lunes, 16 de junio de 2025

Judy Baca

 


Judy Baca


Reconocida pintora chicana y pionera del movimiento mural en Los Ángeles, fue fundadora, en 1974, del primer programa mural en esta ciudad y co-fundadora del Centro de Recursos Sociales y Artes Públicas en Venice, California, en el que fungió como directora de 1970 a 1980. Originaria de Los Ángeles, de abuelos mexicanos, nació en 1946. Estudió artes en la Universidad Estatal de California de Northridge. Después de realizar su maestría en arte, vino a México a estudiar el muralismo de “los tres grandes”. A finales de los sesenta, cuando el movimiento chicano estaba en pleno auge, comenzó a llevar su arte a la calle. Judy encontró en el mural la manera de poner su trabajo al servicio de su gente. Siempre se ha caracterizado por su trabajo interracial. Su obra más conocida “La gran muralla de Los Ángeles”, mural de media milla de longitud, sobre la historia de los grupos étnicos de California. Trabaja en un programa mural sobre la guerra, la paz, la cooperación, la interdependencia y el crecimiento espiritual conocida como “World Wall: A vision of the Future without Fear”, mural itinerante consistente en siete paneles de 10 por 30 pies.


(Tomado de: Diaz de Cossío, Roger; et al. Los mexicanos en Estados Unidos. Sistemas Técnicos de Edición, S.A. de C. V. México, D. F., 1997)

domingo, 15 de junio de 2025

Escándalo en la casa Tornell

 


[Manuel Álvarez Bravo - La buena fama durmiendo]


Escándalo en la casa Tornell


Era insuficiente el tiempo destinado al estudio del desnudo en la escuela de arte de San Carlos. Unas horas semanarias frente al prodigio de la mujer no podían bastar. ¿Por qué es tan hermoso, plásticamente hablando, el cuerpo femenino? ¿Cuál es el secreto de su equilibrio, de su gracia? ¿Había que buscar en la ordenada función de cada una de sus partes el origen de la armonía? ¿Nace la emoción estética de la adecuada relación entre el órgano y su razón de ser? 

¿Cómo explicarse coincidencias casi universales en la estética, a la vez que divergencias profundas de un hombre a otro? ¿Se oculta en el alma individual el concepto de lo bello? ¿Varía conforme a esa luz, a ese viento, a esa sombra que no otra cosa es cada vida? ¿Todo se reduce a ecuación tan simple como la de que ambientes similares condicionan nociones afines? El genio, entonces, ¿dónde queda? 

Mis compañeros de clase me comisionaron para que buscara un sitio, fuera de San Carlos, donde pudiéramos prolongar nuestras prácticas de desnudo. Estábamos convencidos de la necesidad de profundizar nuestros conocimientos acerca de la mujer, milagrosa como el sol y cuyo misterio empieza en el calor que irradia. 

Yo era amigo de Carlos Tornell, miembro de una familia de abolengo porfiriano, hijo de padres millonarios. En su casa, en la calle de Las Artes, tenía un taller de pintura que consumía largos ocios. A cambio de su usufructo le ofrecía una estatua de yeso de la Venus de Milo. 

Sellamos el compromiso, pero me advirtió que tuviéramos buen cuidado de tocar en la puerta de la cochera y preguntar por el mayordomo.

Con bastidores y caballetes a cuestas, con estuches de lápices, pinturas y carboncillos, al día siguiente nos dirigimos al taller. En el centro del grupo de quince estudiantes caminaba oronda La Chatita, nuestra modelo.

Parecíamos excursionistas excéntricos y así como el niño alucinado vislumbra en una feria todos los goces posibles, nosotros anticipábamos los más grandes triunfos en el arte de la pintura. Quizá hasta igualaríamos a los clásicos y entre nosotros se encontraban, todavía desconocidos dos o tres Miguel Ángeles, un par de Leonardos”.

En tropel desnudaron a La Chatita. Quién se ocupa de sus zapatos, quién de las medias, quiénes de las prendas más íntimas. Ella aspiraba el aire como si estuviera en el campo y paseaba su mirada por el estudio, amplio y lleno de luz. Cuán distinto era el salón de San Carlos. "Aquí -decía con su sonrisa- floreceremos todos". Y posaba. 

-Así no Chatita, con el busto erguido. Piensa en tu hombre y llámalo con el cuerpo.

-Pero cierra las piernas.

Empezaron a trabajar. De vez en cuando cambiaban comentarios. Estaban construyendo su propia vida de artistas.

