jueves, 28 de agosto de 2025

El salto que saltó: D F

 


El salto que saltó: D. F.


Está y no está, es y no es. Y no se trata de las premisas filosóficas que un día escribiera Shakespeare en su inmortal Hamlet, sino del salto saltarín. 

Lo apodan "El Salto del Agua" y era la terminal del acueducto de Belem, que traía el vital líquido desde los manantiales del lago de Chapultepec hasta la Ciudad de México desde el año 1779, cuando el virrey Antonio María Bucareli lo mandó construir e instalar en el barrio de Niño Perdido.

El autor del Salto del Agua es anónimo. El salto es conocido y hoy en día se le puede admirar en la esquina del Eje Lázaro Cárdenas y la calle arcos de Belem. Allí está y no está porque, en realidad, es y no es, todos lo pueden ver pero pocos saben que sí es. Para algunos no se trata del original, para otro sí lo es, y los más no saben dónde se encuentra. 

La gente lo ve y no lo ve, por eso es mágica la fuente del Salto del Agua. Unos creen que está en el extranjero, en Nueva York, y otros dicen haber escuchado versiones de que se encuentra en el patio de la casa de un ex funcionario de México. Pero esto último no es verídico, pues si bien la fuente que se admira en el Eje Lázaro Cárdenas no es la original, ésta se encuentra en el Estado de México, en el Museo Nacional del Virreinato de la población de Tepozotlán

El Salto del Agua, saltó, dejó la Ciudad de México por causa de las obras del Metro y se fue a Coyoacán, de allí su fama de saltarín. Según el bibliotecario del Museo Nacional del Virreinato de Tepozotlán, la fuente "había sido desmontada por protección de Arcos de Belem y sustituida por la que actualmente está, que es enteramente nueva. Para no perder estas piezas se llevaron a Churubusco y de Churubusco se trajeron aquí”.

La razón por la cual fue desmontado el original Salto del Agua surge a simple vista, pues aunque estaba deteriorado, siempre hay gente poco respetuosa que no se tienta el corazón para grabar su nombre en una obra de arte colonial. 

El paso de los siglos ha dañado las esculturas originales y por desgracia, la intemperie lo sigue haciendo en El Salto original y en la réplica. Las únicas piezas originales que existen actualmente en el Salto del Agua que se encuentra en la Ciudad de México son los letreros de advertencia, la base de cantera negra y, si acaso, alguna de las copas que coronan la fuente. 

El Salto del Agua ha sido testigo del progreso de México, del paso de los años, de su historia y está lleno de recuerdos, por lo que si sus piedras pudieran hablar nos contarían muchas cosas tanto de aquí, de México, como de allá, de Tepotzotlán, su nueva casa.


(Tomado de: Sendel, Virginia - México Mágico. Editorial Diana, S.A. de C.V., México, D.F., 1991)

lunes, 25 de agosto de 2025

Mexicanos y latinos en las guerras de Estados Unidos


 

Mexicanos y latinos en las guerras de Estados Unidos 


A lo largo de las décadas los mexicanos y los latinos han servido con honor en las guerras de Estados Unidos, aunque éstas se hagan impopulares entre la población norteamericana, como sucedió con las de Corea y Vietnam

Los mexicano-americanos y los latinos han sido siempre ciudadanos leales al país donde nacieron y trabajan, a pesar de que defienden con fiereza sus derechos, que combaten la discriminación y tienen un amor profundo por sus raíces culturales.

El Departamento de la Defensa (USDD, 1990) estima que de 1941 a 1945 entre un cuarto de millón y medio millón de latinos sirvieron en todos los frentes de la Segunda Guerra Mundial; en otras palabras, de 2.5 a por ciento del total de las fuerzas. Las cifras son imprecisas porque no se mantenían archivos diferenciados para los latinos, salvo para un regimiento especial de puertorriqueños. Si la cifra fuera la más alta, sería una proporción mayor que la de la población latina de entonces. 

Para aprovechar la extraordinaria habilidad hípica de los mexicano-americanos de California, durante la Guerra Civil, en 1863, se autorizó la formación de un batallón latino, el Primer Batallón de Caballería Nativa bajo el mando del mayor Salvador Vallejo. En total 469 mexicanos sirvieron en las cuatro compañías del Batallón en California y Arizona. 

Diego Archuleta (1814-1884) fue el primer Brigadier General del Ejército norteamericano, a cargo de la milicia nuevomexicana durante la Guerra Civil. Hijo de una familia acomodada, fue educado en Durango y diputado en el Congreso de México. Después de la Guerra con México, trató sin éxito de encabezar dos rebeliones en 1846 y 1847. Más tarde, juró lealtad al gobierno americano e ingresó al ejército. Fue nombrado agente indio de los Estados Unidos, puesto al que lo ratificó Lincoln después de la Guerra Civil. 

