martes, 10 de septiembre de 2019

Mariano Otero



(1817-1850) Nace en Guadalajara, de origen humilde. Licenciado en Derecho. Realizó sus estudios en su ciudad natal, habiéndose distinguido como estudiante.
En su actividad política, el pensamiento y la acción están unidos. Influyen en su formación principalmente Montesquieu, Constant, Sismondi, de Tocqueville, Burke, Madame de Staël y otros teóricos más.
Fue senador y diputado varias veces, habiendo sido electo por primera vez a los 25 años. Participa destacadamente en los Congresos Constituyentes  de 1842 y 1846. Fue Presidente del Senado. 
En 1844 es electo Presidente del Ayuntamiento de la Ciudad de México y Vicepresidente de la Junta del Ateneo Mexicano. En 1846 es nombrado miembro del Consejo de Gobierno. En 1848, el Presidente José Joaquín Herrera nombra a Otero Ministro de Relaciones Interiores y Exteriores, unos días después de haber votado en el Senado, junto con Robledo, Flores y Morales, contra los Tratados de Guadalupe.
Como legislador, Otero tiene una actuación destacada. En el Constituyente de 1842 presenta junto con José Espinoza de los Monteros y Octaviano Muñoz Ledo, un voto particular, conocido como de la minoría.
En 1847, Otero elabora un proyecto de Constitución, la que considera prerrequisito esencial de la unidad exigida por el país para poder encarar la guerra extranjera. En este documento Otero plasma sus tesis esenciales: el acuerdo en lo fundamental para lograr la unidad nacional. Otero considera que es posible que las partes que componen una nación coincidan en determinados puntos, instituciones y conceptos, que hacen dichas partes sean solidarias en ciertos principios. Otro principio fundamental en el pensamiento político de Otero, complementario del anterior, es el de la representación de las minorías como medio para garantizar la unidad nacional; afirma que “había que reconocer todos los intereses, dando garantías a todas las clases”. Esta tesis asombra por su clarividencia, ya que puede considerarse como el antecedente doctrinal que fundamenta en nuestro país la existencia de diputados de partido. Otras tesis que caracterizan el pensamiento de Otero y que se plasman en su voto particular son: el federalismo; el derecho electoral independiente de la propiedad; la garantía de los derechos individuales a través de tutelar las relaciones sociales y por último la idea de considerar a la Constitución como punto de imputación de la nacionalidad.
Otras aportaciones importantes y avanzadas del pensamiento de Otero son las relativas al régimen penitenciario y las reformas al Poder Judicial.
Sus principales obras son: Ensayo sobre el verdadero estado de la cuestión social y política que se agita en la República Mexicana (junio 1° 1842); Consideraciones sobre la situación política y social de la República Mexicana en el año 1847 (diciembre de 1847); Apuntes para la biografía de Don Francisco Javier Gamboa (julio de 1843); Noticia biográfica del Sr. Alcalde, Obispo de Guadalajara (julio de 1837); y una gran cantidad de discursos, iniciativas de ley, alegatos, etc.

(Tomado de: Mariano Otero, El acuerdo en lo fundamental base de la unidad nacional. Materiales de Cultura y Divulgación Política Mexicana #2. Partido Revolucionario Institucional, Subsecretaría de Publicaciones, México, 1987)

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