Una llamada enérgica en la puerta, que habían cerrado con llave, introdujo el sobresalto.

-¿Quién es?

-El mayordomo. Ordena la señora que me permitan entrar para sacar un libro. 

-Dígame qué libro es. Yo se lo doy.

Larga pausa.

-Ordena la señora que tengan la bondad de abrir inmediatamente y me dejen entrar para sacar yo mismo el libro.

Siqueiros insistió:

-Dígame cuál es. Yo se lo doy con mucho gusto.

-¡Que abran, dispone la señora!

Balbuceo David:

-No podemos, porque se velan. 

Sentí la mirada interrogante de mis compañeros: ¿por qué diría algo tan extraño, si los dibujos al carboncillo no se velan?

Pero ahora la propia señora descargaba su ira contra la puerta. 

-¿Qué están haciendo en mi casa? ¡Abran, miserables!

Aturdido, sólo tenía una respuesta:

-Se velan, señora, se velan, comprenda usted.

-Si están marchando esta casa santa. ¡Abran! ¡Abran!

El estrépito que escuchamos a partir de ese momento nos indicó que el mayordomo, auxiliado por otros sirvientes, se proponía derribar la puerta. Vestimos a La Chatita con toda la rapidez posible. Alguien acercaba una media, otro le ponía la liga, algunos le ajustaba el corpiño. 

-Vagos asquerosos. Revuélquense con prostitutas en los burdeles, pero no en esta casa -nos despidió una voz aguda, a punto de disolverse en llanto. 

El escándalo había trascendido hasta la calle. No sé cuántas personas, pero sin duda muchas vieron salir de la cochera a una muchacha a medio vestir rodeada de jóvenes que arrastraban extraños aparatos de madera, los caballetes y bastidores. 

-Se trata de un secuestro y una violación oí decir.

-Sí, pero qué raro que haya sido aquí.

-¿Y tantos? ¡Qué horror!

Una viejecita dio su propia opinión:

-Y lo peor es que son pornográficos, ¿verdad?”


(Tomado de: Scherer García, Julio – Siqueiros, la piel y la entraña. Ediciones Era, S.A. México, D.F., 1974)

lunes, 9 de junio de 2025

Huautla, una entre muchas



 Huautla, una entre muchas 

Huautla, un "lugar del águila" más. Conocí hace años la Huautla de Hidalgo, entonces de difícil acceso, donde tuve la sorpresa de encontrar un grupo de gitanos que cautivaban a los vecinos con la exhibición de viejas películas de cine. Supe de la existencia de otras Huautlas en Guerrero, Puebla y Morelos. Son muchos los lugares de México que evocan al águila, nahual del Sol, o a los guerreros consagrados al astro mayor, como lo fue el propio Cuauhtémoc. Huautla de Jiménez, la capital mazateca, es la única población indígena que tiene la dignidad de ciudad. 

Me había enterado, gracias al lingüista George M. Cowan, que en esa Huautla oaxaqueña se conserva un lenguaje silbado el cual permite dialogar holgadamente desde distancias considerables. Ignoraba que Huautla se volvería, por muy otras razones, un lugar célebre en todo el mundo, con el cual me atarían los lazos más imponderables. 

No había, a principios de los cincuentas, más comunicación con la ciudad serrana que los caminos de herradura, largos caminos abruptos. A principios de 1956 supe en Ciudad Alemán, por Raúl Sandoval (uno de los vocales ejecutivos de la Comisión del Papaloapan), que ya existía un campo de aterrizaje y que se estaba construyendo una carretera de Teotitlán del Camino a Huautla. ¿Quería conocer el ritmo con que se trabajaba? Dentro de poco iría a inspeccionarlo y podría acompañarle.


Vuelo de Alemán a Teotitlán


Heme así, una mañana, sentado en el avión que Sandoval conduce con la tranquilidad con que manejaría su coche en el paseo de la Reforma. Raúl Sandoval, ingeniero civil, es hombre joven: tendrá unos treinta y cinco años. Mirada aguda, mentón volitivo.

Atisbo la población de Papaloapan en el culebreo de las aguas y Tuxtepec entre las orillas verdes; ahí está Temascal, con la presa gigantesca, y el nuevo lago formado por el río Tonto. Subimos, subimos, para salvar la enorme joroba del cerro Rabón, la montaña mágica de los mazatecos. Ahí está la cueva inmensa en que veneran -desde hace cuatro siglos, con liturgia católica- a su antiquísimo dios de la lluvia. 

