Por constituir el puerto de conexión más importante con España y el más cercano a la ciudad de México, desde fines del siglo XVI se pensó en dotar a la ciudad de algunas obras defensivas, para protegerla de los piratas.
Para 1633 ya existían algunos baluartes y estacadas situadas al derredor del caserío; estas obras fueron mejorándose al correr de los años, y para principios del siglo XIX Veracruz era ya una ciudad amurallada considerada como plaza fuerte militar. El recinto fortificado de la plaza consistía en una muralla (de unos 3.2 m de altura media y 0.80 de espesor) que rodeaba la población y tenía un desarrollo de unos 2,540 m para formar un recinto cerrado.
Por la protección de San Juan de Ulúa, el ataque del lado del mar era poco probable, así que el frente hacia el Golfo sólo se apoyaba por sus extremos en sendos baluartes (los de Santiago y de la Concepción) cuyas artillerías batían los canales de acceso al puerto, cruzándose con las del castillo. La muralla poligonal era de siete baluartes en cuyo interior había depósitos de municiones y arriba de los cuales se debían instalar 86 cañones; el tiro de fusil se podía únicamente realizar a través de las aspilleras de la muralla.
Para entrar en la población había seis puertas; tres, en el frente de tierra, daban salida a los caminos de Jalapa, Orizaba y Medellín.
En 1683 Veracruz fue ocupada y saqueada por los piratas Nicolás Grammont y Lorenzo Jácome (a) "Lorencillo", sin que las incipientes fortificaciones lograran impedirlo; una vez construido el recinto fortificado de la plaza, ya no hubo ataques similares en todo el virreinato. En el s. XIX la plaza desempeñó funciones militares de importancia: bajo el amparo de sus fortificaciones, Santa Anna inició en 1832 la revuelta que derrocaría a Bustamante, y resistió el asedio; en 1834, cuando la Guerra de los Pasteles, los franceses asaltaron por sorpresa la plaza y fueron rechazados por las tropas de Santa Anna; en 1847, durante la guerra con los EU, Veracruz fue ocupada por los norteamericanos; en 1858 y 1859, siendo sede del gobierno de Juárez, el puerto fue asediado sin éxito por Miramón.
Para permitir el crecimiento de la ciudad, a fines del s. XIX las fortificaciones fueron demolidas: ahora sólo queda, como recuerdo de aquellas obras, el baluarte de Santiago.
(Baluarte de Santiago, Veracruz)(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen IV, - Familia - Futbol)
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