martes, 20 de marzo de 2018

José Antonio de Alzate


José Antonio de Alzate



Nació en Otumba, Estado de México, en 1737; murió en la Ciudad de México en 1799. Estaba emparentado con Sor Juana Inés de la Cruz en cuarta generación y fue ascendiente de Pío Baroja, también en cuarto grado. Se graduó de bachiller en teología en el Colegio de San Ildefonso y fue ordenado presbítero hacia 1756. Desde muy joven mostró una decidida inclinación por las ciencias y dedicó toda su actividad a la física, las matemáticas, la astronomía y las ciencias naturales, no sólo en el terreno especulativo, sino también en la aplicación práctica de esas ramas a la industria y la agricultura. Formó una vasta biblioteca, reunió colecciones de historia natural y objetos arqueológicos y montó un gabinete de observaciones físicas y astronómicas que para su época era muy completo y moderno. No quiso quedarse encerrado en su laboratorio y realizó exploraciones en campos agrícolas y zonas arqueológicas, como la de Xochicalco, cuyas ruinas estudió y describió minuciosamente.  Realizó una ascensión al Iztaccíhuatl para hacer observaciones científicas. Sufrió muchos contratiempos y tuvo no pocos adversarios. Su pensamiento filosófico y científico avanzado y su inclinación a la sátira lo mantuvieron en constante polémica y le crearon enemigos. El mismo refirió cómo sus experimentos sobre electricidad y sus intentos de construir un pararrayos dañaron su salud y pusieron en peligro su vida. Un incendio destruyó su observatorio astronómico y buena parte de sus instrumentos científicos y de sus escritos. En marzo de 1768 inició la publicación semanal del Diario literario de México. Recibió en vida honores y distinciones de las autoridades virreinales y de corporaciones extranjeras, entre las cuales estuvo la designación como miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de París, entidad que tradujo y publicó algunos de sus escritos. El homenaje más permanente a su memoria fue la fundación, en 1884, de la Sociedad Científica Antonio Alzate, convertida en 1935 en la Academia Nacional de Ciencias de México.

Para divulgar las novedades científicas y dar a conocer sus propios trabajos, así como para polemizar con sus adversarios, Alzate editó el Diario (1768-1772) y luego las Observaciones sobre la Física, Historia Natural y Artes Útiles, llamadas después Gazetas de Literatura, que aparecieron de 1788 a 1795. De sus obras impresas y sus manuscritos conocidos, cabe mencionar, como muestra de la diversidad de asuntos de que trató: Observaciones meteorológicas (1769), Disertación astronómica sobre el eclipse de luna observado en México el 12 de diciembre de 1769 (1770), Método de sembrar, trasplantar, podar y sacar fruto de las moreras para la cría de gusanos de seda (1793), Memoria sobre el insecto grana o cochinilla, con estampas (1777), Carta geográfica de la Nueva España estampada den París, y publicada allí de orden de la academia de ciencias, Dictamen al superior gobierno de México sobre la construcción del nuevo molino de pólvora (Mms. De 1778), Ensayo sobre la siembra y cultivo del lino y del cáñamo en la Nueva España (Mns. De 1778), y Memoria… sobre el uso del álcali volátil para desvanecer el gas mefítico en las minas (Mns. De 1777). De todo lo que escribió Alzate, lo más conocido y lo que quizás tenga mayor vigencia son las 236 notas sobre la Historia Antigua de México de Francisco Javier Clavijero. La Universidad Nacional Autónoma de México publicó en 1964 un ensayo de Bernabé Navarro sobre sus ideas, denominado La cima de la Ilustración: Alzate (Cultura mexicana moderna en el siglo XVIII). El tomo 21 de las Memorias de la Sociedad Científica Antonio Alzate contiene un elogio del hombre de ciencia, por Agustín Aragón.

(Tomado de: Enciclopedia de México)

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