Pasamos a poca distancia de la roca desnuda del Rabón. Cielo intensamente azul; el aire resplandece en este puerto de la sierra. Ahora el avión baja suavemente hacia el valle de Teotitlán. Volamos sobre la imponente fortaleza azteca de Quiotepec -muralla sobre una colina que encierra y domina la cañada- y atisbamos la mancha verde de las arboledas y las huertas del oasis teotitleco. Un fuerte viraje del avión me permite gozar lindas perspectivas calidoscópicas, grises y amarillas. La tonelada alada se posa como pluma en el campo; éste sí es campo, porque hay hierba y maleza. 


Primer ascenso a la Sierra Mazateca 


Sandoval inicia sin perder un instante el ascenso a la sierra. Admiro desde el jeep los trabajos de la carretera Teotitlán-Huautla. Una ladera semidesnuda, continuamente interrumpida por vallecitos y barrancos. En pocos quilómetros se sube de la cálida cañada a tierra fría. Teotitlán ya se pierde en el valle a lo lejos; la vegetación, antes rala, se vuelve más tupida y más verde. Surgen los bosques, ya se respira el aire fresco, ya hay humedad. 

Un grupo de chozas: las primeras que veo desde Teotitlán. Aquí viven mazatecos, como los de la otra vertiente. Una familia -siete adultos y dos niños- siembra maíz en un declive muy empinado. Y tanto, que se tiene miedo de verla perder el equilibrio y precipitarse en el despeñadero. Vestidos blancos, camisas solferino en la luz violenta de la altura. Silenciosos, concentrados, no me miran. La siembra es un rito. 

Llegamos al puerto. 


Los simbiontes 


Más allá, detrás de las lomas grises, está Huautla. Dentro de pocos meses la carretera alcanzará el corazón de la sierra mazateca; y lo afirmo porque han llegado -me parece, milagrosamente- hasta este alto puerto montañoso, los diplodocos y Los mastodontes mecánicos. Arañan las laderas con sus uñas de acero al cromo-níquel, mueven toneladas de tierra, levantan rocas, alisan, aplanan, bufando y echando pesado humo de aceite. Siempre me llena de asombro la perfecta simbiosis entre los megaterios metálicos y el hombrecillo que está adentro, a quien tengo la tentación de llamar simbionte. 

Esa no es una carretera de lujo, ni su propósito es turístico. Se trata de comunicar las dos vertientes, de abaratar los transportes, de infundir una nueva vida económica en una zona rica y secularmente aislada. Así se aviva el ritmo de la amalgamación del México indígena con el México moderno, se abate la discriminación y se unifica a todos los mexicanos por medio del idioma de Castilla. 

El frío aquí arriba es polar. Urge volver a tierra templada. ¡Hasta pronto, Huautla! Bajo mil quinientos metros con el jeep. La atrevida e inteligente carretera sabe dónde y cómo serpentear por la falda escarpada. Ya me doy cuenta de por qué atribuyen tanta sabiduría a la serpiente.



(Tomado de: Tibón, Gutierre - La ciudad de los hongos alucinantes. Panorama Editorial, S. A. México, D. F., 1985)

viernes, 6 de junio de 2025

Prudencia Griffel


 Prudencia Griffel 

(actriz)

(1880-1970, Lugo, España), Era una veterana del teatro cuando hizo su debut en el cine con Viejo nido (1940). Su aspecto bondadoso y canosa cabellera la ubicaron en el tipo de personajes con los cuales los productores la ponían a competir con Sara García que era la "abuela oficial" del cine mexicano. Esa longevidad le sirvió para recorrer varias décadas haciendo historias melodramáticas aunque también exhibió su buena disposición para la comedia como lo prueban dos títulos que filmó con el director Gilbert Gilberto Martínez Solares: Internado para señoritas (1943), y El globo de Cantolla (1943). En varias ocasiones le enfrentaron con Sara García y el resultado fue un triunfo para ambas actrices como en La tercera palabra (1955), Las señoritas Vivanco (1958) y su secuela El proceso de las señoritas Vivanco (1959). 