Se han entregado a latinos 38 medallas de honor, la mayor distinción que otorga el presidente a nombre del Congreso, por su heroísmo en el campo de batalla. Los mexicano-americanos han recibido el mayor número de estas medallas. La primera fue para David Barkley Cantú por sus actos durante la Primera Guerra Mundial. Fue reconocido oficialmente hasta 1989, porque al registrarse en el ejército ocultó su origen mexicano. En esos tiempos no lo hubieran aceptado para combatir. 

El 7 de diciembre de 1941 los japoneses comenzaron a bombardear Pearl Harbor. Al día siguiente las primeras muertes registradas fueron de dos mexicanos, Felipe Trejo, de Santa Fe, Nuevo México, y Epimenio Rubí, de Winslow, Arizona.

Guy Gabaldón, del cuerpo de marinos, tiene la distinción de haber ayudado a capturar mil japoneses en 1944, el mayor número que ningún soldado en todas las guerras de Estados Unidos. Gabaldón nació en Los Ángeles y fue adoptado por padres japoneses-americanos que le enseñaron japonés desde pequeño. Sus dos hermanos pelearon en Europa, mientras sus padres y hermana fueron enviados a un centro de concentración durante la guerra. Con su conocimiento de la lengua, Gabaldón convenció a los soldados japoneses de que se rindieran, a pesar de que tenían órdenes de pelear hasta el último hombre. Luego, los trató con gentileza. 

Durante la guerra de Corea participaron muchos mexicanos de los barrios de Laredo, San Antonio, Los Ángeles y Chicago en todas las unidades armadas entre 1950 y 1953. Nueve latinos recibieron la Medalla de Honor. Durante esa guerra se usaron por primera vez en los combates aviones de turborreactor. Uno de los "ases" (término usado desde la Primera Guerra Mundial para señalar a los pilotos que derribaban más de cinco aviones enemigos) fue el capitán Manuel J. Fernández. Voló en 125 misiones de combate y derribó quince aviones enemigos. Esto lo colocó en el lugar 60 de todos los ases sumados desde 1916. 

Los latinos participaron en la guerra de Vietnam en una proporción bastante mayor que la que tenían en la población, un 19 por ciento. Seis mil nombres están grabados en el muro que rememora en Washington a los muertos en Vietnam. 

Cerca del 4.5 por ciento de las fuerzas armadas norteamericanas son de origen latino y otro tanto son empleados civiles en todas las categorías. La partición va aumentando con lentitud.


(Tomado de: Diaz de Cossío, Roger; et al. Los mexicanos en Estados Unidos. Sistemas Técnicos de Edición, S.A. de C. V. México, D. F., 1997)

jueves, 21 de agosto de 2025

Sandra Cisneros

 

Sandra Cisneros 


Poeta, cuentista y ensayista chicana de fama internacional. Hija de padre mexicano y madre norteamericana, nació en 1954 en Chicago. Además de escritora, ha trabajado como maestra de adolescentes con problemas, maestra de poesía y como profesora visitante en varias universidades de Estados Unidos. Esta escritora, que escribe en inglés incorporando muchas frases en español, ha sido invitada a leer su obra en México, Alemania y Suecia. Su obra The house of Mango Street, publicada en 1983, ha recibido muchos premios literarios como el "American Book Award"; en 1994 fue traducida al español por Elena Poniatowska. Su última colección de cuentos Woman Hollering Creeck and Other Stories (1991) ha sido traducida al español y otras lenguas. Sus cuentos son recreaciones llenas de humor de la realidad de ambos lados de la frontera. Reside en San Antonio, Texas y actualmente está escribiendo una novela. Es una de las escritoras chicanas que vive de sus regalías. En 1995 recibió el premio "Genius Grant", de la Fundación MacArthur, por 250 mil dólares.


(Tomado de: Diaz de Cossío, Roger; et al. Los mexicanos en Estados Unidos. Sistemas Técnicos de Edición, S.A. de C. V. México, D. F., 1997)

lunes, 18 de agosto de 2025

Instrucciones del virrey Enríquez de Almansa

 


El cuarto virrey que tuvo Nueva España, don Martín Enríquez de Almansa, instruyó a sus sucesores sobre lo que convenía hacer para el buen gobierno. Puede decirse que con este virrey se cierra todo un periodo en la vida de Nueva España, pues los problemas que señala son los mismos que se repiten a lo largo de los siglos siguientes:

"Y comenzando por lo más importante, digo que la mayor seguridad y fuerza que tiene esta tierra, es el virrey que gobierna y la Real Audiencia; y lo que más puede sustentar esta fuerza, es que sustenten ellos entre sí mucha conformidad y paz; y tras esto, que traiga siempre tan sujeta a la república, para que ninguno se atreva con las cabezas a cosa que huela a desacato, so pena de castigo ejemplar, cosa que se ha hecho con algunos en mi tiempo, sin ruido; porque cosa cierta es que no puede haber mucha seguridad donde los mayores no fueran acatados y temidos. Y si quiere Vuestra Señoría saber el medio con que entre ambas cosas se puede conseguir, mayormente en esta tierra, digo que vivan bien los que mandan, porque en esto pueden siempre usar su libertad y entrar y salir con ella en todos casos sin temor...

