miércoles, 29 de agosto de 2018

Escorpiones y arañas


Escorpiones y arañas



[…]Los alacranes o verdaderos escorpiones son comunes en todo aquel vasto reino; pero en las tierras frías o templadas son por lo común pocos y no considerable su picada. En las tierras cálidas y en aquellas en que el aire es muy seco, aunque el calor sea moderado, abundan más y es tal su ponzoña que en algunas partes basta a quitar la vida a los niños y ocasionar ansias terribles en los adultos. Se ha observado que la ponzoña de los escorpiones pequeños y rubios es más activa que la de los grandes y negros, y que es menos funesta su picada en aquellas horas del día en que calienta más el sol.



Entre las especies de arañas, que son muchas, hay dos que por su particularidad no pueden omitirse: la tarántula y la casampulga. Dan allí impropiamente el nombre de tarántula a una araña muy grande, cuyo cuerpo y piernas están cubiertas de un pelillo negro que tira a ceniciento, semejante al de los pollos recién nacidos. Es propia de tierras cálidas y se halla no solamente en los campos sino aun en las casas. Está tenida por venenosa, y se cree que el caballo que la pisa pierde luego el casco; pero no he tenido noticia de algún caso particular que confirme esta común creencia, aun habiendo vivido cinco años en una tierra calidísima en que eran muy frecuentes. La casampulga es pequeña, de pies cortos y su vientre es de un rojo encendido, de la magnitud de un garbanzo. Es muy venenosa y común en Chiapas. No sé si esta sea la misma que en otros países de aquel reino es conocida con el nombre de arañas capulina.

(Tomado de: Francisco Javier Clavijero - Historia antigua de México)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario