40,000 niños tuberculosos concurren a las escuelas
*Problema alarmante
*Son enfermos en “estado no contagioso”, pero de todas maneras es un peligro latente .-Esfuerzos para detener el avance del mal.
(2 de agosto de 1940)
El 20% de la población escolar del Distrito Federal se encuentra en estado tuberculoso ya que son 40,000 de los 200,000 niños que concurren a las escuelas, los que, de acuerdo con los exámenes hechos por la Secretaría de Educación Pública, padecen la peste blanca, “en estado no contagioso”, se nos dijo, porque las lesiones causadas por este bacilo de Koch no están abiertas, pero de todos modos existe un peligro latente.
En el dispensario antituberculoso sito en el Centro Escolar Revolución se han estado haciendo estudios en los últimos días que indican la urgencia de internar inmediatamente a dos mil pequeños en franco estado tuberculoso que necesitan tratamiento rápido o, de lo contrario, están condenados a morir.
si se hiciera un cálculo sobre el porcentaje de niños tuberculosos en el Distrito Federal, y no solamente de los que concurren a las escuelas, los datos obtenidos acusarían más de 40% de lesionados. Con el objeto de obtener informes más amplios de este problema que aumenta pavorosamente la mortalidad infantil, recurrimos al doctor Salvador Ojeda, jefe del Departamento de Psicopedagogía de Educación Pública. Nos dijo que es realmente alarmante el número de pequeños tuberculosos ante cuyo problema la dependencia citada trata de realizar los esfuerzos que disminuyan las víctimas. Pero a pesar de las campañas, dispensario y sanatorios que se pongan en servicio, el remedio siempre resultará insignificante. “Es como una gota de agua en el desierto” y aun cuando existen los mejores deseos para combatir el mal, se necesitaría mucho entusiasmo y buena fe para evitar que la peligrosa enfermedad siga desatándose con perfiles fatales, nos dijo.
En el Preventorio Antituberculoso de Tacubaya se cuenta con 125 camas, ocupadas totalmente. A diario se presentan innumerables peticiones de padres de familia que requieren atención para sus pequeños. Esto ha originado el estudio de un proyecto que el Gobierno llevará a cabo en el presente año y para cuya realización van a destinarse más de dos millones de pesos. En primer término se levantará una escuela-granja de restitución; la ampliación del Preventorio en el Parque Lira hasta contar con 500 camas; la adquisición de un aparato portátil de rayos equis que puede llevarse de escuela en escuela para examinar a los escolares y principalmente la construcción de un gran sanatorio antituberculoso, destinado en especial a la población escolar y cuya realización se ha acordado también por el Comité de Lucha contra la Tuberculosis. Cooperará en forma muy importante la Secretaría de la Asistencia Pública, la cual se ha manifestado en la mejor disposición de beneficiar a los pequeños.
El doctor Ojeda sonrió levemente cuando le preguntamos la causa de este verdadero desastre. “No comen, -nos dijo-, y viven en condiciones terribles. Cientos de pequeños se presentan a las escuelas sin haber desayunado. En fin, agregó, las causas usted las sabe, y las sabe todo el mundo. La tuberculosis de la niñez se debe a la miseria”.
La niñez mexicana y fuera del distrito Federal está desnutrida, padece simplemente hambre y falta de bienestar. Basta asomarse a las tinieblas de las vecindades abandonadas por Salubridad y el Departamento del Distrito para darse cuenta “de esas causas”. Los propietarios de una gran parte de las vecindades en las barriadas parecen los niños mimados a quienes se les exige apenas suavemente el cumplimiento de reglamentos de limpieza, higiene y construcciones mejores. Por otra parte, el Estado es incapaz económicamente de proporcionar alimentación también total a pequeños cuyos padres obtienen salarios tan exiguos que no pueden dar de comer a sus hijos.
El doctor Salvador Ojeda estima, sin embargo, que aun cuando el esfuerzo es insignificante debe hacerse y cree que los diversos sectores de la sociedad deberán fijarse, “antes de distraer su atención en asuntos de política”, en que el problema de la niñez es fundamental para el país. “La cooperación a resolver este problema -agregó nuestro entrevistado-, debe provenir de elementos particulares y oficiales”. ¿Y la tuberculosis en la población infantil de la República? El conocimiento del porcentaje es sencillamente pavoroso.
(Tomado de: Hemeroteca El Universal, tomo 3, 1936-1945. Editorial Cumbre, S.A. México, 1987)
Quien fue la persona que escribio que hizo este post ya q yo trabajo tuberculosis y su historia en CDMX me gusto mucho.
ResponderBorrarEsta entrada pertenece a una nota incluida en la Hemeroteca de El Universal, y lamentable no incluye el nombre del periodista encargado de la fuente de salud en ese momento; veré si en notas anteriores o posteriores logro encontrar ese dato, no dejes de revisar esta entrada para actualizar la información que solicitas.
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