Después de esto, sabrá Vuestra Señoría que aunque juzgan en España que el virrey es acá muy descansado, y que en tierras nuevas no debe haber mucho a qué acudir, que a mí me ha desengañado de esto la experiencia y el trabajo que he tenido y lo mismo verá Vuestra Señoría, porque yo hallo que sólo el virrey es acá dueño de todas las cosas que allá están repartidas entre muchos, y él solo ha de tener cuidado de lo que cada uno había de tener en su propio oficio, no solamente seglar, sino también eclesiástico... Y fuera de esto, no hay chico ni grande, ni persona de cualquier estado que sea, que no sepa acudir a otro en todo género de negocios, sino al virrey... porque hasta los negocios y niñerías que pasan de enojos entre algunos en sus casas, les parece que si no dan cuenta de ellos al virrey, no puede haber buen suceso. Y visto yo que la tierra pide esto, y que el virrey ha de ser padre para todo, y que para ellos ha de pasar por todo esto y oírlos a todas horas, sufrirlos con paciencia me ha sido forzoso hacerlo. Y esto mismo procure hacer Vuestra Señoría.

"Y en acudir a otras obligaciones que sólo son del virrey, que es el amparo de todos los monasterios y hospitales y mucha gente pobre y desamparada, que hay en esta tierra, huérfanos y viudas, mujeres e hijos de conquistadores y criados de Su Majestad; porque pasarían mucho trabajo si el virrey no mirara por todos. Y en lo de los hospitales conviene acudir al de indios de esta ciudad y al de San Juan de Ulúa, porque como el de los indios de aquí tiene nombre de hospital real, y piensan todos que Su Majestad provee lo necesario, acuden pocos a él, y así padece necesidad. Demás de los españoles, después de servirse de los indios, más cuidado tienen de sus perros que no de ellos, y hubieran muchos perecido, así de esta ciudad como de fuera, si no se les hubiera hecho este recurso...

"Ya traerá Vuestra Señoría entendido que de las dos repúblicas que hay que gobernar en esta tierra, que son indios y españoles, que para lo que principalmente Su Majestad nos envía acá es para lo tocante a los indios y su amparo. Y ello es así, que a éstos se debe acudir con más cuidado, como a parte más flaca, porque son los indios una gente más miserable, que obliga a cualquier pecho cristiano a consolerse de ellos. Y esto ha de hacer el virrey con más cuidado, usando con ellos oficio de propio padre. Que es: por una parte no permitir que ninguno los agravie, y por otra no aguardar a que ellos no acudan a sus cosas porque no lo harán; sino dárselas hechas, habiendo visto lo que conviene, como lo hace el buen padre con sus hijos: y e non esto ha de ser sin costa ni gastos, porque los más de ellos no tienen de dónde sacar un real, si no venden, ni sus negocios son de calidad ni cantidad...

"He querido dejar para la postre el tratar a Vuestra Señoría lo que entiendo más le ha de cansar en los negocios, que son las provisiones de cargos de justicia de esta tierra: porque los que piensan que más derechos a ellas tienen, son los nacidos en ella, hijos y nietos de conquistadores, aunque de éstos entiendo quedan pocos; y en efecto de no les dar a ellos los cargos, hacen tanto ruido, que no falta sino poner el negocio a pleito, porque pedir testimonio para ir a quejarse a España, por ordinario lo hacen... Y lo que Su Majestad me mandó fue, pues yo tenía esto presente, que como lo demás lo gobernase, mirando lo que más convenía al servicio de Dios y suyo y bien de la tierra. Y lo mismo haga Vuestra Señoría, sin reparar en quejas..."


(Tomado de: Lira, Andrés - El gobierno virreinal. Historia de México, tomo 6, México colonial. Salvat Mexicana de Ediciones, S.A. de C.V. México, 1978)

jueves, 14 de agosto de 2025

Consuelo Guerrero de Luna

 


Consuelo Guerrero de Luna 

(actriz)

(1905-1972, Madrid, España). Actriz cómica de procedencia escénica, encontró eco en nuestro país luego de salir exiliada a raíz de la guerra civil en su patria. Supo imponer inteligencia, humor elegante y estupendas caracterizaciones como mujer de clase alta, envuelta en situaciones comprometedoras a partir de ¡Ay qué tiempos señor don Simón! (1941) y El gendarme desconocido (1941). De hecho, Consuelo Guerrero de Luna fue una notable actriz de apoyo en cintas de la belle epoque como Yo bailé con Don Porfirio (1942) y El globo de Cantolla (1943) o curiosas zarzuelas como La corte del faraón (1943). Fue nominada al Ariel como mejor actriz de cuadro por Su última aventura (1946) con Arturo de Córdoba y resulta memorable en la farsa feminista Arriba las mujeres (1943), al igual que en La liga de las muchachas (1949) y como una de las tantas señoras ricas engañadas por De Córdoba en la cinta En la palma de tu mano (1950) y también destacó como la mujer del boticario seduciendo a Tin Tan en Las aventuras de Pito Pérez (1956). 

