lunes, 8 de noviembre de 2021

Superstición: de las embarazadas

 


 LIBRO QUINTO 

Que trata de los agüeros y pronósticos, que estos naturales tomaban de algunas aves, animales y sabandijas para adivinar las cosas futuras.


[...]

Apéndice

XIX De la mujer preñada

Otra abusión dejaron los antiguos; y es, que la mujer preñada se debía de guardar de que no viese a ninguno que ahorcaban, o daban garrote, porque si le veía decían que el niño que tenía en el vientre nacería con una soga de carne a la garganta.

También decían que si la mujer preñada miraba al sol, o a la luna cuando se eclipsaba, la criatura que tenía en el vientre nacería mellados los bezos, y por esto las preñadas no osaban mirar al eclipse, y, para que esto no aconteciese, si mirase el eclipse poníase una navajuela de piedra negra en el seno, que tocase a la carne. También decían que la mujer preñada, si mascaba aquel betún que Ilaman tzictli, la criatura cuando naciese, que le acontecería aquello que llaman motentzoponiz, que mueren de ello las criaturas recién nacidas, y cáusase de que cuando mama la criatura, si su madre la saca de presto la teta de la boca, lastímase en el paladar y luego queda mortal. 

También decían que la mujer preñada, si anduviese de noche, la criatura que naciese sería muy llorona; y si el padre andaba de noche y veía alguna estantigua, lo que naciese tendría mal de corazón, y para remedio de esto, la mujer preñada, cuando andaba de noche, poníase unas chinas en el seno, o un poco de ceniza del hogar, o unos pocos de ajenjos de esta tierra que llaman iztáuhyatl; y también los hombres se ponían en el seno chinas, o pícietl, para excusar el peligro del hijo que estaba en el  vientre de la madre y si esto no hacían, decían que la criatura nacería con una enfermedad que Ilaman ayomama, o con otra  enfermedad que llaman cuetzpaliciuiztli, o con lobanillos en las ingles.

(Tomado de: Sahagún, fray Bernardino de - Historia General de cosas de Nueva España. Numeración, anotaciones y apéndices de Ángel María Garibay K. Editorial Porrúa, S. A. Colección “Sepan Cuantos…” #300. México, D.F. 1982)

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