martes, 18 de febrero de 2020

Achille Bazaine


Encargo a usted que haga saber a las tropas que están bajo sus órdenes, que no admito que se hagan prisioneros: todo individuo, cualquiera que sea, cogido con las armas en la mano, será fusilado. No habrá canje de prisioneros en lo sucesivo.

Aquiles Bazaine (1811-1888)

Aquiles Bazaine fue enviado a México en 1863 por el emperador Napoleón III, junto con el mariscal Forey, para relevar del mando de las tropas francesas al conde de Lorencez, luego de su humillante derrota en Puebla, el 5 de mayo de 1862. Los hombres al mando de Bazaine, más de 40 mil, iniciaron su marcha al interior del país en noviembre del mismo año.
Como jefe del cuerpo expedicionario, Bazaine llevaba órdenes de establecer un gobierno provisional una vez que las tropas francesas ocuparan la ciudad de México -lo cual ocurrió en junio de 1863- y de no devolver a la Iglesia, bajo ningún motivo, los bienes nacionalizados mediante las Leyes de Reforma.
Fue durante la Regencia cuando Bazaine comenzó a tener dificultades con los conservadores mexicanos; especialmente con Pelagio Antonio Labastida y Dávalos, arzobispo de la ciudad de México. Decidido a respetar las Leyes de Reforma, Bazaine no regresó los bienes a la Iglesia a pesar de que el arzobio insistió en que la decisión le correspondía al nuevo emperador. El clero cerró las puertas de los tremplos en señal de protesta, y Bazaine amenazó con abrirlas a cañonazos, pero prefirió ignorar al arzobispo y disolver el Tribunal de Justicia, institución que se negaba a hacer válidos los pagarés de los bienes de la Iglesia emitidos por el gobierno de Juárez.
 En vísperas de la llegada de Maximiliano a Mexico, en mayo de 1864, la lucha entre las tropas juaristas y los invasores franceses parecía no tener fin. Pese a una serie de importantes victorias, Bazaine nunca pudo dispersar por completo a las fuerzas republicanas por más que permitió excesos, autorizó la violencia desmedida contra las guerrillas mexicanas y ordenó fusilamientos. "Es menester que sepan bien nuestros soldados -escribió- que no deben rendir las armas a semejantes adversarios. Esta es una guerra a muerte; una lucha sin cuartel que se empeña hoy entre la barbarie y la civilización; es menester, por ambas partes, matar o hacerse matar."
Instalado ya el Segundo Imperio, Maximiliano siempre fue desinformado y manipulado por Aquiles Bazaine. Bajo su influencia, el emperador expidió la ley del 3 de octubre de 1865, que condenaba fuerte, sin juicio, a todo aquel que fuera sorprendido con armas en mano o que prestara cualquier apoyo a los republicanos. Bajo esta ley murió fusilado el general José María Arteaga.
Bazaine se opuso siempre a la organización de un ejército imperial mexicano y, par deshacerse de rivales que pusieran en peligro su cargo, manipuló a Maximiliano para que enviara a Miramón a Berlín, a estudiar ciencia militar, y a Márquez a Constantinopla, con ministro plenipotenciario.
Pero la precaria situación económica del Segundo Imperio provocó dificultades entre Bazaine y el emperador, quien lo responsabilizó por los excesivos gastos de un ejército incapaz de sofocar la resistencia de los republicanos; a su vez, Bazaine culpaba a Maximiliano de no ser capaz de organizar la Hacienda pública y de gastar en la construcción de teatros y palacios.
Finalmente, en 1866, Napoleón III suspendió el apoyo económico al imperio mexicano y ordenó a Bazaine el retiro de las tropas francesas. El súbdito acató las órdenes: el embarque de tropas francesas se realizó del 13 de febrero al 12 de marzo de 1867. El mariscal Bazaine fue el último en abandonar el suelo mexicano.

(Tomado de: Molina, Sandra – 101 villanos en la historia de México. Grijalbo, Random House Mondadori, S.A. de C.V., México, D.F. 2008)

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