Rafael Aviña


(Tomado de: Dueñas, Pablo, y Flores, Jesús. La época de oro del cine mexicano, de la A a la Z. Somos uno, 10 aniversario. Abril de 2000, año 11 núm. 194. Editorial Televisa, S. A. de C. V. México, D. F., 2000)

lunes, 11 de agosto de 2025

Llanto de piedra


Llanto de piedra 

En el país menos conocido de Guanajuato, el que se extiende desde San Luis de la Paz hasta el oriente de San Luis Potosí, hay una región bella como pocas. Comprende tupidos bosques de pinos con paisajes deliciosos y, hacia las tierras bajas, las selvas semitropicales menos exploradas. 

Se trata de una panorámica nueva, fresca, e interesante por sobre la alfombra arbolada y las formaciones rocosas, pero también bajo tierra. Sus entrañas son huecas en muchos sitios y corren aguas subterráneas tan negadas en otras superficies. 

Pocas gentes, aún entre los mismos guanajuatenses, han recorrido esta región en sus extraordinarias catedrales bajo tierra que son las Grutas de Bernalejo, particularmente apreciadas por los espeleólogos

Ciertamente se necesita de algún guía o conocedor (uno de los amables lugareños de la Mesa o de El Vergel, caseríos cercanos), porque la entrada a los palacios subterráneos es muy pequeña, más baja que la estatura de un hombre. A partir de la abertura visible, a gatas se avanza por unos cinco m y de pronto se abre el espacio dando lugar al desfile de los asombros. De la alta bóveda cuelgan los llantos lacrimosos de la piedra, de los óxidos y de las sales disueltas que bajan, gota a gota, hasta convertirse, estalactitas y estalacmitas, en una sola pieza: columnas de blanco ultrabrillante. 

Son varias cámaras subterráneas y en cada una de ellas las formaciones son diferentes, habiendo en algunas partes el increíble fenómeno de estalactitas que no siguen la vertical sino que se curvan hacia arriba. "Esto no puede ser; es imposible", suele ser la primera exclamación. Y sin embargo, además de que sí es posible, es abundante. 

Los nombres de los salones son los normales en todas las grutas: "Laberinto", "Las columnas", "Paso de las Agujas", "La Piñata", etc., pero, con ser tan comunes, no participan en la descripción. 

Hasta donde sabemos, las Grutas de Bernalejo no han sido totalmente exploradas hasta la fecha. Es un territorio subterráneo abundante en pasajes, grietas y pozos verticales sobre los cuales no existen referencias fidedignas. Cualquier intento informal que se haga por profundizar más en esta gruta, invariablemente conduce a la conclusión de que hacen falta equipo y adiestramiento especiales. Son los oscuros, atemorizantes dominios de lo desconocido, las verdaderas fronteras de lo incógnito. 

Y donde quiera que la luz de los reflectores horada esa noche eterna de las grutas, se refleja en blancas formas que no podrían reproducir Dante ni en sus peores delirios. 

Un día, cuando Guanajuato ensanche su visión universal del turismo, encontrará que las grutas de bernalejo le darán fama mundial. 

Entre tanto, si usted quiere internarse en el misterio negro de estas profundidades, la ruta se inicia en San Luis de la Paz (110 km al norte de Querétaro, o 94 al norte de Guanajuato), con rumbo a la que fuera Hacienda de Jofre (33 km) y diez kilómetros más hasta la Mesa de Jesús, casi en el límite con el Estado de San Luis Potosí; finalmente, 10 kilómetros hacia El Vergel. El camino es brecha practicable sólo a bordo de carro chico, pero sumamente hermoso, e incluye la vista de un puente natural que el paso de un río abrió horadando una gran roca.


