La mexicana de fuego
Menuda de rasgos y de
salvajes ojos verdes, chaparrita de lleno, de exquisitas curvas, de hermosos
senos, muy bien torneadas piernas y boca de corazón, Lupe Vélez fue conocida
como "la dinamita mexicana".
Bailarina plena de simpatía y de fuego, tempestuosa y temperamental en sus
papeles en Hollywood (e igual o más en la vida real). Lupe Vélez fue un
torbellino sexy que cruzó, arrollándolo todo, el Hollywood de los veinte y
treinta, después de haber triunfado en México, donde fue "bataclana"
y donde era ídolo supremo de los asiduos al teatro de revista en el México
postrevolucionario. Capaz de seducir lo mismo a Gary
Cooper que a Johnny Weissmuller, a José Gorostiza o a Arturo de Córdoba, "la niña Lupe" se convirtió en
leyenda al "suicidarse llena de
glamour y vestida de blanco", pero en realidad muriendo ahogada en su
propio vómito en el inodoro de su baño. (David Ramón)
Parte memorable de su cuerpo:
La región glútea, a la que imprimía
increíbles movimientos y velocidad en sus bailes.
Su papel más sexy:
Canción
de amor.
Su escena más provocadora:
Cuando seduce a Gary
Cooper en La canción del lobo.
(Tomado de: Somos, especial de colección
núm. 6, Los símbolos sexuales + ardientes del mundo, Editorial Eres, S.A. de C.V.
México, D.F., 1997)
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