, cada tribu tiene los suyos propios: si no los entiendes si no los atiendes no entras, te sacan. 

Con la banda maciza cágala tantito y te dan patrás, te quiebran, de menos una madriza culera. 

Varía el tono padre y no entras, cáaamara. 

Si no te la sabes no la haces.




(Tomado de: Amman, Guya (Autor), Luter Meza Bernal (investigación) y Bernardo Martínez Torres (ilustraciones) - Enciclopedia de los legoritmos mexicanos. Tercera Edición, S. A. de C. V. México, 2020).



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