(Tomado de: Möller, Harry. México Desconocido. INJUVE, México, D. F., 1973)

jueves, 7 de agosto de 2025

Eulalio González “Piporro”



Eulalio González “Piporro


(1921-[2003], Nuevo León, México). Lejos de ejercer su carrera de contador privado, el actor primero fue reportero de El Porvenir, locutor en la XEMR de Monterrey, maestro de ceremonias en centros nocturnos, incluso en las arenas de la lucha libre. Su principal campo de batalla fue en las calles de Ayuntamiento donde se ubicaba la XEW y de ahí se presentó la oportunidad para participar en la industria del celuloide con la cinta La muerte enamorada (1950), a partir de la cual interpretaría papeles secundarios hasta que llegó su gran oportunidad al lado de Pedro Infante al participar en la serie ¡Ahí viene Martín Corona!, la cual se transmitía por la XEQ y dónde interpretaba a Piporro. Esta serie fue llevada al cine y en ella también representó a dicho personaje, de ahí su sobrenombre. Durante su carrera participó en 67 películas, entre ellas Espaldas mojadas (1953) y la más reciente es Ni parientes somos (1989). 

Lorena Ríos


(Tomado de: Dueñas, Pablo, y Flores, Jesús. La época de oro del cine mexicano, de la A a la Z. Somos uno, 10 aniversario. Abril de 2000, año 11 núm. 194. Editorial Televisa, S. A. de C. V. México, D. F., 2000) 

lunes, 4 de agosto de 2025

Marta Alicia Camacho Loaiza


 

Intervención de Marta Alicia Camacho Loaiza 


Fue secuestrada por el ejército y la Federal de Seguridad en el estado de Sinaloa, es integrante de la Unión de Madres con Hijos Desaparecidos de Sinaloa, actualmente es profesora e investigadora de tiempo completo en la Universidad Autónoma de Sinaloa, en el área de Historia.


Agradezco a las compañeras "Tita" y Rosa María por haberme invitado a participar en este evento. No tenía la certeza de asistir porque mi madre está hospitalizada gravemente. 

En el año de 1977, en la Universidad Autónoma de Sinaloa, al igual que en otras universidades del país, se estaban manifestando grupos como lo mencionaba "Tita" y Rosa María, grupos antagónicos dentro de la Universidad, grupos de porros y los grupos de personas que tl en la tesis de Maestría en Historia. 

El 12 de febrero de 1976, contraje matrimonio con José Manuel Alapisco Lizárraga, quien laboraba como maestro en la UAS en la preparatoria Flores Magón y en la Escuela de Ingeniería Civil en Culiacán, fuimos estudiantes de la escuela de Economía. 

El 19 de agosto de 1977, aproximadamente a las 19 horas, estaba en nuestro domicilio en compañía de la señora Josefina Machado Torres y justo cuando nos disponíamos a cenar irrumpieron violentamente un grupo de personas fuertemente armados, por su vestimenta pude saber que se trataba de miembros del ejército, elementos de la Dirección Federal de Seguridad y policías de la judicial del Estado. 

Apuntándonos con sus armas nos preguntaron: ¿Quién es Martha? A lo que le respondí: soy yo, de inmediato a la señora la vendan de los ojos y se la llevan en un vehículo, enseguida empiezan a golpearme en el rostro y el cuerpo al mismo tiempo que me preguntaban: ¿Dónde está tu marido? Dando por respuesta que él se encontraba trabajando, luego me arrastraron de los cabellos unos ocho metros hacia donde estaba la sala de la casa. 

Seguían golpeándome, le suplicaba que por favor no me golpearan en el vientre, a lo que me respondían, que lo que querían era dañarme a mí y al hijo que esperaba, me ubicaron en la sala de la casa de tal forma que desde la calle fuese visible, enseguida todos los vehículos se retiraron de nuestro domicilio, algunos individuos se escondieron detrás de los muebles, otros en el techo de la casa, transcurrieron varios minutos, creo que dos horas, en ese momento llovía, veo que llegan a casa José Manuel y un jovencito de nombre Juan Germán Flores Carrasco, escucho gritos al mismo tiempo que se inicia una balacera un individuo que estaba detrás de un mueble, me tira al piso y trata de cubrirme de las balas, inmediatamente que termina la balacera me levantan y me ponen una venda en mis ojos al mismo tiempo me atan las manos, de nuevo  soy arrastrada de los cabellos hacia un vehículo tipo combi, me tiran al piso y caigo sobre Francisco Javier Manríquez Pérez. 

Somos trasladados a la novena zona militar de Culiacán, lo sé porque me quitaron la venda de los ojos para tomar fotos y huellas dactilares, en esos momentos observo gente con uniforme de militares y sus armas tenían las siglas del ejército mexicano, enseguida me sientan en una silla para interrogarme, pasaron las horas y de manera violenta escucho que se abre una puerta y escucho que arrastran algo y lo dejan caer, enseguida me bajan la venda de los ojos y me dicen: "mira cómo quedó el perro de tu marido" y me arrojan sobre su ensangrentado cuerpo la sangre salía a borbotones de su pecho, intento levantarme pero una patada en mi espalda me hace caer nuevamente sobre mi esposo, un tipo me dice: "Se cree muy güevudo el cabrón, pues mira, ya no tendrá más güevos" entonces lo castran delante de mí. 

