martes, 30 de julio de 2019

Trotsky, herido de muerte, 1940


Trotsky, herido de muerte


  • Atentado a la sombra de la confianza


  • Fue un falso admirador y amigo suyo el que lo atacó, propinándole terribles golpes: uno de ellos gravísimo. Quién es el agresor


  • La guardia del líder ruso acudió en su auxilio, y uno de los que la forman derribó al atacante, pegándole con su pistola


Por JOSE PEREZ MORENO,
Reportero de Policía


(21 de agosto de 1940)


Ayer a las seis de la tarde fue herido gravemente por un periodista belga el ex comisario de la Guerra en Rusia, León Trotsky, en su casa en Coyoacán. El heridor, que también está lesionado, se llama Frank Jackson o Jacques Morton y ha confesado plenamente su delito, expresándose así al ser curado en la Cruz Verde: "¡Deben matarme o dejar que yo lo haga!... Mi vida no vale nada…!"
Por más que la comisión misma del delito se encuentra clara, en cambio no se ha podido todavía adelantar gran cosa en la investigación de la trama secreta. El heridor, que tiene a lo sumo unos 28 años de edad, llevaba escrita en tres hojas una declaración en forma de carta, en la que expresa sus motivos personales para atentar contra la vida del exiliado ruso.
Esto demuestra su premeditación absoluta, así como también el hecho de que iba provisto de un "piolet" de alpinista de mango corto, de un pequeño puñal y de una pistola calibre 45 "Star".
Según lo declarado por los mismos ayudantes de Trotsky, intentó suicidarse con el puñal, pero uno de ellos, Jack Cooper, se lo impidió a las voces que la esposa de Trotsky, Natalia Sedov, daba: "¡No lo maten, hay que entregarlo vivo!" y así fue como tan sólo recibió algunos golpes clasificados como aquellos que sanan en dos semanas a lo sumo, y sin necesidad de hospitalización.
Trotsky recibió tres heridas, causadas por el pico del "piolet", una en la cabeza,que es la grave, con fractura expuesta de los huesos del cráneo y pequeña hernia de la masa encefálica; otro en la clavícula derecha y una más en una pierna. Los doctores Rubén Leñero, Gustavo Baz, Jacinto Segovia y Joaquín Mass, solicitados por el mismo herido, procedieron a hacerle la trepanación, mostrándose los facultativos muy optimistas.


"ESTABA DECEPCIONADO DE TROTSKY, POR ESO LO HICE…"


El general José Manuel Núñez, jefe de la Policía, personalmente tomó conocimiento, minutos después del suceso, de lo acontecido, y más tarde el procurador de Justicia del Distrito, licenciado Luis G. García; con el licenciado Amezcua, delegado del Ministerio Público, en la Jefatura de Policía y el señor Francisco Russi, jefe de la Policía Judicial, estuvieron en las salas de la Cruz Verde a hacer levantar el acta correspondiente. Por su parte, el jefe del Servicio Secreto, coronel Leandro Sánchez Salazar, y el comandante de agentes Jesús Galindo, iniciaron con un centenar de agentes las investigaciones.
A las 22 horas el general Núñez permitió que los periodistas pasaran al patio del Puesto Central de Socorros, habiéndoles mostrado el "piolet" con que fue atacado Trotsky, y expresó que el heridor del líder ruso se llama Frank Jackson, y que éste le había dicho que desde hace cuatro meses se encuentra en el país y que siempre había tenido gran admiración por Trotsky, al que procuró por todos los medios posibles conocer, logrando ser recibido por él en distintas ocasiones; y que de sus conversaciones con el ex comisario de la Guerra de la URSS se había decepcionado completamente de él y resolvió matarlo para lo cual se proveyó de las armas ya descritas.
En esos momentos era operado Trotsky, que fue sometido a enérgica anestesia. También fue curado Jacques o Jackson, quien desde luego pudo rendir su declaración, como hemos dicho.


(Tomado de: Hemeroteca El Universal, tomo 3, 1936-1945. Editorial Cumbre, S.A. México, 1987)

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