Mauricio Peña


(Tomado de: Dueñas, Pablo, y Flores, Jesús. La época de oro del cine mexicano, de la A a la Z. Somos uno, 10 aniversario. Abril de 2000, año 11 núm. 194. Editorial Televisa, S. A. de C. V. México, D. F., 2000)

lunes, 2 de junio de 2025

Ferrocarriles urbanos, 1877



 Ferrocarriles urbanos 


Tomado de: El siglo XIX, 

6 de noviembre de 1877


He aquí las condiciones bajo las cuales la empresa de ferrocarriles urbanos y el ayuntamiento de México, convinieron en extender las líneas existentes en 1877: 

De la Plaza Mayor, por las calles de la Monterilla hasta Necatitlan y plaza del Árbol, para enlazarse con la que existe en San Lucas. De la plaza, por el Seminario, hasta el Puente Blanco, callejón del Tepozán, y ligarse con la de Peralvillo. De la plaza de Villamil, por Magueyitos, Hidalgo, Lerdo, Camelia y Guerrero, hasta unirse con la de San Fernando. De la estación de la empresa por la calle de las Artes en la Colonia de los Arquitectos, hasta la iglesia de San Cosme; y de allí hasta la plaza del Mercado, extremidad de la calle de Santa María de la Ribera. 

La línea de San Cosme se prolongará de la antigua garita hasta la iglesia del mismo nombre. Las obras se ejecutarán sin entorpecer el tránsito del público; serán por cuenta de la empresa las que hayan de hacerse en las calles, a fin de que éstas queden en buen estado para el servicio público; al terminarse el ferrocarril, quedará obligada la empresa a hacer la limpia de las atarjeas, siempre que así lo acuerde la comisión de obras y la dirección del ramo. 

La empresa ejecutará sus trabajos de modo que no se emprenda un tramo mientras no se termine el comenzado y se deje desembarazada la vía; si se suspenden los trabajos por más de dos semanas se repondrá el pavimento y se dejará limpio de escombros; no podrá entrar a usar la empresa otra tracción que la animal; la anchura de la vía y dimensiones de vagones será las usadas actualmente. 

Dentro de seis meses darán principio a sus trabajos y a las seis siguientes estarán terminadas las líneas de San Cosme, de la Colonia de los Arquitectos, y las del Norte y Sur de la ciudad. Las otras las empezarán dentro de un año, quedando terminadas al año y medio; pasados estos plazos, salvo el caso de fuerza mayor, sin que se haya cumplido con lo expuesto, se dará por caduca la concesión, pudiendo otorgarse a otra persona o empresa, debiendo en ese caso la empresa reponer o indemnizar los perjuicios que hubiera causado en las vías públicas. 

Durará la concesión 99 años, terminados los cuales se podrán modificar estas cláusulas, y las dificultades que pudieran suscitarse se resolverán por el ayuntamiento y en definitiva por el gobernador del Distrito, con exclusión absoluta de la autoridad judicial.


(Tomado de: Ruiz Castañeda, María del Carmen. La ciudad de México en el siglo XIX. Colección popular Ciudad de México #9. Departamento del Distrito Federal. Secretaría de Obras y Servicios, 1974). 

viernes, 30 de mayo de 2025

Santuarios - San Miguel del Milagro

 


Santuarios - San Miguel del Milagro


Para el orgulloso pueblo tlaxcalteca, aliado y constructor de pueblos en las conquistas castellanas, debió de ser un motivo de gran decisión el que San Miguel, el príncipe de las milicias celestiales, se apareciera en su suelo, dejando como otras advocaciones su respectivo pocito de agua milagrosa. 

El ya muchas veces citado padre Francisco de Florencia S. J., también enriqueció las crónicas tlaxcaltecas con la "Narración de la milagrosa aparición que hizo el Arcángel San Miguel a Diego Lázaro de San Francisco, indio feligrés del pueblo de San Bernabé de la jurisdicción de Santa María Nativitas, estado de Tlaxcala", escrito en este colegio de San Pedro y San Pablo, el 6 de marzo de 1690.

Corría el año de 1631 cuando al indito de 16 o 17 años, Diego Lázaro de San Francisco, que iba en una procesión, se le apareció el Arcángel sin que los demás lo notaran, y le ordenó que comunicara al pueblo que en una barranca cercana haría brotar un manantial de agua milagrosa para curar las enfermedades. Cómo no cumplió dicha orden por temor a que no se le diera crédito, el Arcángel lo castigó y informó y enfermó de cocolixtli. Estando en extremo de muerte se le apareció de nuevo, pero ahora todos vieron una gran luz que llenaba la habitación, saliendo asustados. Cuando regresaron, lo encontraron sano y les narró que el Arcángel lo había llevado al lugar donde con su cayado hizo brotar el agua milagrosa y le dio la salud. Enseguida los demonios huyeron el tropel. 

El caudillo tlaxcalteca 

En 1645 el obispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza, mandó construir el templo y la capilla para el pocito. Ésta cubre el brocal y tiene un relieve que representa el momento en que el Arcángel hace brotar el agua ante Diego Lázaro. La fachada de la iglesia es manierista, muy al gusto de Palafox. 

Lleva su heráldica y en el tímpano alberga la escultura en alabastro de San Miguel. Remata el frontón abierto el escudo de España, enmarcado por la cadena y el toisón. 


Datos que hay que tener al alcance de la mano 

Ubicación - En el municipio de San Miguel del Milagro en el estado de Tlaxcala.

Cómo llegar - Para visitarlo se toma la carretera a Puebla y pasando la caseta de San Martín Texmelucan se encuentra la desviación a Cacaxtla. Al iniciar el ascenso a la zona arqueológica se toma el camino a la derecha que indica San Miguel del Milagro.

Fecha de celebración - Día de San Miguel Arcángel el 29 de septiembre. 

Peregrinaciones - Todos los días del año.


(Tomado de: Quesada A, Emilio H. - Santuarios, Guía #21, México Desconocido, Edición Especial, Editorial Jilguero, S. A. de C. V., México, Distrito Federal, 1995)

lunes, 26 de mayo de 2025

Matías Romero, sobre la política que adoptará Lincoln, 1860

 


Matías Romero informa sobre la política que se supone adoptará Lincoln respecto a México al asumir el poder. 


Washington, noviembre 25 de 1860.

Excelentísimo señor ministro de Relaciones Exteriores.

Heroica Veracruz .

Excmo. señor:

Después de escrita mi nota reservada número trece, fecha de ayer, relativa a las complicaciones que hay en la política de este país y el provecho que de ellas puede sacar México, recibí una carta de una persona que reside en Nueva York, que se ocupa bastante de los sucesos de México y que asegura que ha adquirido de una fuente muy respetable y del carácter más fidedigno, lo que pasó a referir respecto de la política que la administración republicana, que se instalará el 4 de marzo próximo, se propone seguir en los negocios de México. 

La parte relativa de dicha carta es como sigue: 

"La política de la nueva administración será ocuparse desde luego de la cuestión mexicana haciendo de ella una cuestión nacional, a fin de distraer la atención pública del asunto de la esclavitud. Los dos grandes puntos de nuestra política con referencia a México serán: 

"1°- Asegurar una tranquilidad duradera en la República Mexicana con más efectivo auxilio moral y pecuniario, concedido al único partido que puede consolidar allí un Gobierno estable, el partido cuyos principios están de acuerdo con las tendencias del siglo, a saber, el partido liberal constitucional y 

"2°- Asegurar una gran expansión de nuestro tráfico con México, por medio de un tratado de comercio basado sobre principios amplios de reciprocidad mercantil. 

"La necesidad de facilitar de alguna manera fondos para sostener por algunos años un Gobierno estable se comprende en la primera proposición.

"El nombramiento de un nuevo Ministro será uno de los primeros actos de la próxima administración y se tendrá gran cuidado de elegir a una persona cuyos deseos y habilidades la hagan propia para desarrollar ese plan”.

Todo lo cual tengo la honra de comunicar a V. E. para conocimiento del Excmo. señor Presidente.

Reproduzco a V. E. con este motivo las seguridades de mi muy distinguida y respetuosa consideración. 

Dios y Libertad.


Matías Romero


(Tomado de: Tamayo, Jorge L. - Benito Juárez, documentos, discursos y correspondencia. Tomo 3. Secretaría del Patrimonio Nacional. México, 1965)

domingo, 25 de mayo de 2025

Manolo Fábregas


Manolo Fábregas 

(Actor)

(1921-1996, Vigo, España). Nieto de la gran diva del Teatro Virginia Fábregas e hijo de otra gran actriz cinematográfica Fanny Schiller, obtuvo sus primeros aplausos desde la niñez. A los 13 años y por invitación del director norteamericano David Kirkland, hace su debut en Pecados de amor. Pero hasta los 18 años otros directores mexicanos le confían personajes de mayor importancia como El hotel de los chiflados con Carlos Orellana y El cementerio de las águilas con Jorge Negrete, ambas de 1938. Encasillado en papeles de Don Juan, en comedias o melodramas fue hasta Mujeres sin mañana, de Tito Davidson, en 1951, que le encargaron papeles estelares. También hizo películas en España: con María Félix, La noche del sábado (1950) y con Amparo Rivelles De mujer a mujer. Casado con Rafaela Salinas Fábregas procrearon, cinco hijos, dos de ellos actores, Rafael Sánchez Navarro y Mónica Sánchez Navarro.