Me vendan nuevamente y escucho que es arrastrado hacia el baño y abren la llave de la regadera creo que para que se desangrara, me llevan a otra habitación y allí estaba la señora Josefina, nos tiramos al suelo a dormitar, ambas muy golpeadas, los días transcurrieron en medio de tortura, interrogatorios, muertes, etc., pues además de nosotras, también estaban casi todos los jóvenes que hasta la fecha se encuentran desaparecidos de Sinaloa. 

Una noche nos trasladan a una casa de seguridad a todos, cada noche llevaban detenidos diferentes, algunos salieron en libertad, otros murieron durante interrogatorio y otros siguen desaparecidos. 

El 29 de septiembre, nace mi hijo en condiciones infrahumanas, el momento de parir había llegado, sin el mas mínimo aseo rasgaron mi cuerpo para introducir unos forceps y sacar al bebé en todo momento golpeándome e insultándome, pero aún así mi hijo logra nacer bien. 

De tanto maltrato que se me dio cuando iba a nacer mi hijo, afortunadamente pues nace: actualmente tiene 26 años, es licenciado en letras y literatura hispana y algunas de las compañeras lo conocen y lo más dramático lo más patético de esto es que en ese momento cuando él nace me levantan la venda y veo a mi bebé todavía con sangre pero con una metralleta en su cabeza, y me dicen: "obsérvalo, míralo por única vez, esto es lo que pariste y nosotros lo bautizamos con el nombre de Thompson porque es lo primero que él siente al nacer una metralleta Thompson". 

Lo que viene después obviamente, no, no hubo ni la más mínima atención de aseo, al menos, imagínense tantos días secuestrada con la misma ropa y por consecuencia vienen infecciones ya con altas temperaturas, cómo transcurren aproximadamente unas semanas después de que nace el bebé, te viene temperaturas, creí que me iba a morir, y me sueltan así de simple, yo tenía la mitad de mi cuerpo paralizado, después me integro a casa de mis padres nuevamente como hija de familia pero ahora con un bebé. 

Aquí viene también un proceso que muchas de nosotras quizá no hemos podido superar; viene la cuestión social, cómo la cultura que se tiene hasta la fecha nos afectó desde el punto de vista emocional psicológico, social, laboral, en todos los aspectos nos viene a dañar. ¿Por qué? En primera instancia, yo vengo de una familia media acomodada. Si bien es cierto tuve todas las comodidades materiales sin embargo tuve el rechazo completo de la familia; rechazo que hasta la fecha continúa, siendo etiquetada de comunista, "la guerrillera", "la asesina", en fin, un montón de consignas que nos cuelgan, que nos ponen ahí, que nos bautizan. Sin embargo, creo yo que surge ahí esa fuerza interna que a todas nos identifica, por eso estamos aquí. 

Disculpen la palabra pero allá en Sinaloa somos muy malhablados, ni madre, esa pinche chingadera que me pasó no me hunde más que pura madre. Eso da pie a que yo siga y continúe mi carrera, termine, forme un nuevo hogar, me casé nuevamente. Tengo otras hijas casi profesionistas también; actualmente me acompaña la más pequeña. Nosotros la llamamos la bebé Marisol, ponte de pie bebé. Me preguntaban anoche las compañeras ¿Cómo le haces para llevarte tan bien con tus hijos? Bueno les digo yo he tratado de ser amiga de ellos, y no he puesto ese abismo generacional, ese abismo de cultura. Yo siempre he tratado de hacer como ellos de apoyarlos, trato de ser su amiga. 

Les mencionaba, creo que tuve el coraje y la fuerza suficiente tanto para superar la parálisis como la atención psicológica profesional, pues ya mi hijo es Licenciado en Letras, el miércoles se recibió otra de mis niñas en la Licenciatura de Estudios Internacionales y Políticas Públicas y en junio junio otra de mis niñas en Licenciada en Psicología. Yo invito a las compañeras que tuvimos el coraje, que estamos aquí, la mayoría de nosotras profesionistas de una u otra forma proyectadas no sólo como personas, como mujeres sino como profesionistas a que integremos a este tipo de movimientos a aquellas compañeras que no pudieron superarlo, que todavía viven como dicen los jóvenes que se quedaron allá arriba, que no ven el cambio que hoy tenemos en todos los aspectos, pues yo las invito a que continúen una vida normal, pero eso sí siempre con la fuerza que todas traemos interna de espíritu de lucha y que nos apoyemos como mujeres que somos. Pues adelante y felicidades por impulsar este tipo de encuentros.


