Más decían: que el vino se llama centzontotochtin, que quiere decir “400 conejos”, porque tiene muchas y diversas maneras de borrachería.
(A) algunos borrachos, por razón del signo en que nacieron, el vino no les es perjudicial o contrario: en emborrachándose luego cáense dormidos o pónense cabizbajos, asentados y recogidos, ninguna travesura hacen ni dicen;
y otros borrachos comienzan a llorar tristemente y a sollozar, y córrenles las lágrimas por los ojos,. Como arroyos de agua; y otros borrachos luego comienzan a cantar, y no quieren parlar ni oír cosas de burlas, mas solamente reciben consolación en cantar;
Y otros borrachos no cantan, sino luego comienzan a parlar y a hablar consigo mismos, o a infamar a otros y decir algunas desvergüenzas contra otros; y a entonarse, y decirse ser unos de los principales, honrados, y menosprecian a otros, y dicen afrentosas palabras, y álzanse, y mueven la cabeza diciendo ser ricos y reprendiendo a otros de pobreza, y estimándose mucho, como soberbios y rebeldes en sus palabras, y hablando recia y ásperamente moviendo las piernas y dando coces; y cuando están en su juicio, son como mudos y temen a todos, y son temerosos, y excúsanse con decir, “estaba borracho, y no sé lo que me dije, estaba tomado del vino”.
[Mural en Restaurante Mayahuel, Sacramento, California]
Y otros borrachos sospechan mal, hácense sospechosos y mal acondicionados y entienden las cosas al revés y levantan falsos testimonios a sus mujeres, diciendo que son malas mujeres, y luego comienzan a enojarse con cualquiera que habla a su mujer, etc.; y si alguno habla, piensa que murmura de él, y si alguno ríe, piensa que se ríe de él, y así riñe con todos y sin porqué. Esto hacen por estar trastornados del vino.
Y si es mujer la que se emborracha, luego se cae sentada en el suelo, encogidas las piernas, y algunas veces extiende las piernas en el suelo; y si está muy borracha desgréñase los cabellos, y así está toda descabellada y duérmese, revueltos todos los cabellos, etc.
Todas esta maneras de borrachos ya dichas decían que aquel borracho era su conejo, o la condición de su borrachez, o el demonio que en él entraba.
Si algún borracho se despeñó, o se mató, decían “aconejóse”; y porque el vino es de diversas maneras y hace borrachos de diversas maneras le llaman centzontotochtin, que son “400 conejos”, como si dijesen que hacen infinitas maneras de borrachos; y más decían, que cuando entraba el signo ome tochtli, cuando hacían fiesta al dios principal de los dioses del vino, que se llamaba Izquitécatl.
También hacían fiesta a todos los dioses del vino, y poníanles una estatua en el cu y dábanles ofrendas, y bailaban y tañíanles flautas, y delante de la estatua una tinaja hecha de piedra que se llamaba ometochtecómatl, llena de vino, con unas cañas con que bebían el vino los que venían a la fiesta,y aquellos eran viejos y viejas, y hombres valientes y soldados y hombres de guerra, bebían vino de aquella tinaja, por razón de que algún día serían cautivos de los enemigos, o ellos, estando en lugar de la pelea, tomarían cautivos de los enemigos; y así andaban holgándose, bebiendo vino, y el vino que bebían nunca se acababa, porque los taberneros cada rato echaban vino en la tinaja.
Los que llegaban al tianquez, donde estaba la estatua del dios Izquitécatl y también los que nuevamente horadaban los magueyes y hacían vino nuevo, que se llamaba uitztli, traían vino con cántaros y echábanlo en la tinaja de piedra, y no solamente hacían esto los taberneros en la fiesta sino cada día lo hacían así, porque era tal costumbre de los taberneros.
(Tomado de: Sahagún, fray Bernardino de - Historia General de cosas de Nueva España. Numeración, anotaciones y apéndices de Ángel María Garibay K. Editorial Porrúa, S. A. Colección “Sepan Cuantos…” #300. México, D.F. 1982)
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