martes, 5 de febrero de 2019

Julián Carrillo

 
Nació en Ahualulco, San Luis Potosí, en 1875; murió en la ciudad de México en 1964. Fue el último de los 19 hijos de Nabor Carrillo y Antonia Trujillo, ambos de origen indígena. A los 10 años de edad fue llevado por su madre a San Luis Potosí, donde estudió música con el maestro Flavio F. Carlos; aprendió a tocar primero los timbales y después el violín; en las mañanas ejecutaba responsos fúnebres en la catedral y por las noches actuaba en fiestas.
 
En 1895 compuso una misa a petición del párroco de San Juan de Dios. Ese año pasó a la Ciudad de México e ingresó al Conservatorio Nacional de Música; entre sus maestros se contaban José Rivera y Melesio Morales. El 23 de marzo de 1899, en una ceremonia en el Teatro Iturbide, se reveló como un virtuoso del violín, frente al presidente Díaz; becado por éste, marchó al Conservatorio Real de Leipzing, para estudiar composición con Salomón Jadasshon y violín en la orquesta de la Gewanghauss, bajo la dirección de Arthur Nikisch.
 
Un año después alternaba con Paderewsky, Camile Saint-Saëns y Puccini. En 1901 estrenó una obra y en 1904 ganó el primer premio en un concurso internacional de violín.
 
En 1905, al regresar a México, el general Porfirio Díaz le regaló un Amati.

Desde 1895, siendo alumno de física, acústica y matemáticas del doctor Francisco Ortega Fonseca, advirtió que al doblar cada cuerda por la mitad, ésta daba cada vez un octavo superior. Dividió después, ya no una cuerda completa, sino la distancia entre las notas la y sol, y encontró en ese intervalo 16 sonidos distintos. En los años siguientes logró 4,640 sonidos nuevos en la octava, de donde resultaron 37,120 en las 8 conocidas. A este descubrimiento le llamó Sonido 13, pues hasta entonces sólo se manejaban 12. Sobre estas bases, anunció el infinito musical, afirmando que pueden existir tantos sistemas musicales cuantos números hay. En 1911 viajó a Roma como delegado de México al Congreso Internacional de Música, donde presentó la ponencia Reforma a las formas clásicas de la composición. En 1913, al volver al país, fue nombrado director del Conservatorio Nacional. En 1914 marchó a Nueva York y fundó allí la Orquesta América.
 
 En 1925, en el Teatro Principal, ofreció un recital con obras basadas en los dieciseisavos de tono, y al año siguiente se presentó en el Town Hall de Nueva York con las mismas composiciones. En 1929 Leopold Stokoswky ejecutó en el Carnegie Hall un Concertino de Carrillo. En 1931 ambos dirigieron la Orquesta Sinfónica del Sonido 13. En 1950 Carrillo viajó a Europa llevando consigo un piano transformado, en el cual su hija Dolores tocó varias obras de la nueva música. En 1952 escribió Horizontes, para orquesta, en Sonido 13. Más tarde formó una colección de 15 pianos especiales, dio conciertos con ellos en el extranjero y los donó al Museo Nacional de Historia, junto con el manuscrito de su teoría.
 
Escribió 28 libros sobre temas musicales, y en uno de ellos presentó 13,300 escalas basadas en semitonos. Su Primera Sinfonía la compuso al comenzar el siglo XX. Es autor de numerosas composiciones, desde piezas ligeras para piano y violín, hasta sinfonías y óperas, como la titulada Matilde.
 
(Tomado de: Enciclopedia de México, Enciclopedia de México, S. A. México D.F. 1977, volumen II, Bajos-Colima)
 



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