(Tomado de: Aguilar Terrés, María de la Luz (compiladora) - Guerrilleras. Antología de testimonios y textos sobre la participación de las mujeres en los movimientos armados socialistas en México, segunda mitad del siglo XX. Ciudad de México, 2014).

viernes, 1 de agosto de 2025

Arquitectura de las misiones, siglos XVI, XVII y XVIII

 



Arquitectura de las misiones, siglos XVI, XVII y XVIII


Ivonne Herrera Martínez 

Ilustraciones: Eduardo Enríquez 


Entre las muchas actividades que desarrollaron los misioneros al llegar al nuevo continente estaba la de erigir Iglesias y conventos, levantar la casa de Dios en tierras paganas para asentar una Iglesia fuerte y más pura entre la gente recién adoctrinada. 

Debemos recordar que la conversión de los paganos fue utilizada como una justificación de la Corona ante las otras naciones europeas para legitimar su permanencia y la conquista de los nuevos territorios.

Los tres siglos de la Conquista quedaron marcados profundamente en la extensa obra material dirigida por los religiosos y llevada a cabo por la mano indígena o mestiza a lo largo de todo el territorio dominado.

Casi para finalizar el siglo XX, iglesias, conventos y capillas siguen en pie, resistiendo el paso de los siglos. En buenas o malas condiciones, sufrieron modificaciones y engalanaron según los estilos artísticos en boga: plateresco, barroco, churrigueresco y neoclásico. Son silenciosos testigos de una historia que tuvo su razón de ser, y como tal, hay que entenderla y quizás lo más importante, aún hoy siguen funcionando como templos para el culto. Son todavía centros que concentran en sus recintos la vida espiritual de un país profundamente creyente. Un país que aprendió la lección y finalmente la continuó. 

Debemos enfatizar que las primeras construcciones que edificaron debieron ser rápidas, casi de emergencia por lo que utilizaron adobe o recintos con maderas y techos de paja. Estas fueron sustituidas conforme se tuvo mayor control de la población por las capillas abiertas y los grandes conjuntos conventuales, pocos años después de la conquista militar. En cuanto una de las Provincias logró independizarse de España, las distintas órdenes de los religiosos planificaron con libertad. 

Los conjuntos conventuales de mayores dimensiones se edificaron en áreas densamente pobladas. Sin embargo, en lugares serranos o de grupos nómadas las construcciones las hicieron en áreas que consideraban prudentes, ya sea por las características geográfica o por ser lugares concurridos. 

(Patio de un claustro)

Características de la arquitectura del siglo XVI 


Debemos de tener presente que los primeros misioneros no fueron ni arquitectos ni ingenieros, sin embargo con sus escasos conocimientos, la necesidad los llevó a dirigir grandes edificaciones.

Lo que habían visto en tierra española eran los viejos castillos medievales, construcciones románticas, góticas, mudéjares y la renacentistas. Todas estas manifestaciones artísticas se conjugaron en nuestra arquitectura del siglo XVI. 

Los conjuntos conventuales se componen de las siguientes partes: atrio rodeado de un muro, cruz atrial, capilla abierta, capillas posas, iglesias, sacristía, convento y huerta. Las ordenanzas de construcción (provenientes de España) prohibían la edificación de torres que, sin embargo se llegaron a hacer. Como ejemplos tenemos a Actopan e Ixmiquilpan en Hidalgo y San Francisco en Tlaxcala. En su lugar se utilizó la espadaña.


(Espadaña. Tipo especial de campanario que consta solo de un muro perforado por ventanas en los que aloja las campanas.)

A estas manifestaciones se les ha denominado de tipo fortaleza con su gran masividad. Paralelas a éstas, hubo una gran cantidad de iglesias de menores dimensiones, ya sea para los pueblos de visita o en barrios indígenas dependientes de un pueblo principal. Las iglesias son de una sola nave dividida en: coro, sotocoro, nave y presbiterio. Almenas decoran el pretil del muro de la iglesia, así como la barda atrial. 

La influencia medieval se deja sentir en elementos como: las almenas, los pasos de ronda y los garitones, que cumplen una misión sugestiva y ornamental. 

Del romántico y gótico se hereda: la gran altura de las iglesias, la masividad de la construcción que predomina sobre los vanos (espacios abiertos); los cerramientos de nervaduras; los arcos ojival y el conopial; las ventanas ajimezadas o con parte luz; los arbotantes que salen del muro superior del edificio para descansar sobre un contrafuerte; el rosetón con terracería. Del renacimiento español: el estilo plateresco, que es obra de superficie y que decora la fachada alrededor de puertas y ventana coral. Algunas características del estilo plateresco son: la columna candelabro, los casetones, la forma de redondear en la escultura, los medallones con figuras humanas, los escudos, tableros con diseños de hojarasca, grutescos, quimeras, frutos de todo ello trabajado en relieve. 

Del arte mudéjar heredamos: el alfiz (moldura decorativa), arcos de herradura no muy usuales, los techos artesonados y diseños geométricos trabajados en argamasa (siglo XVII).

