viernes, 17 de abril de 2020

Cuijas

También reciben los nombres de besuconas, salamanquesas o, el más universal, de gecos. Son pequeños reptiles de ojos grandes que carecen de párpados, y tienen unas laminillas ventrales en los dedos que forman una ventosa con la que se adhieren a superficies lisas. El cuerpo es aplanado, la cola corta y ancha y fácilmente se le desprende. Toda la piel está formada de pequeñas escamas (algunas tienen escamas más elevadas de forma poliédrica), el color en casi todas es blanquecino o gris muy claro y en algunas inclusive es ligeramente transparente lo que les da la apariencia de ser rosadas, principalmente en el vientre.
Son de hábitos nocturnos; habitan en regiones rocosas y selváticas en donde caminan por las paredes de las rocas o sobre los troncos, por lisos que éstos sean, ayudadas por las ventosas digitales.
Algunos géneros son parantrópis, es decir, viven junto al hombre aprovechando las construcciones de éste. Así podemos ver a las cuijas en hoteles, casas, puentes, etc. Debido a lo anterior estos reptiles han viajado en barcos y, por tanto, se encuentran en toda la región tropical y subtropical del mundo, principalmente en los puertos.
En muchas partes las consideran venenosas, argumentando que cuando caen sobre la piel dejan su silueta como quemadura, pero esto es completamente falso, pues son inofensivas y muy útiles por la gran cantidad de pequeños insectos que consumen.
El género más extendido en México y más común es Phyllodactylus, que vive en ambas costas incluyendo Baja California e islas. Se le encuentra tanto en hábitat natural como en zonas pobladas.
La cuija o geco Coleonyx se aparta de la descripción general que se hizo, ya que carece de laminillas ventrales en los dedos, tiene párpados rudimentarios y su coloración está formada por bandas amarillentas, rojizas y café, ribeteadas de negro. Las tres especies de este género prácticamente cubren toda la república con la siguiente distribución: Coleonyx variegatus en el desierto de Sonora y Baja California; C. brevis, estados que abarca la meseta norte y C. elegans de Colima y San Luis Potosí al sur.
Otra especie menos distribuida es Aristelliger georgeensis, que es propia de Quintana Roo. Los adultos son pequeños y sólo llegan a medir 5 cm.

(Tomado de: Álvarez Solórzano, Ticul, y González Escamilla, Manuel. Atlas Cultural de México. Fauna. SEP, INAH y Grupo Editorial Planeta. México, 1987)

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