Mauricio Peña


(Tomado de: Dueñas, Pablo, y Flores, Jesús. La época de oro del cine mexicano, de la A a la Z. Somos uno, 10 aniversario. Abril de 2000, año 11 núm. 194. Editorial Televisa, S. A. de C. V. México, D. F., 2000) 

miércoles, 21 de mayo de 2025

Los charros franchutes

 


Los charros franchutes 


Hacía principios de siglo [XX] se asentó a tal grado la influencia musical europea, que casi no se escuchaban más que canciones italianas y francesas (algunas de ellas hechas en México). La situación fue descrita por Manuel M. Ponce en estos términos: "La música vernácula agonizaba en las perdidas rancherías del Bajío... Sufría el desdén de los compositores más prestigiados y se escondía como chicuela avergonzada, ocultando su origen plebeyo a las miradas de una sociedad que solo acogía en sus salones a la música de procedencia extranjera y con título en francés. Hubiérase juzgado un enorme atentado contra su majestad el chic, la intromisión de una canción vulgar en el programa de una esplendorosa soirée." 

En 1901, el pianista y compositor Miguel Lerdo de Tejada, hombre extremadamente inquieto y emprendedor, fundó su Orquesta Típica y vistió de charros a sus músicos para distinguirlos de quienes sólo interpretaban música europea. Sin embargo, la tendencia imperante era tan fuerte que ni el mismo Lerdo de Tejada logró escapar de ella. Los músicos charros causaban admiración, pero de sus instrumentos seguía fluyendo música de estilo europeo. El propio Lerdo compuso muchas canciones (Perjura, la más popular de ellas) en las cuales la calidad es tan elevada como obvia su inspiración europeizante. 

Durante los últimos años del régimen de Porfirio Díaz, la Orquesta Típica de Miguel Lerdo de Tejada fue vista como fidelísima intérprete de la música mexicana e incluso viajó al extranjero con la misión de darla a conocer "en todo su valor". Pero esas pulcras interpretaciones no representaban la exaltación sino la mediatización de la canción popular de México.


(Tomado de: Morales, Salvador y los redactores de CONTENIDO - Auge y ocaso de la música mexicana. Editorial Contenido, S.A. México, 1975)

miércoles, 14 de mayo de 2025

Baldemar Velásquez

 


Baldemar Velásquez 


Es el símbolo de la lucha de los trabajadores agrícolas en el medio oeste norteamericano, seguidor de la huella de César Chávez. Nació en 1947 en Pharr, Texas. Como hijo de trabajadores agrícolas de origen mexicano, comenzó a trabajar en el campo a la edad de seis años y logró educarse a base de esfuerzos personales. En 1967 formó el Farm Labor Organizing Committee (FLOC), hoy la organización sindical de trabajadores agrícolas con mayor número de afiliados, cerca de 7000 en las áreas de Ohio y Michigan. En 1978 encabezó la huelga agrícola más grande en la historia del medio oeste norteamericano con más de 2000 trabajadores realizando el boicot a la sopa de tomate contra la empresa transnacional Campbell. Después de siete años de boicot y mostrando su visión política logró que por primera vez se elaboraran las reglas de las negociación de los derechos de los campesinos en esa región, a través de un comité independiente encabezado por el prestigiado economista John Dunlop. Así, logró sentar en la mesa de las negociaciones a la compañía internacional, a los rancheros y a trabajadores agrícolas.

A partir de entonces ha firmado otros acuerdos con empresas como la Dean Foods. Con dos principios que han guiado su vida, su fe católica y la igualdad del ser humano, Baldemar ha llevado la lucha del trabajador del campo no sólo en el ámbito económico y político, sino en el familiar, involucrando la lucha con la educación, la vivienda y la situación migratoria. En 1994 el gobierno mexicano le otorgó El Águila Azteca en reconocimiento a su labor de defensa de los mexicanos trabajadores agrícolas. 


(Tomado de: Diaz de Cossío, Roger; et al. Los mexicanos en Estados Unidos. Sistemas Técnicos de Edición, S.A. de C. V. México, D. F., 1997)