LIBRO QUINTO
Que trata de los agüeros y pronósticos, que estos naturales tomaban de algunas aves, animales y sabandijas para adivinar las cosas futuras.
CAPITULO I
DEL AGÜERO QUE TOMABAN CUANDO ALGUNO OÍA DE NOCHE AULLAR A ALGUNA BESTIA FIERA, O LLORAR COMO VIEJA, Y DE LO QUE DECÍAN LOS AGÜEROS EN ESTE CASO
En los tiempos pasados antes que viniesen los españoles a esta tierra, los naturales de ella tenían muchos agüeros por donde adivinaban las cosas futuras.
El primer aguero de éstos es que, cuando alguno oía en las montañas bramar alguna bestia fiera, o algún sonido hacia zumbido en los montes o en los valles, luego tomaba mal aguero, diciendo que significaba algún infortunio o desastre que le había de venir en breve, o que había de morir en la guerra o de enfermedad, o que algún desastre o infortunio le había de venir, de que le habían de hacer esclavo a él o alguno de sus hijos, o que alguna desventura había de venir por él o por su casa.
Habiendo oído este mal agüero, luego iba a buscar a aquellos que sabían declarar estos agüeros, a los cuales llamaban tonalpouhque, y este agorero o adivino consolaba y esforzaba a este tal, diciéndole de esta manera:
"Hijo mío, pobrecito, pues que has venido a buscar la declaración del agüero que viste, sábete que es cosa adversa y trabajosa lo que significa este tu agüero; esto no es porque yo lo digo, sino porque asi lo dejaron dicho y escrito nuestros viejos y antepasados;
así que, la significación de este tu agüero es que te has de ver en pobreza y en trabajos, o morirás, por ventura esta ya enojado contra ti aquel por quien vivimos, y no quiere que vivas más tiempo;
espera con ánimo lo que te vendrá porque asi esta escrito en nuestros libros, de que usamos para declarar estas cosas, a los cuales acontece, y no soy yo el que te pongo espanto o miedo, que el mismo señor dios quiso que esto te aconteciese y viniese sobre ti; y no hay que culpar al animal porque él no sabe lo que hace, porque carece de entendimiento, de razón,
y tu, pobrecito, no debes de culpar a nadie porque el signo en que naciste tiene consigo estos azares, y ha venido ahora a verificarse en ti la maldad del signo en que naciste; esfuérzate, porque por experiencia lo sentirás; mira que tengas buen ánimo para sufrirlo, y entre tanto llora y haz penitencia.
Nota lo que ahora te diré que hagas para remediar tu trabajo: haz penitencia, busca papel para que se apareje tu ofrenda, que has de hacer, compra papel e incienso blanco y ulli, y las otras cosas que sabes que son menester para esta ofrenda.
Después que hayas aparejado lo necesario, vendrás tal día, que es oportuno para hacer la ofrenda que es menester al señor dios del fuego; entonces vendrás a mi, porque yo mismo dispondré y ordenaré los papeles y todo lo demás, en los lugares y en el modo que ha de estar para hacer la ofrenda; yo mismo lo tengo de ir a encender y quemar en tu casa". De esta manera hacian los que oían el agüero arriba dicho.
(Tomado de: Sahagún, fray Bernardino de - Historia General de cosas de Nueva España. Numeración, anotaciones y apéndices de Ángel María Garibay K. Editorial Porrúa, S. A. Colección “Sepan Cuantos…” #300. México, D.F. 1982)
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