LIBRO QUINTO
Que trata de los agüeros y pronósticos, que estos naturales tomaban de algunas aves, animales y sabandijas para adivinar las cosas futuras.
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Capítulo XI
Que trata del agüero que tomaban cuando de noche veían estantiguas
Cuando de noche alguno veía alguna Estantigua, con saber que eran ilusiones de Tezcatlipoca, también tomaba mal agüero en pensar que aquello significaba que el que la veía había de ser muerto en la guerra, o cautivo;
-y cuando acontecía que algún soldado valiente y esforzado veía estas visiones, no temía sino asía fuertemente de la estantigua y demandábala que le diese espinas de maguey, que son señas de fortaleza y valentía, y que había de cautivar en la guerra tantos cautivos cuantas espinas le diese; y cuando acontecía que algún hombre simple y de poco saber veía las tales visiones, luego las escupía o apedreaba con alguna suciedad.
A ese tal ningún bien le venía, más antes le venía algún desdichado infortunio; y si algún medroso o pusilánime veía estas estantiguas, luego se cortaba, luego se le quitaban las fuerzas y luego se le secaba la boca, que no podía hablar, y poco a poco se apartaba de la estantigua para esconderse donde no la viese.
Y cuando iba por el camino, pensaba que iba tras él la estantigua, para tomarle, y en llegando a su casa abría de pronto la puerta y entraba de presto, y cerraba la puerta de su casa y pasaba a gatas por encima de los que estaban durmiendo, todo espantado y pavoroso.
(Tomado de: Sahagún, fray Bernardino de - Historia General de cosas de Nueva España. Numeración, anotaciones y apéndices de Ángel María Garibay K. Editorial Porrúa, S. A. Colección “Sepan Cuantos…” #300. México, D.F. 1982)
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