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¿Qué era el movimiento secreto de Los Guadalupes?
Tras el golpe de 1808, casi todas las actividades de oposición al régimen colonial se realizaron en secreto. Las autoridades coloniales juzgaban y enjuiciaban cualquier intento de conspiración. El Virrey Francisco Javier Venegas ordenó que se estableciera una "vigilante policía", para lo que emitió un reglamento, aprobado por Real Acuerdo. Por lo tanto, aparecieron dos sociedades secretas: Los Guadalupes, la cual surgió en la ciudad de México, y la derivada de la Sociedad de Caballeros Racionales de Cádiz, que se organizó en Jalapa y de filiación masónica. Los integrantes de Los Guadalupes se reunían con frecuencia en tertulias y sin llamar demasiado la atención. Existía una necesidad imperiosa de los insurgentes para unir a sus simpatizantes a la causa. La sociedad prestaba auxilio material y moral y transmitía cualquier información útil. Los integrantes estaban al tanto de las medidas que las autoridades querían tomar en contra de los insurgentes, lo que hace suponer que algunos de sus miembros eran parte de la administración virreinal. Los informes se firmaban con nombre en clave (Señor Núm. 1, Señor Núm. 2 etc.) o con seudónimos, aunque por lo general usaban en sus escritos la designación "los guadalupes". Además el grupo buscaba constantemente a personalidades que pudieran ayudar al movimiento, como fue el caso del abogado Andrés Quintana Roo. La sociedad redactaba sus informes entre varios miembros. Cuando Morelos se convirtió en la figura principal de la lucha armada, Los Guadalupes redactaron una carta ofreciendo sus servicios. Para hacer llegar su correspondencia, los miembros del grupo secreto utilizaban mensajeros y correos leales. Sus simpatizantes participaban también en la cadena secreta de comunicaciones. Los iniciados tenían que jurar la defensa de la religión católica, rechazar la dominación extranjera, evitar la efusión de sangre y guardar los secretos. En la ceremonia de iniciación, los nuevos miembros prestaban juramento de guardar el secreto de la asociación bajo pena de muerte.
Solían utilizar una serie de astucias para guardar los documentos y evitar que fueran descubiertos. Ocultaban cartas en las suelas de los zapatos. La sociedad también se encargaba de hacer circular los periódicos de la época: Diario de México, Las Gacetas, El Pensador Mexicano, El Juguetillo, El Español de Londres y Diario de España, entre otros. A veces tenían que arriesgar su vida para llevar tipos de imprenta o hasta la imprenta misma, para lo cual ocultaban las piezas en los arneses de los carruajes o en cargas de carbón. Algunos de los integrantes estaban dedicados exclusivamente a la mensajería; otros sólo ayudaban a hacer llegar correo ocasional. Los Guadalupes tenían su propio periódico, en el que redactaban las noticias políticas, militares y económicas más sobresalientes del país. Gracias a ellos, la obra de fray Servando Teresa de Mier comenzó a circular por la Nueva España, además de difundir la Constitución de Cádiz de 1812. Los Guadalupes pagaban a los impresores una cuota para que no difundieran su existencia, algo de vital importancia. Había una revisión periódica de la fidelidad de los miembros, además de vigilar de cerca a los espías del gobierno virreinal.
Otra de sus funciones era sostener a las familias de los patriotas que estaban en el campo de guerra. Ayudaban también a los nuevos miembros de la insurgencia y eran consultores a la vez. Morelos les enseñó los proyectos de Constitución que había redactado junto con Rayón y Bustamante. Las derrotas que sucedieron en 1814 le dieron la oportunidad a Calleja de perseguirlos interminablemente. Los llamaba la "junta diabólica". Cuando las fuerzas reales fusilaron a Morelos en 1815, la sociedad quedó sin un líder y su actividad disminuyó. Cuando Xavier Mina se incorporó a la lucha insurgente en 1817, la sociedad adquirió un aire vigorizante, pues además se alió a la secta la masonería.
(Tomado de: Pacheco, Cecilia - 101 preguntas sobre la independencia de México. Grijalbo Random House Mondadori, S.A. de C.V., México, D.F., 2009)
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