sábado, 7 de diciembre de 2019

Capital sin ríos, 1940


No habrá ríos en la capital


*Definitivamente desaparecerán los de Churubusco, La Piedad y el Consulado. - La metrópoli estará a salvo de inundaciones.


(24 de noviembre de 1940)


El Departamento de Obras Hidráulicas de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas acaba de concluir importantísimas obras que vinieron construyendo desde antes del periodo presidencial del general Cárdenas, tendientes a defender a la ciudad y al valle de México de las inundaciones y lograr la desaparición de los ríos de Churubusco, La Piedad y el Consulado, cuyos cauces, después de que se hagan las pruebas de las obras terminadas, serán demolidos a fin de urbanizar las zonas por las que atraviesan. Las obras realizadas para la eliminación del río Churubusco consisten en las presas de Texcalatlaco, Coyotes, San Jerónimo y Anzaldo, las cuales se hallan totalmente terminadas, salvo algunos detalles para ponerlas en uso. De estas presas unas son de derivación y otras de regulación, y están unidas entre sí por túneles o canales, los cuales conducirán toda el agua derivada al Pedregal agrietado de San Ángel en donde se resumen.
Para la eliminación de los ríos de La Piedad y del Consulado, así como del de Mixcoac, que es afluente del de Churubusco, se ha construido otro sistema de presas escalonadas, que, unidas por túneles o canales, desvían las aguas captadas hasta el río Hondo, afluente del río de los Remedios. Salvo pequeños detalles, todo este sistema se haya concluido e incluye las presas de Mixcoac, Becerra, Tacubaya, Tecamachalco, San Joaquín y Tornillo y han sido construidas en los ríos de sus mismos nombres.
Además, para defensa del valle de México, sobre el río de Cuautitlán se ha construido la presa de Guadalupe, que es la más grande y tiene por objeto regularizar las aguas broncas del citado río y utilizarlas para irrigación y para humedecer en la época de sequía el vaso de Texcoco, y evitar así las tolvaneras que asuelan a la ciudad de México, especialmente en el mes de febrero de cada año.
Con excepción de las presas de Tecamachalco y San Joaquín, todas las demás quedaron terminadas en el sexenio del general Cárdenas. Su costo aproximado es de siete millones de dólares.


(Tomado de: Hemeroteca El Universal, tomo 3, 1936-1945. Editorial Cumbre, S.A. México, 1987)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario