jueves, 15 de julio de 2021

¿Era fácil conseguir armamento para los insurgentes?

 


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¿Era fácil conseguir armamento para los rebeldes?

Conseguir los materiales de la guerra y el financiamiento era muy difícil, pues además de los riesgos que se corrían con ello había escasez de armamentos. Para conseguir las armas y las municiones era preciso recurrir al extranjero y entrar en contacto con las principales potencias por medio del contrabando. Las potencias que en aquel entonces podían auxiliar a los rebeldes eran Inglaterra, Francia, Austria, Estados Unidos, los estados alemanes y Rusia. Pero en ese tiempo Europa era un campo de batalla. Manuel Palacios Fajardo, un enviado venezolano, logró entrevistarse con Napoleón Bonaparte, quien hizo gestiones con el gobierno norteamericano en sentido favorable. Inesperadamente Napoleón cayó y la escena política modificó de nuevo su curso. El nuevo monarca de la Casa de los Borbones, Luis XVIII, buscaba afianzar la monarquía. Francia decidió apoyar a España para defender su colonia y hostilizar en todo lo posible a los rebeldes. A los patriotas mexicanos no se les ocurrió ir a Francia porque en México el sentimiento era antinapoleónico. La opción más viable, y por otra parte más cercana, era recurrir a los Estados Unidos, país que tenía una política compleja, pues establecía como principio mantener en todo lo posible la neutralidad con España por el asunto pendiente de la adquisición de la Florida y a la vez aplaudía la posible emancipación de las colonias norteamericanas.

Hidalgo, ya en Guadalajara,se dio cuenta de la necesidad de conseguir armamento. En 1810 nombró a don Pascual Ortiz Letona para que fuera a los Estados Unidos. Pero la carencia de un puerto dificultó la comunicación con el extranjero. Letona tuvo que ir a Veracruz, que era una ciudad realista, y en el camino fue detenido.

En marzo de 1811 Bernardo Gutiérrez de Lara se presentó en la Hacienda de Santa María quien expresó su entusiasmo sobre la Independencia y se prestaba a ir a los Estados Unidos con la misión de pedir refuerzos. Hidalgo le dio instrucciones verbales y Gutiérrez de Lara se encaminó a la nación estadounidense. En esa época el secretario de Relaciones Exteriores era James Monroe, autor de la inmortal frase "América para los americanos" y que tanto malestar han causado las variables infinitas de su significado.

Gutiérrez de Lara llegó a Natchitoches, en Luisiana, para entrevistarse con Monroe. Ante la petición, el secretario le dijo que apoyaría en todo a la independencia de las colonias españolas. Le daría armas y municiones, además de 27000 hombres, no sin antes establecer una "buena" constitución para establecer la felicidad de sus habitantes. La sugerencia del día fue adoptar la misma Constitución de los Estados Unidos para así formar una potencia norteamericana verdadera. El comisionado mexicano se levantó furioso de su silla. Pero su perseverancia era una de sus virtudes y envíó a un comisionado a Haití para pedir auxilio a su presidente. Sin embargo, Haití era neutral y no quería ayudar. Gutiérrez de Lara se dedicó a comprar municiones en el sur de los Estados Unidos ocupación muy difícil ante la extrema vigilancia del gobierno virreinal.


(Tomado de: Pacheco, Cecilia - 101 preguntas sobre la independencia de México. Grijalbo Random House Mondadori, S.A. de C.V., México, D.F., 2009)

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