(Interior de claustro que data del siglo XVI. Bóveda de nervaduras.)

El barroco, siglos XVII y XVIII


Se originó en Europa y pasó a América. Buscando originalidad consiguió el movimiento de las masas y los contrastes de luz y sombra. A veces fue sobrio y otra recurrió a los excesos en la decoración. Fue el arte de la Contrarreforma que incitaba al fiel a las experiencias y las emociones para acercarse a Dios. El barroco adulteró las formas greco-rromanas. Retuerce el fuste de las columnas (salomónicos); rompe y curva frontones; quiebra los entablamientos para dar movimiento y juegos de profundidad en retablos y fachadas.

Las iglesias de estos siglos utilizaron plantas de cruz latina, aunque en las misiones jesuitas de Baja California se usaban ambas. Sobre los cruceros de la iglesia se colocaba la cúpula con linternillas, muchas veces levantadas sobre tambor. En ocasiones presentan también capillas laterales y las bóvedas son de lunetos o de pañuelo. Las torres y campanarios se hacen imprescindibles: su elevación generalmente va en contraste con la horizontalidad de la iglesia, buscando una proporción armónica. La altura toma una elevación moderada en comparación con las del siglo XVI. La decoración, en muchos casos, abarca toda la fachada. Los pretiles de los muros exteriores adquieren movimiento. Los retablos llegan a cubrir en ocasiones, el interior en su totalidad. 


(Cruz atrial. Colocadas generalmente en el centro de los atrios de las iglesias del siglo XVI. Símbolos como la cara de Cristo y la flor de lis, entre otros son ejemplos del estilo tequitqui).

El barroco buscó una integración de las artes plásticas: pintura, escultura y arquitectura. Este arte se manifiesta monumental. Ya que se caracterizó por su libertad y que en México (país de artistas) se adaptó y tomó un sello particular (el tequitqui). De cierta forma seguimos inmersos en el arte barroco y debemos entenderlo, pues fue una expresión formal que se identificó plenamente con la sensibilidad indígena. 


(Interior nave de la iglesia. Vista del altar principal hacia la puerta. Siglos XVI al XVII.)

El churrigueresco del siglo XVIII 


En cierta forma es una continuación del barroco. Fue introducido a Nueva España por el arquitecto y escultor sevillano Jerónimo de Balbás, que llegó en 1717, siendo la primera obra de este artista el Retablo de los Reyes de la Catedral Metropolitana que se terminó para 1737.

Se diferencía del barroco por utilizar a manera de soporte (en lugar de columnas o pilastras) el estípite, es decir, un pedestal en forma de pirámide invertida que se prolonga en sentido vertical usando cubos y un sinfín de elementos, todos ellos producto de una gran inventiva del artista de estas latitudes. En México se difundió ampliamente. A veces fue tratado de una manera muy geométrica y otras lo perdemos entre la gran cantidad de adornos vegetales. Se utilizó tanto en retablos como en fachadas. 


El neoclásico del siglo XVIII


El arte es un fiel reflejo de la sociedad que lo produce. Las condiciones socio-político-religiosas de un grupo, de una época se manifiestan en las diferentes expresiones formales. Dos siglos y medio de colonia han servido -hasta aquí- para forjar a un hombre mestizo de ideas propias que ha asumido el pensamiento de la Ilustración. La llegada de los Borbón al trono español (siglo XVIII) será decisiva para implantar una nueva administración, nuevas costumbres y un nuevo pensamiento filosófico enarbolado por la Revolución Francesa que habla de igualdad, libertad y fraternidad. 

Así se funda en la Nueva España en el año de 1778 la Academia de San Carlos, que trajo maestros saturados de ideas neoclásicas, estilo en boga en Europa. El nuevo modelo utiliza los elementos clásicos como: columnas de fuste estriado o liso, capiteles clásicos, entablamientos divididos en arquitrabe, friso y cornisa; frontones de tímpanos abiertos o cerrados. Muchas Iglesias decidieron cambiar de estilo y desaparecieron retablos dorados por los nuevos que son más rápidos de ejecutar. Al igual algunas fachadas se transformaron. 

Durante los tres siglos de dominación española, en nuestro país, se dieron las expresiones artísticas antes mencionadas y que funcionaron tanto para edificaciones religiosas del clero secular o regular. 

Entender las manifestaciones artísticas implica entender el sentido de un pueblo, en este caso de nuestro México. Esta es nuestra herencia y debemos protegerla.


(Tomado de: Herrera Martínez, Ivonne - Arquitectura de las misiones, siglos XVI, XVII y XVIII. Guía México Desconocido. Ruta de las Misiones, Edición Especial Guía número 15, Editorial Jilguero, S.A. de C.V., México, Distrito Federal, 1994)