jueves, 30 de marzo de 2023

Lupe Pintor, una izquierda bien educada


Lupe Pintor: una izquierda "bien educada"

No fue quizá la mejor manera de llegar a una pelea de campeonato. Guadalupe Pintor, el noqueador de Cuajimalpa, se enfrentó al campeón gallo del Consejo Mundial de Boxeo, su compatriota y compañero de establo, Carlos "Flaco" Zárate.

Zárate era considerado uno de los noqueadores más temibles de los últimos tiempos y, con la experiencia que dan los años, había pulido su técnica boxística. La historia se volvía a repetir: de nuevo frente a frente madurez y juventud.

Las apuestas favorecían al "Cañas" y la afición mexicana se inclinaba, en su mayoría, por el de Tepito. Aunque el historial de Pintor no era tan contundente como el de su adversario, sí era para preocuparse: de sus últimas 22 salidas, en 18 había acabado con sus oponentes por el método del cloroformo.

Zárate contra Pintor, una misma escuela, una misma izquierda fulminante. Cara o cruz. Y lo que tanto temía Zárate aconteció: la pelea llegó hasta el límite. Los jueces vieron ganar a Pintor y, de alguna manera, mandaron a Carlos al retiro. Toda la prensa coincidió en que Zárate había sido despojado de su corona. Sin embargo, la verdad fue que no pudo contra Pintor en la única pelea de su carrera boxística en la que hubo 15 campanadas.

El reinado de Pintor no fue tan prolongado como el de su antecesor. Defendió con éxito ocho veces el título entre nocauts, victorias por decisión y un empate.

Lupe Pintor, conocido también como "El Grillo de Cuajimalpa", enfrentó cierta indiferencia por parte de la afición. Sólo en su lugar de origen tenía calidad de ídolo. En 1982 tuvo poca actividad, apenas y defendió una vez el título e intento infructuosamente obtener la corona de los supergallos antes del campeón, y verdugo acérrimo de los mexicanos, Wilfredo Gómez.

Parecía que la carrera de Pintor iba en franco declive. El Consejo llegó a desconocerlo en 1983 y para el mes de agosto de 1985 volvió a disputar el título supergallo, ahora ante el mexicano Juan Meza. Era su última oportunidad para obtener la corona en esa división ya que muchos consideraban que los mejores tiempos del de Cuajimalpa había pasado.

La mejor arma de los dos era de izquierda -considerada la mano buena en el boxeo-. La de Pintor estaba mejor educada, pero la de Meza era más explosiva.

El combate fue feroz -el Consejo lo consideró el mejor del año. Pintor tumbó tres veces a su rival para acreditarse una victoria por decisión unánime, en una pelea pactada a 12 rounds, según lo mandaba el recién modificado reglamento del Consejo para peleas de campeonato del mundo.

La victoria, escenificada en el Palacio de los Deportes en la Ciudad de México, provocó una locura colectiva entre los 15 mil espectadores presentes. Pintor por fin era un ídolo pero su carrera estaba por llegar a su ocaso. Cinco meses después, Smart Payakaroon le arrebata el título en Tailandia.


(Tomado de: Maldonado, Marco A., y Zamora, Rubén A. - Cosecha de campeones. Historia del box mexicano II, 1961-1999. Editorial Clío Libros y Vídeos, S.A. de C.V., México, abril 2000)

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